Antes del comentario decir que los dos vídeos están en inglés, imposible encontrar uno en castellano
Hace ya algún tiempo que no tocaba el tema de las series televisivas, entre el cine y los libros ya hace de la última que apareció por aquí, así que vamos a ponerle remedio. No es que no siga viendo algunas, pero últimamente tengo varias nuevas en espera porque estamos terminando de ver los últimos episodios de nuevas temporadas de algunas que ya comenté, pero en breve irán apareciendo cosas nuevas. No suelo comentar ninguna de la que no haya visto, por lo menos, la mitad de los episodios, creo que es la mejor manera de hacerse una idea general de la misma, pero hoy me voy a saltar esa norma y dejaros unas líneas sobre una de la que solo he visto tres o cuatro episodios, pero creo que va a merecer la pena sobre todo por lo divertida. Es una serie que comenzó hace poco en Fox y que emiten tras la segunda temporada de una que ya apareció por aquí, “Modern Family”. Quizá porque ambas son comedias sobre familias y con esa duración ideal de media hora escasa que permite mantener con mucha más facilidad la atención del espectador sin llegar a cansarlo. La serie de hoy se titula en inglés “Raising Hope”, aquí lo dejaron simplemente en “Hope”, en Fox los jueves por la noche, a ver si alguna de las cadenas de TDT se hace con ella, para mí recomendable.
Es de esas que rompen un poco con la dinámica de las típicas series familiares de comedia americana, con un humor sarcástico, distinto en ocasiones, poco correcto muchas veces e incluso algo basto en otras. Es un humor que no hace gracia a todo el mundo, eso lo reconozco, pero a mí en concreto me gusta esta línea, sobre todo porque sorprende en más de un caso, juega con momentos inesperados por lo ridículo en algunas ocasiones o por lo exagerado en otras, aún así dudo que algunos de los gags no hagan reír a todo el mundo, aunque puedo equivocarme, claro. El guionista es Gregory Thomas García, otro de esos jóvenes que llevan algún tiempo haciendo televisión, ya que nació en 1970. Uno de sus primeros trabajos como guionista fueron algunos capítulos de una serie de hace ya tiempo, “Cosas de casa” (¿Quién podría olvidar al tremendo Steve Urkel?), una serie que aún siendo bastante tradicional ya tenía algunos elementos novedosos. Pero otros lo conoceréis más como el guionista de una de las series de comedia que más me han gustado en los últimos años, “Me llamo Earl”, una serie para mí genial que llegó a las cuatro temporadas. Aún siendo distintas en el argumento y desarrollo tienen ese mismo tipo de humor moderno, novedoso y lleno de sorpresas; la historia de Earl, su hermano y el karma que lo llevaba a intentar arreglar todos los desastres cometidos a lo largo de su vida, pedir perdón a todos aquellos a los que había ofendido basándose en la idea de que al que hace cosas buenas le pasan cosas buenas y si las hace malas tendrá sus consecuencias negativas. Reconozco que no es un humor, el de ambas series, del gusto de todo el mundo (creo que el humor es una de las cosas más subjetivas de este mundo), pero a mí me gusta, me hace mucha gracia.
La historia de la que partimos ya tiene su punto ridículo. Los protagonistas son la familia Chance, clase media baja americana que intenta sobrevivir como puede, pero hay algo que nunca pierden, el optimismo, la alegría de vivir y el intentar ser felices cueste lo que cueste, por muy mal que vayan las cosas. Se centra en Jimmy Chance, el más joven de la familia, hijo de dos padres jóvenes que lo tuvieron cuando eran adolescentes y que vive con ellos y su abuela materna. Virginia y Burt son los padres, ella trabaja en una empresa de limpieza de casas y él tiene una pequeña, muy pequeña, empresa de jardinería y limpieza de piscinas, formada por dos trabajadores, él y su propio hijo. Como no tienen demasiado dinero viven en casa de la abuela, que tiene un Alzheimer galopante y que en algún momento de lucidez se da cuenta de que tiene a todos viviendo de gorra en su casa, además confunde a Jimmy con su difunto marido, se pasea por la casa en sujetador (o sin él en más de una ocasión) y provoca continuamente situaciones desternillantes. Ya dije al principio que está bastante lejos de un humor políticamente correcto, pero siempre tratado con cariño aunque puede resultar un poquito grosero en algún momento. Una noche Jimmy sale a comprar helado y conoce a una chica con la que pasa esa noche, a la mañana siguiente descubren viendo en las noticias que es una asesina en serie que mata a sus novios, así que la dejan inconsciente y llaman a la policía. Unos días antes de que la ejecuten Jimmy recibe un aviso para que vaya a verla, tendrá que hacerse cargo de la niña que tuvo en la cárcel, él es su padre y tendrá que quedarse con ella. Y esta es Hope, la niña que cambiará la vida de todos ellos. Sus padres no aceptan demasiado bien la nueva integrante de la familia, ellos fueron padres adolescentes y saben lo que pasa (además fueron unos desastrosos padres, a medida que la vamos viendo concluimos que es casi imposible que Jimmy sobreviviera a tantas cosas) y creen que su hijo no está en absoluto preparado para esa responsabilidad (y ellos tampoco). Y alrededor de esta situación se irán desarrollando los capítulos, añadiendo algunos personajes más como la chica del diente muerto o una simpática dependienta de un supermercado (que de todos ellos es la que más cerca está de ser una persona digamos normal). Los problemas para atender a la niña, la cantidad de novedades que tendrán que afrontar, combinar educación y trabajo y muchas cosas más darán pie a más de una situación divertida en cada capítulo, por lo menos yo en algún momento he sido incapaz de no soltar alguna carcajada.
