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martes, 3 de diciembre de 2013

Trilogía "Los juegos del hambre", Suzanne Collins


Los sábados por la noche suele ser el momento de ver una película en familia. Procuramos ir alternando cosas que les puedan gustar más o menos a todos y de vez en cuando la elección corre por cuenta de mis hijos. Hace unos meses uno de ellos dijo que podíamos ver “Los juegos del hambre”, que aunque la había visto hacía poco tiempo en el cine, le había gustado bastante. Los demás no la viéramos, así que nos decidimos por ella. A mí no me llamaba demasiado la atención pero había que darle una oportunidad y la verdad es que, sorprendentemente, me gustó bastante. Tanto que a continuación me hice con los tres libros y me los leí de una tirada, más que nada porque sentía gran curiosidad por saber cómo terminaba. Aprovechando el reciente estreno de la segunda cinta de la historia os dejaré algunas cosas sobre las tres novelas, eso sí, sin desvelar demasiado para todos aquellos que todavía no las hayan leído.

“Los juegos del hambre” nacieron como trilogía literaria y la autora es Suzanne Collins. Nacida en 1962 en Hartford, Connecticut. Estudio Dramática en la Universidad de Indiana y más tarde en la de Nueva York. Empezó escribiendo guiones para programas infantiles de televisión en 1991. Trabajó para Nickelodeon entre otros y tras esta experiencia se decidió a escribir libros para niños y jóvenes. Su primera serie de libros comenzó con “Gregor y la profecía del gris”, aparecido en 2003, al que siguieron cuatro más con el mismo protagonista. Parte de una idea de su infancia y de la influencia de “Alicia en el país de las maravillas”. Pensaba en qué pasaría si cayera por la madriguera de un conejo y se encontrara una fiesta del té. Así Gregor es un joven de once años que vive en Nueva York, junto con su hermana Boots. Un día ambos caen por una rejilla de ventilación y descubren el mundo de las Tierras Bajas, en el que los seres humanos conviven con murciélagos y cucarachas y bajo la amenaza de ratas. Ahí aparece una antigua profecía sobre un gran guerrero, emprendiendo un peligroso viaje por todo ese universo subterráneo. Tras el éxito de esta serie se decide por un público algo mayor, los adolescentes, y en 2008 aparece la primera novela de la trilogía, “Los juegos del hambre”, seguida por “En llamas” (2009) y “Sinsajo” (2010) que tendrá un gran éxito. La primera de ellas fue llevada al cine con mucho éxito en 2012 y en este 2013 se acaba de estrenar la segunda entrega de la serie.


La autora dice que la idea para esta trilogía surge tras su interés por la mitología y la historia de Teseo. Algunos ven en ella también la influencia de una novela japonesa, “Battel Royale” de Koushun Takami que fue llevada al cine también con éxito. Otra influencia clara son los antiguos gladiadores romanos, tanto en el desarrollo de ciertos aspectos de la historia como en la imaginería utilizada. Estamos en un futuro no demasiado lejano donde los privilegiados viven a cuerpo de rey en el Capitolio, donde tienen absolutamente de todo sin hacer casi nada a cambio. Tras una guerra ganada por ellos dividieron el territorio en doce distritos, cada uno especializado en surtirlos de todo aquello que necesitan. Una dictadura manejada de forma férrea y de la que no es fácil escapar. En los distritos malviven dominados por el trabajo y el hambre, la libertad es algo inexistente y no pueden salir del distrito en el que viven. Una vez al año cada uno tiene que elegir dos representantes, un chico y una chica, que irán al Capitolio para participar en los juegos del hambre. Un combate entre todos ellos montado como un espectáculo televisivo que pretende dejar clara su potencia y su mano de hierro a la hora de gobernar, el miedo es su mejor arma. Los 24 jóvenes son lanzados a un entorno hostil, casi sin comida pero con armas y tendrán que luchar, matarse entre ellos hasta que solo quede uno. El ganador, eso sí, tendrá una vida de lujo y con todas sus necesidades satisfechas, pero el coste de esa situación es muy grande. Katniss Everdeen vive en el distrito 12. El día que se celebra el sorteo sale elegida su hermana pequeña, algo que ella no puede soportar, sobre todo tras la muerte de su padre en la mina en la que trabajaba. Tras esa muerte ella es la encargada de sostener a la familia buscándose la vida como puede. Sale del distrito, algo que está prohibido, para cazar algo que pueda cambiar en el mercado negro o usar para alimentar a su hermana y su madre. Tras la elección de su hermana ella decide dar un paso más en su defensa y se presenta voluntaria para ocupar su lugar en los juegos de ese año. El joven del mismo distrito que saldrá elegido es Peeta Mellark, al que conoce poco y con el que llegará a tener una extraña y fuerte relación. Ambos van con todos los demás al Capitolio, donde antes de combatir serán tratados a cuerpo de rey, casi un engordar para morir. Esta es la idea central de la trilogía y será desarrollada de una manera fría, violenta y al mismo tiempo llena de amor y respeto, que es lo que Katniss busca para todos los hombres y mujeres que viven en todos y cada uno de los distritos. Lógicamente cada una de las novelas irá desarrollando un poco más esta idea central, hasta llegar a un final que tendréis que descubrir vosotros mismos.

No era una trilogía que me llamara demasiado la atención. Quizá condicionado por otros grandes éxitos de la novela adolescente anteriores no le di la oportunidad. Hace unos años veía a todas mis alumnos con las de la saga “Crepúsculo” y le pedí a una de ellas que me la dejara para leerla. No empezó mal, pero tengo que reconocer que me cansó a las pocas páginas y no me gustó nada, en ningún sentido. A mí eso de que los vampiros brillen con estrellitas cuando salen de día ya me tumbó definitivamente. Pero con esta no me pasó lo mismo. Una vez que terminamos de ver la película, que como tal ya me gustó bastante y me pareció bastante más seria y con más fondo que otras muchas del género, decidí leerme la trilogía, y cayeron las tres seguidas una detrás de otra, tenía que saber cómo terminaba la historia de Katniss, Peeta, los distritos y el Capitolio. Me encontré con una historia bien estructurada y muy bien pensada, aunque como defecto le encontré que quizá sea un poco repetitiva con ciertas estructuras en algunos momentos. Cada novela es algo más seria y oscura que la anterior, más violenta y más adulta, más complicada y mucho más crítica con ciertos aspectos de la sociedad actual. Me sorprendió porque no es tampoco una lectura fácil, llena de tópicos en la historia y en el estilo, algo más trabajado que muchas otras novelas que caen en mis manos pensadas para este tipo de lectores. Cada una avanza un poco más en la historia, cada vez un poco más violenta y descarnada, con fuertes enfrentamientos entre los personajes y más de una sorpresa. El grupo central se mantiene, pero irán apareciendo nuevos personajes dentro de la historia, nuevas situaciones que le irán dando cada vez un aire mejor, más interesante y atrayente para el lector. Ya la segunda, en la que se basa la película recientemente estrenada, es una vuelta de tuerca más a lo contado en la primera, pero la tercera se llena de estos nuevos aspectos, creciendo en interés y emoción.


Personalmente me gustó bastante la trilogía, sobre todo porque en este caso la siguiente siempre me pareció mejor y más interesante que la anterior, siempre con una emoción creciente en todos los sentidos. Tiene un fuerte y buen componente crítico hacia muchos aspectos de la sociedad actual, desde las dictaduras, la opresión, la lucha por la libertad, los símbolos o como alguien puede llegar a detonar una revolución casi sin quererlo gracias a un mundo dominado por la comunicación y lo audiovisual, las desigualdades sociales, la explotación... Una buena cantidad de temas que podrían ser fácilmente explotados tanto en una sesión de cine en clase como en una lectura de las novelas. En ese sentido la única pega que le veo como lectura de clase es que son largas, algo que a muchos de nuestros alumnos ya los echa para atrás, pero creo que si son capaces de ir entrando en la historia podrá llegar a gustarles bastante. Dentro de lo que se vende hoy como literatura juvenil me parece de lo mejor que tengo leído en los últimos años. No trata al lector adolescente con condescendencia ni escribiendo de un modo excesivamente fácil, no es un dechado de complejidad pero tampoco de simplicidad. Creo que la autora supo encontrar el equilibrio justo entre algo de calidad y que los jóvenes puedan leer con facilidad e interés. De todos modos la recomiendo para todo tipo de lectores, no creo que les vaya a decepcionar. A mí me atrapó, ahora a ver si consigo ver la película.

martes, 29 de octubre de 2013

"La verdad sobre el caso Harry Quebert", Joël Dicker


Parece que la novela negra está pasando una buena época en estos últimos años. En casi todos los países están apareciendo nuevos autores que le dan un nuevo aire a un género de los más trabajados en todas las literaturas del mundo. Siempre fui bastante aficionado a este tipo de historias, pero la tenía un poco de lado, algo cansado de leer casi siempre lo mismo, sin demasiadas aportaciones que hiciesen que cogiese alguna de estas novelas. Por aquí en estos últimos meses han ido apareciendo varias y todas ellas me gustaron. Casi todas juegan con los tópicos del género, pero la mayor parte le dan algo más, ya sea en personajes, en la historia o en cómo la cuentan. Esta de hoy me llegó, de nuevo, por recomendación del gran lector que es mi padre, creo que sino se me hubiera pasado. Cuando la estaba leyendo descubrí que fue una de las sensaciones editoriales de este verano, con importantes cifras de ventas y buenas críticas en general. A mí me gusto bastante, así que el autor de hoy es Joël Dicker y la novela “La verdad sobre el caso Harry Quebert”.
Joël Dicker nació en 1985 en Ginebra, hijo de una bibliotecaria y un profesor de francés. Pasó la infancia en su ciudad natal y nunca se sintió demasiado atraído por los estudios. A los 19 años recibe clases de actuación en una escuela de París y después vuelve a Ginebra para estudiar Derecho, graduándose en 2010. A los 10 años fundó una revista sobre naturaleza, que dirigió durante siete años, “La revista de los animales”, por la que recibió un premio a la protección de la naturaleza y fue nombrado editor jefe más joven de Suiza. A los 20 años recibe el Premio Internacional para Jóvenes Autores Francoparlantes por un cuento corto de ficción, “El Tigre”. Este éxito lo animó a seguir escribiendo, terminando en 2009 su primera novela, “Los últimos días de nuestros padres”, aunque no consiguió editor. En 2010 la envía para participar en el “Prix des Ecrivains Genevois”, premio que se entrega cada cuatro años para obras sin publicar, resultando ganadora del mismo. Tras varios problemas la novela fue publicada en el año 2012 en Suiza y Francia con bastante éxito y fue homenajeada en la conmemoración del Día D. En 2012 también aparece su siguiente novela, la que da lugar al comentario de hoy, pronto traducida a 33 idiomas y ganadora de varios premios: Premio Goncourt des Lyceens, el Gran Premio de la Novela de la Academia Francesa o el Premio Lire a la mejor novela en lengua fancesa.

