Buscando algún libro para regalar en estas pasadas Navidades me encontré con el que voy a comentar hoy. No conocía al autor, pero el título y la portada eran llamativos y me animé a echarle un vistazo. Leído el resumen de la contraportada mi interés creció, tenía buena pinta, una buena historia y al final fue el regalo para uno de mis cuñados. La verdad es que no sé si lo leyó ya o no, pero si lo hizo espero que le gustara tanto como a mí. Me pareció una buena historia, una lectura interesante y muy amena, además de aportar una buena cantidad de datos bien metidos dentro del argumento. El autor es Antonio Garrido y la novela de hoy “El lector de cadáveres”.
Antonio Garrido nació en Linares (Jaén) en 1963. Sus lecturas de juventud fueron los grandes clásicos de todos los tiempos: Walter Scott, Stevenson, Dumas, Salgari o Jack London. Sus primeras intenciones eran dedicarse a la escritura y la novela, pero en cierto momento se decidió por estudiar Ingeniería. Posteriormente se dedicó a la docencia y publicó varios trabajos de carácter técnico. Este rumbo cambió en el año 2001, cuando durante un viaje por Alemania una historiadora le habló de un manuscrito olvidado que acabó dando lugar a su primera novela, “La escriba”, publicada en 2008. Esta novela tuvo un gran éxito, traducida a trece idiomas y ganadora de varios premios internacionales. Es una novela que podemos incluir dentro del género de suspense histórico y aventuras, que parece ser el mundo en el que se va a mover el autor. En 2007 empezó a trabajar en su segunda novela, esta que os comento hoy, siguiendo esa misma línea. Actualmente compagina su trabajo como escritor con el de profesor en la Universidad Politécnica de Valencia y en la Universidad Cardenal Herrera de la misma ciudad, además de participar en conferencias, ponencias o talleres de novela histórica. “El lector de cadáveres” llegó a las librerías a finales del año 2011.
Como dije al principio cuando cogí la novela y leí el resumen de la historia me llamó la atención, pero lo primero fue leer las líneas iniciales, hablando de que nos iba a contar un relato sobre el primer juez forense de la historia. Quizá el trabajo de forense hace unos años no era tan llamativo como ahora, hoy, creo que gracias a la televisión, tenemos una idea de cómo trabajan; bueno, más o menos, que ya sabemos que en las series siempre se exageran las cosas un poco. Claro que con la cantidad de CSI, de investigadores y series policíacas y de novelas con este tipo de personajes todos tenemos una cierta idea de qué hacen. Así que eso de leer “el primer forense” hizo que algo se encendiera, un cierto interés por leer esa novela que parecía tener más de histórica que otra cosa y además de un autor desconocido para mí. Ya digo que es más que una novela histórica, con más elementos y más variada, con otras vías de interés que le dan una cierta originalidad.
Vamos a conocer la vida de Ci Sóng, un personaje histórico que también llegó a conocimiento de Garrido también por casualidad. Podéis leer la historia completa en el epílogo final. El autor fue invitado a un congreso de ciencia forense en el cual una de las ponencias hablaba de este personaje que atrajo poderosamente a Garrido. Descubrió que tenía una gran cantidad de libros sobre formas de morir, marcas dejadas en los cadáveres y una buena cantidad de información sobre investigación forense. Consultó gran parte de este material, así como sobre la época en la que vivió, formas de vida, organización social y todo lo que pudiera ser interesante para el desarrollo de su historia. El trabajo de recogida y revisión de información tiene pinta de haber sido ingente y laborioso, pero creo que su reflejo en la novela es realmente bueno. La cantidad de información que el lector va a recibir sobre la época y todo lo que la rodea, así como sobre la investigación forense en ese momento es mucha y toda ella bastante interesante, por lo menos para mí, y bien introducida dentro del desarrollo del argumento, sin resultar excesivamente pesada ni prolija. Esto ya es un punto a su favor. Eso sí, matizar que el protagonista es un personaje histórico, que casi todo lo que se cuenta sobre la vida en la China de esa época también, pero no la propia historia de Ci Sóng, una historia que el autor novela partiendo de todos esos datos y a la que añade una serie de elementos creados por él. Esto le resta ni un ápice de interés, escapando de la crónica histórica para darnos un relato ameno, interesante y con una buena dosis de intriga.
