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viernes, 16 de marzo de 2012

"El temor de un hombre sabio", Patrick Rothfuss


Allá por el mes de julio del año 2010 empezaba un comentario por este blog del mismo modo que lo hago hoy. No me gustan las trilogías, ni en literatura, ni en cine..., no vamos a incluir las series, aunque podría con esa costumbre que tiene ahora de terminar las temporadas algunas de ellas dejándote con un gran interrogante hasta el año siguiente. En este caso trilogías (peor cuando son más de tres, claro) literarias. ¿Por qué? Pues si te gustó mal porque te deja con la intriga hasta, como mínimo, un par de años después y si no lo hizo pues incluso peor, porque yo soy de los que no suelen dejar nada sin terminar y cuando sale el siguiente siempre caigo en la tentación de leerlo, más que nada por si mejora la cosa, que a veces pasa. Lo peor es cuando pasa más tiempo y casi tienes que releer el anterior para poder enterarte de todo, aunque la verdad es que si el autor lo hace bien en muchas ocasiones no tienes que hacerlo, porque ya él se encarga de dar los datos suficientes como para que vayas recordando la historia. Viene esto a cuento porque la novela que voy a comentar hoy es la segunda entrega de un caso de estos, el autor es Patrick Rothfuss y la novela se titula “El temor de un hombre sabio”
Como digo al principio la primera entrega de esta saga apareció allá por el año 2010 y podéis ver el comentario en el mes de julio de este año en este mismo blog. Su título era “El nombre del viento” y si leéis o recordáis lo que escribí en aquel momento, aunque me resultó entretenida no quedó entre las que más me gustaron. Aquella primera entrega no me había parecido, frente a gran cantidad de comentarios aparecidos en aquel momento, tan buena como muchos decían. Comentaba que era una novela decente de género fantástico pero con demasiados elementos ya conocidos o parecidos a otras historias de otros géneros, conformando algo que no me había atrapado demasiado, pero que había leído entera porque a pesar de ello tenía buenos momentos. No me gusta dejar las historias a medias y tenía suficientes elementos o se podían ver algunas cosas que podían hacer pensar que su continuación podía estar bien, por lo menos tan entretenida como esta primera. Así que a poco de salir editada me dije que tenía que leerla, apareció a finales del año pasado en la editorial Plaza & Janes. La tercera no tiene fecha de publicación y de momento aparece con el título provisional de “Las puertas de piedra”
Tengo que decir que esta vez no me equivoqué al darle una segunda oportunidad al autor, esta segunda entrega me gustó mucho más que la primera, me pareció mejor en todos los sentidos, en cuanto a originalidad, entretenimiento, acción, intriga e interés. Parece un desarrollo algo más maduro, también teniendo en cuenta que el protagonista es algo mayor, aunque no demasiado. Ahora la historia está más centrada, más enfocada a lo que nos quiere contar, sin las divagaciones que podían aparecer antes, con unos personajes mucho mejor definidos y reflejados y con unas historias más novedosas y originales. Aún así tiene dos o tres momentos en los que la lectura puede hacerse algo lenta, quizá se para demasiado en algunos momentos de la historia que pueden hacer que el lector se canse un poco de pasar demasiadas páginas para algo que se podría haber resuelto en algunas menos. En este sentido la primera pecaba mucho más de esto que digo, era una novela de algo más de ochocientas páginas a la que, en mi opinión, le podíamos quitar cerca de doscientas. En este caso puede resultar peor, estamos ante una historia que supera en poco las mil doscientas páginas, pues creo que podía quitarle esas mismas doscientas y quedaría algo más redonda. No voy a decir en qué momentos me sobraban, porque pasa de la mitad de la historia en adelante y como siempre no me gusta desvelar demasiadas cosas.
Volvemos evidentemente al mismo protagonista, el músico, mendigo, ladrón, estudiante, mago, héroe y asesino de la primera, al que en este caso aún le podemos añadir el título de aventurero ya que en ese sentido los cambios de lugar son una constante de la misma, ya no transcurre la historia centrada en sus años de Universidad, en cierto momento se verá obligado a dejarla para emprender un viaje que lo llevará a conocer otros pueblos, otras personas y una buena cantidad de situaciones que son las que le dan esa variedad e interés que tiene el desarrollo del argumento. De nuevo al principio nos encontramos con Kvothe, Bast y el Cronista en la taberna que regenta el primero. La historia completa está dividida en tres libros que son los tres días durante los cuales el protagonista le está relatando la historia la Cronista para que se pueda conservar por escrito, así que estamos ante el segundo día y en este caso los momentos que transcurren en la taberna son mucho menores y más breves, centrándose mucho más en las aventuras de Kvothe. Es una leyenda que todos conocen, héroe y villano a partes iguales y dependiendo de quién y cómo se cuente la historia, quizá eso sea lo que le lleva a contarla, para dejar constancia de cómo fue en realidad. Ya sabemos por la anterior que la mayor parte de la gente lo da por muerto, pero él se cambió el nombre y dirige una taberna en la que se esconde en una aldea perdida, sin que sepamos todavía muy bien por qué, pero podemos ir intuyéndolo. Ahí, en la Roca de Guía, descubriremos la segunda parte de su vida. 
La historia comienza donde terminó el anterior, Kvothe sigue en la Universidad y los primeros capítulos seguirán centrados en ese momento de su vida, pero ahora la narración cambia algo y se hace más interesante. Ya no es un novato y muchas de las cosas que nos contaba “El nombre del viento” ahora ya son conocidas por el lector, con lo cual esa parte de la historia es más directa y más centrada en los distintos personajes, tanto él como sus amigos, enemigos, profesores... Sigue obsesionado con encontrar datos sobre los Amyr y los Chandrian (los asesinos de su familia) y ciertos acontecimientos harán que se vea obligado a dejar por un tiempo sus estudios y el lugar que ha sido su hogar en los últimos tiempos. Su viaje le llevará en primer lugar a las tierras del maer Alverón, en el reino de Vintas, una corte llena de novedades para él, de nuevos personajes y de situaciones en las que tendrá que usar todo su ingenio para salir con bien. De ahí tendrá que ir al bosque de Eld, al reino de los Fata..., y algunos sitios más. Todo este viaje estará plagado de aventuras, de situaciones inesperadas, de problemas que tendrá que solucionar y que harán que el Kvothe que conoceremos al terminar esta parte sea un personaje más adulto, más preparado para muchas cosas y con mayores y mejores conocimientos, manteniendo aún así su juventud y las características esenciales del personaje.