“La verdad sobre el caso Harry Quebert” nos va a contar una historia que contiene otras muchas. No quiero contar demasiado porque una de las mejores cosas que tiene es la cantidad de sorpresas, de giros inesperados, de personajes equívocos y de situaciones cambiantes que tiene. Por un lado tenemos al personaje que da título a la novela. Harry Quebert es un reputado escritor americano, profesor de Universidad ya en sus últimos años y que vive en Aurora, un pueblo de New Hampshire. Por otro lado tenemos a Marcus Goldman, discípulo antes y gran amigo de Harry ahora. Marcus alcanzó una gran fama con su primera novela, dinero, fiestas, mujeres, todas las mieles del éxito rodearon a su persona durante mucho tiempo. Ahora su editor le apremia para que presente su segunda novela, hay que aprovechar el tirón de la primera para conseguir una buena cantidad de ventas, que es lo único que le importa. Pero Marcus está pasando verdaderos problemas para enfrentarse de nuevo al folio en blanco, el miedo a no ser capaz de escribir otra obra de éxito, el no saber ni cómo ni por dónde empezar..., un tormento que no se ve capaz de afrontar solo. Ante esta situación decide marcharse a Aurora y pasar unos días con su amigo y mentor, para ver si le puede echar una mano, es el último recurso en una situación desesperada. A poco de llegar allí los acontecimientos se disparan hasta llegar a extremos inesperados. En el jardín de la casa de Harry aparece un cadáver que pronto es identificado como el de Nola Kellergan, una joven adolescente que desapareció en el ya lejano año 1975. Siempre se sospechó que había sido asesinada pero este descubrimiento lo confirma definitivamente. Junto a su cadáver aparece el manuscrito de la novela más famosa de Harry Quebert, que pronto se convierte en sospechoso. Marcus y todo el pueblo, con asombro, descubrirán que Harry y Nola mantuvieron una relación sentimental que terminó cuando ella desapareció, así que Harry se convertirá enseguida en el principal sospechoso y encerrado en la cárcel. Marcus cree imposible que pueda ser culpable, así que dedicará buena parte de su tiempo a hablar con toda la gente de Aurora, con todos los que conocieron a Nola, para intentar salvar de la cárcel a su amigo y profesor, ese será el objetivo de su vida en ese momento, olvidándose casi por completo de que debe entregar una nueva novela a su editor si no quiere que lo demande por incumplimiento de contrato. Claro que pronto descubrirá que allí nada ni nadie es lo que parece, que todo el mundo tiene algo que ocultar y que muchas veces algunas situaciones esconden otras mucho más oscuras. 

Se la ha catalogado de novela negra y evidentemente está dentro del género. Tenemos un asesinato, una investigación, policías, varios sospechosos y el proceso típico del género. De todos modos tiene muchas cosas más que a mí, personalmente, me parecieron muy interesantes. Cada capítulo está encabezado por uno de los 31 consejos que Harry le dio a Marcus en su momento sobre el proceso de la escritura. Consejos sobre el proceso creativo, sobre la forma de escribir, de atrapar al lector, de crear personajes y situaciones, casi cualquier cosa que se le pueda ocurrir a uno sobre el tema. Todos ellos son interesantes y apoyados casi siempre por un diálogo sobre el tema entre los dos protagonistas. Por otro lado la historia contiene también una fuerte crítica al mundo editorial, dominado casi exclusivamente por la idea de hacer dinero, de publicitar una novela a costa de lo que sea, saltándose a la torera cualquier tipo de integridad para el autor. En este caso Marcus quiere ser el creador y elemento central de sus palabras, algo a lo que en muchos momentos el editor no está dispuesto. El mundo del mercantilismo, de los autores que usan a otros escritores en la sombra para terminar o escribir casi enteras sus novelas y otros temas similares están presentes a lo largo de toda la historia. Casi cualquier cosa vale para que una novela sea un éxito y le reporte unos buenos beneficios a la editorial. Otro tema interesante es el de las relaciones humanas en casi todos sus ámbitos. La amistad, las relaciones sentimentales correspondidas o no, el matrimonio, la relación entre padres e hijos a distintos niveles..., casi todo tipo de relaciones personales están presentes en el desarrollo de la historia.

En cuanto a la historia del asesinato de Nola poco quiero decir. Está perfectamente integrada dentro de todo lo anterior y a veces queda diluida en esos otros temas. Quizá no sea exactamente el tema central, aunque domina casi toda la historia, pero aparece en ocasiones más como un pretexto del autor para desarrollar otros temas. Eso no quita que sea intrigante, interesante y llena de sorpresas. A lo largo de las páginas iremos saltando de un sospechoso a otro, de una historia que parece de una manera y pronto descubriremos que no es así, de engaños no solo para Marcus, sino también para el lector, que seguirá a pies juntillas lo que este nos está diciendo, ya que es a través de él como vamos conociendo todo lo que pasa o pasó, engañándonos tanto como a él. Ya dije un poco antes que casi nada es lo que parece cuando estamos leyendo y quedaremos asombrados ante ciertas situaciones, muy bien llevadas. El autor juega con nosotros del mismo modo que lo hace con Marcus, casi como unas marionetas manejadas desde la sombra por Dicker.

Otro aspecto destacable es el de los personajes y las relaciones entre ellos. Me gustaron absolutamente todos y no hay uno solo que no sea importante dentro de la trama. Destacaría dos relaciones por encima de las demás. Por un lado la establecida entre los dos protagonistas, Harry y Marcus, que va más allá de profesor alumno e incluso más allá de la amistad, convirtiéndose en algo especial y distinto. Fuera de esta me quedo con la que habrá entre Marcus y uno de los encargados de la investigación, Gahalawood con el que tendrá una relación de amor odio más que interesante y que va cambiando a lo largo de la historia. Hay un buen montón de personajes que se podrían destacar, pero prefiero que los vayáis conociendo a medida que os sumergís en la historia.

La lectura se hace de forma muy entretenida y fluida, aunque tengo que decir que desde mi punto de vista puede ser repetitiva en algunos momentos, con ciertas situaciones que aparecen varias veces, aunque de una forma distinta. Hay cosas que sabremos de un modo en algún momento pero que serán de otro más adelante, e incluso algunas páginas después aún serán de otra manera. Quizá caiga un poco en tópicos en lo referido a la relación entre Harry y Nola, sobre todo en lo que se refiere a la forma de hablar, de comportarse entre ellos, pero supongo que será algo consciente por parte del autor. Es una novela larga a la que creo que algunas páginas menos la harían ser más redonda, pero evidentemente esto es ya una opinión personal (aunque compartida con algunas otras personas que también la leyeron). Esa sensación de “esto mismo ya lo leí antes” aparece varias veces, pero creo que dentro de un tiempo, si hago una segunda lectura, descubriré que esa percepción no es exacta, que siempre hay algún pequeño detalle que hará que veamos que no es así.

Es una novela que, por lo que estoy viendo y leyendo, provoca sentimientos encontrados. Para muchos es la mejor novela que han leído en mucho tiempo mientras para otros es bastante floja. Desde mi punto de vista ni tanto ni tan calvo. Me pareció una novela destacable y buena, con una buena historia, bien escrita y que te atrapa desde un principio, saltando ya la sorpresa en un primer capítulo que adelanta algunas de las cosas que vamos a leer después. A mí me gustó mucho y es otro de esos autores que dejaré anotados para seguir su trayectoria. Una novela bien pensada, perfectamente estructurada y con los suficientes giros y sorpresas como para no dejar de leer en muchos momentos. Los últimos capítulos son de esos que harán que la mayor parte de los lectores no puedan dejar de leer, porque la historia se va precipitando hacia un final que estamos deseando que llegue. ¿Mató Harry Quebert a Nola Kellergan? Para saberlo tendréis que empezar la historia desde el principio y seguir a Marcus por ese camino lleno de curvas cerradas donde no se ve lo que viene a continuación, que normalmente es un cambio de rasante.

jueves, 17 de octubre de 2013

Breakin Bad, el final de una gran serie


Impactado, alucinado y maravillado estoy desde hace unos minutos. Acabo de ver el último y definitivo episodio de la quinta temporada de “Breakin Bad”, la temporada final tras seis años en antena. En abril y julio del 2010 dejé aquí mi comentario sobre las tres primeras temporadas, pero ahora que la historia de Walter White terminó no me resisto a dejar algunas palabras más sobre la que considero en todos los sentidos la mejor serie que he visto hasta el momento. Muchas pasaron por aquí y otras lo harán, pero dudo que alguna me haga pensar de forma distinta, veo difícil que aparezca algo tan redondo, tan perfecto y genial al mismo tiempo. Además tras este final me reafirmo en la idea de que los guionistas de la misma por fin nos dejan un final que creo que gustará a todo el mundo. Algunas series casi de culto se vieron estropeadas en cierto modo por ese episodio final que no satisfizo a muchos de sus seguidores por flojo, inexplicable o poco relacionado con todo lo que había pasado antes. En algunos casos parece que quisieron terminarla y fuera, dejando de lado muchas de las cosas que algunos podíamos esperar. Pero este no es el caso, el final es completamente redondo y no por sorpresivo, esperado, porque no se me ocurre otra posible manera de terminarla dejando contentos a los seguidores. Y digo redondo porque es el cierre de un círculo que empezó allá por el año 2008 con una corta temporada de solo siete episodios a causa de la huelga de guionistas que acabó con muchas series, pero que no pudo con esta, y eso que acababa de empezar.

