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viernes, 30 de abril de 2010

"Unha historia que non vou contar", Cid Cabido



Hoy voy a comentar otra novela en gallego, no por nada, pero tengo un amigo que últimamente me deja alguna de vez en cuando de las que le gustan a él o que cree que me pueden gustar y, la verdad, es que siempre acierta, porque todo lo que he leído a través de él me resultó más que agradable de leer.

Por otro lado, ahora que ando con estas cosas de los libros me resulta chocante la poca información que podemos encontrar sobre escritores en lengua gallega o sobre sus obras por internet adelante, la verdad es que en comparación con otras lenguas los resultados encontrados en algunos casos son mínimos y normalmente unos repiten lo que dicen los otros, vamos, que aparece la misma información idéntica en varios sitios.

Comento esto porque sobre el autor de la novela que voy a comentar me costó bastante encontrar algo por la red adelante, y lo que apareció fue muy poco. Por lo que vi, además, es una persona celosa de su intimidad, porque casi ni fotos tengo para poder ilustrar un poco el texto.

El autor es Cid Cabido, y la novela se titula “Unha historia que non vou contar”. Nació en Xunqueira de Ambía, en la provincia de Ourense, en el año 1959. Además de escritor, trabajó como redactor y guionista en algunos programas de la Televisión de Galicia y también en Edicións Erais. Es autor de varias novelas, como la colección de relatos “O intercepto” (1986), la novela “Fourman” (1987) con la que ganó el Premio del Café de Catro a Catro; “Días contados” (1991), también de relatos y ganadora del Premio Cidade de Lugo; “Panificadora” (1994), con la que ganó el Premio Blanco Amor; “Grupo abeliano” (1999), también ganadora del Blanco Amor. Esta que comento hoy fue editada en el año 2009 y es su producción más reciente, con la que acaba de ganar hace unos días el Premio da Academia de Escritores en Lingua Galega en la categoría de narrativa.

El título en sí de la misma ya es algo curioso, ya que eso de una historia que no voy a contar no parece precisamente el mejor modo de animar al lector a coger el libro, porque siempre podemos pensar, para qué, si no nos la va a contar, pero ya veremos, o mejor leeremos.

La historia está contada en primera persona como si el protagonista fuera el propio autor, que a lo mejor lo es, no lo sabemos, porque la parte de cómo investigar unos hechos para poder escribir algo más después está bastante bien reflejada, aunque no parezca que tenga demasiadas ganas de escribir. El protagonista se va a vivir a un apartamento de un amigo en Vigo con la excusa de hacer una investigación y recogida de datos para escribir un libro, pero ya digo que muchas ganas no tiene, porque le cuesta un mundo ponerse a ello, ya que cualquier cosa es buena para no tener que trabajar. Vive como un señor, pasea, sale por las noches y lee mucho en el sofá del apartamento. Bueno, leer leer tampoco mucho, porque usa una expresión de esas que me encantaron y me quedó grabada mientras leía, porque dice que “duerme los libros”, que es algo que hace continuamente. La historia es más un relato de cómo se escribe una novela sobre un hecho real, los pasos que tiene que dar y el proceso de investigación. Parte de un suceso real, el asesinato en Vigo en 1974 de un conocido empresario del sector conservero, casualidad o no, de una empresa que hoy está a punto de, posiblemente, desaparecer. Para mí esto no es más que el punto de partida para escribir sobre el proceso de creación, de investigación y, sobre todo, de lo complicado que es a veces escribir sobre un suceso real del pasado. El asesinato nunca estuvo demasiado claro en muchos aspectos y esto es lo que el protagonista quiere investigar, saber de verdad las razones del suceso, cómo se produjo, quién estuvo implicado... En un principio es él solo el que pretende hacerlo, pero una noche toma contacto con una joven con la que mantendrá una relación y que será la que realmente lo anime, tire de él, tome decisiones y lo haga trabajar un poco, pero poco, conste. Paula será el motor que lo empuje a recopilar datos, hacer entrevistas, conseguirá ponerlo en contacto con algunas personas que tienen algo que contar, será fundamental para el desarrollo de la historia. No solo descubriremos cosas sobre el asesinato, sino también sobre la sociedad viguesa de la época en los últimos años del franquismo, con una serie de sucesos que también tuvieron bastante repercusión. Así la historia, para los vigueses, tiene un atractivo más, ya que los lugares, situaciones y muchos personajes, aunque cambiados de nombre, pueden ser reconocidos fácilmente por el lector. Quizá este medio resumen me quedara un poco caótico, pero creo que me contagié del relato, porque eso es lo que es fundamentalmente, un caos tanto en su vida como en su investigación, sus pensamientos, todo es ligeramente caótico.

Lo que más me gustó es cómo está escrita. Tiene una naturalidad que en ocasiones hasta parece exagerada. Se cuenta todo casi como si alguien nos estuviera contando la historia de viva voz. Los diálogos son rápidos y muy conversaciones, la forma de narrar parece descuidada, pero destaco que lo parece, porque no lo es. Por un lado queremos saber qué pasó de verdad en Vigo en el año 74 con el suceso mencionado, pero ya veremos como es difícil saber la verdad muchas veces. También me parecen geniales los capítulos en los que se transcriben las entrevistas que tiene el protagonista con las personas que pueden ayudarlo a aclarar los hechos, conocer datos nuevos o afirmar o negar los que ya tiene. Estas entrevistas sí que son caóticas, y algunas líneas tuve que leerlas más de una vez para poder seguir la historia. Es en ella donde se ve más esa naturalidad en la forma de escribir de autor, frases sin terminar, divagaciones por otros caminos que no son los que quiere seguir el entrevistador o datos tan subjetivos que no le valen de nada. Supongo que tiene que ser muy complicado hacer un relato coherente tras estas entrevistas, darle una forma a la historia que uno quiere conocer, en realidad creo que acabamos compadeciendo al protagonista pensando en el momento, si es que llega, en que quiera coger todos esos datos y escribir la historia.

La novela está llena de momentos humorísticos, la verdad es que me reí más de una vez. Está llena de referencias cinematográficas que aparecen para sugerir situaciones, estados de ánimo, etc.. Y también muchos momentos en los que la música o los músicos, un tema, una canción, entran dentro de la historia de un modo nada forzado, al revés, le quedan muy bien. Y dejo para el final las referencias filosóficas, tanto sobre autores como sobre ideas, ya que ayudan perfectamente a entender ese casos vivencial en el que está el protagonista de la historia, siempre dudando sobre lo que debe hacer, esperando a que alguien se anime a hacerlo por él o a empujarlo de tal modo que no pueda negarse. Atención, entre otras cosas, al concepto de transferencia, que me pareció algo genial y que no voy a desvelar en qué consiste, porque hay que leerlo. Más que la historia, la verdad, lo que me gustó es cómo está contada, la forma de escribir y de usar todos estos recursos mencionados.

Pues aquí queda la recomendación, también es una novela cortita, 267 páginas y editada por Erais. Animaos a ver si al final cuenta o no la historia que nos promete.

1 comentario:

  1. Misterio ninguno, el "asesino" todavia vive, asi que si el autor de la novela quisiera contar la verdad, solo tendria que ponerse en contacto con el. Asi de simple.

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