Estamos en China en el siglo XIII. Ci Sóng proviene de una familia humilde, vive en el campo pero a su padre le ofrecen una plaza de funcionario en la ciudad y se va con él, mientras su hermano se queda a cargo de las tierras de la familia. Pero por cuestiones que desconocemos se ve obligado a volver al pueblo, algo que no le gusta. Ci es una persona ambiciosa que no quiere vivir de cultivar arroz, en su etapa en la ciudad empezó a estudiar y acompañar a un juez y forense, trabajo para el que demuestra tener grandes cualidades. Su gran ilusión y empeño es retomar sus estudios y convertirse en uno de los jueces e investigadores de la corte del emperador, y no dejará que nada impida esa meta. Vive amargado en el pueblo, maltratado por su hermano, trabajando en el campo de sol a sol y con pocas metas en el horizonte. Al principio de la historia descubre un cadáver en el campo de arroz en el que trabaja y eso hace que las cosas cambien un poco. Por razones que tendréis que leer se ve obligado a escaparse del pueblo con su hermana enferma (llamada Tercera, una niña débil pero a la que se siente muy unido). Su idea es volver a la ciudad, retomar sus estudios en la prestigiosa Academia Ming y cumplir sus sueños. Claro que todo esto no será fácil, va a encontrarse con una gran cantidad de problemas, de impedimentos, de situaciones que intentará superar solo gracias a su ansia de ser ese gran “lector de cadáveres” que proclama el título.
Como ya dije Ci Sóng existió y vivió en la misma época en la que transcurre la historia. Su vida evidentemente no fue como se nos cuenta en la misma, el autor añade además al personaje algunos elementos para darle algo más de interés o dramatismo o para poder desarrollar de una forma más sencilla la idea que tiene en la cabeza. Como ejemplo ya la principio de la historia descubrimos que Ci padece analgesia congénita, una rara enfermedad que hace que no pueda sentir dolor en absoluto, algo que será una ventaja en algunos momentos y una gran desventaja en otros, pero que es importante para el desarrollo del argumento. También la mayor parte de los personajes parten de la historia real del momento, mientras que otros fueron creados por el novelista para completar esa historia que se iba desarrollando en su imaginación.
La novela empieza con la apariencia de estar dentro del género histórico, pero nos va a ofrecer mucho más, poco a poco se va convirtiendo en una historia de aventuras al más puro estilo clásico (ese que Garrido conoce muy bien por sus lecturas de juventud) y de repente pasa a meterse de lleno también en el género de la novela negra, una historia de suspense. Esta mezcla no resulta para nada extraña y está muy bien llevada. La conjunción de datos históricos con las aventuras y desventuras del protagonista de repente se une a una serie de extraños y brutales asesinatos. Sóng se verá obligado a participar en la investigación de los mismos descubriendo las cosas casi al mismo tiempo que el lector. La historia está contada en primera persona, así que protagonista y lector casi son cómplices en el largo camino que llevará a la resolución de estos asesinatos aparentemente incomprensibles. Suspense histórico y aventuras, una mezcla que en este caso resulta bastante bien. En este sentido destacaría dos cosas, la amenidad y el interés por los datos históricos, referidos no solo a la ciencia forense, sino también a las formas de vida de la sociedad china del siglo XIII. Tras muchas novelas históricas sobre la Edad Media europea no está para nada mal cambiar un poco el marco y leer sobre épocas y lugares algo más lejanos y quizá desconocidos para la mayor parte de los lectores. Por eso mismo os recomiendo que visitéis el blog del autor sobre la novela, donde podréis encontrar muchos más datos interesantes sobre la misma: www.ellectordecadaveres.es
Me gustó mucho el libro y me atrapó desde el principio. A pesar de ello algunas cosas no me convencieron del todo. Entre ellas la gran cantidad de desgracias y problemas por los que tiene que pasar el protagonista, quizá casi quedándose en el límite de lo exagerado en algunos momentos, algo que incluso puede llegar a saturar un poco al lector. A pesar de eso el interés no decrecía demasiado por esos otros aspectos que comenté referidos al mundo oriental que aportan esa nota adicional. Los demás personajes son todos ellos interesantes y fundamentales en la trama, eso sí, no hay ninguno prescindible o que esté de más y todos ellos aportan algo a la historia. No hablo de ellos porque entonces tendría la tentación de contar cosas de más pero me quedo con el adivino, el profesor Ming y con el personaje femenino más importante de la historia. La parte histórica me resultó más que interesante (ampliando los conocimientos que adquirí con otra novela ambientada en el mismo sitio y que comenté al principio de este blog, “Ginko, la primera doctora” con la que histórica y socialmente tiene algunos puntos en común) y se integra perfectamente con esa historia de asesinatos que tendrá al lector pendiente de descubrir al culpable.
Una novela recomendable, garantiza un buen rato de entretenimiento para cualquier lector, con un tema original, una buena e interesante recreación histórica y un personaje que me encantó conocer. Ahora queda en la lista de pendientes la primera obra del mismo autor, ya os diré qué me pareció.