Para los pocos que no la conozcan contar que es la historia de Walter White, un profesor de química y antiguo genio de la materia que, tras fundar una empresa y ser echado de la misma, da clases en un pequeño instituto de Albuquerque. Cuando le detectan un cáncer de pulmón empieza a pensar qué podrá hacer para dejar a su familia en una situación económica que le permita salir adelante. Tiene un hijo ya adolescente que tiene parálisis cerebral y su mujer está embarazada. Tiene que encontrar una forma fácil y sobre todo rápida de hacer dinero, un dinero que deje a su mujer e hijos con la vida solucionada de la mejor manera posible cuando él ya no esté. La química es lo que mejor conoce y idea una maravillosa fórmula de producción propia para fabricar metanfetaminas. Pero el problema será la distribución y venta, un mundo del que, lógicamente, no tiene la más mínima idea. Busca ayuda en un antiguo alumno suyo que dejó los estudios, un drogadicto que poco hace en la vida, Jesse Pinkman, que se convertirá en su socio en la producción y en buscar caminos para la distribución. Sus primeras “cocciones” las harán en una vieja autocaravana en mitad del desierto y la venta de un producto de una pureza sin igual enseguida tendrá éxito. Pero Walter necesita conseguir mucho más dinero y mucho más rápidamente, así que poco a poco se verá inmerso en un mundo completamente desconocido para él pero en el que encuentra su sitio. Cárteles, grandes distribuidores, asesinos, rivales..., el mundo de la delincuencia al más alto nivel, el más violento y brutal. Así el apocado profesor, el tímido hombre que no supo luchar por su puesto en una empresa que ahora es de las más importantes del país, se convierte en Heisenberg, uno de los más reputados, famosos y temidos fabricantes y distribuidores de meta de todo el país.


La serie es genial en todos los sentidos y aunque mencionaré algunos seguro que me quedan otros en el tintero. Lo primero Vince Gilligan, el guionista principal de la misma. El guión es impecable y no flojea en ningún momento. La forma en la que va hilando todo y cómo lo va planteando es fabulosa, así como la manera de llevarla a la pantalla. Esos principios de temporada siempre con una escena del final de la misma, que hará que te preguntes en todo momento, capítulo tras capítulo, qué quiere decir ese principio o cómo se va a llegar a él. Esta última temporada está llena de referencias a las anteriores, cerrando círculos y terminando historias (no todas, claro, eso es imposible y creo que estirarla más, aunque nos dé pena, no tenía mucho sentido). Las tomas que hacen, la luz, la forma de filmar a los actores, todos los aspectos técnicos la convierten en televisión de la más alta calidad, mucho más que la mayor parte de las cosas que podemos ver en la pequeña y la gran pantalla.

Los actores son otro de los aspectos más destacables, por supuesto. Todos ellos están impresionantes y la evolución que tienen es digna de ver y disfrutar. Muchos son los que podría destacar, porque no hay uno solo, ni protagonistas ni otros más o menos secundarios que no estén muy por encima de la media. Bryan Cranston (Walter White) ha ganado varios premios por su papel. De los más convincentes y complejos que he visto en mucho tiempo, pasando de la mayor ternura a la mayor violencia y crueldad en un visto y no visto, alucinante de verdad. Creo que tardaré mucho tiempo en ver una actuación como esta, con tal cantidad de matices, de cambios y de situaciones. A su lado Aaron Paul (Jesse Pinkman), el joven drogadicto que trabajará al lado de Walter, convirtiéndose en casi otro hijo, al que cuidará y por el que hará de todo, aunque muchas veces él no lo entienda y para hacerlo tenga que cruzar líneas que no debería de traspasar. Uno de los personajes que más sufre a lo largo de las cinco temporadas y que también nos dejará una actuación memorable. Otra sufridora y contradictoria en ocasiones, Anna Gunn (Skyler White), la mujer de Walter. Ignorante al principio, cómplice luego aunque sin conocer en profundidad la verdad de las cosas y de dónde sale el dinero. Ignorante primero porque Walter no quiere que sepa todo, y luego, quizá, porque ella tampoco quiere saberlo para protegerse ante todo lo que está pasando. Dean Norris (Hank Schrader), el cuñado de Walter que trabaja en la DEA, buscando siempre al fabricante de esa meta azul que tan bien se vende y que tan relacionada está con una buena cantidad de asesinatos, robos y demás. Desconocedor de que la persona a la que busca es la que tiene más cerca y que tampoco lo pasará demasiado bien a lo largo de la historia. Bob Odenkirk (Saul Goodman), el abogado que sirve para todo y que ayudará a nuestros protagonistas a blanquear el dinero que ganan. Este es otro personaje genial que pondrá en muchos momentos ese contrapunto casi cómico que ayuda a llevar con un poco más de tranquilidad toda la violencia que rodea a la historia. Es más, se comenta que este mismo personaje tendrá serie propia en poco tiempo. Todos los demás podrían aparecer aquí, pero no me quiero extender demasiado, el hijo de Walt, Giancarlo Esposito (Guss Fring, el dueño de “Los pollos hermanos”, el negocio que le sirve como tapadera de la distribución y fabricación), los amigos de Jesse, Mike (el asesino a sueldo y protector que también tendrá un papel muy importante)... Todos ellos tendrán su papel, su función dentro de una historia que se va complicando temporada tras temporada.

Tampoco me resisto a dejar algo sobre la música que acompaña las distintas escenas. Cada momento importante tendrá de fondo un tema musical, blues, jazz, rap, country, clásicos de todo tipo; todas canciones muy conocidas y directamente relacionadas con lo que está pasando. Todas ellas ayudan a darle un aire impresionante a lo que estamos viendo.

Todos los capítulos están llenos de detalles, de referencias al pasado o al futuro, de cosas que tendremos que dejar en la cabeza para entender lo que vendrá. Para algunos de estos recuerdos contaremos con los guionistas, pero otros vendrán por objetos, momentos, frases, ropa..., cualquier cosa podrá relacionar lo que pasa con algo que pasó o pasará. Detalles como la matrícula del coche que conduce Walter en el último capítulo, “Live free or die” (“Vive libre o muere”).


Ya lo dije en su momento cuando hablé de ella. La serie es violenta, brutal y salvaje en muchos momentos, no apta para todo tipo de públicos. Pero creo que incluso esos deberían de ser capaces de superar esas sensaciones y disfrutar con la mejor serie que he visto hasta el momento. Es imposible no identificarse con Walter, aunque tenga más sombras que luces. En su momento escribí en otro lado que era el personaje televisivo más admirado y odiado que conocía, consiguiendo que el espectador tenga una buena cantidad de sentimientos encontrados y opuestos ante las cosas que hace. Los guionistas no se cortan un pelo y en más de un momento nos quedaremos pálidos ante lo que pasa o nuestra boca quedará completamente abierta de asombro o sorpresa. Tampoco dejemos de lado la buena cantidad de humor negro que destila, haciendo que en escenas realmente repulsivas  seamos capaces de esbozar una leve sonrisa. La máxima de Walter parece ser que el fin justifica los medios, que por proteger a su familia o a Jesse cualquier cosa está bien hecha y muchas de las acciones que realiza están justificadas, por lo menos desde su punto de vista, claro. ¿Pero realmente todo eso está justificado o Walter realmente disfruta de todo eso que hace?, será algo que cada uno tendrá que responderse después de verla. Creo que la mayor parte de mis seguidores y conocidos la han visto, pero si no lo hicieron les recomiendo encarecidamente que lo hagan. Yo no pude resistirme a verla en inglés subtitulado cuando aquí ya faltan pocos capítulos para que termine y también recomiendo verla así. El doblaje no es nada malo, que conste, pero gana mucho, pero mucho, si la escuchamos en su versión original, las voces e inflexiones de sus protagonistas no tienen precio.

jueves, 26 de septiembre de 2013

"El día D. La batalla de Normandía", Antony Beevor


  


Este año tocó ir de vacaciones a la región francesa de Normandía. La verdad es que me apetecía mucho, tanto porque tenía pinta de merecer la pena como por mi afición a la Segunda Guerra Mundial. Nos gustó mucho, visitamos museos varios, memoriales, el impresionante cementerio americano y las playas del desembarco, donde era fácil imaginarse lo ocurrido en aquellos años. Por otro lado hace un tiempo tildé a mi cuñado de friki cuando puso en una red social una foto del libro que estaba leyendo, un gran volumen titulado “La Segunda Guerra Mundial” de Antony Beevor. Esta doble introducción viene a justificar un poco el comentario del libro que os dejo en esta ocasión, que no es exactamente una novela al uso ni un volumen histórico, pero que puede leerse como si fuera una buena mezcla entre ambos géneros. El autor es el mencionado anteriormente, especializado en estudios sobre esa época histórica. La anterior quedará para otro momento, pero en este caso la que leí fue “El día D. La batalla de Normandía”.

Saint-Marie-Eglise
Antony Beevor es un historiador británico con varios libros que tienen un gran éxito de ventas entre todo tipo de lectores. Nacido en 1946, estudió en el Winchester College y en la Real Academia de Sandhurst, donde tuvo como profesor a otro notable historiador, John Keegan. Fue oficial del 11º Regimiento de Húsares del Ejército Británico, pero en cierto momento lo dejó para dedicarse a la historia y la publicación de varios libros, centrados casi todos ellos en la época de la Segunda Guerra Mundial. Algunas de ellas controvertidas, pero todas innovadoras en la forma de acercar los hechos históricos al lector. Es autor, por ejemplo, de una historia sobre la Guerra Civil Española (2005) que recibió algunas críticas por parte de ciertos sectores. Para su obras sobre la batalla de Stalingrado o la caída de Berlín tuvo acceso a archivos soviéticos que hasta al año 1991 habían sido inaccesibles para los investigadores, dando gran cantidad de nuevos datos sobre estos hechos. Sus obras más conocidas y con grandes cifras de ventas son “Stalingrado” (1998, 2004 en España) y “Berlín 1945. La caída” (2002, 2006 en España). Por el primero de ellos recibió varios premios. Con un lenguaje brillante, preciso y, sobre todo, entretenido y ameno para el lector. Una de sus características principales es que no suele quedarse con uno de los bandos, sino que cuenta casi del mismo modo los hechos que afectan a todo el conjunto, casi sin defender ni atacar a nadie, buscando la mayor imparcialidad posible. Leyendo sus obras uno puede hacerse una idea bastante completa y veraz de los acontecimientos, que son contados de una forma bastante neutral. Su obra sobre la caída de Berlín recibió fuertes críticas por parte de historiadores de algunos países, sobre todo Rusia, tachando la obra incluso de calumnia por contar las tremendas atrocidades cometidas por el ejército soviético en su avance hacia esta ciudad y durante la toma de esta, tildándolo incluso de neonazi. Él se defiende diciendo que todo aquello que cuenta ha sido documentado antes y que no se inventó nada. Además de las mencionadas tiene obras sobre la isla de Creta durante la guerra, Paris después de la liberación o “El misterio de Olga Chejova”, todas ellas publicadas en castellano en diversas editoriales. La última por el momento es “La Segunda Guerra Mundial”, del año 2012 y editada por Ediciones Pasado y Presente, una obra muy extensa que tengo en la lista de pendientes para algún buen momento.

