Tengo por costumbre, normalmente,
dejar comentarios sobre novelas más o menos recientes y, sobre todo, sobre
series de televisión que pueden verse en el momento o que terminaron poco
antes. Hoy voy a saltarme un poco esa norma y dejar unas pocas cosas sobre una
serie nada actual y sobre un libro en la que se basta que también tiene ya un
tiempo. En su momento no la vi, a pesar de las estupendas críticas que tenía, y
la fui dejando pasar. Hace unas pocas semanas conseguí el libro en el que se
basaba, y digo libro porque no es exactamente una novela aunque se puede leer
como tal, a medio camino entre la
narrativa novelística y el libro de historia; y casi al mismo tiempo que lo
leía estuve viendo la serie. Esto es algo que os recomiendo, porque aunque
sigue el libro de manera casi exacta, este, como es normal, aporta muchos más
datos y detalles que complementan a la perfección el visionado de la serie. Así
conseguiremos una visión mucho más completa de esa parte de la historia que nos
está contando el autor. La serie es del año 2001 y consta de diez capítulos y
la novela es de un conocido historiador americano, Stephen Ambrose. Hablo de
“Hermanos de sangre”.
Stephen Ambrose nació en Illinois
en 1936 y falleció en 2002. Es un conocido historiador estadounidense, además
de ser el biógrafo de los presidentes Eisenhower y Nixon. Es muy conocido por
sus obras sobre la Segunda Guerra Mundial, en las que además de dar una visión
general también se ocupó de momentos puntuales del conflicto. Era doctorado en
Historia por la Universidad de Wisconsin y entre 1971 y 1995 ejerció la
docencia en la Universidad de Nueva Orleans, de la que fue profesor emérito.
Además fue el fundador y director el Museo Nacional del Día D, creado en
memoria del desembarco de Normandía. Además de la serie basada en su libro,
también trabajó en el cine como asesor del guión de la conocida película de
Steven Spielberg “Salvar al soldado Ryan”. Recibió varios premios por su labor
como historiador pero tampoco estuvo libre de algunas polémicas. La mayor viene
por su trabajo como biógrafo de Eisenhower. Ambrose afirmó que tuvo varias
entrevistas con el presidente, pero unos años después parece ser que no fueron
tantas ni tan exhaustivas. Además de sus obras sobre estos dos presidentes lo
más destacado es lo referido al gran conflicto bélico. Además de una extensa
obra abordándolo de una forma general es autor de “El puente Pegaso”, “Hermanos
de sangre”, “El Día D”, “La batalla de Normandía”… En ellas se centra en
aspectos más puntuales y concretos de esta gran guerra, fruto de entrevistas y
un gran trabajo de investigación sobre los mismos. Algunas de ellas las he
leído y las considero completamente recomendables para los aficionados a esta
época de la historia del siglo XX. Todas son libros históricos, pero narrados
de una forma amena y entretenida que los hacen estar más cerca de la novela que
de la obra meramente histórica.
“Hermanos de sangre” (“Band of
brothers” en su título original) se publicó originalmente en el año 1992. Se
centra en la historia de la 101 División Aerotransportada, los paracaidistas
que primero entraron en Francia el día del desembarco de Normandía y que
tuvieron una buena serie de acciones heroicas tanto en Francia, Holanda y en
otros lugares de Europa donde se desarrolló la Segunda Guerra Mundial. Conocida
por todos por llevar la cabeza del águila blanca en sus uniformes y una de las
formaciones militares americanas más conocidas por todos. Nos va a contar, a
través de varios de sus soldados y oficiales, casi toda su historia. Desde los
días del campamento de entrenamiento hasta el desembarco y las diferentes
acciones en las que tomaron parte hasta el final de la guerra. Para ello se
entrevistó varias veces con supervivientes de la misma, y a través de esos
testimonios fue dando forma al libro. Consiguió localizar a varios que
siguieron reuniéndose después de la guerra y en entrevistas personales,
reuniones que celebraban periódicamente y otros medios pudo hacerse una buena
idea de la historia que nos cuenta. El libro, como ya dije, se lee casi como
una novela y está contando como tal. Aporta muchos datos históricos, pero lo
fundamental es lo que estos soldados le fueron contando, hilándolo como una
historia de principio a fin que se lee con mucha fluidez y agrado.
Evidentemente es una historia dura, violenta y llena de momentos muy fuertes. A
través de su lectura podemos imaginar con bastante facilidad cómo lo pasaron,
cómo fueron esos duros días, no solo para ellos, sino para todos los que
participaron en el conflicto y aparecen en la historia. Está centrada en los
recuerdos de la mayor parte de los soldados a los que entrevistó, sus historias
personales y las de muchos de los que les rodearon pero que no volvieron con
vida a su país. Al final conoceremos cómo se desarrollaron sus vidas en Estados
Unidos tras la guerra y cómo intentaron sobreponerse a todo lo vivido. Quizá
sea un poco condescendiente con las tropas americanas, aunque en algún momento
sí nos cuenta auténticas barbaries cometidas por estos soldados sometidos a una
gran presión, a una gran violencia y al miedo a morir continuamente.
La serie consta de diez capítulos
basados directamente en el libro. Digo que está muy bien leerlo a medida que la
vemos porque este la completa, evidentemente es mucho más exhaustivo, nos cuenta
muchas más cosas y con más detenimiento, aunque lo más importante y fundamental
está perfectamente reflejado en la pantalla. La serie es del año 2001 pero
soporta perfectamente el paso del tiempo. Me ha parecido una de las mejores
series que he visto en los últimos años. En muchos momentos filmada casi como
si fuera un documental y reflejando perfectamente cómo fue esa duro momento del
siglo XX. La ambientación es realmente excepcional y las escenas de combate
están perfectamente filmadas. De todos modos no es solo la guerra, también es
muy importante ver cómo lo que pasaron los fue cambiando, cómo se crearon entre
ellos unos lazos que se mantuvieron a lo largo de los años y cómo la dureza de
las situaciones que vivieron forjó unas relaciones que iban más allá de la
simple amistad. Por muchos años que pasen, muchas películas o libros que nos
hablen de ella no creo que nada puede acercarse a la realidad de lo que fue y
cada vez que me acercó a este momento histórico descubro que mi capacidad de
asombro no tiene límites. Creo que el capítulo nueve me dejó sin respiración
por la crudeza que refleja y por cómo está filmado, realmente impresionante. Imposible
que en más de una ocasión alguna lágrima aparezca mientras la estás viendo. Uno
de las mejores cosas de la serie es el principio de cada capítulo, en el que
aparecen los auténticos soldados ya muy mayores contándonos algo relacionado
con lo que vamos a ver, emocionados todavía cuando recuerdan el pasado. No en
vano, además, está producida por el actor Tom Hanks y el director Steven
Spielberg. Los actores realmente impresionan y veremos en ella a muchas caras
más que conocidas, sobre todo por cosas que hicieron después de esta serie.
Podemos citar, por ejemplo, a Damian Lewis, al que conocí en la estupenda serie
“Life” (de esas extrañamente canceladas) y al que todos reconocerán por ser el
protagonista de las dos primeras temporadas de la conocida “Homeland”.
Recomendables las dos aunque
hayan pasado los años. Los que la vieron en su momento seguro que guardan un
gran recuerdo de la misma, un alto nivel de calidad que no es fácil de olvidar.
Si alguno no la vio le recomiendo encarecidamente que lo haga, y si puede
hacerse con el libro que lo lea al mismo tiempo, estoy seguro de que será una
experiencia difícil de olvidar.
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