En cuanto a los actores dos caras conocidas interpretando a los padres de Jimmy. Burt Chance es Garret Dillahunt, una cara bastante habitual en muchas series, pero me hace gracia porque hasta ahora casi siempre lo he visto haciendo de mafioso ruso, de asesino o de psicópata en casi todas ellas, esta vertiente para la comedia es una novedad para mí y tengo que decir que lo hace muy bien. Su mujer, Virginia, es la actriz Martha Plimpton, empezó en el cine muy jovencita (ya hacía un papel en “Los Goonies”) y que últimamente aparece más en televisión que en la gran pantalla. Genial en su papel de madre excéntrica, llena de manías, que atesora cosas en un trastero que no le valen para nada pero que guarda porque nunca se sabe en qué momento pueden hacer falta, soñando siempre con llevar una vida mucho mejor, con una gran casa como esas que ella se encarga de limpiar o, por ejemplo, en tener la foto de la familia perfecta para poner en el salón de su casa. Jimmy es Lucas Neff, casi un recién llegado a la televisión y que me está gustando mucho, con esa mezcla de inseguridad, inocencia y al mismo tiempo determinación. Y el papel de la abuela es para Cloris Leachman, una veterana del cine y la televisión.
En este momento aquí podemos ver la primera temporada, pero por Estados Unidos ha tenido bastante éxito y los 22 episodios de esta tendrán una continuación a partir de septiembre de este mismo año. Son capítulos de algo menos de media hora, que me parece el ideal para una comedia de este tipo porque así es capaz de mantener el ritmo de una forma continua sin cansar al espectador y estando siempre pendiente de qué puede pasar a continuación, porque como ya dije una de las cosas que destacaría es que tiene momentos realmente inesperados que son los que provocan más situaciones risibles. A mí me gusta bastante, me parece muy divertida, sin muchas más pretensiones que el entretenimiento y creo que lo consigue con creces; pero como ya dije en los temas del humor influye mucho la subjetividad y algo que a uno le hace una gracia enorme a otro lo deja indiferente. Tendréis que verla para decidir si sigue la línea que os hace reír o no, espero vuestros comentarios al respecto.
Es de esas que rompen un poco con la dinámica de las típicas series familiares de comedia americana, con un humor sarcástico, distinto en ocasiones, poco correcto muchas veces e incluso algo basto en otras. Es un humor que no hace gracia a todo el mundo, eso lo reconozco, pero a mí en concreto me gusta esta línea, sobre todo porque sorprende en más de un caso, juega con momentos inesperados por lo ridículo en algunas ocasiones o por lo exagerado en otras, aún así dudo que algunos de los gags no hagan reír a todo el mundo, aunque puedo equivocarme, claro. El guionista es Gregory Thomas García, otro de esos jóvenes que llevan algún tiempo haciendo televisión, ya que nació en 1970. Uno de sus primeros trabajos como guionista fueron algunos capítulos de una serie de hace ya tiempo, “Cosas de casa” (¿Quién podría olvidar al tremendo Steve Urkel?), una serie que aún siendo bastante tradicional ya tenía algunos elementos novedosos. Pero otros lo conoceréis más como el guionista de una de las series de comedia que más me han gustado en los últimos años, “Me llamo Earl”, una serie para mí genial que llegó a las cuatro temporadas. Aún siendo distintas en el argumento y desarrollo tienen ese mismo tipo de humor moderno, novedoso y lleno de sorpresas; la historia de Earl, su hermano y el karma que lo llevaba a intentar arreglar todos los desastres cometidos a lo largo de su vida, pedir perdón a todos aquellos a los que había ofendido basándose en la idea de que al que hace cosas buenas le pasan cosas buenas y si las hace malas tendrá sus consecuencias negativas. Reconozco que no es un humor, el de ambas series, del gusto de todo el mundo (creo que el humor es una de las cosas más subjetivas de este mundo), pero a mí me gusta, me hace mucha gracia.
