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viernes, 30 de abril de 2010

"Unha historia que non vou contar", Cid Cabido



Hoy voy a comentar otra novela en gallego, no por nada, pero tengo un amigo que últimamente me deja alguna de vez en cuando de las que le gustan a él o que cree que me pueden gustar y, la verdad, es que siempre acierta, porque todo lo que he leído a través de él me resultó más que agradable de leer.

Por otro lado, ahora que ando con estas cosas de los libros me resulta chocante la poca información que podemos encontrar sobre escritores en lengua gallega o sobre sus obras por internet adelante, la verdad es que en comparación con otras lenguas los resultados encontrados en algunos casos son mínimos y normalmente unos repiten lo que dicen los otros, vamos, que aparece la misma información idéntica en varios sitios.

Comento esto porque sobre el autor de la novela que voy a comentar me costó bastante encontrar algo por la red adelante, y lo que apareció fue muy poco. Por lo que vi, además, es una persona celosa de su intimidad, porque casi ni fotos tengo para poder ilustrar un poco el texto.

El autor es Cid Cabido, y la novela se titula “Unha historia que non vou contar”. Nació en Xunqueira de Ambía, en la provincia de Ourense, en el año 1959. Además de escritor, trabajó como redactor y guionista en algunos programas de la Televisión de Galicia y también en Edicións Erais. Es autor de varias novelas, como la colección de relatos “O intercepto” (1986), la novela “Fourman” (1987) con la que ganó el Premio del Café de Catro a Catro; “Días contados” (1991), también de relatos y ganadora del Premio Cidade de Lugo; “Panificadora” (1994), con la que ganó el Premio Blanco Amor; “Grupo abeliano” (1999), también ganadora del Blanco Amor. Esta que comento hoy fue editada en el año 2009 y es su producción más reciente, con la que acaba de ganar hace unos días el Premio da Academia de Escritores en Lingua Galega en la categoría de narrativa.

El título en sí de la misma ya es algo curioso, ya que eso de una historia que no voy a contar no parece precisamente el mejor modo de animar al lector a coger el libro, porque siempre podemos pensar, para qué, si no nos la va a contar, pero ya veremos, o mejor leeremos.

La historia está contada en primera persona como si el protagonista fuera el propio autor, que a lo mejor lo es, no lo sabemos, porque la parte de cómo investigar unos hechos para poder escribir algo más después está bastante bien reflejada, aunque no parezca que tenga demasiadas ganas de escribir. El protagonista se va a vivir a un apartamento de un amigo en Vigo con la excusa de hacer una investigación y recogida de datos para escribir un libro, pero ya digo que muchas ganas no tiene, porque le cuesta un mundo ponerse a ello, ya que cualquier cosa es buena para no tener que trabajar. Vive como un señor, pasea, sale por las noches y lee mucho en el sofá del apartamento. Bueno, leer leer tampoco mucho, porque usa una expresión de esas que me encantaron y me quedó grabada mientras leía, porque dice que “duerme los libros”, que es algo que hace continuamente. La historia es más un relato de cómo se escribe una novela sobre un hecho real, los pasos que tiene que dar y el proceso de investigación. Parte de un suceso real, el asesinato en Vigo en 1974 de un conocido empresario del sector conservero, casualidad o no, de una empresa que hoy está a punto de, posiblemente, desaparecer. Para mí esto no es más que el punto de partida para escribir sobre el proceso de creación, de investigación y, sobre todo, de lo complicado que es a veces escribir sobre un suceso real del pasado. El asesinato nunca estuvo demasiado claro en muchos aspectos y esto es lo que el protagonista quiere investigar, saber de verdad las razones del suceso, cómo se produjo, quién estuvo implicado... En un principio es él solo el que pretende hacerlo, pero una noche toma contacto con una joven con la que mantendrá una relación y que será la que realmente lo anime, tire de él, tome decisiones y lo haga trabajar un poco, pero poco, conste. Paula será el motor que lo empuje a recopilar datos, hacer entrevistas, conseguirá ponerlo en contacto con algunas personas que tienen algo que contar, será fundamental para el desarrollo de la historia. No solo descubriremos cosas sobre el asesinato, sino también sobre la sociedad viguesa de la época en los últimos años del franquismo, con una serie de sucesos que también tuvieron bastante repercusión. Así la historia, para los vigueses, tiene un atractivo más, ya que los lugares, situaciones y muchos personajes, aunque cambiados de nombre, pueden ser reconocidos fácilmente por el lector. Quizá este medio resumen me quedara un poco caótico, pero creo que me contagié del relato, porque eso es lo que es fundamentalmente, un caos tanto en su vida como en su investigación, sus pensamientos, todo es ligeramente caótico.

Lo que más me gustó es cómo está escrita. Tiene una naturalidad que en ocasiones hasta parece exagerada. Se cuenta todo casi como si alguien nos estuviera contando la historia de viva voz. Los diálogos son rápidos y muy conversaciones, la forma de narrar parece descuidada, pero destaco que lo parece, porque no lo es. Por un lado queremos saber qué pasó de verdad en Vigo en el año 74 con el suceso mencionado, pero ya veremos como es difícil saber la verdad muchas veces. También me parecen geniales los capítulos en los que se transcriben las entrevistas que tiene el protagonista con las personas que pueden ayudarlo a aclarar los hechos, conocer datos nuevos o afirmar o negar los que ya tiene. Estas entrevistas sí que son caóticas, y algunas líneas tuve que leerlas más de una vez para poder seguir la historia. Es en ella donde se ve más esa naturalidad en la forma de escribir de autor, frases sin terminar, divagaciones por otros caminos que no son los que quiere seguir el entrevistador o datos tan subjetivos que no le valen de nada. Supongo que tiene que ser muy complicado hacer un relato coherente tras estas entrevistas, darle una forma a la historia que uno quiere conocer, en realidad creo que acabamos compadeciendo al protagonista pensando en el momento, si es que llega, en que quiera coger todos esos datos y escribir la historia.

La novela está llena de momentos humorísticos, la verdad es que me reí más de una vez. Está llena de referencias cinematográficas que aparecen para sugerir situaciones, estados de ánimo, etc.. Y también muchos momentos en los que la música o los músicos, un tema, una canción, entran dentro de la historia de un modo nada forzado, al revés, le quedan muy bien. Y dejo para el final las referencias filosóficas, tanto sobre autores como sobre ideas, ya que ayudan perfectamente a entender ese casos vivencial en el que está el protagonista de la historia, siempre dudando sobre lo que debe hacer, esperando a que alguien se anime a hacerlo por él o a empujarlo de tal modo que no pueda negarse. Atención, entre otras cosas, al concepto de transferencia, que me pareció algo genial y que no voy a desvelar en qué consiste, porque hay que leerlo. Más que la historia, la verdad, lo que me gustó es cómo está contada, la forma de escribir y de usar todos estos recursos mencionados.

Pues aquí queda la recomendación, también es una novela cortita, 267 páginas y editada por Erais. Animaos a ver si al final cuenta o no la historia que nos promete.

martes, 27 de abril de 2010

"A lei das ánimas", Carlos G. Reigosa



Hoy voy a comentar una novela que salió al mercado hace unos días y que me gustó bastante. Está escrita originalmente en gallego, pero las obras de este autor suelen traducirse al castellano al poco tiempo, así que, aunque yo recomendaría leerla en gallego por muchas razones, siempre podéis esperar a la traducción.

El autor es bastante conocido, Carlos González Reigosa, y la novela se titula “A lei das ánimas. A novela da Santa Compaña”. Y no penséis por el subtítulo que es una novela costumbrista sobre esa conocida leyenda gallega, para nada, la Santa Compaña, como veréis después, será uno de los personajes fundamentales de la historia.

Carlos González Reigosa es un autor que nació en Lagoa de Pastoriza, provincia de Lugo, el 2 de septiembre de 1948. Además de escritor es periodista, licenciado en Ciencias Políticas y en Ciencias de la Información. Desde el año 1997 es director de Publicaciones, Análisis y Estilo de la Agencia EFE de información internacional. Entre 1990 y 1997 fue director de Información de esa misma agencia. Publicó numerosos artículos en medios de comunicación españoles y americanos. Es autor de las novelas “Oxford, amén” (1982), “Crime en Compostela” (1984), “O misterio do barco perdido” (1988), “A guerra do tabaco” (1996), “Narcos” (2001), “Intramundi” (2002) y “A vida do outro” (2009). También es autor de cuatro libros de relatos cortos (“Homes tras da corda”, “As pucharcas da lembranza”, “Irmán Rei Artur” e “Os outros disparos de Billy”), además de varios trabajos de investigación y ensayo. “Crime en Compostela”, traducida al castellano- ganó el Premio Xerais de novela en el año 1984 y lleva más de quince ediciones en gallego. Con “La agonía del león” ganó el Premio Internacional Rodolfo Walsh de Literatura Testimonial en 1996. También es autor de guiones de cine y televisión. Dirigió cursos de verano en la Universidad Complutense, en la Menéndez Pelado o en la Universidad de Santiago de Compostela, normalmente sobre cuestiones literarias y periodísticas. También dirigió cursos de periodismo en Estados Unidos.

Posiblemente su novela más conocida, sobre todo porque supuso un gran éxito de ventas tanto en gallego como en castellano fue “Crime en Compostela”, dos de los personajes de esta novela, el periodista Carlos Conde y el detective Nivaldo Castro aparecen en esta misma que estoy comentando.

La novela comienza casi como una historia de amor, sorprende el lenguaje usado en los primeros capítulos, muy poético y que refleja los sentimientos de los dos personajes. Melba y Xoán vuelven a su casa tras un día en la playa de las Catedrales en un viaje dominado por la niebla, que será uno de los elementos predominantes en la historia. Pero a partir de aquí tanto el lenguaje como la historia toman un giro inesperado para el lector. Se produce un violento crimen que hace que incluso el capitán de la Guardia Civil Agapito Landín venga desde Madrid para la investigación. Los mencionados Nivaldo Castro y Carlos Conde actúan casi como testigos de la investigación, a la que acuden intentando por un lado ayudar y por otro conseguir un buen artículo para el periódico, además de ser buenos amigos del capitán que lleva la investigación. Una investigación llena de misterios, de oscuridad y de fuerzas del más allá que intervienen como unos personajes más de la historia. No quiero descubrir mucho más, porque lo bueno de la historia es sobre todo cómo se va desarrollando poco a poco y cómo el lector va avanzando, sabiendo muchas más cosas que los investigadores, hacia un final muy bien montado.

