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miércoles, 31 de marzo de 2010

Chufo Lloréns


Hoy voy a comentar de nuevo dos novelas del mismo autor. La novela histórica es hoy uno de mis géneros favoritos y hay que decir que está de moda y son muchas las que aparecen. Me gustan aquellas que tengan una historia atrayente, que te enganche por los personajes y las situaciones, pero sobre todo que estén bien documentadas sin resultar pesadas en el contenido histórico, es decir, aquellas que mezclen una buena historia con unos datos históricos que aparezcan como un elemento más del relato.

Por eso hablamos de un autor que en el año 2008 publicó una novela de este género que tuvo bastante éxito y fue bastante leída, sin llegar, por ejemplo a las ventas de Ken Follet, pero que, para mí, está algo por encima de este, el título “Te daré la tierra” y el autor, Chufo Lloréis.
Nació en Barcelona en el año 1931 y se licenció en Derecho, ejerciendo durante un tiempo como empresario del mundo del espectáculo. Tardó bastante en escribir su primera novela, pero lo de ser escritor es algo que le llamaba desde siempre. “Nada sucede la víspera” se publicó en el año 1986, y fue finalista del Premio Planeta de ese año. Además es autor de “La otra lepra” (1993), “Catalina, la fugitiva de San Benito” (2001) e de las dos que voy a comentar, que son las que leí, aunque estas anteriores están dentro de las lecturas que tengo previsto hacer en breve.

Hay que decir que el trabajo de recopilación de datos históricos es una de sus constantes, sus novelas están muy bien documentadas, los personajes históricos son frecuentes y el momento histórico, la sociedad y todo lo que la rodea están perfectamente insertados dentro de la historia que nos cuenta, sin hacerse nunca pesado ni aburrido. Su estilo hace que la lectura sea fluida, sus descripciones son perfectas sin ser nunca pesado y farragoso, y tiene la cualidad de hacer que todos sus personajes queden perfectamente definidos para el lector con muy pocas palabras.

“Te daré la tierra” es posiblemente su novela más conocida, aunque a mí me gustó más la que mencionaré después. Cuenta la historia de Martí Barbany, un campesino que viaja desde Amurrias hasta la ciudad de Barcelona (que será un personaje más de la historia), todo esto a mediados del siglo XI. Va para conocer la última voluntad de su padre, al que casi no conoce. Descubrirá que es rico gracias y gracias a su carácter emprendedor y a la amistad de personajes destacados de la ciudad (destacan el arcediano Eduard Llobet o el cambista judío Baruj Beninesa; vemos como la ayuda le viene de dos elementos destacados de las religiones predominantes en la ciudad en la época) irá ganando un lugar en la gran ciudad como mercader. Se enamora de Laia, la hija de un poderoso consejero de la ciudad, Bernat Moncusí, pero este no ve con buenos ojos la relación, y menos si no puede sacar algún beneficio a cambio. Por eso la prioridad de Martí es llegar a ser nombrado ciudadano de Barcelona y obtener el nivel social que le permita conseguir aquello que quiere. La novela es un cúmulo de aventuras y desventuras, viajes, comercio, descubrimientos y además de dar una idea clara de cómo era la vida en una Barcelona que estaba en crecimiento y desarrollo, también sabremos cómo funcionaba el comercio en la época, además de otras muchas cosas.

“La saga de los malditos” es la que publicó antes de la anteriormente comentada, en concreto en el año 2003, a mí personalmente me gustó más que la anterior, posiblemente porque no se centra en la época medieval, ya que alterna el relato de dos familias en dos épocas completamente distintas, pero relacionadas. Hay novelas que hablan de la persecución de los judíos en la Edad Media y otras que tratan el tema del holocausto nazi, pero muy pocas lo hacen conjuntamente. Pues esto es lo que hace magistralmente el autor, tanto que el relato que transcurre en el siglo XIV y el que lo hace a partir de 1933 muestran un paralelismo que parece una repetición de la historia. Nos va contar la vida de dos mujeres judías (normalmente los protagonistas de estas historias son hombres y aquí, claro, también los hay, pero destacan ellas). Esther es la judía de la España del año 1837 y Hanna la de la Alemania de Hitler en 1933. Dos épocas oscuras que por un lado muestran los más bajos instintos del ser humano y por otro increíbles actos de valentía y heroicidad. Cada una de ellas cuenta su historia, llenas ambas de amor y generosidad. Como en el caso anterior las dos épocas están perfectamente plasmadas y el lector va pasando de una a otra con una tremenda facilidad y queriendo saber qué pasa con una y luego con la otra. Si queréis saberlo no tenéis más que leerla, es más que recomendable.

Para mis alumnos y alumnas que sean buenos lectores son dos obras que deberían leer, porque estoy seguro de que les van a gustar mucho, aunque mejor leer la segunda primero, me parece más original y al mezclar ambas épocas es algo más atrayente, y después la otra. Para los que no son buenos lectores, que son por desgracia la mayoría, estoy seguro de que si son capaces de afrontar la lectura con un mínimo de ganas van a llegar al final mucho antes de lo que piensan y van a quedar encantados, por la historia y por todo lo que van a aprender. Para esto lo primero que tienen que hacer es no fijarse en algo que preguntan siempre cuando se les dicen las lecturas que tienen que hacer, ¿Cuántas páginas tiene?, porque ya advierto que las dos son bien extensas, pero todo lo que tienen de largas lo tienen de entretenido y apasionante.
De verdad, hacedme caso y a ver si alguien se anima y después puede comentarme algo.

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