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jueves, 30 de junio de 2011

"Un cuento chino"

En Vigo la oferta cinematográfica podemos decir que no es escasa, aunque tampoco es para tirar cohetes. Como en la mayor parte de lo sitios el 90% de la cartelera se dedica al cine americano, al que por este blog es evidente que soy aficionado, no lo voy a negar. Pero es complicado ver otro tipo de cine, otro estilo y sobre todo de otras nacionalidades. Solamente nos queda un pequeño cine que se va sosteniendo donde se pueden ver otras cosas. De todos modos hay cinematografías y actores que consiguen que sus películas se estrenen dentro de los circuitos más habituales, aunque a veces pueden quedar eclipsadas por esas grandes producciones y esa espectacularidad que casi ciega otras posibilidades. Es el caso de la película que fuimos a ver este último fin de semana, que creo que sería una pena que quedase oculta entre esas otras. Cuando digo que hay actores que consiguen hacerse un hueco cuento al protagonista de esta de hoy, el argentino Ricardo Darín, uno de esos actores que me gustan siempre y que alterna películas digamos más serias con otras un poco  más suaves, pero que no decepciona nunca, y en esta en concreto no lo ha hecho en absoluto, genial como siempre. La película es un estreno reciente y espero que podáis verla antes de que desaparezca de la cartelera, en la sala en la que estuvimos éramos poco más de veinte personas y eso al día siguiente de su estreno, una pena; se titula “Un cuento chino”.

La historia es simple. Roberto es un hombre que tiene una pequeña ferretería de las de toda la vida, lejos de las grandes cadenas, un negocio familiar que atiende personalmente. Es un hombre huraño, protestón, que vive solo porque quiere y así lo ha decidido, maniático y muy metódico (apaga la luz todos los días a las once en punto de la noche, ni un minuto antes ni uno después). Su vida se reduce a su trabajo y a los pocos clientes que van a comprar cuatro cositas a su tienda. Perdió a su madre cuando nació él (pero nunca la olvidó, cada día por su cumpleaños le pone una pequeña figurita de cristal en la vitrina en la que también tiene una foto de ella) y era muy aficionada a coleccionar cosas, costumbre que él también tiene. Entre gente que intenta ser su amiga pero a la que rechaza; Mari, una joven que es evidente que está enamorada de él pero a la que intenta mantener a una cierta distancia y los clientes “pelotudos” se desarrolla su día a día. Pasa los días contando los tornillos o las puntas de las cajas de los proveedores y reclamando, porque nunca vienen los que tienen que venir, todos son iguales, levantarse, desayunar, atender la tienda y poco más. Cada día le traen los periódicos de varios lugares, el alimento de su mayor afición hasta el momento, recortar noticias ridículas, exageradas, curiosas o increíbles y ponerlas en una serie de álbumes. Otro de sus entretenimientos es ir en su coche y aparcar al lado de las pistas del aeropuerto, ver aterrizar y despegar los aviones...; pero un día algo va a pasar, algo que cambiará por completo su vida, su rutina, sus relaciones y su forma de ver la vida. Un taxi deja a un chino tirado un poco más adelante de donde está él. Cuando lo ve es incapaz de no hacer nada, pero el problema es que el chino no tiene ni idea de castellano y, claro, Roberto no sabe una sola palabra de chino. Tendrá que esforzarse para hacerse entender, con muchas dificultades claro está. Y así, a base de gestos, desesperación, enfados y situaciones ridículas va a nacer una relación entre ellos que hará que muchas cosas cambien para Roberto y todo su entorno. Como en otros casos no quiero contar mucho más, es mejor ir a verla y ver por dónde van los caminos de dos personas distintas, que casi no se entienden y cómo acabará la historia.

El director es Sebastián Borensztein, con alguna película más anterior y producciones para televisión, es la primera película suya que veo, pero mantiene esa línea de cine argentino tranquilo, delicado, suave, pausado y con un cierto componente crítico que aparece en esta en varias cosas, igual que ese humor negro que se está haciendo tan característico de las producciones de este país y que creo que por aquí entendemos muy bien.