La novela se subtitula “A novela da Santa Compaña”. Toma una tradición gallega de las más arraigadas en el oscurantismo popular y la convierte en un personaje más del relato, uno de los más importantes y lo curioso es que en ningún momento parece que estemos leyendo una novela fantástica, ya que todo este componente fantástico y misterioso está perfectamente metido dentro de un puzzle que conforma la historia. Podemos decir que es una novela a medio camino entre la investigación y el terror, sin llegar a ser una novela de terror, claro, porque todo va sucediendo de un modo yo diría que creíble, curiosamente. Por un lado tenemos la investigación de la policía, que no creen en los misterios y un curioso cabo de la Guardia Civil de la zona que parece ser el único que es capaz de ver la verdad. Por otro lado tenemos a la Santa Compaña, apareciendo de vez en cuando por las páginas del libro. Cada uno por su lado quiere lo mismo, la cosa es saber cuál de ellos lo va a conseguir.

Me gustó mucho la forma de escribir, con ese cambio radical que comenté entre los primeros capítulos y el resto del libro. También, a veces, la novela parece un catálogo de leyendas y tradiciones gallegas, ya que no queda una sin mencionar, siendo las dos más importantes la ya mencionada Santa Compaña y el Urco, el perro que según la tradición se le aparece a los que van a morir, pero por las páginas van apareciendo todas las leyendas gallegas relacionadas con la muerte, unas más explicadas que otras, pero siempre aparecen como reales o por lo menos como posibles para la mayor parte de los personajes, excepto para los que vienen de fuera, que son más incrédulos.

Me gustó mucho la localización de la historia. Estamos entre Mondoñedo, Ribadeo, Foz, toda la franja norte de la provincia de Lugo, que aparece como el lugar perfecto para la misma. Bosques tupidos, calles estrechas y oscuras, playas paradisiacas, carreteras comarcales que ayudan a acrecentar el misterio, las fiestas de los pueblos, todo está perfectamente reflejado sobre todo para acrecentar lo misterioso de lo que está pasando. La niebla y la lluvia que aparecen constantemente con un personaje más y las gentes del pueblo, que son las que creen en la parte oscura de lo que está pasando. Hay una serie de personajes que contribuyen mucho a hacer creíble la historia.

Y no me gustaría terminar sin comentar que no solo está la historia, podemos encontrar entre las páginas, a veces de un modo más claro que otras, muchas reflexiones bastante serias y profundas sobre la vida, la muerte, las relaciones personales, las formas de vida, las creencias y muchas cosas más. Para mí lo mejor son las conversaciones entre el periodista, Carlos Conde, y el detective, Nivaldo Castro, que esconden y descubren muchos de los sentidos de la vida y de lo que merece la pena en realidad.

Es una historia muy entretenida, condensada nada más que en 224 páginas que se me hicieron cortas, la verdad, porque disfruté bastante de la lectura, así que creo que es una buena novela, que esconde más de lo que parece, solo hay que intentar descubrirlo. Además no hay muchas historias en gallego que tengan ese aire medio de terror, y es una buena puesta de actualidad de algo que, al parecer, mucha gente vio en las noches oscuras y tenebrosas de Galicia, la Santa Compaña. Por cierto, editado por Galaxia.

domingo, 25 de abril de 2010

Samantha Qué?


Hoy vamos a tirar de nuevo por el lado de la televisión. De ve en cuando buscamos simplemente entretenernos y pasar un buen rato, buscar algo que haga que nos riamos un poco o, por lo menos, que una pequeña sonrisa aparezca en nuestra cara, que ya hay muchas cosas que hacen que estemos serios. Las series cómicas eran las más habituales hace años, ahora están algo menos presentes en nuestros televisores, que están más llenos de policías en un montón de tipos distintos, aunque todos hagan más o menos lo mismo, solo se diferencian en la forma de investigar, ya que unas son más movidas y otras más de investigación y menos de acción.

La de hoy es lo que los americanos llaman una “sitcom”, que vendría a ser más o menos una “comedia de situación”, que se desarrolla y desenvuelve situaciones cotidianas y con personajes digamos “normales”, aunque como lo que buscan normalmente es provocar una sonrisa pues no suelen ser demasiado normales.

La serie se llama en su versión original “Samantha Who?”, aquí la tradujeron como “Samantha Qué?”, aunque tanto por la traducción como por lo que nos cuenta lo más correcto sería titularla “Samantha Quién?”, ya veréis el porqué. Yo la vi en uno de los canales de pago, en TNT, y vi el otro día en una revista de televisión que ahora la está emitiendo el canal Cuatro en su programación de tarde. Son dos temporadas, una de 15 capítulos y otra de 20. Hace años las series de este tipo, como ya dije, eran muy habituales y fueron de las que comenzaron el despegue de las series televisivas, la mera comedia para pasar el rato y poco más, aunque esta algo más tiene, claro. Son episodios de 20 minutos de duración, así que son cortitos y pasan rápido, ideales para combinar con otro cosa cuando uno está cansado.

La protagonista es una joven de unos 30 años que tiene un puesto importante en una empresa medio de abogados medio constructora, que no sé muy bien a qué se dedicaban exactamente, pero manejaban mucho dinero, eso sí. Vive con su novio en un apartamento bastante lujoso, con portero todo, tiene un armario de esos donde cabes tú y unos amigos y aún queda sitio, lleno de ropa y, sobre todo, enormes colecciones de zapatos. Lleva una vida a todo trapo, tiene un amante, sale todas las noches a los locales de moda de Chicago y tiene fama de soberbia, autosuficiente, borde y bastante insoportable. Es un auténtico tiburón de los negocios, pisa a quien sea y nadie le importa demasiado. O sea, un auténtico horror de mujer. Pero todo esto cambia cuando tiene un accidente de coche. A consecuencia del mismo para una temporada en coma y cuando despierta no recuerda absolutamente nada. Sufre una amnesia total y no recuerda nada de su vida anterior. Este es el motivo central de la historia, ya que no reconoce a nadie, no recuerda su trabajo, a sus amigos (que son pocos), a sus enemigos (que son muchos más), a su novio, amante, padres, nada de nada. Esta situación provoca los enredos y los momentos cómicos de cada episodio. Y todo esto se ve acrecentado porque cuando va descubriendo cómo era antes no es capaz de reconocieres, así que decide que tiene que cambiar y ser una buena persona. Así intentará deshacer todas las ofensas y malas actuaciones de su vida anterior y todas las mentiras que ella misma montaba para mantener el ritmo y el tipo de vida que llevaba antes. Este intento provocará una serie de situaciones realmente cómicas y divertidas, todos lo podemos imaginar, y también la idea central de la serie, que sería algo así como qué haríamos nosotros con nuestra vida si tuviéramos la oportunidad de volver a empezar otra vez mientras alguien nos va diciendo todo lo que hicimos mal en el pasado. Así que empieza por darle una oportunidad a esa amiga de la adolescencia que siempre quiso estar a su lado pero que ella siempre rechazó y además a la que ofendió. Es la culpabilidad la que la hará intentar arreglar todos los errores del pasado, a medida que va recordando a personas a las que les hizo la vida imposible, engañó, vaciló... También intentará arreglar la situación con sus padres, ya que al no recordar que no se hablaban su madre, sobre todo, intentará recuperar a su hija. Tampoco recuerda ni a su novio o a su amante, con lo que el componente romántico también está presente en casi todos los episodios. Buena también su amiga y compañera de trabajo, una trepa que no entiende que Samantha quiera cambiar de vida y ser distinta a lo que era antes, no entiende que quiera ser una buena persona y dejar de ser la que pisaba a todo el mundo. Muy buena la relación que se establece entre la protagonista y el portero del edificio, que es el único al principio que le dice las cosas como son y se encarga de ayudarla a recordar cosas que hizo en su vida anterior, siempre con bastante mala leche, claro, ya que él es uno de los principales ofendidos.

La protagonista es Christina Applegate, una actriz no demasiado conocida salvo por algunas series de televisión anteriores a esta, pero es una actriz de comedia más que decente, sobre todo porque en este caso todo el peso recae sobre ella, lo que no quiere decir que los demás estén mal, todo lo contrario, todos cumplen perfectamente los papeles que desempeñan y son una compañía perfecta. Los aficionados a la TV podrán recordarla como la hija de una de las mejores comedias de hace años y que considero que influyó muchísimo en dos series de animación de lo mejor que se hizo (hablo de “Los Simpson” y “Padre de familia”), la serie era “Matrimonio con hijos”, en la que teníamos a un matrimonio con un hijo y una hija algo “distintos” y especiales, con un buen humor negro y rompedor para la época y además nada correcto. La hija era un pendón, el hijo hacía lo que le daba la gana, el padre era un pobre hombre que vivía bajo los tres restantes elementos de la familia, y su mujer era para darle de comer aparte. Pues esta fue la primera serie que hizo Christina Applegate, luego alguna más y algo de cine con menos fama hasta llegar a ser protagonista de esta que estoy comentando y que le valió dos nominaciones en los Globos de Oro como mejor actriz en una serie de comedia.

Ya digo, no es nada del otro mundo, no tiene la calidad de otras que tengo comentado, pero para pasar un rato muy divertido y echarse unas risas es ideal y mucho mejor que otras que tienen pasado por aquí. Además la idea central, que todo el mundo pude cambiar y llegar a ser mejor persona, es algo a tener en cuenta, y todos los esfuerzos, disgustos, aventuras, situaciones incómodas y embarazosas que tiene que pasar para conseguirlo estoy seguro de que os harán sonreír más de una vez.

jueves, 22 de abril de 2010

La televisión


Antes de leer, os pido que veáis entero el vídeo que lo acompaña, porque es lo que provoca el texto que viene a continuación y porque pienso que es digno de escuchar entero.
Hoy tengo el día entre reivindicativo y protestón, así que aunque la temática más o menos será de siempre la cosa va a ser algo más general de lo habitual. Quiero decir que no voy a escribir hoy sobre ninguna novela, serie o película en concreto, sino que voy a tocar el tema de nuestras televisores y sus programas.