Playa de Utah
“El día D. La batalla de Normandía” aparece en castellano en el año 2009 y editada por Editorial Crítica. Empecé por esta porque dentro de la historia de la Segunda Guerra Mundial era una parte que conocía a grandes rasgos y me interesaba bastante. Sobre todo tras, como dije al principio, visitar este verano toda esa zona y ver las grandes playas en las que se produjeron estos hechos, así como la mayor parte de las ciudades y pueblos que fueron tomados por las fuerzas aliadas.
Playa de Omaha

Vamos a conocer todos los hechos que se dieron alrededor del desembarco de Normandía, del famoso día D que cambió el signo de una guerra que parecía tomar otro camino. Desde los primeros preparativos hasta llegar a la entrada de las tropas aliadas en París y su liberación. Conoceremos los enfrentamientos entre los que decidían el destino de esos días, Churchill, De Gaulle, Eisenhower, Patton, Montgomery y los que más sufrieron la guerra, todos los soldados de distintas nacionalidades que participaron de un modo u otro en estos hechos. Eso sí, conoceremos tanto a los que lo hicieron del lado aliado como del lado alemán. Como decía antes no se queda la obra en una alabanza de las fuerzas liberadoras, sino que tendremos el punto de vista de todos los bandos, de todos los que participaron en una de las batallas más fuertes, continuas y duras de toda la contienda. Conoceremos los grandes y los pequeños hechos. Las rivalidades y enfrentamientos de los políticos y los generales, pero también muchas historias de soldados y oficiales de distintos rangos que Beevor recogió de distintas fuentes. Además no va a ser una continua narración de las barbaridades que cometieron los soldados y oficiales alemanes. Como decía antes procura ser lo más neutral posible y contar todo aquello que él considera que fue cierto. Leeremos como también, en su furia guerrera, los soldados aliados también realizaron actos completamente reprobables y brutales, algo que evidentemente suponemos atendiendo a la realidad de la época. Como se vieron inmersos en una espiral de violencia y brutalidad contra ese ejército alemán que pretendían expulsar de Francia de cualquier manera y a cualquier precio. Leeremos como los bombarderos aliados dejaban caer sus proyectiles sobre ciudades arrasándolas, matando a una gran cantidad de población civil que no fue consciente seguramente de lo que se les venía encima. Como estos ejércitos consideraban en muchos casos que el fin podía justificar los medios y cualquier cosa valía para el objetivo que tenían. No todo es tan sencillo o casi idílico como hemos visto a lo largo de estos años en el cine o la televisión y todos, en mayor o menor medida tendrán algo que reprocharse. Como la aceleración o las ganas de avanzar a cualquier precio provocaron que incluso algunos de esos bombardeos cayeran sobre tropas aliadas, acabando con divisiones enteras y algunas cosas más que es mejor leer. A mí me resultó apasionante y muy interesante.


¿Cómo nos cuenta todos estos hechos el autor? Evidentemente no es una novela histórica, es una obra sobre una época determinada de la historia y centrada en unos hechos precisos tanto en el tiempo como en las personas que intervinieron en ellos. La verdad es que sin ser una novela casi se puede leer como tal. Consigue que nos metamos dentro de la historia casi, no del todo, como si fuera ficción, como si estuviéramos ante la típica novela histórica pero con ciertos elementos que la distinguen. Lógicamente la presencia del diálogo es escasa, salvo para reflejar ciertas conversaciones importantes. Pero esto no quita que se lea con mucho agrado, con gran fluidez y de un modo muy entretenido. Incluso en algunas partes donde predomina un poco la estrategia militar no nos perdemos ni dejamos de entender las cosas, los movimientos de las tropas o los problemas y ventajas que fueron teniendo. Todo está escrito de una forma entretenida y discurre a lo largo de las páginas sin resultar pesada en ningún momento para el lector. Mezclando las grandes historias de los grandes personajes del momento con otras evidentemente menos conocidas y protagonizadas por personajes mucho más anónimos. Momentos de heroísmo, de complicidad, de fuerte y descarnada violencia, casi nada le debe de quedar por contar. Con todo esto nos podemos hacer una idea casi perfecta de cómo fueron los momentos previos al desembarco, cómo se desarrollo este y cómo se fueron moviendo las tropas hacia los distintos objetivos de la zona hasta llegar a París. Además poniendo ante nosotros no solo las grandes victorias o derrotas de los aliados, sino que como quiere dar una visión completa, también tendremos momentos para conocer cómo se desenvolvieron los ejércitos alemanes. Pequeñas historias de héroes, de soldados y oficiales, de los paracaidistas que se lanzaron sobre tierras francesas los primeros días, de soldados y oficiales alemanes, testimonios de las personas que vivían en la zona de Normandía y que tanto sufrieron los horrores y penurias de la guerra. La verdad es que tras terminar la lectura quedé con la sensación de haber leído algo muy completo y al mismo tiempo enterándome de las cosas de una forma agradable y entretenida. Creo que es recomendable para todos, conocer ese preciso momento que cambió, posiblemente, el futuro no solo de Europa, sino de todo el mundo.

domingo, 1 de septiembre de 2013

"Elementary"



Hay personajes, sobre todo salidos del mundo literario, que han pasado innumerables veces por la televisión y el cine. Algunos de ellos tienen una cantidad tal de matices y unas características tan atractivas que el resultado al pasar a la pantalla casi siempre suele ser bueno, o en ocasiones, muy bueno. La serie que os dejo hoy parte de uno de esos conocidos personajes literarios, posiblemente sino el que más, uno de los que en más ocasiones han sido trasladados al mundo audiovisual.  Fue creado a finales del siglo XIX por Sir Arthur Conan Doyle, fácil será darse cuenta de que hablamos de Sherlock Holmes, adaptado esta vez en una serie americana de la que estamos viendo la primera temporada, “Elementary”, y que tiene pendiente de estreno por allá la segunda, así que está teniendo un cierto éxito, que las cadenas no se cortan un pelo en eliminarlas sino tienen la audiencia esperada.

En diciembre de 2010 comentaba por aquí la serie anterior que tenía como protagonista al mismo personaje, inglesa en este caso y de la BBC que de momento tiene dos temporadas de tres capítulos cada una (muy breves las mismas, pero cada uno es casi una historia de cine con una duración de hora y media) y de la que estoy esperando con ganas la tercera. Un Sherlock moderno, que usa las nuevas tecnologías y algo más serio, más profundo y más cercano quizá al original. La serie tiene mucha clase y una gran calidad y unas interpretaciones que están muy por encima de la media. Su actor principal, Benedict Cumberbatch, está ahora apareciendo mucho en cine y es uno de los actores más cotizados del momento, sonando incluso para una versión de Frankenstein que dirigirá Guillermo del Toro.

“Elementary” podría ser vista como el intento americano de emular la serie anterior, pero creo que les quedó algo distinto. Ya diré si mejor o peor más adelante, aunque creo que la respuesta a esa pregunta sería simplemente que siendo algo parecido es distinto en muchos sentidos.


Nos encontramos ahora con un Sherlock que vive en Nueva York y que acaba de salir de una clínica de desintoxicación por su afición a las drogas. El padre de Holmes contrata al doctor Watson, que en este caso es una doctora (quizá un elemento más para distinguirla de la inglesa y un intento de modernizar un poco al personaje) para que sea su vigilante ante una posible recaída tras terminar el tratamiento en la clínica. El protagonista sigue siendo el mismo, aficionado a los crímenes, basándose en el pensamiento deductivo, prepotente, faltón y con unos grandes aires de superioridad que lo hacen estar muy por encima del resto de los mortales, a medio camino entre ser un maleducado y un genio. Trabajará con el capitán Toby Gregson como asesor para ayudarlo en la resolución de aquellos casos que tengan algún elemento especial, distinto o que puedan resultar de difícil resolución. Poco más se puede decir de los argumentos o de la historia. Los capítulos son independientes, por lo menos de momento, y tienen en común a estos personajes más un caso criminal que tendrán que resolver. La mayor parte de los casos siempre con algo curioso, con algún elemento que conseguirá mantener la atención del espectador. 