En cuanto a los actores no vamos a descubrir ahora a Ricardo Darín, un actor genial y que le da un aire de calidad a cualquier cosa en la que aparece. Aquí está muy bien, en su línea, recreando perfectamente a ese ferretero solitario, con mala uva, que vive metido en sí mismo y con miedo a abrirse, salir de su mundo, enamorarse, cerrado a cualquier cosa que altere su vida diaria. Tiene momentos realmente buenos, como el que se enfrenta a la policía que no quiere hacer demasiado por el pobre chino y también todos aquellos en los que aparece un cliente “pelotudo” en su tienda, o cuando va al Consulado Chino ya desesperado porque nadie le echa una mano. Es un actor que solo con los ojos en un segundo transmite más sensaciones que otros en hora y media de película, así que siempre merece la pena. Pero Ignacio Huang, el actor que hace del chino que aparece en la vida de Roberto ha sido todo un descubrimiento encarnando a Jun, no dice una sola palabra en castellano en toda la película pero llega un momento en el que casi entiendes a la perfección lo que quiere decir. Tiene una cara enormemente expresiva y transmite en todo momento con perfección las situaciones de agobio, de tristeza, de alegría perfectas en cada escena. Lo mejor de la cinta son las situaciones en las que están los dos juntos, que componen la mayor parte de la película, la comunicación o falta de comunicación sobre todo al principio, va quedando poco a poco compensada por los esfuerzos que hacen, sobre todo Roberto, para llegar a un buen final. Y luego tenemos a Muriel Santa Ana, que hace el papel de Mari, una mujer que está enamorada de Roberto y que no está dispuesta a rendirse ante el miedo de este al compromiso, a entablar una relación con alguien, a tener una vida algo más feliz y plena que la que tiene. Claro que él tiene sus razones, su vida le ha marcado y eso es algo que tendréis que descubrir delante de la pantalla.

No es una maravilla, no es la mejor película que se puede ver en este momento y no quedará entre las grandes producciones de Darín, pero sí que es una cinta que merece la pena ver, ya sea en el cine o en DVD en casa dentro de unos meses. Garantiza que estaréis todo el metraje con una sonrisa, a veces de moderada tristeza y otras de alegría, y que saldréis del cine con ese leve aire de contento con el que uno sale cuando ve algo que le dice algunas cosas y en el fondo merece la pena. Su estreno en Argentina no esperaba el éxito que tuvo, era casi una película menor que fue creciendo gracias al público. Creo que en este maremagnum de cine espectacular y falto de argumento merece la pena sentarse un rato a ver algo distinto, más calmado, más suave pero muy entretenido y con momentos realmente buenos. No da más ni menos de lo que parece, es una película lenta pero que no cansa ni aburre en ningún momento, para disfrutar de varias actuaciones muy destacables y sobre todo convincentes y de un argumento con más de un momento original e inesperado. Yo la recomendaría, sobre todo para escapar de ese otro tipo de cine que, aunque también me gusta, a veces cansa un poco; para ver algo distinto. No creo que os decepcione.

miércoles, 15 de junio de 2011

"Tardes con Margueritte", de Marie-Sabine Roger

“Decidí adoptar a Margueritte. Pronto celebrará sus ochenta y seis años, más vale no esperar demasiado. Los viejos tienen una ligera tendencia a morir.
Así, si le pasa algo, no sé: caerse al suelo en la calle o que le roben el bolso dándole un empujón, ahí estaré. Podría llegar enseguida y separar a la gente del medio y decirles:
¡Vale, venga, ya está, ahora marchaos de aquí!, ya me encargo yo, es mi abuela”

A finales de agosto del año pasado comenté en este blog una película que me había gustado mucho por varias razones. Cuando salí del cine tenía en la cabeza hacerme con la novela en la que se basaba, pero la verdad es que no la encontré y luego fue algo que quedó un poco olvidado. Recientemente llegó a mis manos y no perdí la oportunidad de leerla y, sobre todo, de gozar con esta lectura. Aunque la adaptación cinematográfica es excelente, cosa que no suele ocurrir demasiadas veces, la lectura del libro fue toda una experiencia y, aún conociendo la historia, no dejó de sorprenderme, emocionarme, sonreír y hasta reprimir unas pequeñas lágrimas. En un comentario que alguien me dejó de la película decía que “sensible” era la palabra que mejor la definía, es cierto, pero la cantidad de sensaciones que pueden llegar a conseguir las palabras que nos cuentan la historia no se pueden comprimir en una sola, cualquiera que elijamos se quedaría corta. Hablo de una novedad reciente por parte de la Editorial Galaxia en su colección Costa Oeste, “Tardes con Margueritte”, de Marie-Sabine Roger. También la podéis encontrar en castellano en Duomo Editorial, del año 2009.

Curiosamente me costó bastante encontrar datos biográficos sobre esta autora, muy conocida en su país, pero parece que algo menos fuera de él. Es una mujer nacida en Burdeos (Francia) en 1957. Comienza a escribir a finales de los años 90, dejando su trabajo hasta ese momento como profesora de educación infantil. La mayor parte de su producción son relatos cortos y libros ilustrados para niños, en este apartado podemos hablar de casi cien obras, todas ellas pensadas para este público. La novela que comento hoy la publicó en el año 2009, con el título original de “La tête en friche”, que vendría a ser algo así como “La cabeza en barbecho”, que refleja perfectamente la historia que nos va a contar, luego me explicaré algo más. Prácticamente es su primera obra pensada para unos lectores algo más adultos, luego publicó dos más pensadas para este tipo de lectores que espero que aparezcan en algún momento por aquí, me gustaría leerlas.