Al principio de este camino con el blog una de las primeras series que comenté, recomendándola encarecidamente, fue “Boston Legal”, aunque no voy a volver a hablar de ella, aunque podría porque da mucho de sí (cada capítulo daría para un buen montón de reflexiones). Ahora estamos viendo la cuarta temporada, sufriendo, porque ya estamos casi terminando y sabemos que solo nos queda una, pero la guardaré entera para volver a verla seguramente dentro de unos años. Bien, pues uno de los últimos capítulos que vi me hizo pensar en que bien podría aprovechar para hablar un poco del tema de cómo está nuestra televisión y la programación que nos ofrece.

Ahora veo pocos programas, las series, que es lo que vemos normalmente, las grabo para verlas con calma, sin anuncios y esas cosas, y eso que en las cadenas de pago no pasa lo mismo que en las otras, anuncios hay, pero muchos menos. Así que fuera de algún telediario no soy de los que están pegados al aparato todo el día, un par de capítulos de algo por la noche, alguna película y poco más. No por nada, sino porque la programación diaria me parece muy mala, por no decir algo peor. Los que confiaban en que con el paso a la TDT la cosa iba a mejorar algo deben de estar muy decepcionados, porque tenemos más o menos lo mismo que antes, pero multiplicado por más canales, es lo que hay.

El vídeo está extraído del episodio 15 de la cuarta temporada de “Boston Legal”, titulado “El país de los tabloides”. Ya dije que las críticas que hacen en todos los capítulos no se dejan nada por el camino, cada cosa que podamos imaginar aparece en algún momento. Normalmente son dos casos por capítulo y en este le toca a las cadenas de televisión, que en Estados Unidos, en lo que se refiere a telerrealidad están, por suerte para nosotros, varios pasos por encima de las nuestras, en el mal sentido, aclaro. También es cierto, y puede verse, que estos americanos ponen demandas por todo y para todo, pero en este caso la historia es tremenda. La cosa es que un padre demanda a una cadena televisiva por considerarla responsable del asesinato de su hija. Ella acudió a un programa de esos en los que parece que te llaman para hablar de un tema, opinar o contar una historia y de repente la cosa se transforma en algo completamente distinto, es una encerrona. En este caso cuando ella menos lo esperaba, aparece su antiguo novio en el plató para pedirle que vuelva con ella y además que se casen. El novio era un maltratador, una persona violenta y peligrosa, pero eso a la cadena no le importó, no pensaron que pudiese pasar nada, solo aumentar el nivel de audiencia. Ella le dijo que no y a los pocos días el va a su casa y la asesina. Además del programa la cadena, tras el asesinato, aprovecha para aumentar la audiencia emitiendo varias veces el momento del programa en cuestión en el que se producen los hechos, alucinante, la verdad, pero no tan lejos de la realidad.

Nosotros tenemos a lo largo del día varios programas de ese estilo en los que uno va pensando que va a hablar de cosas relacionadas con su trabajo o con cosas cotidianas y de repente aparece la hermana (o el hermano) con el que no se habla desde hace años, la pareja a la que dejó porque no la aguantaba más, la amante del marido (o viceversa) y un montón de historias siniestras y truculentas que solo buscan aumentar la audiencia a base de airear cosas más que privadas de la gente. Claro que uno puede adoptar la postura de coger y marcharse, pero supongo que cuando de repente uno se encuentra en esa situación completamente inesperada no es fácil reaccionar. A esto podemos sumar los programas del corazón, los de gente metida en una casa, en una granja o donde sea, los debates políticos (que ahora, de repente, aparecen en medio de programas del corazón) y varios ejemplos más que sería difícil y largo enumerar.

Como profesor, educador y padre este es un tema que pienso que debería de preocuparnos bastante, sobre todo porque ellos ven mucho ese tipo de programas y piensan que todos esos comportamientos que podemos ver son “normales”. Es complicado hacer un debate en clase sin que unos se pisen a los otros cuando están hablando, que respeten las ideas contrarias a las suyas que otras personas pueden dar y que reflexionen sobre lo que están escuchando. Cómo vamos a decirles que eso no está bien si en cualquier debate que ven en televisión esos comportamientos son los que se producen y se animan. Hablan todos a la vez, alzan la voz hasta llegar a gritar para hacerse oír, se insultan, se pisan y no hablemos del poco respeto que demuestran a las opiniones contrarias a las suyas, se ridiculizan, se mofan unos de otros, es algo vergonzoso y contrario a la formación, educación y ejemplo. Ellos mismos deberían de pensar en qué imagen están dando, en qué están enseñando, porque muchos de los que los vean pensarán que eso es lo que hay que hacer, es muy difícil luchar contra eso.

No sé si es la audiencia la que reclama ese tipo de programas o fueron ese tipo de programas los que conquistaron a la audiencia, pero creo que todos, espectadores y programadores, deberían de hacer ya un proceso de reflexión serio para cambiar esa tónica, alguien debería de dar el primer paso.

Es posible que el caso usado en el vídeo de la serie mencionada pueda parecer exagerado, pero no creo que esté tan lejos de la realidad o que en cualquier momento podamos encontrarnos con un caso así, esperemos que no.

Esto fue lo de hoy, creo que esta medio reflexión-protesta es algo necesario para todos, esto tiene que cambiar de rumbo de una vez, cosa que no veo porque cada vez va a más, pero habrá que poner el límite alguna vez en algún sitio, que nadie piense que todo vale.

miércoles, 21 de abril de 2010

"Venganza en Sevilla", Matilde Asensi


Hoy voy a ahorraros la reseña bibliográfica de la autora de las dos novelas que voy a comentar, porque ya la hice hace unos días, cuando apareció por aquí como la autora de “Todo bajo el cielo”, hablo de Matilde Asensi.

Terminé hace poco su última novela, “Venganza en Sevilla”, que es una continuación de “Tierra firme”, por lo que hablaré de las dos un poco. En realidad hablamos de una trilogía, un concepto peligroso, tanto en la literatura como en el cine o la televisión, aunque en estos dos últimos medios la explotación de algunos personajes está agotada, aunque los directores y guionistas parecen no saberlo y siguen con segundas, terceras, cuartas… partes hasta matar aquello que tenía una cierta originalidad y gracia. En la literatura este agotamiento también es posible, pero para mí es menor, no tan habitual. De todos modos en este caso, aunque ya digo desde un principio que me gustaron las dos novelas, creo que, en mi modesta opinión, la autora se equivocó. Y pienso esto porque me parecería mejor leer la historia de un tirón, en una sola novela. Por un lado porque tanto cuando leí la anterior y esta que estoy comentando me quedó un mal sabor de boca al quedar la historia colgada, no me gusta nada esperar para saber el desenlace de algo, sinceramente. Pero además creo que la historia, repartida en tres, queda un poco coja. No es una historia tan compleja y densa como para tener que separarla en tres, así creo que queda como aquellas novelas por entregas de hace tantos años, casi como folletos, y creo que pierde en esta distribución. Cuando uno está más metido en la acción, esperando a ver qué pasa a continuación, de repente, terminó, fin, y quedamos sin saber qué va a pasar al final. Cuando esta leyendo esta y me quedaban pocas páginas pensaba “a ver qué hace ahora la autora, porque quedan cosas por pasar pero no quedan páginas, espero que no haga como otros, que de repente, aceleran la cosa y terminan de mala manera”, pero no, terminé el libro pero la historia no termina. Hay sagas en las que cada libro cuenta una historia con los mismo personajes, eso no está mal siempre que el autor sea inteligente, pero hace tiempo que no leía una novela que queda así, colgada, sin saber qué más va a pasar después. Por eso no me gustó nada esta separación, creo que sería mucho mejor para el lector tener la oportunidad de leer enteras las aventuras y andanzas de Catalina Solís, pero yo no soy ni el editor ni la autora.

“Tierra firme”, publicada en el año 2007 es la primera aventura de la trilogía que la autora denomina “La vida extraordinaria de Martín Ojo de Plata”. La historia comienza a finales del siglo XVI. En ella conocemos a Catalina Solís, huérfana de padre y madre, que viaja con su hermano desde España hasta América para casarse con un hombre al que no conoce. En el viaje son abordados por piratas, que acaban con la vida de toda la tripulación y también con su hermano. Ella será la única superviviente, lanzada al mar vestida de hombre, después de que su ama la convenza. Agotada llega a una isla desierta, en la que vivirá durante casi dos años, pasando todo tipo de penurias y adversidades a las que va sobreponiéndose poco a poco, llegando incluso a encontrar un gran tesoro pirata en una cueva oculta. Pasado ese tiempo un barco llega a la isla. Los tripulantes la descubren y el contramaestre del barco decide adoptarla, pero bajo la identidad de un hombre. Catalina le cuenta su historia a Esteban Nevares y este, que conoce a su futuro marido, la convence para que se haga pasar por un hombre, por un lado para evitar esa boda y por otro para poder viajar con ellos protegiendo su verdadera identidad. Así nace Martín Nevares, el personaje que dominará esta historia. Su padre adoptivo la presenta ante todos como un hijo mestizo que encontró en su viaje, incluso a su mujer, que regenta una casa de citas. Así Catalina / Martín entra en un mundo de comerciantes, contrabandistas, engaños y muchas aventuras. Y en el medio de todo esto tenemos a la familia de los Curvos, unos importantes comerciantes (más bien contrabandistas) que serán los antagonistas fundamentales de nuestros protagonistas y básicos en la continuación de la historia.

“Venganza en Sevilla” transcurre a comienzos del siglo XVII. Catalina, tras los sucesos del relato anterior, vive como mujer viuda hasta que recibe noticias de sus padres adoptivos. Su madre está gravemente herida tras un ataque de corsarios holandeses a la ciudad en la que vive, y su padre fue apresado e viaja como galeote en un barco hacia Sevilla. Así que decide ser de nuevo Martín para viajar a ver cómo está su madre y luego se embarca en una aventura hacia España para intentar rescatar a su padre. Cuando llega a Sevilla descubre que su padre está en la cárcel, medio muerto, y que los culpables son la odiada familia Curvo. El padre muere y le pide a Martín que vengue esa afrenta asesinando a toda la familia Curvo, a los cinco hermanos. Jugando con su doble identidad y la ayuda de sus amigos, urdirá un trabajado plan para llevar a cabo el juramento realizado a su padre.

