Hoy toca otra recomendación televisiva, una serie que estoy viendo en este momento. Llevo diez capítulos de los trece que la componen (por lo menos en su primera temporada, porque estoy viendo que tiene una segunda) y no sé si darme un atracón para terminarla de una vez, porque el grado de tensión e intriga que me está generando es bastante alto. Vamos, que quiero saber ya quién es el asesino o asesina, además de algunas otras cosas. La verdad es que está bastante bien, dándole un giro algo distinto a lo que estamos habituados, sobre todo en lo que se refiere al aspecto visual y al ritmo de los acontecimientos. Hablo de “The Killing”, que esta semana pasada terminó de emitir FoxCrime, aunque también se puede ver desde hace poco en algún otro canal. En concreto yo estoy viendo la versión americana, ya que en realidad parte de una serie danesa, “Forbrydelsen” que tuvo gran éxito en su país y que los americanos, en coproducción con los canadienses, decidieron adaptar, aunque como comentaré dentro de unas líneas, de una forma un tanto especial.
Estamos ante una serie que entraría dentro del género del thriller, de investigación pero algo alejada de las habituales de este momento, poco tiene que ver con los distintos CSI o todas estas que ahora se centran en la investigación forense, dejando un poco de lado el aspecto digamos “tradicional” de la simple y mera investigación policiaca, del trabajo de la policía sin tener en cuenta elementos científicos, pruebas de ADN y ese tipo de cosas que ahora vemos como algo casi habitual. En ese sentido tiene un aire de serie de hace años, de aquellas que veía cuando era algo más joven pero con una temática y un aspecto más moderno y más directo en muchos momentos.
La historia se centra en una inspectora joven que el último día de trabajo en la policía de Seattle se encuentra con el asesinato de una adolescente que aparece en el maletero de un coche que sacan de un lago. Por un lado tenemos a la inspectora Sarah Linden, a punto de marcharse a vivir a Sonoma (California) junto con su hijo Jack y Rick, el hombre con el que tiene pensado casarse. Pero estos planes se ven rotos cuando Rosie Larsen desaparece tras un fin de semana y una fiesta en el instituto. En ese momento también un nuevo policía llega a la comisaría, Stephen Holder, procedente de la brigada de narcóticos. Sarah tiene que irse, pero inicia la investigación de la desaparición de la chica como un último favor hacia su jefe y también para iniciar a Stephen en las formas de trabajar en su nuevo destino. Pero ve algo en su nuevo compañero que no le gusta demasiado, su forma de trabajar, su manera de interrogar a los testigos, algo que no le da buena espina. Esto, sumado a la aparición del cadáver, hace que posponga ese marcha, pero las cosas se van a complicar y ese traslado se va demorando cada vez más, trayendo consigo, además, una serie de problemas personales. Al mismo tiempo tenemos una auténtica guerra por la alcaldía de Seattle, un enfrentamiento entre dos candidatos en el que todo vale con tal de conseguir el objetivo, ser alcalde. Además estos personajes también se verán metidos dentro de la investigación. Por un lado tenemos a la persona que tiene el cargo en este momento, el alcalde Lesley Adams; por el otro, con mucha mayor presencia en la historia, el aspirante, Darren Richmond y su equipo. Dentro de este destacan por encima de todos sus dos ayudantes más directos, una mujer que mantiene una relación sentimental con Richmond, Gwen Eaton y Jamie Wright, el hombre capaz de cualquier cosa con tal de alcanzar los objetivos que quiere. De todos modos, junto con los dos investigadores, otra pareja centra la acción, los padres de Rosie, Stan y Mitch Larsen, destrozados por un acto que no entienden, descubriendo cosas sobre su hija que tampoco alcanzan a entender. Ella mucho más afectada que él, tanto que incluso descuida a sus dos hijos pequeños, pero es incapaz de reaccionar. Quiere saber por encima de todo qué pasó, quién fue el asesino de su hija y, junto con esto, irá descubriendo otras cosas que más le valdría no saber. Todos estos y alguno más forman el núcleo del argumento y partimos de la base de que alguno ha asesinado a Rosie, aunque tampoco sepamos, supongo que hasta el final, por qué.