Es la historia de Germaine Chazes y la mujer que va a cambiar su vida, Margueritte. Es un hombre que vive en un pueblo francés, no es demasiado inteligente o eso parece, pero lo que realmente le falta es cariño, amor, sentimientos y vivencias que por una serie de razones no tuvo y que va a tener a rías de su encuentro con esta entrañable viejecita que le va a enseñar tal cantidad de cosas que nunca se lo podrá agradecer como se merece. En ningún momento de su vida tuvo a alguien que realmente se encargara de él, que lo dirigiera, que le enseñara todas las cosas que son necesarias para vivir como una persona plena. Su madre, como él dice, nació sin instinto maternal y su relación con ella siempre fue complicada, por decir algo, casi podemos decir que fue una relación inexistente. No conoce a su padre, es fruto de una relación de una noche, cosa que ella le recordará siempre. Nunca fue muy espabilado, en el colegio tampoco nadie tuvo la paciencia suficiente para enseñarle algo. Vive trabajando en lo que puede, siendo blanco de bromas por parte de sus amigos, sobre todo por esa falta de inteligencia que tiene, pero lo que más le falta es inteligencia para captar y desarrollar sus emociones. Va al bar y charla con Marco, Julien o Landremont..., pero eso no es vida. Su madre está en la casa familiar, mientras él vive en una caravana que un antiguo novio dejó allí, incapaz de convivir con ella bajo el mismo techo. Tiene la costumbre de ir al parque e sentarse allí en un banco a contar palomas, a las que hasta les pone nombre para poder identificarlas y distinguirlas. Pero un día, en su banco, encuentra a una mujer mayor y se pone a hablar con ella, es Margueritte; es entonces cuando va a descubrir todo lo que hasta ese momento se perdiera, sobre todo porque nadie quiso encargarse de enseñárselo. Su vida va a cambiar, su forma de ver las cosas también, va a descubrir no solo los libros y las palabras, el diccionario...; el mayor descubrimiento de todos serán los sentimientos, el amor con mayúsculas y una serie de cosas que harán que su vida y sobre todo su forma de ver las cosas que lo rodean cambien radicalmente. Gracias a ella va a pensar en cosas que antes ni se le habían pasado por la cabeza, incluso la relación que mantiene con Anette, una chica del pueblo con la que se ve de vez en cuando, cambiará de tal modo que pasará casi de ser un pobre hombre a medias a un hombre completo.

El título del original francés me parece perfecto, Germaine no es un tonto, no es una persona muy inteligente, pero la falta de atención y de cariño durante todas su vida hace que sea un poco más lento que los demás y sobre todo más directo, menos delicado, con una forma de ver la vida un tanto especial. Su cabeza y su corazón están descansando, esperando, reposando hasta que alguien ponga la semilla para que germine en un terreno perfecto para hacerlo. Cuando Margueritte pone esas cosas en la cabeza y en el corazón de Germaine todo crece y se desarrolla tan rápidamente que todos los que están a su alrededor no pueden creer lo que ven, el gran cambio que se produce en él no solo a un nivel cultural, sino sobre todo desde un punto de vista personal, comportándose de un modo que desconocen y haciendo cosas que muchos no creían que pudiese hacer, pensar o decir.

Ya dije en su momento que la película me pareció espléndida, llena de sentimientos y sensibilidad sin caer para mí en ningún momento en tópicos ni en intentar conseguir la lágrima fácil. Ahora que leí la novela creo que es una más que buena adaptación del texto escrito, la idea central está presente en la cinta y el desarrollo de la misma sigue bastante bien la historia que leemos. Solo le voy a encontrar un par de carencias, que no defectos, porque siempre tenemos que tener claro, por lo menos yo, que una cosa es la novela, la palabra escrita y otra la película, lo visual; no es sencillo muchas veces llevar las palabras a la imagen. La novela refleja perfectamente como Germaine descubre las palabras y su significado, que es lo que más llama la atención en la película, pero es maravilloso leer los significados en el papel de las palabras que Germaine desconoce y que va metiendo en sus diálogos diarios. Una de las primeras cosas que Margueritte le regala es un diccionario, así en el texto cuando aparece una palabra que no conocía, vamos a leer también su definición, como dejando claro que a partir de ese momento va a saber usarla. En la cinta parece que todo el proceso de cambio de Germaine es gracias a las palabras y la lectura, y otras cosas quedan un poco más diluidas en el argumento. En la novela esto también es fundamental, pero el cambio del protagonista viene sobre todo por cómo lo trata Margueritte, por cómo habla con él, por la paciencia que tiene. Lo fundamental es eso, que habla con él, intenta entenderlo, comprenderlo y enseñarle cosas que hasta ese momento no conocía. Le descubre el mundo y los sentimientos por la gente, por las cosas, por los actos, por todo lo que está a su alrededor y, sobre todo, que él también es una persona como las demás, que puede hacer lo mismo y que puede ser incluso mejor que muchos de los que le rodean. No va a hacer de él una buena persona, porque eso es algo que ya estaba en él, pero ella sabrá cómo sacar todo lo que Germaine tiene dentro, que es mucho. Lo mejor de la novela es ir leyendo cómo se va produciendo ese cambio, porque además es algo perceptible a medida que uno lee, la forma de redactar, de pensar del protagonista va cambiando a medida que avanza el texto, genial.