La historia de la que partimos ya tiene su punto ridículo. Los protagonistas son la familia Chance, clase media baja americana que intenta sobrevivir como puede, pero hay algo que nunca pierden, el optimismo, la alegría de vivir y el intentar ser felices cueste lo que cueste, por muy mal que vayan las cosas. Se centra en Jimmy Chance, el más joven de la familia, hijo de dos padres jóvenes que lo tuvieron cuando eran adolescentes y que vive con ellos y su abuela materna. Virginia y Burt son los padres, ella trabaja en una empresa de limpieza de casas y él tiene una pequeña, muy pequeña, empresa de jardinería y limpieza de piscinas, formada por dos trabajadores, él y su propio hijo. Como no tienen demasiado dinero viven en casa de la abuela, que tiene un Alzheimer galopante y que en algún momento de lucidez se da cuenta de que tiene a todos viviendo de gorra en su casa, además confunde a Jimmy con su difunto marido, se pasea por la casa en sujetador (o sin él en más de una ocasión) y provoca continuamente situaciones desternillantes. Ya dije al principio que está bastante lejos de un humor políticamente correcto, pero siempre tratado con cariño aunque puede resultar un poquito grosero en algún momento. Una noche Jimmy sale a comprar helado y conoce a una chica con la que pasa esa noche, a la mañana siguiente descubren viendo en las noticias que es una asesina en serie que mata a sus novios, así que la dejan inconsciente y llaman a la policía. Unos días antes de que la ejecuten Jimmy recibe un aviso para que vaya a verla, tendrá que hacerse cargo de la niña que tuvo en la cárcel, él es su padre y tendrá que quedarse con ella. Y esta es Hope, la niña que cambiará la vida de todos ellos. Sus padres no aceptan demasiado bien la nueva integrante de la familia, ellos fueron padres adolescentes y saben lo que pasa (además fueron unos desastrosos padres, a medida que la vamos viendo concluimos que es casi imposible que Jimmy sobreviviera a tantas cosas) y creen que su hijo no está en absoluto preparado para esa responsabilidad (y ellos tampoco). Y alrededor de esta situación se irán desarrollando los capítulos, añadiendo algunos personajes más como la chica del diente muerto o una simpática dependienta de un supermercado (que de todos ellos es la que más cerca está de ser una persona digamos normal). Los problemas para atender a la niña, la cantidad de novedades que tendrán que afrontar, combinar educación y trabajo y muchas cosas más darán pie a más de una situación divertida en cada capítulo, por lo menos yo en algún momento he sido incapaz de no soltar alguna carcajada.
En cuanto a los actores dos caras conocidas interpretando a los padres de Jimmy. Burt Chance es Garret Dillahunt, una cara bastante habitual en muchas series, pero me hace gracia porque hasta ahora casi siempre lo he visto haciendo de mafioso ruso, de asesino o de psicópata en casi todas ellas, esta vertiente para la comedia es una novedad para mí y tengo que decir que lo hace muy bien. Su mujer, Virginia, es la actriz Martha Plimpton, empezó en el cine muy jovencita (ya hacía un papel en “Los Goonies”) y que últimamente aparece más en televisión que en la gran pantalla. Genial en su papel de madre excéntrica, llena de manías, que atesora cosas en un trastero que no le valen para nada pero que guarda porque nunca se sabe en qué momento pueden hacer falta, soñando siempre con llevar una vida mucho mejor, con una gran casa como esas que ella se encarga de limpiar o, por ejemplo, en tener la foto de la familia perfecta para poner en el salón de su casa. Jimmy es Lucas Neff, casi un recién llegado a la televisión y que me está gustando mucho, con esa mezcla de inseguridad, inocencia y al mismo tiempo determinación. Y el papel de la abuela es para Cloris Leachman, una veterana del cine y la televisión.
En este momento aquí podemos ver la primera temporada, pero por Estados Unidos ha tenido bastante éxito y los 22 episodios de esta tendrán una continuación a partir de septiembre de este mismo año. Son capítulos de algo menos de media hora, que me parece el ideal para una comedia de este tipo porque así es capaz de mantener el ritmo de una forma continua sin cansar al espectador y estando siempre pendiente de qué puede pasar a continuación, porque como ya dije una de las cosas que destacaría es que tiene momentos realmente inesperados que son los que provocan más situaciones risibles. A mí me gusta bastante, me parece muy divertida, sin muchas más pretensiones que el entretenimiento y creo que lo consigue con creces; pero como ya dije en los temas del humor influye mucho la subjetividad y algo que a uno le hace una gracia enorme a otro lo deja indiferente. Tendréis que verla para decidir si sigue la línea que os hace reír o no, espero vuestros comentarios al respecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario