No vamos ahora a descubrir a Steven Spielberg, director, guionista, productor..., un hombre que casi desde el principio apareció casi como el nuevo rey Midas de Hollywood, que todo lo que tocaba lo convertía en éxito. No voy en esta ocasión a hacer una reseña biográfica porque sería casi imposible resumir toda su carrera en unas pocas líneas. Yo me reconozco un incondicional de todo lo que ha hecho, e incluso en las más flojas o irregulares había algo bueno que destacar. Si tengo que elegir algunas creo que me quedaría con “El color púrpura”, “La lista de Schindler”, “1941” o “Salvar al soldado Ryan”, sin dejar de lado una de sus primeras producciones para la televisión, “El diablo sobre ruedas”, simple y aterradora al mismo tiempo. Aún tengo pendiente su última película, “War horse”, pero caerá un día de estos. Sus primeros trabajos como director fueron para la pequeña pantalla, un mundo en el que ahora colabora bastante como productor o guionista, y trabajando bastante, la verdad, porque son varias las producciones de estos últimos años con las que tiene algo que ver. Hoy voy a comentar dos de esas series en las que intervino. Son dos series que me han decepcionado un poquito, sobre todo viniendo de quien vienen, porque de ambas esperaba algo más. No es que estén mal, pero creo que les falta algo, ese punto a mayores que pueden hacerlas destacar. Tanto es así que una de ellas se canceló recientemente por falta de audiencia y la otra posiblemente tendrá una segunda temporada para el mes de junio por Estados Unidos; se iba a cancelar también, pero la presión de ciertos grupos de fans hizo que al final se decidieran a hacerla. Los dos últimos grandes éxitos de Spielberg en este medio estaban relacionados con la Segunda Guerra Mundial, se notaba en ellos la influencia de “Salvar al soldado Ryan” y estaban realmente bien, hablo de “Hermanos de sangre” y “The Pacific”. En este caso las dos de hoy están relacionadas con un campo que domina a la perfección, la ciencia ficción, en dos sentidos diferentes.
Hablo de “Falling Skies” y de “Terranova”. La primera entra en el mundo de las invasiones extraterrestres y la segunda transcurre en un tiempo pasado, muy pasado, con la tierra dominada todavía por los dinosaurios. Como podéis ver lo que decía al final del párrafo anterior se cumple, los extraterrestres (“Encuentros en la tercera fase”, una maravilla) y los dinosaurios (“Parque Jurásico” y sus continuaciones) son dos elementos muy presentes en la cinematografía de Spielberg.
“Falling Skies” parte del momento en el que la tierra es invadida por unas naves extraterrestres que la conquistan en poco tiempo, como siempre, más grandes, más fuertes y con mejores armas. Por un lado tienen unos robots soldado que son los que se enfrentan con los humanos y otros seres con varias patas a medio camino entre los insectos y los lagartos. Además secuestran a los niños que encuentran para implantarles un yugo en su espalda que hace que estén completamente dominados por ellos, usándolos como esclavos. Varios grupos de supervivientes muy heterogéneos van organizándose para intentar acabar con los invasores. Bajo una estructura militar se enfrentan con ellos con los pocos medios de que disponen y cada pequeña victoria es un paso adelante. Se desplazan en grupos más o menos organizados, en los que los civiles están a cargo de los militares, que son los que llevan la voz cantante. El protagonista es un profesor de historia, Tom Mason, que además usa sus conocimientos de las antiguas batallas de la historia para plantear esta nueva guerra. Tiene tres hijos, pero uno de ellos fue capturado por los alienígenas, con lo que su rescate es uno de los elementos centrales de la historia. Como decía antes, esta es la que por presión de sus seguidores, que no querían quedarse sin tener un final, tendrá en verano de este año una segunda temporada. Aún así la primera consta solo de 10 capítulos.
Tom Mason es interpretado por un conocido actor de televisión, Noah Wyle, el doctor Carter de “Urgencias”. Aquí está uno de los problemas que tiene, que no me resultó demasiado creíble en ese papel entre hombre reflexivo y hombre de acción que tiene que interpretar, como si en algunos momentos le faltara algo de carácter o decisión, restando algo de credibilidad a la historia. El resto de los actores vamos a decir que mantienen una línea discreta, sin destacar ni para bien ni para mal.