Para algunos críticos recuerda en algunos momentos a un clásico de la televisión, la conocida y famosa “Twin Peaks” que en su momento dirigió David Lynch. Creo que aquella era algo más innovadora y distinta, sobre todo en lo que se refiere al ambiente y al desarrollo, pero es posible que alguna relación pueda tener. Como dije está basada en una serie danesa (que solo tiene una temporada que yo sepa) y se nota bastante que intentaron mantener un poco el aire “europeo”. Hay que tener en cuenta por lo que he visto, que han contado con la mayor parte del equipo que hizo el original e incluso para algunos episodios han recurrido a una directora europea con cierto renombre, Agniezska Holland e incluso a algún actor que tampoco es norteamericano. Por eso no tiene para nada el típico aire de serie americana, no es nada espectacular en ningún aspecto, no hay persecuciones, enfrentamientos físicos, mucho movimiento; todo lo contrario, es una historia basada en buenas interpretaciones y un guión impecable que continuamente juega con el espectador llevándolo en todo momento por donde quieren los guionistas. Es una serie lenta, muy lenta en cuanto al desarrollo de la acción, pero eso no la hace aburrida en absoluto. Consigue crear un grado de tensión bastante alto y tiene más de un momento realmente brutal. Casi podría decir que tiene un aire muy realista, casi como si estuviéramos viendo un documental pero metiéndose mucho en la piel de los personajes. Los finales de cada capítulo son como los de esas novelas que terminan siempre con tal grado de incertidumbre que no puedes dejarlo y tienes que leer el siguiente. En este caso lo malo, claro, es que para el siguiente tendrás que esperar una semana; eso si no haces como yo, que los grabé todos y ahora los veo día a día, y algunos días nos costó un poco no ver el siguiente, no lo hicimos por un lado por la hora que era y por otro porque casi estábamos convencidos de que eso nos llevaría a ver más de dos, porque siempre pasa lo mismo.
Creo que merece mucho la pena verla. Los guionistas juegan con el espectador, de una forma cercana, algunos críticos lo han señalado, a las novelas de Agatha Christie. Prácticamente todos los personajes en algún momento pueden llegar a ser sospechosos, y alguno parece evidente tal y como se desarrollan los acontecimientos, de una forma muy clara. Cada episodio avanza un poco, encendiendo unas luces y apagando otras, pasando de un posible asesino a otro. Además no hay un solo personaje que sea claro y transparente, todos esconden algo, son mucho más de lo que parecen ser. Todos ellos tienen alguna historia en su pasado que ahora, con la tensión de este asesinato, sale a la luz. Durante mucho tiempo uno se pregunta por qué ese personaje hace eso, qué le lleva a actuar como lo hace o qué se esconde tras ese pequeño movimiento. Este es un aspecto más para tener la atención del espectador de forma continua.
Por otro lado los actores están todos realmente bien. La mayor parte, salvo un par, son caras para mí desconocidas, pero creo que más de uno promete. Los papeles principales están todos impecables. La policía, una mujer pequeña de estatura, tan llena de problemas como de fortaleza, borda a esa inspectora que se enfrasca en el caso y deja todo de lado, hasta su complicada vida familiar, y se obsesiona en su resolución, sin que haya nada que pueda pararla. Su nuevo compañero, uno de los más misteriosos, lleno de claroscuros, también me gustó mucho. Los padres de Rosie, él intentando llevar una vida normal tras el disgusto y atender a sus dos hijos, mientras la tristeza y el tormento van más por dentro que por fuera. Su mujer, que queda completamente destrozada por el brutal hecho, centrada en su sufrimiento y en los recuerdos. El candidato a alcalde, honrado unas veces y no tanto otras y los asesores que lo rodean, envueltos en un mundo donde todo vale con tal de conseguir el objetivo político. Y no dejemos de lado a la ciudad de Seattle, gris, donde no para de llover en casi todo el día, siniestra y también llena de lugares que, como los personajes, parece esconder mucha más violencia de lo que parece.
Como os dije al principio yo estoy viendo la versión americana, y creo que voy a llegar al último capítulo y quedarme casi como estaba, pero con más interrogantes, porque veo que tiene una segunda temporada y algunos personajes coinciden, así que me da la impresión de que vamos a tener que esperar a la segunda para saber quién mató a Rosie Larsen y por qué. El original danés, por lo que he visto, creo que tiene una sola temporada, así que los que hayan elegido esta sí podrán descubrirlo. Sea una u otra yo os la recomendaría, si ya la habéis visto, estáis en ello o la veis en un futuro ya me diréis que os parece.
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