Se nota que es una autora que escribió mucho para niños. La forma de plasmar todos esos sentimientos y sensaciones es fantástica. Hay líneas y líneas que merecen la pena, que quedarán grabadas en la mente de lector y recordará más adelante. El modo de hablar y de comportarse de Germaine va cambiando y el lector asiste a ese proceso de cambio, de germinación, casi de nacimiento de un hombre que pasó de pasmar por el mundo a formar parte activa de él. Está escrito con una delicadeza casi magistral, con un lenguaje y unas imágenes que llaman la atención y que harán que más de una vez una sonrisa asome a nuestros labios, y en otras ocasiones la emoción será también grande, haciendo que una pequeña lágrima, normalmente de felicidad, aparezca también. Los dos personajes centrales tienen tantas cosas dentro de sí mismos que es imposible que el lector no se sienta a gusto con ellos y desee que todo salga bien para ambos.

No quiero hacer una comparación, nada más lejos de mi intención y diré que ambas merecen mucho la pena, es más, si uno ya vio la película debería leer la novela, y viceversa. Y si no hicisteis ninguna de las dos cosas, animaos, estoy seguro de que no os va a decepcionar e incluso podréis aprender algunas cosas sobre vosotros y los que os rodean, igual que Germaine. Y pienso también que no solo es recomendable para lectores adultos, queda anotada como una posibilidad de lectura para el curso siguiente, pienso que alguno de mis grupos va a leerla.

viernes, 10 de junio de 2011

"X-Men: Primera Generación" - "Piratas del Caribe 4: En mareas misteriosas"
















Hoy voy a comentar dos películas por el precio de una. Es que estos dos últimos fines de semana tocó cine, la de la semana pasada se me despistó pero va ahora. También es cierto que no me gustó demasiado, así que primero comento algo de la que sí me gustó y la otra queda para el final.

Otra de superhéroes, se juntan los estrenos y ya dije que esas no las dejo pasar. En este caso es un estreno de este último viernes, así que seguramente cuando leáis este comentario todavía estará en cartelera, por si os apetece verla. Hablo de “X-Men: Primera Generación”. Es la cuarta entrega que circula alrededor del mismo grupo de personajes, para mí una de las mejores series de cómic que hay en este terreno y a la que siempre fui muy aficionado, quizá la que más. Claro que en mi época eran conocidos como la “Patrulla X”, pero ahora con esta moda de poner las cosas en inglés han pasado a ser los “X-Men”. Las dos primeras fueron dirigidas por Bryan Singer, que en esta cede el testigo a Matthew Vaughn, que curiosamente hasta ahora es más productor que director, intercambiando papeles, ya que en este caso el primero es el productor. Las de Singer me parecieron muy decentes y entretenidas, más la primera que la segunda, pero en general respondían bastante bien a la idea que los seguidores del cómic podían tener, los personajes estaban muy bien elegidos y los argumentos, teniendo en cuenta de lo que estamos hablando, no estaban mal. Más decepcionante para mí fue la dedicada a uno de los integrantes de este equipo que más me gusta, Lobezno, me pareció floja en muchos sentidos, tanto de guión como de entretenimiento. Así que cuando vi que estaban preparando esta digamos que tuve algunos reparos, a ver si el declive iniciado con la anterior seguía o decidían hacer algo con un poco más de calidad. Pues creo que acertaron, porque si hago un listado de películas de este género esta quedaría entre el segundo y el tercer puesto. El primero es, inevitablemente, para la última versión de Batman, “El Caballero Oscuro”, que me pareció una película redonda en todos los sentidos, creo que realmente buena. Ahora recuerdo que no es la cuarta, sino la quinta entrega con estos personajes, me dejaba "X-Men 3", parece claro que no me gustó demasiado, porque casi ni me acordaba de ella.

