Los sábados por la noche suele ser el momento de ver una película en familia. Procuramos ir alternando cosas que les puedan gustar más o menos a todos y de vez en cuando la elección corre por cuenta de mis hijos. Hace unos meses uno de ellos dijo que podíamos ver “Los juegos del hambre”, que aunque la había visto hacía poco tiempo en el cine, le había gustado bastante. Los demás no la viéramos, así que nos decidimos por ella. A mí no me llamaba demasiado la atención pero había que darle una oportunidad y la verdad es que, sorprendentemente, me gustó bastante. Tanto que a continuación me hice con los tres libros y me los leí de una tirada, más que nada porque sentía gran curiosidad por saber cómo terminaba. Aprovechando el reciente estreno de la segunda cinta de la historia os dejaré algunas cosas sobre las tres novelas, eso sí, sin desvelar demasiado para todos aquellos que todavía no las hayan leído.
“Los juegos del hambre” nacieron como trilogía literaria y la autora es Suzanne Collins. Nacida en 1962 en Hartford, Connecticut. Estudio Dramática en la Universidad de Indiana y más tarde en la de Nueva York. Empezó escribiendo guiones para programas infantiles de televisión en 1991. Trabajó para Nickelodeon entre otros y tras esta experiencia se decidió a escribir libros para niños y jóvenes. Su primera serie de libros comenzó con “Gregor y la profecía del gris”, aparecido en 2003, al que siguieron cuatro más con el mismo protagonista. Parte de una idea de su infancia y de la influencia de “Alicia en el país de las maravillas”. Pensaba en qué pasaría si cayera por la madriguera de un conejo y se encontrara una fiesta del té. Así Gregor es un joven de once años que vive en Nueva York, junto con su hermana Boots. Un día ambos caen por una rejilla de ventilación y descubren el mundo de las Tierras Bajas, en el que los seres humanos conviven con murciélagos y cucarachas y bajo la amenaza de ratas. Ahí aparece una antigua profecía sobre un gran guerrero, emprendiendo un peligroso viaje por todo ese universo subterráneo. Tras el éxito de esta serie se decide por un público algo mayor, los adolescentes, y en 2008 aparece la primera novela de la trilogía, “Los juegos del hambre”, seguida por “En llamas” (2009) y “Sinsajo” (2010) que tendrá un gran éxito. La primera de ellas fue llevada al cine con mucho éxito en 2012 y en este 2013 se acaba de estrenar la segunda entrega de la serie.
La autora dice que la idea para esta trilogía surge tras su interés por la mitología y la historia de Teseo. Algunos ven en ella también la influencia de una novela japonesa, “Battel Royale” de Koushun Takami que fue llevada al cine también con éxito. Otra influencia clara son los antiguos gladiadores romanos, tanto en el desarrollo de ciertos aspectos de la historia como en la imaginería utilizada. Estamos en un futuro no demasiado lejano donde los privilegiados viven a cuerpo de rey en el Capitolio, donde tienen absolutamente de todo sin hacer casi nada a cambio. Tras una guerra ganada por ellos dividieron el territorio en doce distritos, cada uno especializado en surtirlos de todo aquello que necesitan. Una dictadura manejada de forma férrea y de la que no es fácil escapar. En los distritos malviven dominados por el trabajo y el hambre, la libertad es algo inexistente y no pueden salir del distrito en el que viven. Una vez al año cada uno tiene que elegir dos representantes, un chico y una chica, que irán al Capitolio para participar en los juegos del hambre. Un combate entre todos ellos montado como un espectáculo televisivo que pretende dejar clara su potencia y su mano de hierro a la hora de gobernar, el miedo es su mejor arma. Los 24 jóvenes son lanzados a un entorno hostil, casi sin comida pero con armas y tendrán que luchar, matarse entre ellos hasta que solo quede uno. El ganador, eso sí, tendrá una vida de lujo y con todas sus necesidades satisfechas, pero el coste de esa situación es muy grande. Katniss Everdeen vive en el distrito 12. El día que se celebra el sorteo sale elegida su hermana pequeña, algo que ella no puede soportar, sobre todo tras la muerte de su padre en la mina en la que trabajaba. Tras esa muerte ella es la encargada de sostener a la familia buscándose la vida como puede. Sale del distrito, algo que está prohibido, para cazar algo que pueda cambiar en el mercado negro o usar para alimentar a su hermana y su madre. Tras la elección de su hermana ella decide dar un paso más en su defensa y se presenta voluntaria para ocupar su lugar en los juegos de ese año. El joven del mismo distrito que saldrá elegido es Peeta Mellark, al que conoce poco y con el que llegará a tener una extraña y fuerte relación. Ambos van con todos los demás al Capitolio, donde antes de combatir serán tratados a cuerpo de rey, casi un engordar para morir. Esta es la idea central de la trilogía y será desarrollada de una manera fría, violenta y al mismo tiempo llena de amor y respeto, que es lo que Katniss busca para todos los hombres y mujeres que viven en todos y cada uno de los distritos. Lógicamente cada una de las novelas irá desarrollando un poco más esta idea central, hasta llegar a un final que tendréis que descubrir vosotros mismos.