Si de la anterior comentaba que me parecía una historia para lectores más jóvenes en esta diré que ya no tanto, aunque sigue siendo una lectura apropiada para todas las edades. Esta quizá sea algo más violenta, las escenas de lucha tienen una presencia importante en la historia y también algunos momentos relacionados con el despertar de Kvothe al sexo y los conocimientos que adquirirá sobre las mujeres en muchos sentidos, algo que casi desconocía por completo. De todos modos en ningún momento el lenguaje es excesivo ni demasiado explícito pero sí, como ya comenté, es una historia algo más adulta en muchos sentidos que la anterior. 
Esta sí que me gustó, me resultó una historia mucho más entretenida, amena y variada que la primera. Quizá como he dicho antes al no tener el autor que darnos tanta información sobre la vida o el funcionamiento de la Universidad pudo centrarse más en otros aspectos más interesantes para el lector. Además de la primera la parte de la infancia de Kvothe me resultara algo tópica, en esta segunda parte las cosas son más novedosas, mejores y mejor desarrolladas. Hay muchos elementos que le dan interés, no solo dentro del desarrollo de la historia, sino que algunos personajes van a desarrollarse algo más, vamos a conocerlos más y eso hace que sea más interesante. Toda la parte del viaje del protagonista está en la línea de las buenas novelas de aventuras, tanto en lo que pasa como en la forma de ser contada. En algunos momentos, aún siendo una historia de género fantástico, tenía la impresión de estar leyendo alguna de las novelas de aventuras que me fascinaron cuando era mucho más joven, un tanto más a su favor. No se me hizo nada larga, y eso que el número de páginas o el volumen cuando uno la ve en una librería puede llegar a asustar. Ya comenté que quizá en un par de momentos puede resultar un poquito repetitiva o empezar a contarnos algunas cosas que pueden no interesar demasiado, pero el querer saber que va a ocurrir a continuación hará que nos lo tomemos con calma y algo de humor (que también está presente en algunos momentos de la historia). Hay más de una línea dentro del argumento que me gustó mucho, no voy a mencionarlas porque sería contar cosas que es mejor que leáis, pero sobre todo desde que se va de la Universidad la narración gana en agilidad, interés, acción y consigue por completo mantener la atención del lector. ¿Se puede leer sin haber leído “El nombre del viento”? Yo creo que no, así que si no lo hicisteis ya sabéis lo que os toca. Espero que cuando acabéis esta os haya gustado tanto como a mí, espero vuestros comentarios.

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