No nos vamos a encontrar aquí con el grueso de los héroes más conocidos de este equipo, por el que han pasado gran cantidad de personajes. Quiero decir que aviso que aquí no vamos a tener a Lobezno, Cíclope, Tormenta... Los dos únicos que repiten son Magneto y el profesor Charles Xavier, casi el antagonista y el protagonista de la conocida saga. La acción transcurre en los años 60, inmersos en la guerra fría entre Estados Unidos y Rusia y la crisis de los misiles, que en este caso tiene como instigador a un mutante, el “malo” de la película. Xavier es un joven científico centrado en el mundo de las mutaciones genéticas; mientras tanto Erik Lehnsherr es un joven judío que ve como sus padres son llevados a un campo de concentración, momento en el cual se manifestará su mutación, será el futuro Magneto. Adiestrado por un científico alemán, Sebastian Shaw, conseguirá desarrollar esos poderes. En una investigación la CIA descubre algo raro y encarga al profesor Xavier que investigue y localice a mutantes por todo el mundo. Así vamos a asistir al nacimiento del grupo que conoceremos después como X-Men y veremos también de dónde surgen y qué razón tienen de ser muchas de las cosas que hemos visto en las películas anteriores y en los cómics. También tiene como tema central la idea de los mutantes como gente distinta a los demás y las sensaciones, problemas y situaciones que eso les provoca; se centra bastante en este tema, pero está tratado de tal manera que no hace que la cinta se haga nada pesada, al revés, las algo más de dos horas que dura se me pasaron en un suspiro, lo que es una buena señal. Sabremos muchas cosas y se nos darán algunas explicaciones, por ejemplo el porqué de la relación que hemos visto entre Magneto y el Profesor X, amigos y enemigos a un tiempo. No quiero contar más, es mejor que la disfrutéis, porque desde mi punto de vista es bastante recomendable, e imprescindible para los aficionados al género.

En cuanto a los actores, desde mi punto de vista, hay dos que destacan por encima de los demás. Los malos de estas historias suelen ser muy atrayentes y en este caso el papel de Sebastian Shaw está interpretado por un actor que siempre me gustó bastante y al que hace tiempo que no veía en un cine, Kevin Bacon, creo que está estupendo y es uno de los elementos centrales de la historia. El otro que destaco es el actor que hace el papel de Magneto, Michael Fassbender, creo que promete (aunque también me da la impresión de que puede ser uno de esos casos en los que siempre le den el mismo tipo de papeles). Posiblemente sea la mejor actuación de la historia, también porque es el personaje que tiene más que mostrar, más torturado, vengativo y contradictorio en algunas ocasiones, me gustó mucho. Algo por debajo estarían, aunque tampoco quiero decir que estén mal, porque en general todos me gustaron mucho, James McAvoy interpretando al joven Charles Xavier y muchas caras conocidas del cine y la televisión que igual de nombre no suenan, pero sí sus caras. Entre las más conocidas, January Jones en el papel de la seria e imperturbable Emma Frost; si por el nombre no suena os diré que es la esposa de Don Draper en la magnífica serie “Mad Men”, paseando su porte y convirtiéndose en una mujer de diamante puro, fría como el acero en todo momento. En plan detalle hasta tenemos un actor español entre los mutantes del grupo de los malos,  Álex González, interpretando a Riptide, aunque si no recuerdo mal no tiene una sola línea de diálogo, pero aún así llama la atención en algunos momentos. A pesar de que destaco a dos actores algo por encima del resto una de las mejores cosas es el reparto en general, la media es alta en todos ellos y no hay uno solo de los personajes que rebaje esa idea, están todos perfectamente conjuntados y creo que bastante bien dirigidos.

Otra de las cosas que destacaría es que, a pesar de ser una cinta de superhéroes mutantes con poderes, no se convierte como otros casos en un delirio visual de efectos especiales en plan enorme espectáculo. Tiene momentos espectaculares, pero creo que se centra más en la historia y en los personajes y estos efectos son un aderezo necesario para el desarrollo del argumento y las relaciones entre los personajes. Quiero decir que, teniendo en cuenta lo dicho, se mantiene dentro de una línea de verosimilitud, casi de realidad que resulta bastante convincente.

Lo dicho, creo que es muy recomendable para los aficionados y para los demás creo que podrían verla tranquilamente, van a pasar un rato muy entretenido y con momentos realmente buenos.

La semana anterior fui con muchas ganas, y algo de miedo teniendo en cuenta la línea que estaba tomando, a ver la cuarta entrega de “Piratas del Caribe”, subtitulada “En mareas misteriosas”. Ya digo de entrada que no me gustó demasiado, esperaba algo más y la decepción fue bastante grande. La primera es una de esas películas que llamó mucho la atención, tenía una buena historia, era muy entretenida, muy divertida y con momentos realmente geniales, hablando siempre desde el punto de vista del cine como un mero entretenimiento, creo que cumplía con creces esa idea. La segunda y la tercera tenían sus momentos, aún siendo algo más irregulares. Claro que no contaban ya con la capacidad de sorpresa de la primera, muchas de las cosas ya eran esperables y aún así las disfruté bastante pero en orden descendente, es decir, cada vez me convencían menos. Claro que la presencia de Johnny Deep compensaba muchas cosas, creo que el capitán Jack Sparrow es uno de esos personajes ya clásicos dentro de la historia del cine, siempre y cuando no se lo carguen con alguna película más, porque como no cambien de director y guionistas acabará siendo una caricatura de sí mismo, y eso que el personaje ya es una caricatura completa.

