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jueves, 22 de julio de 2010

Libranda, decepción


Mi gozo en un pozo, la verdad. Hace unas semanas hacía por aquí un comentario sobre Libranda, la plataforma creada por varias editoriales que por fin se decidieran a dar un paso para los que tenemos EBooks y poder comprar algún libro de vez en cuando para poder disfrutar de ellos de un modo algo más “legal”. La cosa no tenía mala pinta, la verdad, eran varias de las más importantes editoriales del país las que se juntaran para poner en formato digital sus obras o gran parte de ellas y poder comprarlas. Lo primero que no me gustó mucho, aunque no era mala idea pensando en las librerías tradicionales, era que ellos no eran directamente los que vendían, sino que funcionaban como una especie de puente entre las editoriales y las librerías, que eran a las que les comprabas los libros en realidad. Puedes acudir a la página de Libranda para ver las obras que están disponibles y luego ellos mismos tienen enlaces para ir a las páginas de las librerías y hacer allí la compra. Ya digo, algo más incómodo y con más pasos de los necesarios, pero que es una idea que no me parece mal en el sentido de que la librería tradicional, que ya no es un negocio que vaya demasiado bien, así no pierde una gran cantidad de ventas. También es cierto que las que están a disposición del comprador de momento son casi todas o grandes superficies o tiendas que solo funcionan a través de internet, con lo cual supongo que la pequeña librería a la que vamos de vez en cuando a ver las novedades o encargar algún libro que andemos buscando acabará perdiendo una parte de su ya pequeña clientela, a no ser que se decidan también a trabajar con esta nueva plataforma, aunque esto les puede supone una estructura con página en internet y una serie de gastos y atenciones que muchas de ellas no podrán, supongo, asumir.

Pues la idea no parecía mala, pero al final pienso que, ahora que ya funciona, quedó en nada o, por lo menos, en mucho menos de lo que algunos esperábamos, confiados en que por una vez las cosas serían distintas por estos lares, pero no, como siempre, los mismos errores y la misma confianza en que el comprador final es poco listo, por no decir otras cosas. Ayer me acordé de que el día 15 de este mes era el que decían que la cosa iba a empezar a funcionar, y algo ilusionado, para que negarlo, fui a la página. Lo primero fue ver cuántos libros tenían disponibles de momento, algo más de 1000, que no es una cantidad exagerada pero que para empezar no está mal. Además tenemos bastantes novedades, las últimas novelas de Julia Navarro, María Dueñas y otras de reciente publicación, aunque la mayor parte ya tienen un tiempo. Bien, por este lado la cosa no pintaba demasiado mal y es de suponer que día a día el catálogo crecerá bastante, a no ser que quieran esperar a ver como va la cosa para poner más libros o no. Aun así poco que ver con lo que tienen a disposición otras páginas parecidas, por ejemplo, la que más vende de momento en libro digital, que es Amazon, pero que de momento aunque tiene algunas cosas no en inglés, son pocas, pero ya digo, para empezar no está mal. Así que del catálogo inicial no nos vamos a quejar demasiado, pero de otras cosas sí, claro.

Para empezar, si uno quiere bajar y gestionar los libros lo primero que tiene que hacer es instalar en su ordenador un programa de Adobe, el Adobe Digital Editions, que es el que servirá para guardar los libros en el ordenador y pasarlos a los lectores, supongo, porque nunca trabajé con él y no lo tengo instalado. Esto ya es un incordio, no basta con bajar el libro y pasarlo al lector directamente, no, tenemos que pasar antes por el programita. Por un lado tiene su razón de ser, en un principio vamos a poder instalar el libro bajado en seis dispositivos, porque ese número fue el que ellos consideraron que circula un libro en papel, vale, un número aleatorio pero que tiene una cierta lógica, para ellos, claro. Los libros en papel circulan muchas veces y pasan seguramente por muchas manos, así que por qué quieren evitar que pase lo mismo con los digitales. Supongo que tendrá algo que ver con la piratería, pero no al va a evitar, hasta ahora casi no existían y muchos sabemos, gracias a Dios, donde conseguir los libros, por lo menos de momento, así que impedir que puedan circular libremente los que compramos no va a evitar esto, aparte de que enseguida aparecerá alguna manera de saltarse ese DRM y hacerlos circular, seguro. Otras compañías intentaron hacer lo mismo con la música (léase Apple e iTunes, ahora también con libros) o con el cine y las series, tentativas que acabaron saltándose los usuarios, que siempre están a la que salta. Muchos posibles clientes, ante este uso obligatorio del programa de Adobe es más que posible que no den el paso, así que a ver qué pasa, ya lo veremos. Además solo podemos bajar los libros en un solo formato, el EPub con DRM, como ya dije, que es compatible con la mayoría de los lectores, pero no con todos, como pueden ser, creo, el Kindle o el nuevo Ipad. Además los que usamos otros formatos porque nos resultan mejores en varias cosas, como la paginación, la duración de la batería, etc., no podremos hacerlo, ya que el programa de Adobe pienso que no hace la conversión y no trabaja con ellos. Yo, como digo, uso mayoritariamente el formato FB2, que es el que mejor me va, pues anda, a aguantarse y usar el anterior.