En cuanto a los actores tengo que decir que no están nada mal. Jonny Lee Miller hace de Sherlock Holmes. Además de algunos papeles en cine descubrí a este actor en una serie de hace unos años que me gustó bastante, aunque fue de esas que cancelaron casi sin terminar y nos dejó con algo de mal sabor de boca. Era una serie de abogados pero con algunos elementos especiales que la alejaban un poco del resto, me refiero a “Eli Stone”. Dos temporadas de un abogado que tenía un aneurisma cerebral que le provocaba alucinaciones, sobre todo de tipo musical y con casos que resultaban entretenidos, simpáticos e interesantes. Aquí da forma a un Sherlock desastrado, despreocupado por completo de su aspecto o su propia vida, acelerado, prepotente y lleno de tics que pueden desquiciar a cualquiera. Es un actor que me gusta bastante y aquí está muy bien. Puede resultar algo exagerado en algún momento con tal cantidad de gestos, de movimientos continuos pero al mismo tiempo es un personaje que se hace simpático al espectador. Nos da un personaje completamente distinto, por ejemplo, al de la BBC, por eso decía antes que era un intento de hacer algo parecido y al mismo tiempo lo suficientemente distinto para no parecer una mera copia. Me gusta este Sherlock, aunque reconozco que para los más puristas pueda parecer algo exagerado. Aún así su forma de actuar, de trabajar y de comportarse mantiene en líneas generales lo que podemos esperar del personaje. Lucy Liu será su vigilante y acompañante, haciendo el papel de la doctora Joan Watson. Una cirujana que tuvo un problema en un quirófano y dejó su trabajo como médica para dedicarse a acompañar a drogadictos rehabilitados y ayudarlos en su proceso, además de vigilarlos. Es una actriz que nunca me ha gustado demasiado, la verdad, y a la que tengo visto más de una vez en el cine. Ahora cambio un poco de parecer y creo que aquí está bastante bien y hasta me convence. Su personaje va evolucionando poco a poco de la preocupación por su paciente a la fascinación por lo que hace, dándonos un Watson que cada día ayuda más a Holmes pero que al mismo tiempo va a sentirse muy atraída por él y sobre todo por lo que hace. El otro papel importante y fijo es el del policía al que ayudarán, otro conocido actor de cine que siempre me gusta, Aidan Quinn.

Para mí, en cuanto a calidad, la serie no está a la altura de la inglesa, pero al mismo tiempo tiene suficientes elementos para resultar atractiva y entretenida, por lo que en casa nos gusta bastante a todos. Los personajes tienen tal atractivo que, como dije, es difícil no hacer algo decente con ellos. Los casos resultan siempre interesantes y hacen que estés dándole vueltas para intentar saber quién es el asesino antes que ellos. Tiene también las suficientes dosis de humor, provocadas sobre todo por el personaje central y su prepotencia y autosuficiencia, para que no resulte lenta ni aburrida. Es fácil reírse más de una vez ante sus deducciones, sus afirmaciones o sus preguntas a los sospechosos durante una investigación. Vive fascinado por los casos y los sospechosos, esa es su nueva droga y cae en una profunda apatía y desesperación cuando no tiene un nuevo desafío ante él, que es lo que lo mantiene vivo y atento. Quizá el gran defecto de las historias es que tienen que concentrarse en los poco más de cuarenta minutos que dura el capítulo, ya que como dije son independientes unos de otros. Eso hace que a veces la resolución del caso sea demasiado rápida, acelerada y repentina. Es evidente que lo más interesante y entretenido es todo el proceso de deducción, las pistas y la investigación, pero a veces, como ya sabes que apenas quedan cinco minutos, sabes ya que se va a resolver inmediatamente.


Me gusta la serie, está bien hecha y bien interpretada, los desarrollos de los argumentos son siempre interesantes y te mantienen atento, buscando algo especial y distinto a lo de siempre, algo que consiguen la mayor parte de las veces. Los actores están realmente bien y contribuyen a elevar el tono general de la misma, que también es importante. Creo que es una versión más ligera que la inglesa, que busca más el mero entretenimiento que la calidad, pero aún así merece la pena. No creo que os decepcione si os ponéis a verla, en nuestro caso no lo ha hecho.

viernes, 26 de julio de 2013

"The Following"


Tiempo hacía que no tocaba el tema de las series de televisión. Como ya dije anteriormente la verdad es que no vemos demasiadas nuevas últimamente, metidos de lleno en nuevas temporadas de otras de las que somos seguidores. Así que hoy vamos de nuevo al mundo de la televisión con una serie que cumple muchas de las ideas que tengo plasmadas por aquí sobre este tema, actores conocidos, alguno venido directamente del cine, un buen guión, una gran realización, buenas interpretaciones y una historia que te atrapa casi desde la primera imagen. Hace poco que terminamos de ver la primera temporada de “The Following” y aún tengo en la cabeza más de una escena, más de un momento que me dejó atónito. Eso sí, que alguien le diga a los guionistas que las formas que tienen últimamente de terminar las temporadas es casi una ofensa para el espectador, que ahora tengo que esperar meses para poder ver lo que pasa, tras una escena final que te deja con ganas de mucho más. Y no pasa solo con esta, sino con casi todas, guionistas, que no son formas, hombre.

Estamos ante un thriller que podría parecer de lo más típico, una más. Asesino en serie, agente del FBI retirado y alcohólico y casi todas las constantes del género. Pero ya desde el primer capítulo veremos que nos encontramos con una nueva y original vuelta de tuerca en la forma de tratar el tema y, sobre todo, en cómo juega con el espectador para conseguir que mantenga la atención. Y ya os digo que aquí la mantuvimos en todo momento, que llegamos a tener el corazón en un puño desde el principio hasta el final. Creo que desde el personaje de Hannibal Lecter ningún asesino televisivo o cinematográfico había conseguido ponerme los pelos de punta de tal manera, sintiendo hacia él una extraña mezcla entre atracción y repulsión difícil de conseguir. Creo que aquí radica uno de los grandes méritos de la serie. Jugando con dos constantes del género, el asesino en serie y el policía retirado, consigue hacer algo nuevo, darle un desarrollo completamente inesperado y lleno de sorpresas, de momentos que harán que sueltes una exclamación o casi saltes en el sofá, porque siempre esperaremos lo inesperado e incluso algo más.

Joe Carroll es el asesino. Empezamos la historia con él en la cárcel y consiguiendo escapar de la misma tras una brutal y sangrienta fuga. Ya de paso digo que no voy a contar nada que no se descubra a poco de empezar la serie, que ya sabéis que no me gusta nada que me destripen las historias, así que yo intento hacer lo mismo. Ryan Hardy es el agente del FBI que lo atrapó en su momento, pero le costó caro, una puñalada cerca del corazón cuando se enfrentaba a él hizo que tuviera que dejar su trabajo a causa del implante de un marcapasos. Ahora vive inmerso en el alcohol y la depresión, pero la fuga de Carroll hará que tenga que volver a la acción. En primer lugar porque fue el que lo atrapó y en segundo porque el propio asesino quiere que participe en el juego. Carroll es un profesor de literatura, obsesionado con el Romanticismo y sobre todo con la figura de Edgar Allan Poe, uno de los grandes de la época. Además de eso quiere ser escritor, aunque la primera novela que publicó no tuvo el éxito que buscaba, sino casi todo lo contrario. Es violento, despiadado y asesino a varias mujeres de forma brutal antes de que Hardy lo atrapara. Pero lo más destacado es que posee una personalidad hipnótica, con sus miradas y sus palabras es capaz de conseguir casi todo lo que quiere y se propone, incluso escapar de la cárcel de máxima seguridad en la que se encuentra. Carroll va a concebir todo como si fuera una nueva novela que está escribiendo y con la que pretende alcanzar el éxito que se le resistió en la primera. Una novela en la que Hardy es el protagonista y él el antagonista, manejando los hilos y dejando poco espacio a la improvisación, intentando tener todo calculado y previsto, pero claro, eso es casi imposible. Para ello, además, consigue que varias personas del exterior colaboren con él, gente que ha estado visitándolo en la cárcel y a los que, con esa gran personalidad que tiene, convence para que trabajen con él como elementos de su venganza. Eso hace que en todo momento no sepamos a qué atenernos como espectadores, porque nunca sabremos si cualquiera de los que rodean a Hardy o van apareciendo están al lado de Carroll o no, una de las mejores cosas de la serie y que hace que la tensión sea muy alta. Del mismo modo, como bien me dijeron mis hermanos, no le cojáis demasiado cariño a los personajes, porque pronto veréis que a los guionistas no les duele nada de nada hacer desaparecer o morir a cualquiera de ellos, otra de las cosas que hará que saltemos más de una vez en el sofá.

Otra de las mejores cosas de las serie son los actores. De nuevo el protagonista proviene directamente del mundo del cine y es otro de esos que siempre me gustaron y que aquí está realmente bien. El papel de Ryan Hardy es para el conocido Kevin Bacon, un todoterreno que ha pasado del musical al drama pasando por la comedia, tocando casi todos los géneros, incluso un par de buenas cintas de terror. Es un actor que siempre cumple y gusta, pero aquí está genial, cumpliendo a la perfección con su papel y transmitiendo al espectador con sus gestos, miradas y agonías, todo aquello que el guión le pide. El papel de Carroll es para otro actor a medio camino entre el cine y la televisión y de cara muy conocida, James Purefoy. Genial también encarnando a ese asesino frío, calculador y con un punto de locura que hace que sea completamente creíble en su actuación. Podría parecer que no, pero en todo momento nos parece que lo que hace, lo que piensa y lo que dice podría muy bien ser de una persona real. Su obsesión por Poe, por el Romanticismo más negro y violento hace de él un personaje que creo que quedará como uno de los mejores dentro del mundo televisivo. Y alrededor de estos dos una buena cantidad de personajes que no me atrevo a considerar secundarios, porque no hay uno solo que no tenga una participación importante dentro de toda esa telaraña que Carroll construye a su alrededor. Todos ellos, tanto los que están con Hardy como los que están con Carroll (sobre todo estos, que dan escalofríos más de una vez) conforman un mundo que desconcertará al espectador. De todos ellos me quedo con dos, el joven agente del FBI que está al lado de Hardy en todo momento, Mike Weston y Emma Hill, de la que no voy a decir nada de nada, ya lo veréis.

La serie juega con todas los tópicos de este tipo de historias, pero consigue darle tales giros que hace que sea, desde mi punto de vista, muy original, creativa y sorprendente. La introducción de los relatos de Poe de un modo directo y constante es otro elemento que hace que me guste más, ya que está entre mis escritores favoritos y creo que todos sus cuentos fueron de las primeras cosas que leí cuando era algo más joven y que releo alguna vez. El desarrollo de la historia y las interpretaciones son realmente sobresalientes y harán que sea difícil verse un solo episodio, porque siempre querremos saber más, no podremos dejar la cosa colgada. La tensión es llevada a extremos que harán que mantengamos la respiración más de una vez, y a veces demasiado tiempo para soportarlo, soltando una buena exclamación cuando esos momentos se resuelvan. Una de las mejores cosas que tiene es el guión y la forma de desarrollarlo, ya que las sorpresas serán constantes, es difícil decir eso de “ya sé qué va a pasar” porque aunque esperemos algo normalmente las cosas no irán por el camino que nosotros podemos seguir en nuestra cabeza. Es más, irán por sitios completamente inesperados pero completamente lógicos dentro del desarrollo del argumento, sin pasarse en ningún momento.

