Parece que la novela negra está pasando una buena época en estos últimos años. En casi todos los países están apareciendo nuevos autores que le dan un nuevo aire a un género de los más trabajados en todas las literaturas del mundo. Siempre fui bastante aficionado a este tipo de historias, pero la tenía un poco de lado, algo cansado de leer casi siempre lo mismo, sin demasiadas aportaciones que hiciesen que cogiese alguna de estas novelas. Por aquí en estos últimos meses han ido apareciendo varias y todas ellas me gustaron. Casi todas juegan con los tópicos del género, pero la mayor parte le dan algo más, ya sea en personajes, en la historia o en cómo la cuentan. Esta de hoy me llegó, de nuevo, por recomendación del gran lector que es mi padre, creo que sino se me hubiera pasado. Cuando la estaba leyendo descubrí que fue una de las sensaciones editoriales de este verano, con importantes cifras de ventas y buenas críticas en general. A mí me gusto bastante, así que el autor de hoy es Joël Dicker y la novela “La verdad sobre el caso Harry Quebert”.
Joël Dicker nació en 1985 en Ginebra, hijo de una bibliotecaria y un profesor de francés. Pasó la infancia en su ciudad natal y nunca se sintió demasiado atraído por los estudios. A los 19 años recibe clases de actuación en una escuela de París y después vuelve a Ginebra para estudiar Derecho, graduándose en 2010. A los 10 años fundó una revista sobre naturaleza, que dirigió durante siete años, “La revista de los animales”, por la que recibió un premio a la protección de la naturaleza y fue nombrado editor jefe más joven de Suiza. A los 20 años recibe el Premio Internacional para Jóvenes Autores Francoparlantes por un cuento corto de ficción, “El Tigre”. Este éxito lo animó a seguir escribiendo, terminando en 2009 su primera novela, “Los últimos días de nuestros padres”, aunque no consiguió editor. En 2010 la envía para participar en el “Prix des Ecrivains Genevois”, premio que se entrega cada cuatro años para obras sin publicar, resultando ganadora del mismo. Tras varios problemas la novela fue publicada en el año 2012 en Suiza y Francia con bastante éxito y fue homenajeada en la conmemoración del Día D. En 2012 también aparece su siguiente novela, la que da lugar al comentario de hoy, pronto traducida a 33 idiomas y ganadora de varios premios: Premio Goncourt des Lyceens, el Gran Premio de la Novela de la Academia Francesa o el Premio Lire a la mejor novela en lengua fancesa.
“La verdad sobre el caso Harry Quebert” nos va a contar una historia que contiene otras muchas. No quiero contar demasiado porque una de las mejores cosas que tiene es la cantidad de sorpresas, de giros inesperados, de personajes equívocos y de situaciones cambiantes que tiene. Por un lado tenemos al personaje que da título a la novela. Harry Quebert es un reputado escritor americano, profesor de Universidad ya en sus últimos años y que vive en Aurora, un pueblo de New Hampshire. Por otro lado tenemos a Marcus Goldman, discípulo antes y gran amigo de Harry ahora. Marcus alcanzó una gran fama con su primera novela, dinero, fiestas, mujeres, todas las mieles del éxito rodearon a su persona durante mucho tiempo. Ahora su editor le apremia para que presente su segunda novela, hay que aprovechar el tirón de la primera para conseguir una buena cantidad de ventas, que es lo único que le importa. Pero Marcus está pasando verdaderos problemas para enfrentarse de nuevo al folio en blanco, el miedo a no ser capaz de escribir otra obra de éxito, el no saber ni cómo ni por dónde empezar..., un tormento que no se ve capaz de afrontar solo. Ante esta situación decide marcharse a Aurora y pasar unos días con su amigo y mentor, para ver si le puede echar una mano, es el último recurso en una situación desesperada. A poco de llegar allí los acontecimientos se disparan hasta llegar a extremos inesperados. En el jardín de la casa de Harry aparece un cadáver que pronto es identificado como el de Nola Kellergan, una joven adolescente que desapareció en el ya lejano año 1975. Siempre se sospechó que había sido asesinada pero este descubrimiento lo confirma definitivamente. Junto a su cadáver aparece el manuscrito de la novela más famosa de Harry Quebert, que pronto se convierte en sospechoso. Marcus y todo el pueblo, con asombro, descubrirán que Harry y Nola mantuvieron una relación sentimental que terminó cuando ella desapareció, así que Harry se convertirá enseguida en el principal sospechoso y encerrado en la cárcel. Marcus cree imposible que pueda ser culpable, así que dedicará buena parte de su tiempo a hablar con toda la gente de Aurora, con todos los que conocieron a Nola, para intentar salvar de la cárcel a su amigo y profesor, ese será el objetivo de su vida en ese momento, olvidándose casi por completo de que debe entregar una nueva novela a su editor si no quiere que lo demande por incumplimiento de contrato. Claro que pronto descubrirá que allí nada ni nadie es lo que parece, que todo el mundo tiene algo que ocultar y que muchas veces algunas situaciones esconden otras mucho más oscuras.