Quiero decir que me aburrí viéndola, que creo que es lo peor que se puede decir de una película que lo que busca es entretener y divertir al espectador. Me pareció lenta, falta de ritmo, con escenas metidas a golpes e incluso sin demasiado sentido, repitiendo casi las mismas gracias de algunas de las anteriores y sin demasiada originalidad. Falta de emoción, con un guión cogido por los pelos y con personajes metidos dentro de la historia no se sabe muy bien con qué intención. Creo que me sonreí en un par de momentos, pero solo leves sonrisas, y creo que no era el único en la sala al que le pasó lo mismo. Si le quitamos a Johnny Deep perdería el poco interés que tiene e incluso con él no tiene demasiado, no se puede vivir ni engañar al espectador dándole más de lo mismo y si se hace debería tener algo más para poder mantenerlo. No sé si habrá alguna más, aunque la recaudación de esta parece que no es tan mala como creo que merece, pero como dije antes si quieren convencer a la gente tendrán que hacer algo más. Nada comparable a la que comento antes, que tiene suficientes elementos nuevos y distintos como para mantener a la gente pendiente y esperar a ver si hay otra más después para ver qué pasa con los personajes.

Incluso actores que son de esos que siempre me gustan, como es el caso de Geoffrey Rush quedan aquí casi como actores del montón, porque no tiene un solo momento que llame la atención. El papel femenino de la historia es interpretado por Penélope Cruz, sonada intervención de esta actriz en una cinta americana de alto presupuesto. Voy a decir que no está mal, aunque tampoco es que sea un papel para lucirse, pero el problema es que aparece como una antigua novia del capitán Sparrow, y la forma de plantear esa relación tampoco me resultó nada creíble, la verdad. El único actor que me llamó la atención fue Ian McShane, que interpreta al pirata Barbanegra, es el único de casi todo el plantel que llena en algunos momentos la pantalla, llegando a eclipsar a todos los demás.

Si la anterior queda entre las destacadas de este año, por el momento, esta no, es más, no la recomiendo casi ni para los incondicionales. Hasta salí algo enfadado, esta moda de agotar hasta la saciedad ciertos personajes hasta que no den un duro en taquilla y queden marcados por esa línea descendente de calidad y entretenimiento está llegando a un extremo difícilmente sostenible. En lugar de buscar nuevos argumentos, personajes o situaciones se están limitando en muchos casos a llevar lo que ha funcionado muy bien al límite, primando el dinero sobre la imaginación. El cine era una fábrica de sueños, será que no sueñan nada nuevo ya, porque entre versiones de otras anteriores y secuelas están llenando las salas. Alguna excepción hay, pero cada vez menos. Lo dicho, yo le recomendaría a los aficionados a esta serie que la vean en casa cuando la pongan en TV o en DVD, mejor gastar el dinero en cosas que merezcan algo más la pena.

jueves, 2 de junio de 2011

"Prométeme que serás libre", de Jorge Molist



Sorpresa muy grata la novela que voy a comentar hoy. Primero porque es de un autor que desconocía y del que no había leído nada antes, aunque no es su primera novela, ya que tiene cinco anteriores a esta que pasarán a la lista de lecturas futuras, teniendo en cuenta que esta que leí me dejó muy buen sabor de boca. En segundo lugar porque es una novela de género histórico, ya dije más de una vez que es uno de mis preferidos, que pienso que aporta algo al género, que tienen una serie de cosas que hacen que se algo distinta a las demás y porque no transcurre exactamente en la época de la Edad Media, como la mayor parte de ellas. Esta se desarrolla a partir de 1484, a principios del Renacimiento, eso sí, en la zona de Barcelona que debe de ser la que más funciona como marco de las historias de los autores españoles de este género. El título “Prométeme que serás libre”, y el autor es Jorge Molist.