Hablamos de novelas de aventuras en el sentido más clásico del género, quizá por eso me gustan tanto, me parecen muy entretenidas, amenas, divertidas y cinematográficas. Puede que sea un resto de mi afición a las películas de capa y espada, aquellas que ponían a montones en la tele cuando era más joven, a veces me parece que va a aparecer Burt Lancaster y su colega mudo saltando de patio en patio por las calles de Sevilla. Históricamente están bien documentadas, aunque no creo que sea la idea fundamental de la autora, pero podemos hacernos una idea bastante buena de cómo era la vida en aquel momento histórico. Por un lado tenemos la vida en la “Tierra firme”, que es como se conocían las nuevas tierras descubiertas por Colón, un mundo donde el más listo es el que mejor sobrevive. Refleja perfectamente cómo era el comercio entre las colonias y España, tanto el legal como el ilegal, y cómo era la vida allá, con la esclavitud, la dureza… En esta segunda lo que más patente queda es cómo un reino como el de España de aquella época, que recibía riquezas a montones de las nuevas tierras vivía dividido en dos mundos completamente distintos y en la más tremenda pobreza y despilfarro. Tenemos por un lado al pueblo, sobreviviendo como podía y por otro lado a una nobleza y, sobre todo, a unos comerciantes en los que todo era gasto y ostentación, apariencia y llamar la atención con grandes casas, riquezas, tapices… mientras el pueblo casi moría de hambre.

También me parece destacable la forma de narrar, que en muchas cosas y conscientemente recuerda a las grandes obras del Siglo de Oro español, pero “sin pasarse”, de vez en cuando aparecen algunas expresiones y construcciones con ese estilo que le dan ese aire de novela antigua, que no le queda nada mal, porque tampoco parecería demasiado normal que estuviera narrado de modo demasiado “moderno”. Me gusta la fluidez con la que escribe, algo muy sencillo y que puede afrontar cualquier tipo de lector, lo que me parece un mérito. Ya comenté en algún post anterior que la primera de las novelas la puse como lectura para un grupo de alumnos de 4º de ESO el curso pasado, y les gustó más que otras cosas que habían leído, así que algo debe de tener. Ahora les pondré esta segunda, a ver qué tal.

Dejo claro que pienso que son dos novelas de aventuras más que entretenidas, no le pidáis mucho más. No puedo decir cuál de las dos me gustó más, porque pienso que la primera tiene la novedad del personaje que es hombre o mujer según le convenga y en la segunda, aunque es un recurso algo más utilizado, ya no es novedoso. Pero la segunda tiene toda esa historia de cómo va tejiendo la red para llevar a cabo sus intenciones, que resulta muy entretenido para el lector. También pienso que la historia y los personajes podrían dar mucho más de sí, que darían pie para una historia algo más compleja, pienso que peca un poco de simplista y quizá las cosas pasan a veces con demasiada rapidez, algo más de complejidad y desarrollo no le vendría mal porque pienso que daría lugar a unas novelas bastante mejores. De todos modos cumplen perfectamente con su intención, entretener y hacer pasar un buen rato al lector.

Si leísteis la primera no dejéis pasar esta (ya tengo ganas de leer la tercera parte para ver cómo termina la historia) y si no lo hicisteis creo que si queréis pasar un buen rato deberíais de hacerlo.

lunes, 19 de abril de 2010

"Un tipo listo", Xosé Monteagudo



Hoy voy a comentar una novela editada recientemente en gallego, de momento no tiene traducción al castellano ni sé si la va a tener, pero creo que deberían de planteárselo, porque merece la pena. Las líneas que vienen a continuación las traduciré para facilitar la comprensión, pero para los gallegos que lean este blog es más que recomendable.

“Desde hacía años siempre me había parecido que las personas que fallecían en agosto eran muertos a destiempo, doblemente solos y contingentes en su último instante. La mayoría de sus conocidos y amigos, incluso los parientes menos cercanos, se encuentran en ese momento de vacaciones, despreocupados del trabajo y las pesadumbres y la mala noticia de la defunción explota en su rutina como una interrupción molesta que los obliga a cumplir unos pocos rituales de otra realidad que enseguida se olvida, como si nunca existiese”

Cuando uno lee un libro, a veces, encuentra frases que le quedan en la cabeza y que le hacen pensar en cosas en que a lo mejor nunca se le pasaron por la cabeza, o por lo menos no de ese modo. Hay autores que son auténticos especialistas en hacer pensar y reflexionar al lector sobre la realidad cotidiana, sobre cosas de todos los días y que consiguen que uno las vea como algo no tan cotidiano. Conseguir eso no es algo fácil, al revés, y cuando uno encuentra más de una frase de ese estilo considera que está leyendo algo que merece la pena, no solo por esto, claro, además tiene que tener una historia que te atrape y te atraiga, que interese o, por lo menos, entretenga.

Esto es lo que me pasó con una novela que me dejó un amigo hace unos días y que me duró poco tiempo, porque es cortita, demasiado corta para lo que me estaba gustando, la verdad.

Se titula “Un tipo listo”, como ya he dicho, escrita originalmente en gallego, por Xosé Monteagudo y publicada a finales del año pasado por la Editorial Galaxia, ganadora además del Premio García Barros del año 2009, convocado por el ayuntamiento de A Estrada.

Xosé Monteagudo es un autor nacido el 1 de enero de 1965 en una aldea de la provincia de Pontevedra, Santa Xusta de Moraña. En ella pasó su infancia, dedicando la mayor parte del tiempo a leer y escribir, como él mismo dice, relatando en secreto los pequeños hechos que pasaban a su alrededor. A los 12 años se fue interno al colegio San Narciso, en Marín, donde estudió el bachillerato. En 1983 se fue a estudiar Derecho a Santiago de Compostela, licenciándose en 1988. Preparó unas oposiciones al cuerpo de Gestión de Hacienda, aprobándolas en 1990. Durante esos años vivió un tiempo en Madrid. Su primer destino fue la Delegación de Hacienda de Pontevedra, en 1991, trabajo que sigue desarrollando. Está casado y tiene una hija. Siempre fue un gran lector, de autores tanto clásicos como modernos, él mismo destaca a autores como Poe, Dickens, Faulkner, casi todos los hispanoamericanos, Antonio Tabucchi o Paul Auster entre otros muchos. Por el momento es autor de tres novelas, “As voces da noticia” (Premio Blanco Amor en 2002), “Esta historia” (2006) y esta que comento, “Un tipo listo”. En ellas siempre trata de atrapar al lector desde el principio y siguen un esquema similar, normalmente algún tipo de investigación sobre un hecho o un personaje que suele tener una vida oculta e insospechada, que sus allegados no conocen.

En esta novela nos cuenta la historia de Manolo Cortizo, viudo, padre de dos hijos, Ricardo y Darío; que es el que realmente cuenta todo lo que va sucediendo; y director de una sucursal bancaria en la ciudad de Vigo. Tras su muerte se descubre un desfalco de mucho dinero en el banco en el que trabajaba Manolo y sus hijos se ven implicados en el mismo como principales sospechosos. Darío empieza a ver cosas en la vida de su padre, la primera el desfalco de millones que parece que hizo, y que le llevan a descubrir a un completo desconocido. Las relaciones entre los hermanos nunca fueron buenas, y tampoco la que tenían con su padre, eso es algo que sabemos casi desde el principio. Pero a medida que vamos leyendo, descubrimos, junto con Darío, que la persona que él pensaba que conocía no tiene nada que ver con la realidad, sumiéndose en un profundo pozo de descubrimientos que lo sorprenden cada vez más. Al mismo tiempo vamos viendo también cómo era y cómo es la relación que tiene con su mujer y sus hijas gemelas y con un hermano con el que siempre habló lo mínimo exigible. La trama se va desarrollando como si el lector fuera acompañando a Darío, descubriendo lo mismo que él, sorprendiéndose tanto como él en una trama perfectamente urdida para atrapar al lector.

En la novela va a tocar temas tan distantes como la Guerra Civil, la prostitución, las relaciones personales, el matrimonio, las infidelidades, las injusticias, la muerte, la satisfacción personal, el trabajo..., todo esto provocado por el dinero, la ambición de tenerlo, por la ambición de una sociedad donde el éxito suele ser el resultado de oscuros negocios.

La trama está perfectamente resuelta, incluso las partes en las que el autor explica las complicadas maniobras practicadas por Manuel Cortizo para quedarse con grandes cantidades de dinero están bien resueltas, aunque en un principio pueda parecer complicado entenderlo las explicaciones dadas por el autor a través de los abogados y los protagonistas hacen que veamos lo “sencillo” que es quedarse con un dinero que no es suyo y jugar con él a muchos niveles.

Una de las conclusiones que se plasman en el libro es que el que roba un millón es un ladrón, pero el que roba miles de millones es “Un tipo listo”.

Os recomiendo esta lectura para pasar un buen rato, para entretenerse con mucha facilidad y para seguir una historia llena de sorpresas, de giros y situaciones que os van a atrapar, seguro.

domingo, 18 de abril de 2010

"El club Dante", Matthew Pearl



Como ya dije en alguna ocasión, leo sobre todo para entretenerme, lo que no quiere decir que lea todo lo que se me pone por delante, pero casi. Normalmente soy de los que si empieza un libro tiene que terminarlo, no dejo ninguno por el camino, aunque también es cierto que cada vez soy más selectivo y escojo lo que voy a leer, lo que no quiere decir que alguna vez me equivoque. Soy aficionado también a las novelas de misterio, investigaciones, asesinatos, policías o investigadores privados y esas cosas, no demasiado a la novela negra en su sentido más estricto, pero sí a aquellas que andan cerca. Cierto es que en este género de los investigadores hay cosas más que decentes, otras que se quedan a medias y muchas más con las que no merece la pena perder el tiempo. No es el caso de la que voy a mencionar hoy, porque creo que, sobre todo en un sentido estilístico, está algo por encima de la media.

La novela se titula “El club Dante” y el autor Matthew Pearl. Nació en el año 1975 en Nueva York, ciudad en la que reside actualmente. Vivió sus primeros años en Florida. En 1997 se graduó cum laude en la Universidad de Harvard. Estos estudios y esta graduación con tan alta nota se notan perfectamente en su forma de escribir y en los elementos que usa para desarrollar sus intrigas, que, como veremos, siempre están relacionadas con obras o autores más que conocidos de la literatura mundial. En el año 1998 recibió un importante y prestigioso premio, el premio Dante de la Sociedad Dante de América. Escribió el primer borrador de esta novela mientras cursaba estudios de Derecho en Yale, donde se licenció en el año 2000. Vemos que pasó por dos de las universidades más prestigiosas no solo de los Estados Unidos, sino del mundo, por lo que algo debe de tener. Posteriormente impartió clases de Literatura y Escritura Creativas en Harvard y se encargó de una edición del “Infierno”, traducido por el poeta inglés Henry Wadsworth Longfellow. Esta es su primera novela, publicada en el año 2003 en más de veinte países con bastante éxito en su momento de público y crítica y en su momento fue considerado como uno de los autores más prometedores. De momento, además de esta, publicó dos novelas más, que mencionaré al final.