Se la ha catalogado de novela negra y evidentemente está dentro del género. Tenemos un asesinato, una investigación, policías, varios sospechosos y el proceso típico del género. De todos modos tiene muchas cosas más que a mí, personalmente, me parecieron muy interesantes. Cada capítulo está encabezado por uno de los 31 consejos que Harry le dio a Marcus en su momento sobre el proceso de la escritura. Consejos sobre el proceso creativo, sobre la forma de escribir, de atrapar al lector, de crear personajes y situaciones, casi cualquier cosa que se le pueda ocurrir a uno sobre el tema. Todos ellos son interesantes y apoyados casi siempre por un diálogo sobre el tema entre los dos protagonistas. Por otro lado la historia contiene también una fuerte crítica al mundo editorial, dominado casi exclusivamente por la idea de hacer dinero, de publicitar una novela a costa de lo que sea, saltándose a la torera cualquier tipo de integridad para el autor. En este caso Marcus quiere ser el creador y elemento central de sus palabras, algo a lo que en muchos momentos el editor no está dispuesto. El mundo del mercantilismo, de los autores que usan a otros escritores en la sombra para terminar o escribir casi enteras sus novelas y otros temas similares están presentes a lo largo de toda la historia. Casi cualquier cosa vale para que una novela sea un éxito y le reporte unos buenos beneficios a la editorial. Otro tema interesante es el de las relaciones humanas en casi todos sus ámbitos. La amistad, las relaciones sentimentales correspondidas o no, el matrimonio, la relación entre padres e hijos a distintos niveles..., casi todo tipo de relaciones personales están presentes en el desarrollo de la historia.
En cuanto a la historia del asesinato de Nola poco quiero decir. Está perfectamente integrada dentro de todo lo anterior y a veces queda diluida en esos otros temas. Quizá no sea exactamente el tema central, aunque domina casi toda la historia, pero aparece en ocasiones más como un pretexto del autor para desarrollar otros temas. Eso no quita que sea intrigante, interesante y llena de sorpresas. A lo largo de las páginas iremos saltando de un sospechoso a otro, de una historia que parece de una manera y pronto descubriremos que no es así, de engaños no solo para Marcus, sino también para el lector, que seguirá a pies juntillas lo que este nos está diciendo, ya que es a través de él como vamos conociendo todo lo que pasa o pasó, engañándonos tanto como a él. Ya dije un poco antes que casi nada es lo que parece cuando estamos leyendo y quedaremos asombrados ante ciertas situaciones, muy bien llevadas. El autor juega con nosotros del mismo modo que lo hace con Marcus, casi como unas marionetas manejadas desde la sombra por Dicker.
Otro aspecto destacable es el de los personajes y las relaciones entre ellos. Me gustaron absolutamente todos y no hay uno solo que no sea importante dentro de la trama. Destacaría dos relaciones por encima de las demás. Por un lado la establecida entre los dos protagonistas, Harry y Marcus, que va más allá de profesor alumno e incluso más allá de la amistad, convirtiéndose en algo especial y distinto. Fuera de esta me quedo con la que habrá entre Marcus y uno de los encargados de la investigación, Gahalawood con el que tendrá una relación de amor odio más que interesante y que va cambiando a lo largo de la historia. Hay un buen montón de personajes que se podrían destacar, pero prefiero que los vayáis conociendo a medida que os sumergís en la historia.
La lectura se hace de forma muy entretenida y fluida, aunque tengo que decir que desde mi punto de vista puede ser repetitiva en algunos momentos, con ciertas situaciones que aparecen varias veces, aunque de una forma distinta. Hay cosas que sabremos de un modo en algún momento pero que serán de otro más adelante, e incluso algunas páginas después aún serán de otra manera. Quizá caiga un poco en tópicos en lo referido a la relación entre Harry y Nola, sobre todo en lo que se refiere a la forma de hablar, de comportarse entre ellos, pero supongo que será algo consciente por parte del autor. Es una novela larga a la que creo que algunas páginas menos la harían ser más redonda, pero evidentemente esto es ya una opinión personal (aunque compartida con algunas otras personas que también la leyeron). Esa sensación de “esto mismo ya lo leí antes” aparece varias veces, pero creo que dentro de un tiempo, si hago una segunda lectura, descubriré que esa percepción no es exacta, que siempre hay algún pequeño detalle que hará que veamos que no es así.
Es una novela que, por lo que estoy viendo y leyendo, provoca sentimientos encontrados. Para muchos es la mejor novela que han leído en mucho tiempo mientras para otros es bastante floja. Desde mi punto de vista ni tanto ni tan calvo. Me pareció una novela destacable y buena, con una buena historia, bien escrita y que te atrapa desde un principio, saltando ya la sorpresa en un primer capítulo que adelanta algunas de las cosas que vamos a leer después. A mí me gustó mucho y es otro de esos autores que dejaré anotados para seguir su trayectoria. Una novela bien pensada, perfectamente estructurada y con los suficientes giros y sorpresas como para no dejar de leer en muchos momentos. Los últimos capítulos son de esos que harán que la mayor parte de los lectores no puedan dejar de leer, porque la historia se va precipitando hacia un final que estamos deseando que llegue. ¿Mató Harry Quebert a Nola Kellergan? Para saberlo tendréis que empezar la historia desde el principio y seguir a Marcus por ese camino lleno de curvas cerradas donde no se ve lo que viene a continuación, que normalmente es un cambio de rasante.
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