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jueves, 23 de septiembre de 2010

"La química de la muerte", Simon Beckett


Últimamente andaba bastante enfrascado con la novela histórica y dejando de lado otros géneros que también me gustan bastante, como puede ser la novela negra o de investigación. También tengo que decir que llegó un momento en el que me cansó un poco, ya he dicho muchas veces que encontrar algo original no es fácil, pero tampoco lo es escribirlo, ya que es un género en el que está casi todo inventado. Lo que hay es autores que consiguen dar un tratamiento novedoso sobre todo con los personajes y con algunas situaciones, y esos son lo que merecen la pena. A través de algunas recomendaciones o de pasmar en las librerías estoy encontrando algunos autores que no conocía y que me están resultando más que buenos y entretenidos y que, al mismo tiempo, aportan algo (unos más que otros) a un género tan tocado desde siempre. El autor de la novela de hoy llegó a mí a través de una recomendación en un foro de internet, y esta vez acertó, porque la novela me gustó bastante. Hablo de Simon Beckett y la novela de hoy es “La química de la muerte”

Simon Beckett es un autor inglés nacido en Sheffield en 1960. Es licenciado en Filología Inglesa, estuvo una temporada enseñando en España y también fue músico. Luego empezó a trabajar como periodista independiente y escribió para varios periódicos de su país. Ya antes escribiera algunas novelas que fueron bastante bien recibidas por el público, “Fine lines” (1994), “Animales” (1995), “Cuando el río suena” (1997)... La que comento hoy es la primera de una serie de novelas que tienen al mismo protagonista, algo que es bastante habitual en los autores de este género, coger a un personaje central que será el investigador y desarrollar varios títulos en los que es el elemento central. En este caso su creación se llama David Hunter y, como digo, aparece por primera vez en esta novela, “La química de la muerte”, publicada en el año 2006. En este caso no es un detective, un policía o un agente de alguna de las conocidas agencias habituales, es un médico especializado en antropología forense que al principio de esta primera novela quiere dejar ese trabajo, pero que tendrá que volver a él por las circunstancias en que se va a encontrar. Esta novela fue nominada en su año de publicación para el Premio Daga de Oro, del que fue finalista. En el año 2007 aparece “Escrito en hueso” con el mismo personaje, a la que seguirán otras dos, de momento, porque parece que puede haber más, “Los sonidos de los muertos” (2009) y “La vocación de la tumba” (2010). Esta serie de novelas centradas en este médico son las que le dieron más fama y reconocimiento, por parte sobre todo del público, como un autor de novela negra al que tenemos que unir los conocimientos médicos y forenses. Para recoger información para una serie de artículos visitó un lugar que se conoce como “la granja de cuerpos” en Tennessee, en los Estados Unidos; un centro de antropología forense fundada por el que está considerado como el creador de esta disciplina, el doctor Bill Bass. En ella se trabaja con cadáveres reales, estudiando todo el proceso de la descomposición para poder responder a las preguntas que pueden aparecer cuando la policía encuentra un cadáver, el cómo, cuándo, o dónde ocurrió la muerte, sobre todo para determinar la secuencia temporal de la muerte. El autor participó de modo activo en ejercicios e investigaciones llevadas a cabo en este lugar y de ahí nació el interés por esta disciplina que le llevo a reflejar todo lo que aprendió en sus libros y en el personaje de David Hunter.