La novela transcurre en el año 1865. En esos años la sociedad americana vive en un cierto caos provocado por el asesinato del presiente Abraham Lincoln e la Guerra Civil. La delincuencia, la corrupción y los disturbios raciales son muy habituales. En esta situación histórica las calles de la ciudad de Boston se convierten en el Infierno. Encuentran a un conocido juez con el cuerpo lleno de moscas y larvas de una especie extraña. Posteriormente la aparición de un sacerdote católico enterrado boca abajo y con los pies envueltos en llamas provoca una fuerte conmoción. También desconciertan estos hechos al policía Nicholas Ray, un hombre de color que sufre el rechazo de una sociedad racista mientras se enfrenta a un caso difícil y turbador. Los miembros del Club Dante, formado por un pequeño grupo de intelectuales, escritores y maestros de Harvard, liderados por el poeta Longfellow, ven en esos crímenes la escenificación de las torturas que aparecen en el “Infierno” de Dante. En ese momento se están enfrentando a la primera traducción de la “Divina Comedia”, así que los miembros del club recurrirán a sus conocimientos para comparar la belleza de los versos del poeta Dante Alighieri con la cruel y sangrienta interpretación que de ellos hace un asesino despiadado que va siempre un paso por delante de ellos. El asesino encuentra en esos versos los castigos adecuados para que la víctimas paguen por sus pecados, y está dispuesto a todo.

Por lo que vi por internet adelante, esta novela provoca sentimientos encontrados y opuestos. A mucha gente no le gustó nada, dicen que es pesada y muchos no llegaron a leerla entera, lo que a mí me parece una opinión algo gratuita, para poder opinar con base supongo que habría que leerla entera. Digo esto porque las primeras páginas a mí también me parecieron algo pesadas, espesas y me costó entrar en la historia, pero luego disfruté mucho de ella, me gustó mucho. Las otras opiniones que encontré van en esta misma dirección, muchos de los que la leyeron dicen que es estupenda. En su momento se publicitó como una alternativa “inteligente” a las novelas de Dan Brown, pero creo que solo están relacionadas en el sentido de que hay asesinatos, misterios y una cierta línea argumental. No tienen nada que ver en el estilo con el que están escritas. Esta es una novela contada con un estilo más trabajado, no tan facilón como las de Brown y quizá sea eso lo que echó para atrás a alguno de sus lectores. También es cierto que la obra que se usa como línea argumental para la historia es complicada y a muchos le resultará desconocida, pero el autor se explica perfectamente y no es necesario leer o conocer la “Divina Comedia” para seguir la historia. Y con conocer me refiero exclusivamente a haberla leído, claro. Reconozco que no es una novela sencilla de leer, que a ratos es algo farragosa y densa, igual demasiado “literaria”, pero se nota muy bien de dónde viene el autor y los estudios que realizó, que se plasman perfectamente tanto en la forma de escribir como en el desarrollo de la historia. Ya digo, se la leéis intentad pasar de las primeras cincuenta páginas y luego seguro que disfrutaréis mucho de la lectura, porque para mí merece la pena.

Tiene su propia página web, bastante interesante para echarle una ojeada antes de animarse a leerla: http://www.seix-barral.es/club-dante/default.asp y el autor también, como casi todos hoy, solo que está en inglés, pero se puede ver: http://www.matthewpearl.com/

Las dos novelas que publicó después de esta también están directamente relacionadas con autores clásico, aunque todavía no las he leído, pero serán lecturas que haga en breve, así que dentro de un tiempo seguro que aparecerán por aquí, porque la verdad es que es un autor que tenía un poco apartado, pero al revisar esta primera vi que también tenía estas dos, y como me gustó bastante intentaré hacerme con ellas a ver qué tal. En el año 2007 publica “La sombra de Poe” y en el 2009 “El último Dickens”, que por lo que veo en los resúmenes tienen más o menos el mismo esquema.

viernes, 16 de abril de 2010

Glee


La verdad es que últimamente fueron varios libros seguidos, así que hoy toca serie de televisión. Voy a hablar de una producción reciente, ya que aún está por la primera temporada y, por lo menos, tiene prevista una segunda. Además en su primer año obtuvo varios premios importantes, el más conocido el Globo de Oro, ganando el de mejor serie de comedia y musical y tres de sus actores, el profesor, la encargada del grupo de animadoras y una de las que cantan también obtuvieron premios en la categoría de musical y comedia. Sí, hablamos de una serie musical, algo no demasiado habitual en el panorama televisivo, no recuerdo series musicales en los últimos años tras el gran éxito de una de las mejores del género, “Fama”, pero de eso hace muchos años. El musical es un género que tiene muchos seguidores, por lo menos a mí, de vez en cuando y si está bien hecho, me gusta bastante. Fue uno de los mayores impulsores del cine americano allá por los años 30 y 40 y en los años 80 tuvo de nuevo un cierto éxito en el cine, con cintas como “Fiebre del sábado noche” o “Grease”, pero creo que es un género como el Guadiana, de repente desaparece y vuelve a aparecer con fuerza pasados unos años. Ahora quizá sea un género más teatral, ya que la cantidad de musicales que se pueden ver en escena en las grandes ciudades es bastante amplia y cubre varios géneros. De todos modos, con pocas excepciones, en televisión no es algo habitual, así que hoy toca serie musical.

Se llama “Glee”, que traducido sería algo así como “júbilo o alegría”, y de eso tiene a montones. No es fácil clasificarla, la verdad. La acción transcurre en un instituto americano donde todo parece normal. Ya sabéis por otras cintas que en estos centros de enseñanza tienen grupos para todo y hacen concursos de todo, de silabeo, de debates, de ajedrez, deportes a montones, de bandas de música, de animadoras…, que no sé de dónde sacan el tiempo estos chavales para estudiar, porque no les debe de quedar mucho; en este incluso tienen un club de castidad (no es broma, que por otras referencias sé que existen). Bien, pues en este, además de todo esto, tuvieron hace unos años el “Glee Club”, un grupo de alumnos y alumnas que se dedican a cantar, bailar, hacer coreografías y, claro está, participar en concursos (porque además en estos centros buena parte de los presupuestos dependen directamente de la cantidad de concursos que ganen, que ya les vale). Hay un profesor de estos con ganas de hacer cosas que además de dar clase, como todos allá, tiene una serie de obligaciones, unas más agradables que otras, que en su juventud participó en ese club y tuvo una cierta fama, ahora echa de menos la música y se siente un poco bastante frustrado. Así decide intentar formar de nuevo el Club Glee para participar en el concurso de centros, pero a nadie le interesa la música, allí lo principal es el fútbol americano y las animadoras, que son los que se llevan el dinero. Así que recoge al alumnado que nadie quiere, que no tienen amigos o que son un poco especiales por su forma de ser, por su físico, sus actitudes… Algunos dicen que es una serie de frikis, de gente rara, más bien es una serie en la que los protagonistas son inadaptados, a veces por decisión propia y otras por no ser aceptados por los demás, o ser aceptador, pero no están contentos con eso. También dicen que es como la cara B (esto es de cuando no había CD y los discos tenían dos caras y la B era a veces la secundaria) de “High School Musical”, esa saga de Disney de chicos y chicas guapitos que también se ponen a cantar y que tuvo mucho éxito entre los y las preadolescentes. En este sentido puede ser, es algo parecido pero no son los buenos, ni los guapos, ni los ricos…, pero la idea central es que cualquiera puede y debe perseguir sus sueños y llegar a conseguirlos, hasta los más raritos.

Digamos que no solo los alumnos son raros, también tenemos una serie de personajes entre el profesorado que es para darles de comer aparte. Evidentemente no estamos ante una serie realista, para nada, más bien en muchas ocasiones llega a rozar lo esperpéntico o ridículo. Tenemos a la encargada de las animadoras, hasta arriba de esteroides, siempre de chándal, siempre haciendo ejercicio y con unas actitudes y poses muy masculinas. Un entrenador de fútbol americano que es un indio nativo y que también tiene lo suyo. La orientadora es una chica joven que está obsesionada con la limpieza, tanto que, por ejemplo, limpia cada uva antes de comerla (ya os podéis hacer una idea). El director, un indio de la India, más preocupado por el presupuesto que por el centro. Todos estos y más conforman un plantel de gente con comportamientos completamente exagerados, pero no tan lejanos de muchas realidades existentes.

Entre el alumnado que recoge para el club tenemos al jugador de fútbol, atractivo, al que todos quieren parecerse, pero tremendamente inseguro. El alumno gay al que todos martirizan día tras día. A la alumna con un talento inmenso para cantar y bailar pero que no tiene ninguno para las relaciones sociales. Una asiática que tartamudea cuando habla, pero no cuando canta. La alumna de color, anchota, simpática y con una tremenda voz. Un alumno en silla de ruedas…, y no nos perdamos a las animadoras, que están todo el día con esa ropa, camiseta y faldita corta, salen así de casa y se pasan todo el día en el instituto con ese atuendo.

Viendo esto puede parecer algo extraño, raro, y la verdad es que lo es, no lo voy a negar. Advierto que es una de esas series que o te gustan mucho o no eres capaz de ver en absoluto, porque te parecen horrorosas. A mí me entretiene bastante, me parece simpática y a veces tiene momentos divertidos, con un cierto aire crítico bastante notable. Si no os gustan los musicales ni os planteéis verla, pero si os gustan aunque sea un poco yo le daría una oportunidad, sobre todo porque los números musicales son verdaderamente buenos, las voces de los alumnos son excelentes y siempre están haciendo versiones de temas más que conocidos. Yo le daría una oportunidad. En las cadenas de pago puede verse en Fox, y en las de TDT empezó hace poco en Antena Neox (creo).

Es una serie en la que los protagonistas son un grupo de perdedores, tanto profesores como alumnos, pero con la idea de que hay que intentar estar por encima de la gente y hacer lo que a uno le guste, es la única manera de ser feliz, y a veces lo consiguen, no siempre. También es una serie que no es nada políticamente correcta, lo cual es una alegría, y no penséis que está pensada para adolescentes solamente, es muy inteligente, trabajando con la parodia de sí misma y desmitificando la idealización de la época escolar. Los deportistas, las animadoras que son siempre los personajes a admirar y seguir son aquí patéticos, y son los habitualmente patéticos los que acaban por conquistar al público. Es la demostración de que podemos hacer lo que queramos, por lo menos intentarlo.