Terminada la primera temporada espero con muchas ganas la segunda, esperando que mantengan la misma línea, aunque me parece bastante difícil. Si no la visteis en su momento os recomiendo que busquéis la forma de hacerlo, de lo último que hemos visto tanto en este género como en otros creo que es de lo mejor, completamente recomendable.

jueves, 11 de julio de 2013

"Star Trek. En la oscuridad"



“El espacio, la última frontera. Estos son los viajes de la nave estelar Enterprise, buscando nuevos mundos, nuevas civilizaciones, para llegar a donde ningún hombre ha llegado jamás”
Con esta introducción me da que muchos de mis lectores sabrán por dónde va el comentario de hoy. Era el inicio de una serie que marcó una época, creo que la primera a la que me enganché de una manera fiel y aún sin ser un “trekkie” con todas las de la ley, confieso que es de esas que no olvidaré nunca. Cuando salimos del cine le contaba a mis hijos la cantidad de horas que pasaba con los amigos jugando a ella, cómo nos turnábamos para interpretar a los distintos personajes y pasábamos horas a ello. Daba igual que fuera con muñequitos tipo Madelman, paseando por la calle o sentados en el balcón de mi casa mirando al cielo como si estuviéramos en el puente de mando de la Enterprise. Hoy pueden jugar a ella con sus consolas, pero para mí no es lo mismo, quizá sea más espectacular, pero la dosis de imaginación que gastábamos en aquellas largas tardes no tiene precio.

Con el calor que estamos pasando por aquí, que me tiene muerto, este pasado domingo decidimos prescindir de la playa y recurrir al aire acondicionado de una sala de cine, que no se estaba nada mal. Además acababan de estrenar “Star Trek. En la oscuridad” y no podía dejarla pasar, esta no es para ver en casa, hay que disfrutar de ella en una buena pantalla de cine, y como es norma en esta familia, no en 3D, claro. 

A mí personalmente me gustó mucho, pero como dije antes, soy un fan incondicional de la serie y creo que tanto esta como la anterior aúnan perfectamente un aire moderno con un respeto a la misma, a su forma de actuar y de ofrecerse ante nosotros. Al salir alguien comentaba que bien podían modernizar un poco los trajes, tanto los uniformes militares como los que usan en la nave, pero no, eso no se puede hacer, sería casi como cambiar los colores del traje de Superman o darle a Batman un atuendo de colorines. Hay cosas que no se deben tocar demasiado, modernizar sí, pero cambiar radicalmente no. No solamente mantiene ese espíritu en las formas, sino también en cómo se comportan los personajes, en cómo actúan y en casi todo.

La historia transcurre poco después de terminar la anterior, seguimos con los mismos personajes y la misma idea, solo cambia el antagonista en este caso. Si antes asistimos a cómo se fueron conociendo los distintos personajes, en cómo llegaron a ser más o menos los que conocimos en la serie clásica, ahora estamos ante una nueva aventura. Conocimos antes cómo llegaron a contactar Kirk y Spock, amigos ahora enfrentados a una nueva amenaza que puede acabar con la Federación y todo lo que tiene a su alrededor. Las misiones que tienen son de paz, conocer nuevos mundos, estudiarlos pero nunca intervenir o darse a conocer, algo bastante difícil como veremos al principio de la nueva historia, realmente bueno, divertido y espectacular. Pero claro, tiene que aparecer pronto el malvado que quiere acabar con el mundo, en este caso un personaje que es otra de las constantes de la saga y del que no voy a desvelar el nombre para no romperle la sorpresa a los seguidores que vayan a verla, porque primero aparece con un nombre y luego con otro que nos va a sonar mucho.

Hubo muchos intentos de llevar la serie al cine, los primeros con los mismos actores de la serie. El primero allá por el año 1979 y con varias entregas más en años posteriores. Estas tenían casi el mismo encanto de la televisión y seguían la misma línea con algo más de espectacularidad y casi con el mismo encanto, cuatro películas entre ese año y 1986. En 1996 y 1998 aparecieron de nuevo con los personajes de las nuevas entregas de la serie, que parecía seguir siendo lo mismo pero para mí ya no lo era tanto, aunque tampoco estaba mal. 

En el año 2009 aparece J.J. Abrams y decide contarnos la historia de casi todos estos personajes pero desde un principio anterior incluso a la serie clásica. Vamos a verlos antes de sus viajes por el espacio buscando nuevos mundos y civilizaciones. Algo de miedo me daba, pero quedaba un poco apagado al ver quién iba a encargarse de esas nuevas historias. Creo que Abrams está cerca de ser el nuevo Spielberg del cine americano, sobre todo en cuanto a espectacularidad y buen hacer, buscando contarnos cosas a medio camino entre lo clásico y lo moderno. Eso sí, no creo que tenga la genialidad de Spielberg, pero en cuanto a bordar la mezcla entre entretenimiento y calidad creo que se acerca bastante. Me gustó mucho esa nueva entrega y como dije al principio creo que tiene la medida justa entre el homenaje a un clásico aderezado con las posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías. Vimos cómo se conocían Kirk y Spock y tenían su primera aventura, que tiene su continuidad ahora, en el 2013 con esta nueva entrega que además tiene pinta, eso espero, de no ser la última.

En cuanto a los actores repiten en los principales papeles los mismos que en la primera. Todos ellos me gustaron bastante en esa, así que en esta siguen la misma línea. De estos me quedo con Zachary Quinto en el papel de Mr. Spock, que no debe de ser nada fácil actuar intentando mantener esa cara de impasible casi todo el tiempo. Eso sí, para mí, dos destacan por encima del resto, y curiosamente ambos son ingleses. Cuando jugábamos de pequeños el papel más codiciado y para el que había que turnarse curiosamente no era el de ninguno de los protagonistas, sino el de Scotty, el encargado de hacer que la nave funcionara y que era siempre el centro de muchos de los buenos momentos de la serie. Pues aquí pasa lo mismo, las escenas más simpáticas lo tienen a él como principal. Aquí, como antes, está interpretado por Simon Pegg, un actor inglés de comedia que siempre me gusta. Pero lo mejor de la historia es el antagonista, interpretado por Benedict Cumberbatch, el genial Sherlock de la serie de la BBC (que realmente merece la pena y nos tiene a muchos esperando por su tercera temporada) y que suena ahora para una versión de Franskentein que parece que dirigirá Guillermo del Toro (con esa mezcla no creo que la deje pasar, aunque la historia está ya quizá demasiado tocada). Cuando él aparece en la historia se come todo lo que tiene alrededor, un gran actor que estuvo mucho tiempo centrado en el teatro y que ahora nos deleita con sus apariciones en el cine más o menos breves. 

Lo dicho, a mí me gustó mucho pero soy fan de la serie. Con la mezcla perfecta entre el homenaje y las novedades, manteniendo en muchos sentidos el aire de la misma, aderezado con unos más que convincentes efectos especiales y sin romper con lo clásico en muchos sentidos. Las dos horas y algo que dura se me pasaron en un suspiro. Una buena mezcla entre una historia decente (algo de lo que este tipo de cine prescinde en ocasiones) con unas buenas dosis de acción y efectos especiales que  no quedan por encima del argumento. Lo que sea con tal de ver volar de nuevo al Enterprise, mi nave del cine favorita (la segunda, como podéis imaginar es el Halcón Milenario), y ver renovados a Kirk, Spock, Scotty, Uhura, el doctor o Sulu. Espero que la siguiente siga la misma línea, no me la perderé.



jueves, 13 de junio de 2013

"Tiempo de cenizas", Jorge Molist


En junio de 2011 comenté una novela de género histórico, “Prométeme que serás libre”, de Jorge Molist. De las últimas que leí del género fue de las que más me gustaron por razones que exponía en aquel comentario, sobre todo por la perfecta conjunción entre una historia interesante y amena y una gran cantidad de datos históricos perfectamente introducidos dentro de la misma. También veía que era evidente que era de esperar una continuación por una serie de hechos que quedaban algo colgados y con unos personajes que dejaban sus historias sin terminar. Recientemente apareció esa esperada continuación y, evidentemente, pasó a las primeras de la lista de lecturas pendientes. Una vez acabada me reafirmo en todo lo que decía en aquel comentario, sigue siendo de mis favoritas dentro del género casi por las mismas razones expresadas en aquel momento. Hoy os dejo un comentario de “Tiempo de cenizas”, de reciente aparición en el mercado editorial.

La reseña biográfica de Jorge Molist me la voy a ahorrar en esta ocasión, al comentario de hace un par de años me remito porque lo único que se podría añadir es la publicación de esta novela de hoy, la más reciente del autor.