Es un autor nacido en Barcelona en 1951. Pasó su infancia en el barrio del Raval, donde descubrió su pasión por la lectura y la escritura en la biblioteca municipal. A los catorce años comenzó a trabara como aprendiz en una imprenta (esto se nota en esta novela) y luego tuvo otros trabajos que simultaneaba con el Bachillerato nocturno. Estudió Ingeniería Industrial en la Universidad Politécnica de Barcelona, al mismo tiempo que compaginaba esos estudios con varios y diversos trabajos. Empezó a trabajar para una importante multinacional, realizando además un Máster en Empresariales centrado en la dirección de empresas. Su trabajo hizo que viviera y desarrollara su actividad profesional en varios lugares de Estados Unidos y España. De vuelta a Europa se establece en Madrid y será ejecutivo de varias compañías. En el año 1996 decide retomar su pasión por la escritura y empieza la redacción de su primera novela, “Los muros de Jericó”, publicada en el año 2000, y reeditada en el 2005 con el título de “El retorno cátaro”. En el 2002 publica la segunda, “Presagio”, basada en hechos reales, alrededor del tema del enfrentamiento entre la espiritualidad mejicana y la cultura americana. La tercera, “El anillo”, apareció en 2004, finalista del Premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio; trata sobre la búsqueda de un tesoro templario y tuvo gran éxito, tanto de público como de crítica, traducida a casi todas las lenguas europeas y alguna asiática. En el año 2007 aparece “La reina oculta”, ganadora del Premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio, a historia de una dama, dos caballeros y tres enigmas que harán que el autor recree varios mitos de la Edad Media. La que es objeto de comentario hoy es, hasta ahora, su última novela, “Prométeme que serás libre”, editada este mismo año 2011.

Nos va a contar la historia de Joan Serra de Llafranc, por lo menos buena parte de ella, sus aventuras y desventuras, sus amores y desamores, acompañado en algunos momentos de su hermano Gabriel. Vive con su familia en el pueblo que acompaña a su nombre, en la costa de Cataluña. Allí su padre, Ramón Serra, es un hombre libre que trabaja como pescador y tiene su propia barca, “La Gaviota”, que será un símbolo de esa libertad que Ramón quiere para él y toda su familia, que ninguno de los suyos tenga que depender de un señor en ningún momento de su vida. La vida es tranquila y buena para todos, pero esa tranquilidad va a ser destruida en muy poco tiempo. Un día, nada más empezar la historia, una galera pirata se acerca al pueblo, van a atacarlo, asesinando y secuestrando, sobre todo a las mujeres. El padre de Joan cae abatido por un disparo de mosquete, un arma casi desconocida para los atacados y que les provoca un profundo temor. Los piratas matan a gran parte de los hombres, que no están preparados para hacerles frente, no tienen armas ni preparación. Joan tiene que ver cómo su madre Eulalia y su hermana María son secuestradas por los piratas y llevadas a su barco, sintiendo una gran impotencia por no poder hacer absolutamente nada. El padre muere en sus brazos, haciéndole prometer a Joan que hará todo lo posible por ser un hombre libre y traer de vuelta con él a su familia, cueste lo que cueste, promesa que Joan hará y será uno de los núcleos centrales de la historia, aunque en muchos momentos nada saldrá como él quiere. De la familia queda él, su hermano pequeño Gabriel y una hermana aún más pequeña, un bebé, que morirá al poco tiempo. Además entre las que se llevan los piratas está su mejor amiga, Elisenda, a la que también querrá buscar cuando salga del pueblo. Al principio intentará movilizar a la gente poderosa de su zona para que los ayuden, pero nadie querrá hacer nada, ni los nobles ni la iglesia, lo que le va a provocar algunos problemas. Tantos que tendrá que marcharse, y aparece en ese momento un comerciante catalán afincado en Barcelona, Bartomeu, que será el que coja a los hermanos y los lleve con él para entregarlos a un monasterio barcelonés, en el que tendrán que quedarse a vivir. Bartomeu será una figura fundamental en la vida de Joan, un mercader, entre otras muchas cosas, de libros, con negocios importantes en todos los puertos del Mediterráneo. Cuando llegan a Barcelona verán que la vida allí es muy distinta y además no son demasiado bien recibidos por los monje, por lo menos por los que mandan, envueltos siempre en conflictos por el poder y el dinero. Tendrán que ponerse a trabajar si quieren que la iglesia los mantenga, pero la vida que llevan allí a Joan no le gusta nada. Gracias a Bartomeu comenzará a trabajar como aprendiz en la librería de la familia Corró, un mundo nuevo se va a abrir ante él, el mundo de los libros, de las copias, de la imprenta, de las letras que desconoce y que van a ser un descubrimiento maravilloso que marcará buena parte de su camino... No quiero contar más, esto es lo que pasa en los primeros capítulos, pero lo mejor es acompañar a Joan en todas las cosas que le van a pasar, que van a ser muchas; conocer a gran cantidad de personajes que van a actuar con él, unos buenos y otros malos, como tiene que ser para mantener el interés del lector, entre ellos la figura de la pequeña Anna, que va a fascinarlo desde un principio.