Intentadlo, dadle una oportunidad y a ver si os gusta.

miércoles, 14 de abril de 2010

"La mano de Fátima", Ildefonso Falcones


Lo prometido es deuda. Hace unos días decía que iba a hablar de dos novelas y una se me quedó en el tintero porque ya me había extendido demasiado, así que hoy va la otra. Voy a hablar de la segunda novela de Ildefonso Falcones, “La mano de Fátima”.

Tras el éxito de “La catedral del mar” muchos esperábamos para ver si era autor de una sola novela, para ver si la siguiente seguía la línea de la otra, si tenía la misma calidad, si era tan entretenida y amena y, además, interesante desde un punto de vista histórico y, por lo menos para mí, no es que me gustara tanto como la otra, sino que me gusto más, no mucho, pero si algo más. Quizá sea porque la época que trata no es tan tocada como la Edad Media, porque transcurre varios siglos después y porque es algo casi opuesto. En este caso pasamos de la Cataluña medieval al siglo XVI en Andalucía, por lo que toca realidades completamente distintas, tanto culturales como sociales y, por lo menos en mi caso, bastante desconocidas en profundidad. Muchos sabemos que los musulmanes que se quedaron en la Península tras la Reconquista tuvieron muchos problemas y al final fueron expulsados en unas condiciones tremendas, pero no conocemos cómo era su vida, sus problemas y su forma de vida. Esto es, entre otras muchas cosas, lo que la obra de Falcones nos puede aportar.

Nos va a contar la historia de un joven atrapado entre dos religiones y dos amores, siempre buscando su libertad y, sobre todo, la de su pueblo, todo esto en la Andalucía del siglo XVI.

La historia parte del año 1568 y comienza en las Alpujarras de Granada, donde los moriscos viven gracias a tremendos esfuerzos y continuamente acosados por los cristianos viejos (aquellos que no tienen antepasados árabes en sus familias). Se ven obligados a asistir a las ceremonias cristianas y a adorar y respetar unos símbolos religiosos en los que no creen (su asistencia a misa, por ejemplo, es obligatoria y les pasan lista). Debido a esta situación que se vuelve cada vez más insostenible, se juntan para levantarse contra los cristianos en una lucha cruel y sanguinaria. El protagonista es Hernando, un joven de quince años rechazado por los dos lados, ya que es hijo de una morisca, Aisha, que fue violada por un sacerdote cristiano y por eso no es ni de un lado ni del otro, y su apodo es Nazareno. Su padre, Brahim, lo trata mal, obligándolo a trabajar como arriero desde muy pequeño y maltratándolo continuamente. Su protector y el que se comporta con él como un padre es Hamid, un viejo alfaquí que en secreto le enseña los fundamentos de su religión. Para él la guerra será la oportunidad de demostrarle a su pueblo el valor que tiene, frente al desprecio que sufre por parte de todos ellos. Su experiencia con los animales hace que se gane la confianza de Ibn Umeyya, el rey de Al-Andalus que lo toma bajo su protección. También se gana la gratitud de Fátima, madre de un pequeño al que Hernando salva de una muerte segura. Él es una persona de gran corazón, que no soporta las injusticias ni las barbaridades, vengan de quien vengan, por eso salva a Isabel, una niña cristiana cautiva y a un noble castellano, don Alfonso, que le estará eternamente agradecido. Esta honestidad hará que tenga grandes enemigos, sobre todo Ubécar, un arriero ladrón y malvado y su propio padre que no soporta ver esa situación que su hijo alcanzó y la relación que tiene con Fátima. Posteriormente será convertido en esclavo, trabajará para los sacerdotes cristianos, sufrirá la incomprensión de su pueblo y su propia madre, pero él siempre estará convencido, aunque no lo entiendan, de que está haciendo lo que considera mejor para todos.

El autor realizó un serio trabajo de documentación, partiendo de hechos reales y creando una trama ficticia muy atractiva para el lector. Él mismo dice que con esta novela pretende rendir un modesto homenaje a aquellos que lucharon por transmitir una cultura, en este caso la musulmana.

Ya dije al principio que a mí me gustó más que la anterior. Sigue el mismo esquema básico, un hombre que va creciendo ante el lector, siempre hacia delante y superando todos los obstáculos que le van poniendo por delante. Es cierto que se puede decir que la cantidad de desgracias que le ocurren al protagonista son demasiadas para concentrarse en una sola persona, como en la otra parece que va en una montaña rusa llena de subidas y bajadas, pero siempre consigue salir adelante. Claro que parece increíble todo lo que le va pasando, más por la concentración de hechos que por cómo se van desarrollando o por cómo va saliendo adelante, pero nunca cae en lo increíble o inverosímil. A mí me emocionó en muchos momentos, los personajes están perfectamente definidos y la lectura se va haciendo de un modo fluido y muy entretenido, siempre queriendo saber cómo va a salir de esa y qué le va a pasar a continuación. Alguien me comentó que le cansó un poco todo el asunto de los moriscos y lo que los rodea, a mí me pareció bastante interesante.

También impresiona por la brutalidad, tanto de los musulmanes como de los cristianos. En este sentido no se salva nadie y quizá los que queden un poco “peor” dentro de toda la historia sean los cristianos, ya que aparecen como impositores mientras los árabes son los que se defienden de las injusticias (sin olvidar que antes fueron los invasores, pero bueno), pero a veces la defensa supera con creces a la ofensa. En este sentido será el lector el que decida cuál de las dos partes lo hizo peor.

Además también aprenderemos muchas cosas no solo sobre estas dos religiones y su difícil convivencia en la España del XVI, sino que también tendremos exhaustiva información sobre otros muchos temas, sobre todo el cuidado de los caballos, su cría y el trabajo con ellos (el autor dice que este tema, al que es aficionado, fue uno de los que lo llevaron a escribir esta novela).

En fin, una novela sobre el amor, la superación de los obstáculos que no pone la vida, la religión, la intolerancia, la guerra, la incomprensión, la injusticia...

Como en otras ocasiones, os recomiendo que la leáis, será de vuestro agrado y os tendrá un buen rato atrapados y entretenidos con las aventuras y desventuras de Hernando el Nazareno.

martes, 13 de abril de 2010

"El falsificador de pasaportes", Cioma Shönhaus



Parece que siempre asociamos novela histórica con Edad Media y la verdad es que por muchas razones es una época que llama mucho la atención, que tiene muchos ingredientes para dar buenas y entretenidas novelas con muchos datos históricos por el medio, la sociedad feudal, los nobles y los campesinos, cristianos, musulmanes, judíos..., son muchas cosas que se pueden contar y en cualquier país aparece alguna contando historias. Esto viene a cuento de que la que voy a comentar hoy rompe con esta tendencia, aunque hay también muchas novelas que transcurren en la misma época que esta. Hablo de una novela no demasiado conocida y que leí hace poco, recomiendo su lectura, a mí me gustó mucho. El título es “El falsificador de pasaportes” y el autor Cioma Schönhaus, uno de los hombres más buscados por la policía de Berlín durante la época nazi. Y esta afirmación no es novelesca, es real, porque hablamos de un relato autobiográfico.

El autor nació en Berlín en 1922. Empezó sus estudios de bachillerato en el Realgymnasium de Königstadt, pero en 1937 es obligado a trasladarse a la Mittelschule de la comunidad judía. Estudia después dos años Artes Gráficas en una escuela judía de Berlín y hasta 1942 trabaja para los nazis como sastre, torneo o mecánico de máquinas de coser. Entre 1942 y 1943 vive en la clandestinidad y usa sus impresionantes dotes como dibujante para falsificar documentos oficiales. Vive en Berlín, escondido y alternando distintos nombres y lugares de residencia. Acosado por una orden de busca y captura de la Gestapo huye a Suiza. Allí el teólogo Karl Barth le consigue una beca en la Universidad de Basilea. Entre 1944 y 1953 estudia Bellas Artes y Oficios y también Filología Germánica, Psicología y Psicoanálisis. Entre 1953 y 2000 dirige un taller propio de artes gráficas y comunicación.

La novela se centra en su etapa como falsificador y prófugo en el Berlín de los años de la guerra. Al principio da algunos datos sobre su infancia, pero la historia comienza en el año 1941, cuando en Alemania ya es un hecho la persecución contra los judíos y toda una serie de leyes que limitan su vida y terminan con las detenciones y los campos de concentración. El propio autor rememora cuando, con veinte años, decide ser un habitante clandestino de Berlín. Su intención era clara, escapar del régimen en un momento en el que su familia ya había sido deportada. Además tiene un talento enorme que le va a servir para sobrevivir, no solo a él, sino a muchos de sus compatriotas, es un gran dibujante. Así se dedicará a falsificar todo tipo de documentos y pasaportes que puedan ayudar no solo a él, sino también a muchos judíos para poder vivir en ese Berlín que los persigue y rechaza o para poder escapar de Alemania a otros lugares donde poder vivir. En ningún momento se va a rendir ante la cantidad de adversidades y problemas que se le presentan, ni dejarse llevar por el gran miedo que pasa, desafía a su destino y apuesta por sobrevivir, llegando a ser casi temerario. Así tendrá una relación con la esposa de un soldado alemán, se dejará ver por los ambientes y locales de moda y los mejores restaurantes y hasta tendrá un pequeño barco de vela. Lo que sea con tal de vivir aprovechando todos los momentos que se le presentan, porque pueden ser los últimos. Pero la Gestapo cada vez estás más cerca de él y sus disfraces empiezan a no ser efectivos, así que intentará la última aventura, llegar a Suiza en bicicleta.

Ya sé que hay muchas historias de judíos en la Segunda Guerra Mundial, unas mejores que otras, pero esta me pareció algo distinta, sobre todo por la forma de contar las cosas. Está escrito de un modo muy cercano al lector, casi familiar, a veces parece que puedes imaginarte al protagonista a tu lado, tomando un café o en una agradable tarde de otoño mientras te cuenta su historia. Una historia escalofriante, no vamos a descubrir ahora todas las barbaridades, salvajadas y animaladas que sucedieron en esa época, pero al mismo tiempo es una historia tremendamente emotiva, casi una novela de aventuras, además sabiendo que tiene un final feliz, no como ocurre con otras del mismo tipo. Es el mismo el que nos cuenta su historia, por eso sabemos que tiene un final feliz.