Estamos a finales del siglo XV, una época apasionante entre los últimos destellos de la Edad Media con su oscurantismo y las nuevas luces del Renacimiento. Una época histórica llena de contrastes donde se mezcla la religión opresora y castigadora con las ansias de vivir, de conocer y de romper con las cadenas impuestas por los clérigos y la Inquisición. Continuamos con la historia del protagonista central de la anterior entrega, Joan Serra de Llafranc, aquel hombre al que unos piratas dejaron casi sin familia cuando atacaron el tranquilo pueblo de pescadores en el que vivía. Matan a su padre, secuestran a su madre y hermanas y lo único que le pide su padre antes de morir es que le prometa que siempre intentará ser un hombre libre. Una promesa complicada de cumplir, ya que verá que su libertad siempre estará delimitada por sus deudas con otras personas, sus obligaciones familiares o militares, la atención a su negocio y muchos condicionantes más. Tras todas las aventuras de la primera novela nos encontramos ahora a un Joan que ha conseguido el primero y fundamental de sus objetivos en la vida, casarse con la mujer de la que se enamoró nada más verla, Anna. Viven juntos en Roma, regentando una librería y con la protección del Papa y los catalani, el grupo social y militar que domina la ciudad. Pero no todo es tranquilidad en su vida soñada, ya que hay situaciones en la ciudad que hacen que tenga que vivir pendiente de muchas cosas. Por un lado tenemos al Papa Alejandro VI, de la familia Borgia, que cuenta con un buen número de enemigos en la ciudad, gente que quiere acabar con su poder y su dominio. Pero su poderoso ejército, dirigido por su hijo Juan Borgia, tiene las cosas bastante bien atadas. El primer problema viene de este hombre precisamente, juerguista y mujeriego, que se empeña en acostarse con Anna, la mujer de Joan, a costa de lo que sea. Esta situación le provocará un buen número de problemas y será el detonante de muchas de las cosas que ocurrirán a continuación. Su gran amigo Miquel Corella sigue a su lado, pero ahora su forma de actuar depende en gran medida de lo que los Borgia quieran, ya que es el primero al mando en su ejército, el hombre al que recurren para solucionar cualquier tipo de problema, cueste lo que cueste. Además de esto Joan aún debe cumplir los seis meses que le quedan pendientes de galeras, algo que lo llevará a participar en varias de las guerras de conquista más importantes de la época al servicio del ejército español. Todo esto lo llevará de Roma a Florencia, Nápoles y Barcelona en una serie de aventuras perfectamente engarzadas dentro del argumento. Un continuo movimiento siempre en busca de esa libertad que le prometió a su padre en su lecho de muerte y que tanto le cuesta encontrar y disfrutar. Cuando las cosas parece que van mejorando siempre aparece algo que hace que se tuerzan, algo que puede estar o no directamente relacionado con él o con su familia, ya que muchas veces son las propias circunstancias históricas las que harán que su vida de un giro completo.

Como en el caso de la novela anterior me gustó mucho por la perfecta unión entre hechos históricos y la propia narración de ficción que nos está contando el autor. La cantidad de personajes reales que van desfilando por sus páginas es mayor que la de los personajes de ficción y siempre aparecen de una forma lógica y creíble para el lector. Es más, hay alguno que no parece real, pero me llevé una buena sorpresa al leer el epílogo final, muy interesante por cierto, y descubrir que no eran una creación del autor, sino una recreación de la historia. Por sus páginas desfilarán la mayor parte de los integrantes de la familia Borgia, el monje Savonarola en Florencia, Maquiavelo será otro de los importantes de la historia, el Gran Capitán y otros muchos entrarán a formar parte directa de la vida de nuestro protagonista. Del mismo modo viajaremos por Roma, Napoles, Florencia o Barcelona, tomaremos parte en varias conquistas e intrigas, tanto del Pa

pado como de los distintos reinos de la época, todas ellas partiendo de hechos históricos. Creo que la labor de investigación de Molist es realmente impresionante, pero para mí lo es más la genial forma que tiene de meter todos esos datos y hechos dentro de una historia creíble para el lector. Es evidente que Joan, Anna y todos los integrantes de su familia no existieron, pero viéndolos dentro de todos los demás no es imposible pensar que bien podrían haber pasado sus vidas tal como nos las cuenta el autor.

Otra de las cosas que más me gustaron de la historia y que ya comenté anteriormente es la forma de pensar y actuar de los personajes. Joan no es un héroe al uso, perfecto e íntegro, para nada. Aparece ante nosotros como una persona normal, con un buen fondo pero víctima de sus pasiones y deseos de venganza, tanto ante situaciones injustas o que manchan el honor de su familia como ante otras que quizá no lo sean tanto, pero que son importantes para la forma de vida que él quiere. Tampoco es la novela un cúmulo de desgracias constantes como ocurre con otras del género. Evidentemente las hay y son muchas pero sin que aparezcan ante el lector como un folletín exagerado y casi increíble. Creo que uno de los méritos del autor es que consigue que veamos a todos los personajes como personas reales, con sus defectos y sus virtudes, con sus alegrías y tristezas y con miserias y cosas positivas. Todos ellos son creíbles, por lo menos para mí como lector, y algo lejos de muchos de los tópicos del género.

La acción es constante y no decae en ningún momento. Siempre está pasando algo y muchos acontecimientos van subiendo en intensidad hasta llegar la punto más alto para pasar a un leve rato de calma, sabiendo que las cosas no van a quedar así. Muchos personajes de la primera parte, algunos que aparecían solo al principio, volverán ahora para continuar la relación, mala o buena, con Joan. Uno de los que más echaba de menos porque me gustara bastante era su hermano, con el que volveremos a tener contacto y del que sabremos algo más de lo que hizo a lo largo de ese tiempo.

Y no puedo dejar de comentar de nuevo otro de los temas que centraban buena parte de la primera parte y continúa en esta. El tema de los libros, la librería, el trabajo con ellos, la impresión, la distribución de libros prohibidos y cómo se iban apañando para burlar a la Inquisición, tema que aparece mucho sobre todo cuando nuestros protagonistas están en Barcelona. Se sigue viendo por parte del autor un cariño, un amor por la letra impresa que aparece en todas y cada una de las páginas de su novela. Cómo hablan de ellos, cómo los tratan y, sobre todo, su importancia para el desarrollo de la persona y de la sociedad, un elemento a veces tan poderoso o más que las armas.

Para mí una de las mejores historias de novela de este género que he leído en los últimos tiempos. Tiene absolutamente de todo y contado de una forma tremendamente entretenida y fluida, tanto que a pesar de ser una novela larga se me pasó en un suspiro. Amor, honor y deshonor, traición, lealtad, amistad, guerras..., una interminable lista de temas y situaciones que no es fácil plasmar en estas líneas. No dejo de recomendarla y regalarla cuando tengo que hacerlo a alguien cercano, gran historia que no podrá dejar de gustar a todo buen lector y creo que los que no lo sean podrán aficionarse a la lectura con la gran historia del hombre que solo busca una cosa en su vida y en todo lo que hace, ser un hombre libre. Tendréis que leer la historia de Joan Serra de Llafranc para saber si lo conseguirá o no.

miércoles, 5 de junio de 2013

"La evolución de Calpurnia Tate", Jacqueline Kelly


Por mi trabajo tengo un continuo y constante contacto con muchas novedades de literatura juvenil. Ya comenté más de una vez que una gran mayoría de las cosas que nos llegan personalmente no me gustan nada. Casi siempre son demasiado simples, con historias planas y personajes que responden a unos esquemas fijados y continuamente repetidos. Tampoco es que quiera cosas demasiado complicadas, cierto es que nuestros alumnos y alumnas, en general, no se caracterizan por ser grandes lectores, aunque hay que decir que siempre hay varias excepciones que rompen esa afirmación. Por eso suelo recurrir a los grandes clásicos del género, que casi siempre garantizan un cierto éxito de crítica y público. De todos modos, de vez en cuando, aparecen algunas novelas que sí merecen la pena, que no tratan al lector como si fuera un simplón y le proponen historias y personajes atrayentes. Es el caso de la novela que os voy a comentar hoy, buena novela de género juvenil pero también muy adecuada para cualquier tipo de lector. Tenía buenas referencias de ella y me llegó estos días en una traducción al gallego realizada por Carlos Acevedo para la editorial FaktoríaK de Libros, editada hace muy poquito tiempo. Desde aquí mi reconocimiento a esta editorial que se está caracterizando por realizar interesantes traducciones de libros entretenidos y amenos, pensados para todo tipo de lectores y que siempre pensaré que son la mejor manera de atraer a lectores en gallego, con obras que les llamen la atención y les gusten, sobre todo pensando en el lector juvenil, el germen de nuevas generaciones de lectores. La autora de la novela es Jacqueline Kelly y se titula “La evolución de Calpurnia Tate”, una historia que está atrayendo a lectores de todo el mundo.

Jacqueline Kelly nace en Nueva Zelanda en 1964, pero muy pronto se trasladó con su familia a Vancouver, en Canadá. Gran lectora desde niña, también mostró mucho interés por el mundo de la ciencia, llegando a ganar un premio escolar a la edad de doce años. De nuevo se trasladan a vivir a El Paso, Texas, en los Estados Unidos, donde se licenció en Biología y posteriormente se trasladó a Galveston para estudiar Medicina. Más tarde se licenció también en Derecho. En 2001 publica en una revista regional su primer relato pero fue la edición en 2009 de esta su primera novela la que le dio el reconocimiento internacional, ganando el Premio Newbury Medal. Ejerce la Medicina desde hace tiempo y dedica la mayor parte de su tiempo libre a escribir.

Estamos en el último año del siglo XIX, en una zona rural de Texas, en los Estados Unidos. Allí vive CalpurniaVirginia Tate, la cuarta de una familia de siete hermanos y la única mujer entre todos ellos, y más conocida como Callie Vee. Su familia es de clase media alta, dedicada al cultivo y procesado del algodón. Vive en una gran casa con sus hermanos, sus padres y el otro gran protagonista de la historia, su abuelo. Un hombre que dedicó la mayor parte de su vida a trabajar, a levantar ese negocio del algodón que ahora lleva su hijo. Tras dejar eso listo se dedica a su gran pasión, el naturalismo, el estudio de las plantas y los animales, a clasificar, seleccionar y realizar experimentos dentro de un laboratorio en el que casi todo el mundo tiene prohibida la entrada. Callie, a sus poco más de once años, no está en absoluto de acuerdo con la vida que la época y su madre le tienen marcada. No le gusta cocinar, coser o bordar, no quiere ir a las clases de piano y a otro tipo de actividades pensadas para su educación como señorita que su madre le marca. El abuelo siempre ha sido un personaje que provoca en todos una sensación a medio camino entre el respeto y el miedo, pero Calpurnia sabe o cree que puede ser el único que le puede echar una mano para empezar un cierto cambio en su vida. A raíz de una conversación con él sobre la novela de Charles Darwin “El origen de las especies” (una obra que es una constante dentro de la novela) el abuelo se decide a dar rienda suelta a las ansias de saber de su nieta. Además de un ejemplar del libro para que lo lea, una lectura que le resultará a su edad ciertamente árida, le da un cuaderno en blanco para que vaya anotando todas sus observaciones, para que se vaya convirtiendo en una pequeña naturalista, término que ella al principio ni entiende. A raíz de esto es cuando empezará esa evolución a la que hace referencia el título, Calpurnia irá creciendo en su forma de ser, en su valentía para enfrentarse a las cosas pero sin dejar de lado el respeto a sus padres, sobre todo a su madre, y lo que ellos creen que es lo mejor para ella. Irá creciendo rápidamente, con sus anotaciones, sus excursiones por el campo con el abuelo y el trabajo con él en el laboratorio, pero con una actitud que la llevará a crecer. Él nunca le dará las cosas hechas, tendrá que ser ella la que camine a su lado, la que experimente y llegue a conclusiones, pronto aprenderá que preguntarle algo al abuelo no tiene demasiado sentido porque casi nunca contestará directamente, hará que ella llegue a la respuesta correcta.

