Cuando tuve que pensar en hacer un blog ya hace casi un año no tenía muy claro cuál iba a ser la temática, tras darle algunas vueltas salió lo que todos los que me visitáis podéis leer. Pero no solo tengo esas aficiones, de las más habituales quedo fuera la música, algo que siempre me acompaña durante casi todo el día. No la incluí en estos comentarios no sé muy bien por qué, se porque en ese momento no se me ocurrió o porque es tal la cantidad de cosas que escucho que igual a eran demasiadas cosas, además que si soy sincero en el panorama actual no es que haya demasiadas cosas que me gusten lo suficiente como para comentarlas, así que preferí quedarme con otros temas en los que la actualidad sea más interesante que mis gustos. Reconozco que en lo que se refiere a música soy bastante clásico y casi todo lo que me gusta es de hace ya años, salvando algunas excepciones de vez en cuando. Viene esta introducción a cuento de que hoy voy a saltarme un poco la temática habitual para hacer un simple y breve recuerdo a un músico excepcional que murió ayer, casualidades de la vida, en España, concretamente en un hotel de Málaga. Hablo de Gary Moore.
El blues es uno de los géneros que me gustan mucho y descubrí a Moore cuando pasó del rock a este otro género y desde su primer disco de este estilo fue de esos músicos de los que compraba todo CD nuevo que salía, y ninguno de ellos me decepcionó. Nació en Belfast, Irlanda, en 1952 y murió tal día como ayer, 6 de febrero de 2011 en el Kempinski Hotel Resort de Estepona, en Málaga. A falta de los últimos datos de la autopsia se habla de muerte natural, solo con 58 años nos dejó uno de los casi últimos “dinosaurios” de la música, una verdadera pena, muchos echaremos de menos nuevos discos, pero seguiremos disfrutando de los que tenemos.
No voy a hacer una larga biografía, solo algunos datos básicos para aquellos que conocían su música pero no tenían demasiado claro quién era. Con Moore me pasó algo curioso, mucha gente conocía sus temas, su sonido, pero muchos no sabían quién era cuando les decías que lo que sonaba era Gary Moore, parece que era más famoso por su sodio característico que por su nombre. El sonido de su guitarra era realmente inconfundible y genial, pero igual con menos reconocimiento que otros músicos más conocidos y de calidad inferior. Comenzó en grupos de rock, “Skid Row” o “Thin Lizzy”, pasando durante años por varios grupos con más o menos éxito. En 1990 “Still got the blues” lo llevó a las listas de éxitos, con un giro hacia el blues, colaborando a continuación con grandes del género como Albert King, Albert Collins o el maestro B. B. King, uno de los últimos grandes que nos quedan de este género. En 1994 intenta de nuevo la música en grupo con un disco muy interesante, “Around the next dream” y e grupo se llamaba BBM. En el 2001 otro gran disco, “Back to the blues”, un título que deja claras sus intenciones musicales. Más de 30 discos son una buena muestra de que la música de verdad perdió a uno de los grandes.
Ya digo que este comentario de hoy es corto, más que nada porque lo que recomiendo es escucharlo y disfrutar de su música, de unos temas que muchos conocéis y que hoy, cuando lo veáis en las noticias seguro que más de uno pensará: “¡Ah, así que este era Gary Moore. Pues sí que me gustaba”.
El blues es uno de los géneros que me gustan mucho y descubrí a Moore cuando pasó del rock a este otro género y desde su primer disco de este estilo fue de esos músicos de los que compraba todo CD nuevo que salía, y ninguno de ellos me decepcionó. Nació en Belfast, Irlanda, en 1952 y murió tal día como ayer, 6 de febrero de 2011 en el Kempinski Hotel Resort de Estepona, en Málaga. A falta de los últimos datos de la autopsia se habla de muerte natural, solo con 58 años nos dejó uno de los casi últimos “dinosaurios” de la música, una verdadera pena, muchos echaremos de menos nuevos discos, pero seguiremos disfrutando de los que tenemos.
No voy a hacer una larga biografía, solo algunos datos básicos para aquellos que conocían su música pero no tenían demasiado claro quién era. Con Moore me pasó algo curioso, mucha gente conocía sus temas, su sonido, pero muchos no sabían quién era cuando les decías que lo que sonaba era Gary Moore, parece que era más famoso por su sodio característico que por su nombre. El sonido de su guitarra era realmente inconfundible y genial, pero igual con menos reconocimiento que otros músicos más conocidos y de calidad inferior. Comenzó en grupos de rock, “Skid Row” o “Thin Lizzy”, pasando durante años por varios grupos con más o menos éxito. En 1990 “Still got the blues” lo llevó a las listas de éxitos, con un giro hacia el blues, colaborando a continuación con grandes del género como Albert King, Albert Collins o el maestro B. B. King, uno de los últimos grandes que nos quedan de este género. En 1994 intenta de nuevo la música en grupo con un disco muy interesante, “Around the next dream” y e grupo se llamaba BBM. En el 2001 otro gran disco, “Back to the blues”, un título que deja claras sus intenciones musicales. Más de 30 discos son una buena muestra de que la música de verdad perdió a uno de los grandes.
Ya digo que este comentario de hoy es corto, más que nada porque lo que recomiendo es escucharlo y disfrutar de su música, de unos temas que muchos conocéis y que hoy, cuando lo veáis en las noticias seguro que más de uno pensará: “¡Ah, así que este era Gary Moore. Pues sí que me gustaba”.
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