Está contado además con un ritmo rápido, sin pararse demasiado en descripciones o en cosas no demasiado importantes. Todas las palabras tienen un sentido, no hay nada anecdótico en la lectura. Es un canto a la valentía y las ganas de vivir en un momento en el que eso no era nada fácil. Será inevitable conmoverse cuando se esté haciendo la lectura, temblar de miedo o de emoción ante todo lo que pasó y cómo su ingenio y su don hicieron que saliera con bien de todo. También es una historia cargada de ironía que aparece en momentos horrorosos, dándonos el punto de vista de un hombre que burló al régimen alemán, y siempre con una sonrisa en la boca.

En la introducción el autor nos dice: “Mi feliz salvación se debe a un hecho en el que desempeña un papel principal la Ley de los Grandes Números. Si el suelo de parqué de una gran sala presenta un agujero grande como un puño y en esa sala alguien intentase acertar en el agujero con un garbanzo, sus posibilidades de acertar serían mínimas. Pero si cogiera un saco de garbanzos y se vaciarán en la sala, el agujero enseguida estaría lleno. La historia de cada uno de esos garbanzos que se cuelan en el agujero constaría, como la mía, de una cadena de extrañas casualidades. Yo soy uno de esos garbanzos”.

Os dejo, hoy, con una historia fuerte y dura, pero tremendamente optimista dentro de su dureza. Si la leéis, espero que os guste tanto como a mí.

domingo, 11 de abril de 2010

"El símbolo del cobre", Katia Fox



Hoy voy a comentar una novela que se queda a medio camino entre la novela romántica y la novela histórica, sin ser exactamente ninguna de las dos. Esto para unos puede ser un defecto y para otros una virtud, así que tendréis que leerla para decidir por vosotros mismos qué es. Novela romántica porque se centra en una historia de amor protagonizada por una mujer, novela histórica porque transcurre en la Edad Media. De todos modos todas las que llevo comentado dentro del género tienen siempre una historia amorosa, es algo inevitable para darle una línea argumental y también para que resulte atrayente para todo tipo de lectores, lo que pasa con esta es que la cuestión histórica no es tan importante como en otras y es más un marco en el que se desarrolla la historia y los datos que da no son tampoco algo exhaustivo, pero hay ciertos aspectos en los que resulta muy interesante.

Por otro lado es curioso que podamos encontrar esta novela con dos títulos distintos dependiendo de la editorial, no sé muy bien por qué, porque además puede dar lugar a confusiones por parte del lector que, como me pasó a mí, puede pensar que son dos novelas distintas o que una es continuación de la otra, pero no es así. Podemos encontrarla con el título de “El símbolo del cobre” o “Forjada en cobre”, las dos son la misma historia, y la autora es Katia Fox.

Me costó un poco encontrar algunos datos biográficos de esta autora, a pesar de que esta primera novela tuvo una buena acogida y se vendió bastante bien. Nació en Alemania en 1946 y alterna épocas en este país con otras en el sur de Francia. Le interesa mucho la historia medieval, estudió Lengua y Literatura y trabajó como traductora e intérprete. En el año 2005, tras trabajar en varias empresas e incluso montar un negocio propio, decidió que tenía que arriesgarse y perseguir el sueño de ser escritora. Tiene tres hijos y vive en Alemania, aunque pasa varios meses al año en Inglaterra y Francia realizando tareas de investigación. Esta novela que comento es su primera obra, publicada originalmente en alemán en el año 2007. Por lo que vi en alguna página web tiene otra más de publicación reciente, también de ambientación medieval, pero mis conocimientos de alemán son inexistentes, así que habrá que esperar a que la publiquen en castellano. Creo entender que su intención era escribir una trilogía, así que esta será la segunda. Es más, os dejo al final con un vídeo en el que publicitan esta segunda novela, eso sí, también en alemán, pero se ve claramente que transcurre en la Edad Media.

Normalmente este tipo de novelas se centran en personajes masculinos, aunque algunas de las que comenté, como una de las de Chufo Lloréis, tienen a mujeres como personajes centrales. No es demasiado habitual, cierto es que siempre hay personajes femeninos, pero normalmente aparecen como acompañantes del protagonista, novias, amantes, hermanas.... En esta la protagonista es una mujer y su historia os conquistará desde el principio, estoy casi seguro.

La novela se desarrolla en Inglaterra y Normandía en el siglo XII y cuenta la historia de una mujer que hará todo lo posible para conseguir su sueño, ser un maestro herrero en un mundo dominado por los hombres. Ellenweore, la protagonista, vive en un momento histórico en el que las mujeres tienen un papel muy definido y limitado, y no pueden salir de él. Estos es fundamental para poder entender todas las cosas, buenas y malas, que le van a pasar. Tiene un sueño desde su infancia, llegar a ser una forjadora de espadas y ser propietaria de su propia fragua. De pequeña ayudaba a su padre en la herrería familiar y todo iba bien, pero esta situación cambia radicalmente cuando sorprende a su madre, Leofrun, cometiendo adulterio, lo que provocará que su madre la rechace. Por miedo a ser asesinada por el amante, se ve obligada a escapar de su casa. Con la ayuda de una anciana de su poblado, Aelfgiva (sospechosa de brujería, una de las peores acusaciones que le podían hacer a uno en la Edad Media) decide disfrazarse de hombre para poder conseguir trabajo como ayudante de herrero en alguna aldea. Estamos en una época en la que los negocios están dirigidos por los gremios, y estos por hombres, una mujer no podía ser maestra o propietaria d eun negocio. Encuentra a un herrero, Llewyn, que le ofrece trabajo y, posteriormente, gracias a este pasará a trabajar para Donovan, un gran maestro de la forja. Donovan y su mujer, Glenna, acogen a Ellen, conocida como Alan en su papel de muchacho, y por causa de ciertas guerras tienen que desplazarse a Normandía, acompañando al ejército para espadas y armas de guerra. Pronto Donovan reconoce que Ellen tiene un auténtico don para forjar espadas que no vio nunca antes. En Normandía conoce a dos poderosos hombres que marcarán su destino, Guillaume el Mariscal (que será su gran amor) y Thibault, su hermanastro. El afecto de uno y el odio del otro harán que tenga que huir por Flandes y Francia. Pronto sus espadas serán codiciadas por toda la nobleza y su objetivo de forjar una para el rey está cada vez más cerca. El resto será mejor que lo leáis vosotros mismos, sino no merece la pena.

Ellen es la completa protagonista de la historia, es una luchadora a la que nada se le pone por delante para conseguir sus sueños, que es lo que hace que nos enganchemos a la historia. Su historia de amor es la que hace que esté cercana a la novela romántica, pero solo de refilón. Los personajes secundarios están bien definidos y todos son importantes y algunos parece que no van a tener un papel destacado, pero vuelven tras algunas páginas con mucha más fuerza. Históricamente no es tan destacable como otras obras, la Edad Media es más un mero marco para la historia de una mujer en un mundo dominado por hombres en su totalidad y los personajes históricos que aparecen son más elementos de reanimación de la época que personajes. Lo que si está perfectamente reflejado es el trabajo del hierro y la forja de espadas, un mundo que será desconocido para muchos pero que me pareció apasionante, la verdad. Es aquí donde se ve la mayor parte del trabajo de investigación de la autora, sabremos perfectamente cómo se hace ese trabajo, cómo era una herrería medieval, cómo se trabaja el hierro, cómo se templaba y cómo se hacía una buena espada, que es el don que tiene la protagonista.

En conclusión, una historia muy entretenida, con ciertos aspectos interesantes y que engancha sobre todo por esa historia de superación, de obstáculos continuos de una mujer en la Edad Media queriendo desempeñar un trabajo exclusivo de los hombres. Tendréis que leerla para saber si lo consigue.

viernes, 9 de abril de 2010

"La catedral del mar", Ildefonso Falcones


Otra vez dos novelas, que parece que siempre van a ir a pares, pero no es más que una casualidad, y también es cierto que cuando a uno le gusta un autor, pues lee más cosas de él, aunque de este, de momento, solo tenemos dos novelas en las librerías, y la verdad es que no sé cuál de ellas me gustó más. Hablo de Ildefonso Falcones, autor de “La catedral del mar” y “La mano de Fátima”. No creo que a aquellos que sean lectores habituales no le suenen estas novelas, ya que fueron un gran éxito de ventas en los últimos años, pero para aquellos que no las leyeran, como casi todo lo que pongo aquí, les recomiendo que lo hagan, porque merecen la pena, siempre y cuando les guste la novela histórica, claro.

Ildefonso Falcones de Sierra nació en Barcelona en el año 1958, de profesión abogado. Estudió en el Colegio de los Jesuitas de San Ignacio. Posteriormente comenzó en la Universidad dos licenciaturas, Derecho y Económicas, aunque dejó la segunda para poder trabajar mientras terminaba la primera. Actualmente trabaja como abogado en su propio bufete en Barcelona, compaginando este trabajo con la literatura.

Su primera novela fue “La catedral del mar”. Tardó cuatro años en escribirla, mientras trabajaba, escribiendo antes y después del trabajo. Salió a la venta el 3 de marzo de 2006. Pronto se convirtió en el fenómeno editorial de ese año, vendiendo un buen número de ejemplares ese año y convirtiéndose en la más vendida del mismo. Posteriormente fue traducida a quince idiomas. El autor sentía gran interés por la iglesia de Santa María del Mar, en Barcelona, así como por el estudio de la leyes medievales. Durante años se dedicó a recopilar documentos de la Cataluña medieval con la intención de escribir un libro donde pudiera reflejar los usos y abusos de las leyes feudales. La historia transcurre a finales del siglo XIII, Barcelona es una ciudad en completo desarrollo y crecimiento, llena de oportunidades y sus habitantes son considerados ciudadanos libres, frente a los campesinos que aún están sometidos a los crueles señores feudales y su régimen. Por esto Bernat decide escapar a la Ciudad Condal con su hijo Arnau (el protagonista de la historia) para poder ofrecerle un futuro como hombre libre. Así crecerá bajo la sombra de la construcción de la iglesia que da título a la obra. Su padre es ahorcado públicamente y Arnau se ve obligado a trabajar hasta que decide marchar a la guerra. Al volver, como un hombre valiente y honesto, gana el favor de un prestamista judío y abre un negocio de cambista y contrae matrimonio por obligación, pasando a ser uno de los hombres más importantes de Barcelona.