Son muchas las cosas que van a pasar en su vida y para mí fue muy entretenida la lectura de todas ellas, no perdiendo el interés en ningún momento. Una de las cosas que más me gustó y que, por lo que vi, destacan en este autor, es la forma de escribir, de contarnos todo. Tiene un estilo muy ágil, siempre está pasando algo y casi no hay nada anecdótico ni de sobra, una forma de contar que te engancha desde un principio. Además no sigue, como otras, una misma línea, le van a pasar muchas cosas y no todas esperables ni del mismo tipo. Va a pasar por muchas situaciones y vicisitudes, dándole a la historia unos cambios a veces sorprendentes, pero muy bien desarrollados. Por otro lado la temática de los libros, la pasión por la lectura o la escritura, la imprenta, las copias y todo lo que tiene que ver con el mundo del libro está tratado con un cariño fascinante, haciendo que tomemos contacto con una época, el Renacimiento, que fue fundamental para cambiar la forma de ver la vida y la sociedad de la Edad Media. Los personajes están perfectamente definidos, son muchos y muy variados, y siempre tienen un papel importante dentro de la historia. Además también hay que decir que no es una historia de excesivos personajes como pasa en otras novelas de este género, hay un núcleo central de diez o doce y pocos más intervienen en los acontecimientos. Por otro lado también es destacable que el personaje central, Joan, no es como casi todos los protagonistas de este tipo de novelas. Quiero decir que no es un hombre a imitar, no es un conjunto de características positivas, no siempre es bueno, actuando de un modo, digamos, adecuado. Va a tener momentos en los que haya una lucha entre lo que tiene que hacer y lo que cree que está bien o no, y no siempre va a ganar el bien en esos momentos. Quiero decir con esto que está más cerca de ser un hombre real, con buenos y malos momentos, con luchas internas ante ciertas situaciones, torturado en muchas ocasiones por sus decisiones. No es tan plano en ese sentido como otros protagonistas de este tipo de novelas. Y muchos de los restantes tampoco, la mayor parte de ellos no son ni muy buenos ni muy malos, tienen sus momentos, pero siempre actúan siguiendo una serie de razones, ya sea para bien o para mal.

Una de las cosas que más me gustaron es la variedad de situaciones, de momentos y de personajes que intervienen en la acción y los acontecimientos. No tiene una línea marcada desde el principio y hay una serie de cosas que posiblemente sorprendan al lector, lo que no está nada mal. Quizá esta sea una de las razones para que me gustara tanto y me entretuviera algo más que otras parecidas, porque precisamente tiene una serie de elementos que hacen que sea ligeramente distinta, creo que es su mayor mérito. No voy a contar nada más de lo que dije, porque pienso que lo mejor es tomar contacto con ella, leer e ir poco a poco viendo por donde va el camino de Joan Serra de Llafranc en busca de su familia, de su libertad y de un camino propio en su vida. Me cautivó por cómo habla de los libros, de su redacción, de su fabricación y el cariño con el que el autor trata el tema, se nota que conoce el mundo de la imprenta de primera mano. Pero no fue solo eso lo que me atrapó, sino que fue todo. Quizá una cosa que no me gustó demasiado es que se centrase tanto en el personaje de Joan que eché algo de menos saber algo más del hermano pequeño, Gabriel, que queda un poco diluido en la historia, siendo también un personaje que creo que podría intervenir algo más, pero claro, es una cuestión personal, sus razones tendrá el autor para hacerlo así.

Otro aspecto a destacar es que aún siendo una novela de género histórico los datos, personajes o situaciones reales están perfectamente introducidas en la historia. En ningún momento hay largos párrafos en los que el autor nos cuenta el momento histórico ni grandes explicaciones fuera de la historia que nos está contando. Incluso muchos de los personajes reales del momento están muy bien introducidos dentro del argumento, interviniendo la mayor parte de ellos en algún momento con los que llevan el peso de la trama. El lector puede hacerse una idea casi perfecta de muchos de los acontecimientos de finales de ese sigo XV y principios del XVI solamente con seguir la historia y estar algo pendiente de lo que va pasando, de lo que algunos de esos personajes dicen o hacen. Quizá sea otro mérito del autor, aunque no estamos hablando de una novela en la que prime lo histórico sobre la historia que nos quiere contar, aquí funciona más como un marco para desarrollar una serie de acontecimientos que tienen a los personajes ficticios como núcleo central.

Creo que queda claro que es muy recomendable, sobre todo para los aficionados al género histórico. Para mí fue una verdadera sorpresa y pienso que tenemos en España una serie de autores del género histórico tan buenos o más que muchos otros que vienen del extranjero y venden montones de libros, tanto este de hoy como Chufo Lloréns, Ildefonso Flacones y otros más que tienen méritos suficientes para estar entre los grandes autores de la novela histórica, no solo de aquí, sino también de fuera de nuestras fronteras. Así que tanto si os gusta el género como si tenéis dudas, creo que debéis de leerla, no creo que os vaya a decepcionar.