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lunes, 5 de abril de 2010

"Apocalipsis Z", Manuel Loureiro


Soy lector desde hace muchos muchos años, creo que es una de las mejores actividades para el tiempo libre por muchas razones y me da pena que la gente no lea más. Cuando era más joven en casa siempre hubo muchos libros. Mis padres eran los dos muy aficionados a la lectura y supongo que de verlos a ellos y también por la cantidad de libros que había en su casa (y que sigue habiendo) yo también me aficioné. A mi padre siempre le gustaron las novelas de terror y de misterio, supongo que como era gran parte de lo que había en casa, yo también me aficioné. Viene esto a cuento porque la mayor parte de los libros que comento en este blog pertenecen al género de la novela histórica, y hoy vamos a romper un poco esa línea para pasar a otro género completamente distinto.

Me gusta mucho la novela de terror, aunque últimamente parece que el género anda algo agotado y por eso no es que lo toque demasiado, llegado cierto momento me cansé de leer historias que casi siempre eran iguales y repetían los mismos esquemas. También es cierto que es difícil hacer algo nuevo porque ya casi todo está escrito, pero de vez en cuando aparece alguna novela que aún tocando temas de siempre le dan un cierto aire de originalidad que hacen que merezca la pena. Uno de mis autores favoritos en este tipo de novela es Stephen King, que sigo pensando, ya que leo cada obra nueva que aparece, que sigue siendo de los mejores y más originales, además de escribir bastante bien. Parece que en estos últimos años hay un resurgimiento de este tipo de novelas. Primero fueron los vampiros, con la saga “Crepúsculo”, de la que debo decir que leí el primero y ninguno más. Creo que tienen un mérito, que es hacer que una buena parte de la juventud, sobre todo femenina, se haya acercado a la lectura, ya que muchas de mis alumnas andaban con los libros bajo el brazo. A mí no es que me apasionara esa novela medio rosa aderezada con vampiros como pretexto, pero bueno, tampoco creo que estuvieran escritas para lectores como yo (dicho con todo el respeto). Poco después se pusieron de moda las novelas de zombis, haciendo incluso versiones de obras clásicas, como “Orgullo y prejuicio” y otras más originales que están teniendo buenas ventas y bastantes lectores. Incluso hace unos días vi en un escaparate una versión del Lazarillo zombi, que tengo intención de leer, porque no sé yo cómo será eso del Lazarillo matando zombis en la España del Siglo de Oro.

Todo esto viene a cuento para reseñar dos novelas de zombis de un autor gallego, Manuel Loureiro, sus títulos “Apocalipsis Z” y su continuación “Apocalipsis Z. Los días oscuros”. Acabo de terminar la segunda y me parecieron de lo más original, entretenido y tenso que he leído últimamente en estos temas, más que recomendables para los aficionados.

Manuel Loureiro Doval es un autor pontevedrés nacido en 1975 y licenciado en Derecho (igual que el protagonista de sus novelas, un abogado) por la Universidad de Santiago de Compostela. Trabajó en la Televisión de Galicia como presentador (por ejemplo del programa “Sin perdón”) y como guionista. De este modo se aficionó a la escritura. Un buen día se le ocurrió escribir una novela en un blog, “Apocalipsis Zombie”, con el nick de Mundocadaver. Empezó pensando en un relato corto para unos cuantos amigos y conocidos, pero pronto se corrió la voz y miles de lectores accedían a su página para poder leer cómo se iba desarrollando la historia. Tanto es así que enseguida empezó a recibir ofertas de editoriales para transformar esa idea inicial en un libro. El blog tenía estructura de diario con entradas de longitud variable en las que el protagonista iba contando su historia en primera persona. Empezó a publicarse en enero de 2006 y cuenta, ya que la novela mantuvo la estructura del blog, bajo la forma de un diario personal, la historia de un abogado que vive en una urbanización cerca de Pontevedra, acompañado de su gato, Lúculo. Desde ahí ve cómo la humanidad camina rápidamente hacia su destrucción a causa de un oscuro incidente que se produce en Rusia y que pronto se extiende por todo el mundo convertido en una epidemia sin control que amenaza la existencia del hombre en la Tierra. La primera parte es una carrera contra reloj desde Pontevedra hasta Vigo, ya sea andando, en coche o en barco y siempre luchando por su supervivencia contra los infectados por el virus. La segunda parte, publicada recientemente, pierde esa estructura de diario, lo que quizá le resta un poco de originalidad y frescura, pero no la tensión, que es constante en todo el relato. No os voy a contar más porque desvelaría demasiadas cosas de la historia y merece la pena leer las dos, yo lo hice de un tirón, quería saber qué más pasaba y seguro que el que lea la primera no resistirá la tentación de leer a continuación la segunda.

Lo mejor de la historia es que el protagonista no es ningún héroe al que nada puede derrotar, lo pasa fatal desde el principio y su ingenio y una buena dosis de suerte hace que vaya saliendo con bien de todas las situaciones por las que pasa. La acción es continua, con muy pocos momentos de calma, y la tensión producida por esa lucha contra los zombis es una constante. Gran parte de la acción de la primera novela transcurre en la ciudad de Vigo, con dos escenas destacables, una en el puerto y una zona de Bouzas y otra en el Hospital del Meixoeiro. Bueno, pues ahora, cada vez que paso por esos dos lugares no voy a decir que me asuste, pero sí que me quedó un pequeño resto de intranquilidad, esto para que os hagáis una idea de que realmente consigue impresionar al lector. La segunda parte también me gustó mucho, pero creo que está un poco por debajo de esta, el autor aprovechó el tirón pero el resultado es un poco inferior, pero no demasiado, conste. Además del protagonista, en ambas hay otros tres personajes que desde cierto momento acompañarán a nuestro protagonista en sus aventuras. Un piloto ucraniano de helicópteros que trabaja para la Xunta en la extinción de incendios es uno de ellos, simpático y valiente, muy bueno. El contrapunto femenino lo ponen una monja y una jovencita, Lucía, que se van a encontrar por casualidad en cierto momento de la historia y que se irán con ellos.

La verdad es que disfruté mucho con esta lectura, teniendo en cuenta ante todo que no es más que un buen entretenimiento bastante bien escrito, ya que consigue atraparte e, incluso, hacer que pases más de un mal momento. El argumento no es nada original, ya dije que es complicado hoy ser original en ciertos géneros, pero el modo de contarnos la historia, desenfadado y adictivo es el mayor de sus méritos. Además no es que el género sea algo muy tocado en castellano, lo cual tiene más mérito. Es una pequeña joya más que recomendable que hará pasar más de un mal momento al lector. También advierto que los no aficionados o los que sean fácilmente impresionables a lo mejor no deberían leerla, está llena de sangre, vísceras y algunas escenas algo “asquerosillas”, pero aún así si lo intentan creo que pasarán un buen rato.

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