“Terranova” apareció con muchas expectativas y aires de gran producción. Dos de los temas más usados por Spielberg aparecen en ella, la lucha entre el hombre moderno y los dinosaurios y los descubrimientos científicos que hacen posible esta relación. Estamos en el año 2149, en un mundo al borde de la aniquilación debido a la mala calidad del aire y la superpoblación. Todos tienen que vivir con un respirador que hace que puedan salir a la calle y los matrimonios están limitados a tener dos hijos. En este mundo tenemos a la familia Shannon, Jim es policía, su mujer Elisabeth es una famosa doctora y tienen tres hijos: Josh, Maddy y Zoe. Precisamente el punto de partida es la detención de Jim y su posterior encierro en la cárcel debido a esa tercera hija, prohibida por las leyes y a la que esconden hasta que son descubiertos. Pero unos científicos crean un portal temporal hacia el pasado, en concreto 85 millones de años hacia atrás, la época de los grandes dinosaurios, los bosques y un mundo sin contaminación y completamente salvaje. Así se harán una serie de “peregrinaciones” de gente escogida hacia ese pasado como una forma de empezar de nuevo para intentar borrar los errores cometidos. En una de ellas la familia Shannon es elegida, sobre todo a causa de la necesidad de médicos e investigadores en Terranova. Jim tendrá que escapar de la cárcel, no están dispuestos a irse sin él. Claro está lo conseguirá y al final de ese primer episodio nos los encontraremos a los cinco en esa nueva tierra, con la oportunidad de empezar de nuevo y construir un mundo mejor no solo para ellos. La vida allí no será fácil, no solo por los dinosaurios, sino también por los propios seres humanos. Las mentiras, las intrigas, los delitos...siguen existiendo, así que en ese mundo mejor el ser humano sigue siendo más o menos igual. Cuando ellos llegan ya son muchos los que viven allí, pero hay un grupo, los Sextos (llamados así porque llegaron en la sexta peregrinación) viven fuera del recinto protegido, enfrentándose con el resto de la población sin que sepamos muy bien por qué. Gobernada por el comandante Nathaniel Taylor casi como si fuera un destacamento militar, algo necesario teniendo en cuenta el mundo que los rodea, el día a día no será sencillo y las cosas que pasaban en el mundo del que vienen seguirán más o menos igual, añadiendo a todo eso a todo tipo de criaturas salvajes a las que tendrán que enfrentarse.
Como en el caso anterior, actores no demasiado conocidos de nombre, pero si muchas caras habituales en el medio. Quizá el más conocido sea el actor que hace el papel del “gobernador” de Terranova, Stephen Lang, el general que dirigía a los soldados en “Avatar”. Y también se puede aplicar lo dicho, en general actuaciones que se quedan en una gama media, sin destacar demasiado en ningún sentido. Esta es la que ha sido cancelada recientemente porque la audiencia y críticas que estaba teniendo no compensaban el gasto realizado. Rodada en Australia, con unos efectos especiales que visto lo visto en cine no llaman demasiado la atención pero que no están mal, bien ambientada y con unos capítulos que requieren más de mes y medio de trabajo cada uno, demasiado dinero para los resultados obtenidos.
Curiosamente en este caso el comentario que hago puede aplicarse a las dos. Ambas presentan casi las mismas virtudes y los mismos defectos. No son muchas en este momento, frente a otros anteriores, en los que tengamos “series familiares” para elegir. Antes eran muchas las que se podían ver en familia y creo que eso es algo que se perdió desde hace unos años, ahora o son casi series para mayores o enfocadas directamente a adolescentes (y de estas pocas puedo destacar, la verdad). Digo esto porque estas dos las vemos con mis hijos, y a ellos les gustan o, por lo menos, los entretienen más que otras; ambos se quejaron de la suspensión en la producción. En ese sentido no están mal, son entretenidas, pero podrían haber ido algo más allá. Las ideas argumentales no son malas, nada innovador en la idea central pero sí en lo que las rodea. ¿Dónde está el problema entonces? Pues que les falta fuerza, sobre todo narrativa, están ligeramente exentas de emoción en los argumentos, en la dirección y en las interpretaciones. Ya he dicho que no es que sean malas, pero quizá la expresión “algo neutras” le vaya bien. Les falta convicción, no reflejan demasiado bien la tensión de los argumentos, que en ambos casos presentan situaciones interesantes. “Desgana” quizá sea otra palabra que se les pueda aplicar. Podrían ser dos buenas series con un par de puntos más en esos sentidos sobre todo, dirección e interpretaciones. No son aburridas y no están mal para pasar un rato, tienen algunos buenos momentos e incluso hay capítulos que destacan un poco por encima de la media. Aquí, por ejemplo, esperamos con algunas ganas la segunda temporada de “Falling Skies” porque nos dejaron a medias y queremos saber, en caso de que lo tenga, el final. En el caso de “Terranova” creo que nos vamos a quedar con las ganas de que la cosa termine, pero hace unos días le comenté a mis hijos que la suspendían y no quisieron dejar de verla, así que seguiremos a ver si le dan un final o hacen como con otras, se acabó y fuera, no hay un final que cierre mejor o peor la historia. Recomendables para una noche en familia (por encima de los diez o doce años, que algo de violencia tienen y los extraterrestres o los dinosaurios pueden provocar alguna pesadilla) sin pedir demasiado. No sé si las visteis o no, a ver si me decís algo.
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