No era una trilogía que me llamara demasiado la atención. Quizá condicionado por otros grandes éxitos de la novela adolescente anteriores no le di la oportunidad. Hace unos años veía a todas mis alumnos con las de la saga “Crepúsculo” y le pedí a una de ellas que me la dejara para leerla. No empezó mal, pero tengo que reconocer que me cansó a las pocas páginas y no me gustó nada, en ningún sentido. A mí eso de que los vampiros brillen con estrellitas cuando salen de día ya me tumbó definitivamente. Pero con esta no me pasó lo mismo. Una vez que terminamos de ver la película, que como tal ya me gustó bastante y me pareció bastante más seria y con más fondo que otras muchas del género, decidí leerme la trilogía, y cayeron las tres seguidas una detrás de otra, tenía que saber cómo terminaba la historia de Katniss, Peeta, los distritos y el Capitolio. Me encontré con una historia bien estructurada y muy bien pensada, aunque como defecto le encontré que quizá sea un poco repetitiva con ciertas estructuras en algunos momentos. Cada novela es algo más seria y oscura que la anterior, más violenta y más adulta, más complicada y mucho más crítica con ciertos aspectos de la sociedad actual. Me sorprendió porque no es tampoco una lectura fácil, llena de tópicos en la historia y en el estilo, algo más trabajado que muchas otras novelas que caen en mis manos pensadas para este tipo de lectores. Cada una avanza un poco más en la historia, cada vez un poco más violenta y descarnada, con fuertes enfrentamientos entre los personajes y más de una sorpresa. El grupo central se mantiene, pero irán apareciendo nuevos personajes dentro de la historia, nuevas situaciones que le irán dando cada vez un aire mejor, más interesante y atrayente para el lector. Ya la segunda, en la que se basa la película recientemente estrenada, es una vuelta de tuerca más a lo contado en la primera, pero la tercera se llena de estos nuevos aspectos, creciendo en interés y emoción.
Personalmente me gustó bastante la trilogía, sobre todo porque en este caso la siguiente siempre me pareció mejor y más interesante que la anterior, siempre con una emoción creciente en todos los sentidos. Tiene un fuerte y buen componente crítico hacia muchos aspectos de la sociedad actual, desde las dictaduras, la opresión, la lucha por la libertad, los símbolos o como alguien puede llegar a detonar una revolución casi sin quererlo gracias a un mundo dominado por la comunicación y lo audiovisual, las desigualdades sociales, la explotación... Una buena cantidad de temas que podrían ser fácilmente explotados tanto en una sesión de cine en clase como en una lectura de las novelas. En ese sentido la única pega que le veo como lectura de clase es que son largas, algo que a muchos de nuestros alumnos ya los echa para atrás, pero creo que si son capaces de ir entrando en la historia podrá llegar a gustarles bastante. Dentro de lo que se vende hoy como literatura juvenil me parece de lo mejor que tengo leído en los últimos años. No trata al lector adolescente con condescendencia ni escribiendo de un modo excesivamente fácil, no es un dechado de complejidad pero tampoco de simplicidad. Creo que la autora supo encontrar el equilibrio justo entre algo de calidad y que los jóvenes puedan leer con facilidad e interés. De todos modos la recomiendo para todo tipo de lectores, no creo que les vaya a decepcionar. A mí me atrapó, ahora a ver si consigo ver la película.
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