Este es un resumen muy breve de una novela extensa, pero que hace disfrutar al lector con cada una de sus páginas. La historia de Arnau Estanyol es casi como una montaña rusa, llena de subidas y bajadas, de éxitos y desgracias, amores y desamores, lealtades, venganzas... Todo transcurre en un mundo donde dominan la intolerancia religiosa (qué poco aprende la humanidad de los errores del pasado), la ambición material (la mayor parte de los personajes están movidos casi exclusivamente por el dinero y por tener más y más cosas) y la discriminación social, tanto por razones religiosas como de raza, de posibilidades económicas, etc. La verdad es que recrea perfectamente la época en la que transcurre, o por lo menos a mí así me lo parece.

Como muchas obras de esta temática, bebe directamente de la influencia de la que podemos considerar “madre de los best-sellers históricos”, “Los pilares de la tierra” de Ken Follet, pero por lo menos personalmente esta que estoy comentando me gustó un poco más, sobre todo porque consiguió emocionarme en algunos momentos más que la de Follet.

La historia transcurre de modo fluido, lees casi sin darte cuenta, queriendo saber qué le va a pasar a los personajes a continuación. Cierto es que tal cúmulo de desgracias concentrado en una sola persona quizá sea un poco exagerado, pero la maestría de Falcones parece disolver un poco esa concentración hasta hacerla creíble. Además no es un autor que haga unas descripciones largas e interminables, una de las cosas que más me gusta de él es que con cuatro trazos da una idea perfecta de aquello que quiere contar o describir, consigue que el lector imagine lo que está leyendo. Es más, emociona, por lo menos a mí. Ya hace años que la leí, y aún recuerdo perfectamente cómo sufría con las desventuras de Arnau, impagable el momento en el que de niño carga con las piedras que se van a usar para la construcción de la iglesia, ida y vuelta, y cómo impresiona su coraje a los que lo están viendo, he momento es uno de los que nos hará ver cómo será su vida y su carácter, sin rendirse antes ninguno de los problemas y adversidades que le va deparando el destino.

Como en todos mis comentarios espero que los que la leyeron piensen más o menos como yo y los que no que tengan ganas de hacerlo, porque es más que recomendable para pasar un buen rato y saber algo más de la Edad Media. También podéis echarle un ojo a la página web de esta novela, es bastante atractiva: http://www.lacatedraldelmar.es/

Al principio dije que iba a comentar dos novelas, pero, como me suele pasar, empiezo y no paro, así que el comentario de “La mano de Fátima” queda para otro momento.

jueves, 8 de abril de 2010

Breaking Bad


Hace unos días recibí la revista de Canal+, de paso decir que cada vez se parece más a una hoja dominical que a una información sobre su programación, porque pierde más hojas que un árbol en otoño, y la mayor parte de las que permanecen son publicidad. Bien, sigamos, este mes en Paramount Comedy pondrán la tercera temporada de una de las mejores series dramáticas que he visto nunca. Algunos dirán que eso mismo digo de todas, pero claro, tengamos en cuenta que en este momento nuestros canales de televisión están llenos de series, y yo me limito a comentar aquellas que me gustan o que me parecen entretenidas, que en el fondo es lo que todos queremos, pasar el rato, pero si de paso esto va acompañado de una buena dosis de calidad, pues mucho mejor.

Que yo sepa, las dos temporadas anteriores pasaron solo por este canal, que puede verse también en otros operadores, pero no pasó por las cadenas gratuitas, aunque creo haber leído hace unos días que una de ellas pensaba emitirla, no recuerdo cuál, pero yo estaría atento para no perdérsela.

Hablo de “Breaking Bad”, que mantuvo aquí el título en inglés y que sería algo así como “rompiendo hacia el mal” o simplemente “volviéndose malo”. Si en el comentario sobre “Dexter” decía que no estábamos precisamente ante una serie políticamente correcta, esta idea es algo que se puede aplicar con la misma facilidad en este caso, porque está tan lejos como ella de la corrección, muy lejos. De nuevo vamos a ver a una persona que por una serie de circunstancias toma un camino que lo va a llevar lejos de la normalidad, de lo correcto, hacia un mundo desconocido, sórdido y violento. En cuanto resuma el argumento veréis perfectamente lo que quiero decir.

Cuenta la historia de Walter H. White (interpretado por Bryan Cranston, del que hablaré algo más después), profesor de química en un instituto de Albuquerque, Nuevo Méjico, en Estados Unidos, claro. Es un hombre dócil, tranquilo, sencillo, casi patético en ciertos momentos, que además para poder sostener a su familia trabaja en un lavado de coches. Es un ciudadano respetado, casado con Skyler White (Anna Gunn), escritora de cuentos, que además está embarazada. Tienen un hijo, Walter White Jr. (R. J. Mitte), un adolescente que nació con parálisis cerebral, que le provoca algunos problemas con el habla y dificultades motrices, por lo que usa unas muletas. Walter, poco después de cumplir 50 años, tiene problemas de salud y le diagnostican un cáncer de pulmón terminal. Al principio, como le dan pocas expectativas, decide no someterse a ningún tratamiento, pero tras visitar a otros médicos y por presiones familiares, acepta someterse a un procedimiento casi experimental con un médico que le da bastantes esperanzas. El problema es el precio del mismo, que excede con mucho a las posibilidades económicas de la familia. Esto provoca que empiece a pensar en cómo puede resolver esos problemas. La solución aparece tras acompañar a su cuñado a una redada antidroga. Ve un modo de conseguir dinero fácil y rápido y en grandes cantidades. Gracias a sus conocimientos de química (veremos a medida que avanza la historia que es un auténtico genio en la materia) decide montar un laboratorio de fabricación de metanfetaminas. Evidentemente no sabe nada del negocio y para eso se pondrá en contacto con un antiguo alumno suyo, Jesse Pinkman (Aaron Paul) para que lo ayude en la fabricación y distribución. De este modo se verá metido en un mundo que no solo no es el suyo, sino que no tiene nada que ver con el suyo, totalmente opuesto y distinto. Estos cambios afectarán a los dos protagonistas, Walter y Jesse, de muchas maneras. Walter pasará poco a poco de esa timidez y silencio vital a ser un hombre duro, manipulador y cruel, capaz de cualquier cosa por conseguir el dinero no solo para el tratamiento, sino también para dejar a su familia en buenas condiciones tras su muerte. Es impresionante la evolución de este personaje, tanto que no parece para nada el mismo desde el primero al último capítulo.

La serie es un tremendo ejemplo de humor negro, un impresionante, fuerte y, muchas veces, más que desagradable humor negro. No es este tipo de humor algo habitual en el cine o televisión americanos, parece más propio de otros países, pero os garantizo que alcanza cotas inimaginables. El primer laboratorio, para que no los cojan, va a estar en una destartalada autocaravana que llevan al medio del desierto para que no los vean, solo esto provocará una serie de situaciones delirantes e inolvidables. Y ya dije que su cuñado es uno de los agentes más importantes de la DEA (la sección antidroga de la policía), lo que es otro enorme elemento de humor negro, ya que en cierto momento va a perseguir a ese nuevo distribuidor que vende un producto de una pureza desconocida hasta el momento, tanto que los vuelve completamente locos. Las relaciones que establecen con los distribuidores son algo tremendo, un simple profesor ayudado por un joven que se ven metidos de lleno en un mundo oscuro, violento, duro y lleno de trampas y engaños. Tantas trampas, engaños y mentiras como las que tiene que montar Walter para poder mantener esa situación sin que nadie sospeche nada, intentando llevar la misma vida de siempre, pero envuelto en cosas que nunca soñó. Tiene que mantener un equilibrio entre su familia y la ocultación de la nueva situación, sumándole el cáncer y su tratamiento, teniendo que hacer auténticas barbaridades para proteger su vida y su identidad como delincuente, sabiendo además que tenía otras alternativas menos problemáticas.

El guión es de lo más brillante que os podáis imaginar, bien llevado, con sorpresas y cada episodio es un paso más hacia un final aún por determinar. Ya os digo que terminé hace un tiempo la segunda temporada y estoy deseando empezar a ver la tercera para ver qué pasa, porque nos dejaron con la miel en los labios y una incertidumbre “insoportable”.

La verdad es que todos los actores están impresionantes, no hay uno que no destaque, tanto los protagonistas como los más secundarios. Los elementos del mundo de la droga son de lo más violento y sórdido que podáis imaginar. Pero destacan por encima de todos los dos protagonistas. Bryan Cranston interpreta a un Walter lleno de matices, sus caras van desde la desesperación hasta la más fuerte ira, pasando por la felicidad, la tranquilidad, el desamparo..., y un montón de sensaciones que transmite de una forma genial al espectador. Y lo mismo ocurre con su “ayudante”, el pobre Jesse, un drogadicto y pequeño vendedor, que se ve metido sin quererlo demasiado, en el mundo del tráfico a alto nivel y con una historia familiar y personal que se irá desgranando poco a poco.

La primera temporada es del año 2008 y solo consta de 7 episodios, parece como si probaran a ver cómo iba la cosa, y visto el éxito que tuvo, continuaron con una segunda de 13. Algunos pensamos, antes de ver el último episodio, que terminaría ahí, pero no, hay, por lo menos una tercera que por lo que leí en algunos blogs americanos sigue la misma tendencia de genialidad. Tuvo muchos premios en Estados Unidos, pero por mencionar los más importantes y conocidos, los Emmy, en los años 2008 y 2009 su protagonista obtuvo el premio al mejor actor de una serie dramática y, como dije, no me sorprende, porque la cantidad de sensaciones que provoca su papel es difícil de ver en otras series.

Pues eso es lo que tenemos, una serie dramática, de humor negro y casi surrealista a veces. También advierto, por si no es algo que podáis suponer, que es tremendamente dura y violenta, con escenas y situaciones que ponen los pelos de punta a cualquiera. Esto es algo que puede hacer que alguien la deje a poco de empezar. Yo recomendaría que no lo hicierais, porque seguro que tras cuatro o cinco episodios no seréis capaces de dejarla pasar, por lo menos eso es lo que me pasó a mí, al principio, tras ver dos, no fui capaz de ver la maravilla que vi después. Tras esa violencia tenemos una historia que merece la pena ver y disfrutar.