En esta novela Hunter va a enfrentarse a su primer caso tras intentar dejar el trabajo de antropólogo forense. La muerte de su mujer y su hija en una accidente de tráfico lo deja deshecho. Es el especialista en esta disciplina más famoso del país, pero decide dejarlo todo y marcharse a un pequeño pueblo para ejercer como médico, ocupando una, en principio vacante temporal sustituyendo al médico titular del pueblo, un hombre ya mayor que tiene que dejar su puesto ya que quedó en una silla de ruedas, también, tras un accidente de tráfico. Así se marcha a Manham, un pueblo aislado en el condado de Norfolk. Su vida parece que entra en un momento de tranquilidad, el trabajo no es mucho, su colega hace buenas migas con él y el pueblo es un lugar calmado, pequeño, sin demasiados sobresaltos y poco trabajo. Pero todo esto cambiará cuando unos chicos encuentran un cadáver en avanzado estado de descomposición en un bosque. Además tiene un componente macabro y brutal, alguien le hizo unos cortes en la espalda y metió en ellos unas alas de cisne. Como en todo pueblo pequeño, las primeras sospechas irán hacia los que no viven en él desde siempre, así que David Hunter pasará, a los ojos de muchos habitantes, de ser el nuevo médico a sospechoso de los hechos. La policía local está desbordada y no encuentra demasiadas pistas y es entonces cuando el jefe, tras investigar al protagonista, descubre su pasado, es uno de los especialistas en medicina forense más famosos de Inglaterra, por lo que pasará de sospechoso a participar en la investigación. Al principio no quiere tomar parte en la misma, no quiere hacer nada que le recuerde a su vida pasada y las recientes muertes de su familia. Tendrá que luchar contra todo esto y hacer lo que se le pide, la responsabilidad es mucha y poco a poco verá que no puede dejar de lado lo que realmente es. Al mismo tiempo, el cura del pueblo va a aprovechar estos hechos para hacer crecer en los habitantes la sensación de miedo, de terror e incluso de histeria, intentando hacerse protagonista y así recuperar para su iglesia a unos hombres y mujeres que lo dejaron un poco de lado. Hablará de que todo lo que pasa es un castigo de Dios por las malas acciones de los hombres y mujeres de Manham y será el máximo opositor y contrincante de David. Además habrá varios sospechosos en un lugar donde todo el mundo se conoce pero al mismo tiempo donde más de uno tiene mucho que ocultar. Hunter iniciará una relación de amistad con una profesora del colegio del pueblo, una mujer que podría ser importante en su vida, una vida que él piensa que ya no puede ir a ningún lado y está completamente perdida. Pero ese primer asesinato no será el único y el protagonista tendrá que ponerse a trabajar contrarreloj, dejar de lado todo su dolor y problemas personales para impedir que el asesino que anda suelto siga matando mujeres.

La historia está bastante bien, no es excesivamente original pero cumple con creces el objetivo de entretener al lector y mantenerlo en un cierto (alto en algunos momentos) estado de tensión. Para mí lo mejor de la novela es la construcción de los personajes. David Hunter me parece un protagonista atractivo, un hombre vulnerable, que no lo sabe todo y tiene un gran atractivo personal, además de muchos conocimientos sobre la materia que domina, que además están explicados en un lenguaje no demasiado científico y muy fácilmente comprensible para el lector. Alrededor de él todos los demás también están muy bien diseñados y metidos dentro de la historia, cada uno con su función, pero nunca de un modo anecdótico, no sobra ninguno y todos son importantes para la historia. Conocemos la vida de las víctimas, lo que hace que aparezcan como más cerca del lector, no son desconocidos que aparecen de repente muertos en el medio del bosque, antes sabremos algo de sus vidas, de cómo son, cómo viven..., son personas reales, de carne y hueso que hacen que la tensión d lea lectura crezca en cada página. La historia está bastante bien planteada, con misterio e intriga, imprescindibles en el género, y alguna sorpresa. Junto con el central, me gustaron bastante los personajes del cura y del jefe de policía que logrará que Hunter vuelva a su trabajo anterior. Hay pequeños detalles que son fundamentales para la historia, por lo que la lectura se hace más interesante y los pequeños interrogantes van contestándose poco a poco hasta llegar a un final que puede considerarse como “sorpresivo”. A algunos aficionados a la televisión podría recordarles a una serie que tiene el mismo elementos central y que también está basada en una serie de novelas de Kathy Reich, hablo del personaje de la doctora Brennan y de la serie “Bones”, aunque en esta hay más conceptos científicos, más investigación de laboratorio y esas cosas. Las similitudes se quedan en el tema de la antropología forense, ya que en el libro que comento las cosas son más sencillas, simples y directas, sin tanta parafernalia científica, lo que hace, por lo menos para mí, que resulten más entretenidas.

Ya digo, una novela negra muy entretenida, tensa e interesante, con una tensión que hace que a partir de cierto momento no quieras dejar de leer, no seas capaz de dejar a los personajes en un momento en el que lo que menos quieres es no saber qué va a pasar a continuación y cómo no, recomendable para los aficionados al género.

1 comentario:

  1. wwwwwwwwwwwwo yo me e leido el libro mola mazo al principio no me interesaba muxo pero cundo lo fui leyendo me fue gustando XD

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