Darwin y su obra es uno de los elementos centrales de la historia, tanto en el sentido de la evolución de las especies como en el de la evolución de nuestra protagonista en busca de su propio camino. Cada capítulo va encabezado por una cita de Darwin, más o menos relacionada con lo que iremos leyendo, un dato interesante y curioso más a tener en cuenta. Es una evolución no demasiado lenta, claro está, porque la novela no es demasiado larga tampoco. Los cambios se van produciendo poco a poco pero son siempre importantes. Una evolución enfocada a romper lo que se espera de una jovencita de la época, algo que viene ejemplificado por alguna de sus amigas y sus formas de ver la vida y las cosas de una forma radicalmente distintas a las de Callie. 

Decía al principio que muchas veces recurría a los grandes clásicos de la literatura juvenil para mis lecturas de clase. Pues una de las cosas que tiene esta novela es que parece de hace mucho más tiempo del que tiene en realidad, y lo comento como algo a favor, como algo positivo. Tiene un aire a clásico, a novela de antes tanto en los personajes, en la forma de desarrollarlos, como en la historia, a medio camino entre la seriedad narrativa y el entretenimiento, pero siempre con algo que decir y aportar, siempre con algo que hará pensar un poco al lector. Tiene un aire clásico que quizá sea una de las cosas que hicieron que me gustara tanto, la verdad. Por lo menos tiene algo que decir, algo que contar sin caer en historias simples y planas, con gran cantidad de temas que podemos usar en debates posteriores a la lectura o simplemente pensar en ellas. Los primeros amores de sus hermanos, la relación de todos ellos y en especial de Callie con su madre, las pequeñas gamberradas de la juventud, los roces de todos los días con los amigos y la familia, las alegrías y decepciones cotidianas, la responsabilidad (muy buena la historia de los pavos)... Como se puede ver no está nada vacía de contenido.


Me gustó mucho y la recomiendo, es más, quedará anotada como una de las lecturas para alguno de mis grupos del curso que viene, para este ya es un poco tarde, a punto de terminar ya. Una novela que creo que la autora pensó para todo tipo de públicos aunque pueda quedar encajonada en la literatura juvenil, con lo que muchos lectores adultos se perderán una historia que creo que merece la pena y que disfrutarán. Creo que seguir ese viaje evolutivo de Calpurnia Tate es algo que cualquier buen lector debería de conocer. Tiene momentos realmente divertidos y otros más entrañables y sensibles, pero nunca pasa algo que no tenga sentido. No quiero contar mucho más, pero tengo en mente más de un momento que recordaré pasado un tiempo. Me reí bastante con muchas de las historias que se desarrollan y seguí con ganas esa evolución de Callie hasta un punto en el que seremos nosotros, como lectores, los que casi le demos una continuación, o ¿será la autora la que nos la dé? Eso ya lo veremos, pero queda anotada como novelista a seguir, así que esperaremos su siguiente novela.

martes, 14 de mayo de 2013

"Iron Man 3"



Hoy una de cine, que hace ya algún tiempo que no cae ninguna. Los que se pasen habitualmente por este blog seguramente estarían esperando algún tipo de comentario sobre la película de hoy, ya que desde que empecé con estos comentarios creo que no me dejé ninguna, o por lo menos ninguna de las más conocidas. Mi afición al cómic y por extensión al cine de superhéroes es bien conocida, así que era raro que tardara en aparecer por aquí un comentario sobre el último estreno del género, la tercera entrega de “Iron Man”, esta vez con un más que acertado cambio de director que hace que, posiblemente, sea la mejor de las tres en varios sentidos. No voy a negar que mi favorita es la primera, sobre todo por la sorpresa, por lo bien hecha que estaba y porque sigo pensando que la elección del actor protagonista es la mejor de todas las películas del género, no habrá otro “Hombre de acero” al que no le podamos poner la cara de Robert Downey Jr., muy complicado lo tendrá aquel que quiera recoger el testigo.

Hace ya unos días que fuimos a verla y nos gustó a todos en casa. Nos vamos a encontrar en esta entrega a un Tony Stark agotado y agobiado, con continuos ataques de ansiedad y con una vida complicada y perdiendo algo el rumbo. El enfrentamiento final de la película anterior lo deja realmente preocupado y fastidiado, el tener que enfrentarse con algo que desconocía y a lo que les costó vencer hace que pierda algo de esa prepotencia, de esa chulería y desparpajo que lo caracteriza para que lo veamos como un poco más humano, sobre todo más vulnerable. Quizá lo mejor de esta entrega es que estaremos más tiempo pendientes de Stark y menos de Iron Man y sus trajes. Aquí el verdadero protagonista es la persona y su forma de actuar cuando no tiene su maravilloso traje puesto. Eso no quita que aparezca, claro, sino no sería quién es, pero habrá más momentos de actuación sin parafernalia que con ella. El centro de la historia es la reconstrucción de la persona, del Stark que fue, es y quiere ser y dejando un poco de lado sus inventos y trajes voladores. Las escenas de mitad de película con el niño al que se encuentra me parecieron realmente buenas, rompiendo un poco con la dinámica habitual del personaje y al mismo tiempo sin romper con su forma de ser, impagable el cinismo y la prepotencia del amigo Stark, que hará que nos riamos bien a gusto en más de una ocasión. Como siempre el enfrentamiento con un antagonista perverso y malvado, que cuanto más malos sean mejor y un invento revolucionario pero que hay que perfeccionar. Al mismo tiempo el Mandarín es un terrorista internacional que está cometiendo atentados en los Estados Unidos, una serie de fuertes y misteriosas explosiones que habrá que investigar y controlar. Los personajes son casi los mismos de las anteriores, añadiendo a estos antagonistas, que van cambiando en cada una, dando más variedad a las historias. Por supuesto, además de todo esto, Stark es un hombre inteligente y preparado para todo, veremos cómo el traje y todo su potencial no son imprescindibles en su vida y puede librarse con bien de varios problemas sin tener que recurrir a él. Esta es otra de las cosas que la hace distinta a las anteriores y le da un aire especial que nos gustó mucho. Como digo no le quita ni un ápice de espectacularidad, porque la tiene a raudales, sobre todo en la última media hora de la proyección.

Los actores son los mismos de las anteriores. Impagable Robert Downey Jr. en el papel de Tony Stark. Como dije antes creo que es la mejor elección en todas las historias de superhéroes llevadas al cine, parece que el personaje se creo para él y en mi lista ocupa el primer lugar (seguido de Hugh Jackman como Lobezno, claro está). Se comenta que igual no sigue con la serie, pues creo que les va a costar encontrar a otro actor que sea capaz de sustituirlo con un mínimo de garantías, la verdad. El resto de los actores principales son los mismos de las anteriores, cambiando solo los antagonistas centrales del héroe. Aquí tenemos a Guy Pearce como Aldrich Killian, el cerebro de la trama que quiere dominar el mundo y a su lado el Mandarín, magistral y sorprendentemente interpretado por el más que conocido Ben Kingsley. Por cierto genial en su papel y con más de una sorpresa.

En este caso tenemos cambio de director. Las dos anteriores estaban dirigidas por Jon Favreau, que además se guardaba un pequeño papel como Happy Hogan, el guardaespaldas de Tony Stark y que sigue apareciendo en esta reconvertido en jefe de seguridad. En este caso la batuta la lleva Shane Black, que además figura también como guionista. En esta segunda faceta lo conoceremos por haber escrito los guiones de algunas de las mejores películas de acción de los últimos años, desde la saga de “Arma Letal”, “El último boy scout” o la genial pero poco entendida “El último gran héroe”. Como director de momento su trabajo es menor en cuanto a cantidad, su primera película fue “Kiss Kiss, Bang Bang” y esta es la segunda, pero creo que promete. A pesar de no estar centrada en las escenas de acción sabe mantener perfectamente el ritmo en todo momento, no hay un ratito de calma en cualquier sentido y en cuanto parece haberla siempre rompe completamente. Además el guión tiene grandes momentos para este tipo de cine, claro, momentos que llegarán a sorprender más de una vez al espectador tanto por lo inesperado como por lo simpático. Atentos a una escena de la parte final que es realmente genial. 

Creo que es una de las mejores series en cuanto a cine de superhéroes y ocupa uno de los primeros lugares en mi lista de favoritas. Del primer lugar no pueden salir las últimas de Batman, pero el segundo es para estas, sobre todo por su actor protagonista y el ritmo que tienen. En todo momento tienen al espectador disfrutando de una de las cosas en las que debe de destacar el cine, el entretenimiento y además con calidad. Son de lo mejor en el género de cine no solo de superhéroes, sino de cine de acción y de buscar que el espectador esté atento y disfrutando de un auténtico espectáculo que además no está completamente vacío de contenido. En este caso hay algunas cosas más que las escenas de acción y Robert Downey le da ese punto a mayores de calidad que tiene este Iron Man. Hay momentos realmente divertidos, siempre apoyados en ese cinismo que es una constante del protagonista, ese estar por encima del resto de los mortales, sentirse superior y aún encima demostrarlo en todo momento, aunque en esta se verá más cerca del resto de las personas, algo que le va a costar bastante asimilar. Imprescindible para los seguidores de este tipo de cine, pero como dije otras veces, creo que cualquiera que quiera pasar algo más de dos horas muy entretenidas y divertidas también disfrutará de ella. Os la recomiendo.