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domingo, 9 de mayo de 2010

Noche loca


Lluvia, frío, viento. ¿Diciembre? No, estamos en el mes de mayo, aunque no lo parezca, no sé por otros lados, pero aquí en Vigo a 8 de mayo parece que estamos en pleno invierno. Así que las opciones para no quedarse en casa un sábado por la tarde pasaban por ir al cine. Cónclave familiar, cartelera, la verdad es que no hay demasiado donde elegir, así que tras ir eliminando solo nos queda “Noche loca”, una comedia que, tras ver el trailer por internet por si acaso, no tiene mala pinta. Allá nos vamos.

La verdad es que resultó entretenida, simpática y bastante divertida. Claro que no pasará a la historia del cine, para nada de nada, pero sí que nos hizo pasar una hora y media en la que nos reímos bastante alguna vez y casi todo el tiempo estuvimos con una sonrisa en la boca, así que bien. Lo primero que me gustaría comentar es el título, porque a veces las traducciones, como ya comenté alguna vez, dejan tanto que desear que te quitan las ganas de ir al cine. Menos mal que conocía a los actores, que vi el trailer y nos decidimos, porque si nos fiáramos solo del título en castellano no creo que fuéramos, porque son de esos que echan para atrás. Con este título lo menos es imaginar una comedia de esas chorras de adolescentes, sexo normalmente bruto y poco más, pero no es eso, para nada. Originalmente es “Date night”, que vendría a ser algo así como “Cita nocturna”, que evidentemente se ajusta más a lo que uno ve en la pantalla que lo que sugiere el castellano, que ya digo, a muchos les quitaría las ganas.

Hay muchas películas con el mismo esquema que esta, una salida nocturna que uno espera divertida y se convierte en todo lo contrario, normalmente según sea, todo pasa por una serie de peripecias más o menos divertidas, disparatadas o locas que poco tienen que ver con lo que uno quería hacer. Los aficionados al cine tendrán que recordar una cinta de Martin Scorsese que aquí se tituló “Jo, qué noche” que es la historia por excelencia de este tipo, el tío que sale a cenar, tomar unas copas y ver si liga un poco pero de repente todo se complica y se ve inmerso en una sucesión de persecuciones, malas experiencias, gente rara que hacen que sea la peor noche de tu vida. Tras esta muchas siguen este esquema con mayor o menor suerte. Pues esta de hoy es lo mismo, pero la verdad es que tiene buenos momentos.

Nos va a contar como una pareja casada, con dos hijos (insoportables) y un poco acomodados y acostumbrados a una vida de trabajo y rutina decide cambiar su costumbre de ir a cenar al mismo sitio siempre e intentarlo en un lujoso restaurante del centro. Claro, sin reserva ni nada la cosa se complica, así que deciden esperar en la barra. Cuando la camarera pasa llamando a una pareja para que ocupen su correspondiente mesa, como ven que no contesta nadie ellos mismos deciden decir que esa pareja son ellos, y así empieza una noche muy, pero que muy movida. Evidentemente la confusión los va a llevar a un encuentro con unos matones a sueldo que buscan a la pareja original, viéndose de repente inmersos en una escalada de persecuciones, disparos, investigación... dentro de una historia de chantaje, extorsión, corrupción y esas cosas, pero nada en serio, que es una comedia, además para mayores de siete años, así que salvo algunas conversaciones sobre sexo casi es apta para todos los públicos.

El director es Shawn Levy, más o menos conocido por alguna comedia ligera más de este tipo, las más recientes las dos de “Noche en el museo”, que tampoco estaban mal, hablando de este tipo de cine, claro. Pero lo que me llevó a que me apeteciera verla fueron sus dos protagonistas, que me parecen dos de los mejores actores de comedia que podemos encontrar en este momento en el cine americano. Ambos salen de un conocido programa de televisión que lleva allá muchos años en antena y que aquí emite de vez en cuando Canal+, hablo de “Saturday night live”, uno de los programas más ácidos que hacen y del que han salido muchos actores que después se han pasado al cine con éxito desigual. Él es Steve Carrell, poco conocido aquí, la verdad, y que tiene buenas comedias, de lo último aunque mejor no juzgarlo por ella porque era regular tirando a mala, la versión de cine del Superagente 86; mejor verlo en una serie que también emiten las privadas “The Office” o en una película de esas que también asustarían por el título pero que es más de lo que parece, “Virgen a los 40” (ya digo, no os fiéis del título porque no es una mala comedia). Ella es mucho menos conocida por aquí, famosísima en USA por sus imitaciones de Sarah Palin en el mencionado programa y también por ser la protagonista de una serie con un humor un tanto histriónico y extraño (de ese que te gusta o lo no eres capaz de soportarlo) que es “Rockefeller Plaza” sobre una cadena de televisión. Para mí ella es una más que buena actriz cómica, sobre todo sus caras, gestos, formas de hablar y de comportarse conforman un papel que, por lo menos a mí me hizo bastante gracia.

Ya digo, no es una recomendación encarecida, quizá buena para ver dentro de unos meses cuando salga en DVD o, si el tiempo sigue así, para pasar hora y media bastante divertida. Tiene dos o tres escenas realmente originales, lo que ya es algo difícil en cine cómico. Los diálogos son ágiles y muchos de ellos hay que seguirlos atentamente porque hay gags cómicos dentro de ellos que si uno no está atento puede perderse. Creo que merece la pena ver a los dos protagonistas, sobre todo los que no los conozcan pueden descubrir algo bastante bueno, la verdad. Además aparecen varias caras conocidas en papeles secundarios, algunos bastante graciosos, la verdad. También tengo que decir que últimamente no veo comedias que me hagan reír demasiado, y con esta me reí bastante (aunque soy de risa fácil, también es cierto), pero hay gente que tengo en casa que no se ríe con facilidad y en esta aún hubo varios momentos en los que alguna carcajada apareció, además quizá sean más graciosos los diálogos que los gags visuales (salvo el del taxi que me pareció muy bueno, pero no os lo voy a contar), lo que también es un mérito. Si a alguien le da por ir a verla por culpa de este comentario, ya me dirá, solo espero que algo le guste, que luego la culpa es mía.

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