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lunes, 21 de junio de 2010

Fringe, al límite (Primer post)


Normalmente comento aquí una serie cuando ya vi por lo menos una temporada completa, de todas las que aparecieron vi todas las que hay hasta el momento, o por lo menos todas las que pusieron aquí. Pues hoy vamos a romper un poco esta norma y voy a hablar de una serie de la que solo llevo cuatro o cinco capítulos, pero tengo que decir que solo con estos ya me tiene intrigado, interesado y haciendo cábalas sobre lo que pasa, lo que puede pasar o lo que va a pasar. Siempre me gustó mucho la ciencia ficción, tanto en el cine como en la literatura, y fui un lector empedernido de autores como Assimov, Clarke, Heinlein y otros considerados como clásicos y que también aportaron muchas cosas al cine, ya que hay un buen número de películas que salieron directa o indirectamente de sus novelas. En la televisión llevábamos unos años sin ver algo más o menos decente en este campo, y me refiero a algo que pueda responder al género, es decir, que tenga más de ciencia que de ficción, creo que me explico. Pues esta responde perfectamente a esa idea, tiene, dentro de lo fantástico, un tratamiento bastante serio de las cosas y unas explicaciones medio científicas que pueden convencer a aquellos que la vean con la mente abierta, los escépticos o los que no se crean nada mejor que no la vean.

Hablo de una serie de la que están poniendo ahora en Canal+ la segunda temporada, como dije solo llevo cinco de la primera, pero la sigo con mucho interés. Se llama “Fringe”, que vendría a ser algo así como “en el borde, al límite”. El título hace referencia a que las cosas que aparecen en ella desde un punto de vista científico se quedan ahí, en el límite, en la frontera entre lo posible y lo imposible (de momento). Muchos de los temas que aparecen pueden sonarle a gente interesada en temas científicos, pero los guionistas avanzan un paso más adelante en el sentido de hasta dónde nos pueden llevar los descubrimientos científicos, y tengo que decir que a veces da un poco de miedo ver a dónde podríamos llegar con algunas de las cosas que aparecen. Cuando Julio Verne escribió sus novelas, muchos pensaban que era un loco, que esas cosas no podrían llegar nunca, y casi todas fueron realidad más pronto o más tarde. Pues en esta serie pasa algo parecido, muchas de las cosas que aparecen no son posibles, pero sí en menor medida de la que lo hacen, lo que quiere decir que la mayor parte de ellas podrían serlo más pronto o más tarde.

Uno de los guionistas es J. J. Abrams, los aficionados reconocerán en él a uno de los que últimamente convierte en éxito casi todo lo que toca, por mencionar lo más conocido, es uno de los creadores de otra serie que comenté hace poco y que es ya un clásico reciente, “Perdidos”, además de otras y algunas películas también con bastante éxito. La verdad es que tiene algunas similitudes con esta en cuanto a la forma de desarrollar los capítulos, siempre con bastante tensión y haciendo que el espectador esté pendiente de cada detalle, ya que hay una serie de elementos que son comunes a todos los capítulos. Cada uno tiene una historia, pero hay varios personajes y situaciones recurrentes en todos ellos que hacen que uno esté más pendiente.

Tenemos a tres personajes centrales, muy peculiares todos ellos y que esconden una buena cantidad de cosas que iremos descubriendo capítulo a capítulo. Tenemos por un lado al científico algo loco, excéntrico y muy peculiar, algunos lo describen como un cruce entre el doctor Frankenstein y Albert Einstein, y hay que reconocer que la comparación no es mala. Se llama Walter Bishop (interpretado por John Noble, una cara medianamente conocida sobre todo de la televisión), es el encargado de desvelar todos los misterios científicos desde su laboratorio de una conocida universidad. En el fondo él es el responsable de casi todo lo que pasa, ya que unos años antes del momento presente y junto con otro investigador, trabajó para el Gobierno de modo secreto. Todo lo que pasa son cosas que parten de las ideas que ellos dos desarrollaron casi veinte años antes. Por causas no demasiado claras, de momento, Walter Bishop acabó recluido en un psiquiátrico en el que estuvo 17 años y del que lo sacan los agentes federales al ver que los casos en los que trabajan están directamente relacionados con sus investigaciones. Su colega de trabajos es William Bell, fundador de una empresa puntera y que parece que está detrás de todo lo que pasa, ya que en teoría aprovechó esas investigaciones para desarrollar todas las sus posibilidades. Para los aficionados, este papel es interpretado por Leonard Nimoy, el señor Spock de otro clásico, “Star Treck”. Este Bishop me parece un personaje genial, además de ser el centro de casi todo lo que pasa también es el que pone de vez en cuando con sus despistes, peticiones, respuestas...una nota de humor que le da un aire menos trascendente a la serie. Tenemos luego a su hijo, Peter Bishop (interpretado por Joshua Jackson), un hombre de gran inteligencia y que tiene el trabajo de controlar e intentar entender las cosas que dice o hace su padre. Un buen personaje también, fundamental para el trabajo que desarrollan y que va estableciendo poco a poco una cierta relación con la protagonista femenina. Esta es Olivia Dunham (a la que da vida la actriz Anna Torv), es una agente del FBI que tendrá que juntarse en el primer episodio a los dos anteriores para intentar salvarle la vida a su novio. Es una mujer de mucho carácter, con ciertos problemas en su pasado que iremos descubriendo poco a poco. No es capaz de ver las cosas de un modo frío y muchas veces sus opiniones y sentimientos influyen demasiado en su trabajo, algo que sus superiores no ven demasiado bien, pero que toleran debido a su gran potencial de trabajo y sus resultados. La verdad es que en las series no son demasiado habituales las protagonistas femeninas, aparecen, pero normalmente no de un modo tan central como esta, y tengo que decir que me parece un gran personaje, con mucho carácter y bien interpretado, una mujer dura y centrada en su trabajo pero que no deja en ningún momento de lado sus sentimientos. Tras un primer episodio de presentación de los personajes todos ellos pasarán a trabajar en una especie de sección medio secreta a las órdenes de un agente federal que será el encargado de asignarles las misiones y controlar su desarrollo.

Luego tenemos una serie de personajes que aparecen en todos los capítulos, desde agentes federales hasta presencias recurrentes en todos ellos y de los que, poco a poco, iremos sabiendo más cosas, aunque también generan muchos interrogantes. Los más importantes son ese agente federal que controla a estos tres mencionados, Philip Broyles. Tenemos también a Nina Sharp, uno de los más intrigantes y que esconde más cosas, es una empleada de alto nivel de Massive Dynamics, la empresa fundada por el socio del doctor Bishop y que tiene relación con toda la tecnología y ciencia que aparece en los casos. Y luego tenemos a un misterioso personaje, al que llaman “el observador”, que aparece por todas partes, siempre presente, mirando todo lo que pasa pero sin intervenir.

Creo que voy a dejar el resto para otro día, que aún me quedan cosas por comentar y este ya quedó un poco largo, así que en un post posterior algo más diré, así os quedáis pendientes, igual que yo entre capítulo y capítulo de “Fringe”

1 comentario:

  1. Muchas gracias Juan, le voy a dar una oportunidad a la serie que me has picado.

    BB

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