Un segundo problema viene por algo que llevo un rato intentando y que no me resultó nada fácil, la búsqueda de un libro determinado. Desde la página de Libranda es algo sencillo, ya que puedes hacerla por autor, título o ISBN, pero no pasa lo mismo con algunas de las páginas de las librerías, en algunas no es posible buscar solo en formato digital, con lo cual salen a veces montones de resultados entre los que tendrás que pasar un buen rato intentando saber si existe o no en ese formato. Así que para los que decidan comprar algún libro mejor hacer la búsqueda desde la página de Libranda y luego a acudir a algunas de las tiendas que trabajan con ella. En ese sentido, de momento, de todas las que aparecían funcionan nueve, varias grandes superficies y algunas que solo venden a través de Internet. Entre las grandes tenemos la Casa del Libro, el Corte Inglés, FNAC y otras que, curiosamente, son la mayoría catalanas, que parece que en ese sentido están algo más espabiladas. De todos modos ya digo que los precios son los mismos en todas ellas, así que no esperéis comparar en varias para encontrar alguno un poco más barato, podéis evitaros el trabajo. Hay otras catorce o quince que aparecen como “próximamente”, así que el número es bastante grande, pero como dije unas líneas más atrás, me da un poco de pena que no aparezcan pequeños negocios, que al final son los que más pierden.

Y dejo para el final el mayor problema de todos y que es una constante en estas cosas, el precio de los libros. Podemos encontrar los más baratos desde unos cinco euros, que no está mal, aunque la mayor parte de ellos son bastante antiguos. Sobre 7/8 euros tenemos una buena cantidad, son todos esos que ya aparecieron en formato de bolsillo, algunos más antiguos que otros, pero con bastantes cosas interesantes entre las que habrá que navegar mucho para encontrar algo que un lector habitual no haya leído, pero seguro que algo aparece. Entre esos un día que tenga tiempo me dedicaré a buscar y comprar algo, aunque solo sea para probar. De todos modos, sinceramente, casi es el mismo precio al que los podemos encontrar en formato libro, lo que me parece una barbaridad, porque están ahorrando mucho dinero con el formato digital, que no les puede costar tanto, así que habrá que pensarlo. También será cierto que juegan con que una persona que se compra un libro digital quiere tener a su disposición novelas para poder leerlas en él, pero no a cualquier precio ni pensando que no están tomando el pelo. Y lo peor viene con las novedades, que están entre los 16/17 euros, mal. El libro en formato papel cuesta unos 22, querrán convencernos de que editar un libro cuesta seis euros, que es la diferencia que hay, no lo creo. Como siempre quieren hacer de nosotros lo que ellos quieren, me parece muy caro, pensando también que el formato papel ya me parecía caro antes, y luego se quejan de que la gente no lee, claro, normal. Si uno lee un par o tres de libros el mes a ver quién puede gastarse más de 60 euros si es lector de novedades, claro que dirán que siempre están los formatos más económicos, pero en esos las novedades tardan algo en salir, y a veces ni salen, así que por ese lado no. Se uno va a una tienda digital que mencioné antes, Amazon, verá como las novedades están alrededor de los 11 euros, una cantidad algo más adecuada para lo que es, seamos claros. Me parece que quieren hacer una buena recaudación a costa de los que compramos los libros digitales, ya que como dije antes, cuando uno compra un lector de estos no tiene más remedio que leer los gratuitos que le trae (que no voy a negar que muchos no sean interesantes, pero algo antiguos y muchos ya leídos) o tener que andar por la red buscando páginas donde poder conseguirlos de otros modos que todos conocemos. Si ahora podemos comprarlos de un modo legal y respetando los derechos de autor tenemos que pagar cantidades que están muy cerca de los otros formatos no creo que aquellos que estén dudando si pasarse o no al formato digital tomen la decisión. Los lectores de momento no son baratos, aunque bajaron un poco y como la oferta es algo más grande ya hay competencia, si los libros tampoco lo son, para qué voy a comprar uno ? Pues no, muchos se echarán para atrás, y no me extraña.

En resumen, que no es la cosa para tirar cohetes. Lo mejor es que si alguien quiere comprar alguna novedad, ahora podrá hacerlo de modo legal, pero con demasiadas limitaciones para que merezca la pena. Sobre todo por el precio, es increíble que por otros países y otras páginas las cosas sean mucho más baratas, a ellos sí que les merece la pena comprar en este nuevo formato. Además el concepto de competencia no existe, ya que todas las tiendas tienen los libros al mismo precio, o pagas lo que ellos marcan o nada. Es un principio del que espero que los demás no aprendan demasiado y piensen en ampliar las posibilidades, los formatos y sobre todo las cantidades que tendremos que pagar para comprar los libros. Claro que como hasta el momento son casi los únicos no nos queda más remedio que pasar por el aro, si queremos, claro. Como en todo, después se quejarán de la piratería, intentarán cerrar páginas o mandar correos amenazantes y todas esas cosas que pasan con otro tipo de páginas, pero es evidente que si el consumidor final no ve una ventaja en ciertos aspectos no va a comprar. Esta no es, evidentemente, la manera de conseguir el despegue definitivo de los lectores digitales en este país, espero que vean los problemas y cambien pronto las cosas, sino, espero que no, seguiremos como siempre.

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