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martes, 8 de junio de 2010

Último aviso (Burn notice)


Entre libro y libro también podemos ver de vez en cuando la televisión, que no todo va a ser leer, que hay que descansar y sentarse en un cómodo sofá a ver algo, por lo menos si no puede ser bueno, entretenido. Así que esta de hoy es otra de esas series entretenidas, sin ninguna pretensión más que esa, pasar un buen rato y sonreír más de una vez, aunque no es directamente una comedia. La serie se titula “Último aviso” (“Burn notice” en inglés) y su primera temporada fue emitida por Fox hace un tiempo y ahora, desde hace un par de meses más o menos apareció en la programación nocturna de “Cuatro”. En Estados Unidos van a estrenar en breve la cuarta temporada, parece que tiene bastante éxito de audiencia, que no todas llegan a este número, que cada vez más si no tienen un cierto número de espectadores desaparecen de la programación rápidamente, algunas casi sin terminar o terminando de golpe, resolviendo cuatro cosas y fuera. Lo peor es que la cadena que la emitía nos dejó, de momento, sin ninguna de las otras temporadas, lo que me tiene un poco fastidiado, ya que al terminar la primera queda la cosa con una cierta tensión y ya tengo ganas de saber qué pasó después, pero de momento no puede ser, habrá que protestarle a estos de Fox a ver si ponen el resto.

Es una serie de acción, no de policías ni de forenses que tan de moda están últimamente, y el protagonista es un espía, pero algo especial, claro. En el primer episodio vemos como el agente Michael Westen vuelve a su casa en Miami tras terminar sin éxito su última misión en Nigeria, ya que su contacto en la zona no apareció. Pronto sabrá que fue “quemado”, un término que se usa dentro del mundo del espionaje para designar a aquellos agentes que son retirados del servicio son darles demasiadas explicaciones porque ya no se les considera adecuados para ese trabajo. Así que se encuentra sin contactos, sin armas, sin identificación, siempre vigilado no sabe muy bien por quién y con órdenes de no salir de Miami. Ante esto decide investigar quién es el culpable de su situación, el porqué de la misma y hacer todo lo posible por solucionarla. Pero se encuentra totalmente solo y sin recursos, por lo que lo primero que hará será buscar alguna ayuda. La primera persona que reaparece en su vida es su exnovia, Fiona Glenanne, que además es una antigua terrorista del IRA, una mujer de recursos, especialista en armas, explosivos y muy decidida. Además de ella contará también con la colaboración de Sam Ase, un antiguo oficial de inteligencia de la marina que ahora retirado usa su encanto para vivir a costa de engañar a mujeres mayores y con dinero que van a Florida en busca de algo de aventura. Es un antiguo amigo del protagonista que le valdrá como contacto con el FBI, como agente doble y proporcionándole muchas cosas, además de actuar con él en muchos de los casos en los que trabajarán. Además de todo esto tenemos un personaje más, Madeleine Westen, la madre de Michael, una mujer que es todo un elemento, fumadora, bebedora, hipocondríaca y que no hará más que convertirse en una preocupación más que añadir a las que ya tiene, junto con un hermano medio delincuente medio cabeza hueca que no dará más que problemas. Además de todo esto, para darle un poco más de profundidad a la trama, tenemos también un tema de malos tratos paternos con el protagonista que son importantes para su personalidad y forma de actuar y comportarse. Para poder mantenerse se va a dedicar a trabajar como medio agente secreto medio detective en casos locales, contratado por gente normalmente con pocos recursos. Tanto es así que su primer caso le llega a través de una vecina de su madre. El elemento común a todos los episodios será esa investigación que hace para saber quién es el culpable de su situación, de la que quiere salir, él es un buen agente, uno de los mejores (queda claro con las cosas que hace) y no acepta su nuevo estado. Cada capítulo tendrá además un caso de esos en los que trabaja, pero habrá una serie de personajes que irán apareciendo en varios, siempre relacionados con su situación de “quemado”. Como perdió todos los medios de los que disponía, va a tener que sustituirlos por su ingenio, tendrá que usar toda su inteligencia para crear sistemas de vigilancia, seguridad, todo tipo de aparatos electrónicos y gadgets usando objetos de uso común, siempre llenos de originalidad y muy efectivos.

Los actores son relativamente conocidos, la mayor parte salidos de la televisión. El papel de Michael Westen es interpretado por Jeffrey Donovan, cara conocida de algunas series pero que tuvo un papel importante en una de las últimas películas de Clint Eastwood, “El intercambio”, donde literalmente bordaba el papel del policía encargado de la investigación de la desaparición del niño. La verdad es que cuando la vi me sorprendió mucho su actuación, es un buen actor y espero que haga más cine, pero en esta serie está muy bien, inteligente, cínico, simpático, tiene casi de todo. El papel de la novia lo hace Gabrielle Anwar, también actriz televisiva y con alguna película. Otro actor conocido es el que hace el papel del amigo, Bruce Campbell, que los aficionados la cine de terror conocerán por algunas películas ya de hace un tiempo (“Terroríficamente muertos”) y algunas cintas más, aunque últimamente aparece más en televisión. Hace un papel bien simpático, un hombre que pasa de casi todo, que se dedica a vivir lo mejor que puede pero que no es capaz de no ayudar a su amigo.

Algunos hablan de ella como una versión modernizada de una serie clásica de los 60, el “Superagente 86”, que incluso tuvo una, vamos a decir “pasable”, versión cinematográfica recientemente. La verdad es que yo no le veo demasiado parecido, aquella era una comedia ligeramente disparatada y esta tiene algo más de seriedad, pero no deja de ser una comedia de acción. Para mí es más una mezcla entre las películas de James Bond (más que nada por el personaje y la forma de actuar, no por el estilo visual ni esas cosas) y otra serie clásica de hace unos años, “MacGyver”, con la que tiene muchas similitudes. Los que recuerden esta serie sabrán que con una cuerda de zapatos, una pila y poco más era capaz de hacer una bomba y que también se dedicaba a ayudar a gente necesitada. Pues en este sentido está la similitud, el protagonista de “Último aviso” es capaz de hacer casi cualquier cosa con objetos recogidos en un momento en una casa y salir bien de cualquier situación, como hacía MacGyver, y como este, también se dedica a ayudar a gente enfrentada a los más poderosos. Creo que los parecidos son más que evidentes.

Pues esto es lo que es, una serie entretenida, sin muchas pretensiones, pero que consigue que durante 40 minutos pasemos un buen rato, nos riamos más de una vez con las situaciones que se producen y con los personajes, con unos diálogos ágiles y simpáticos, buenas escenas de acción y con unos casos que resolver a veces casi esperpénticos, la verdad. A ver si estos de Fox o de Cuatro se deciden a poner las siguientes temporadas, porque ya dije, la primera termina de un modo que nos deja a dos velas, y por lo menos yo quiero saber qué más pasa después.

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