El autor de hoy creo que es de los que más aparecieron por este blog de momento, ya dije en varias ocasiones que era uno de mis novelistas favoritos escriba lo que escriba y que soy un fan incondicional de todas sus obras. Como todo autor bastante prolífico tiene de todo en su producción, pero hasta las que menos me gustaron superan con algo la nota media y creo que ninguna me decepcionó. Cierto es que en estos últimos años andaba un poco flojo, pero sus últimas historias me hicieron recuperar al autor del que tenía un gran recuerdo, con un aire a sus primeras y buenas novelas. Hablo de Stephen King y en este caso de su último libro, “22/11/63”, que me ha parecido realmente bueno dentro del género. Las dos últimas que comenté me habían gustando bastante, tanto “La cúpula” (que solo me dejó un poco frío al final) como los cuatro excepcionales cuentos de “Todo oscuro, sin estrellas” (esta más que la anterior) me hicieron volver a los años de sus grandes novelas, tanto en entretenimiento como en tensión. Con esta de hoy creo que King ha escrito una de sus mejores novelas de los últimos años, superior con mucho a la anterior, siempre hablando de sus novelas largas, no de las colecciones de cuentos, que siempre me han parecido realmente buenas.
En este caso estamos dentro del mundo de los viajes en el tiempo. Algo que parece que vuelve a estar de moda en varias novelas actuales, desde las comentadas aquí de Félix J. Palma a otras que irán apareciendo comentadas. Nos encontramos lógicamente con una novela del género fantástico, pero con un aire de verosimilitud y credibilidad bastante algo. En el epílogo final el autor habla del trabajo de documentación que hizo, bastante serio, para reflejar tanto la época como los acontecimientos que se narran, en gran parte basados en hechos históricos a los que King le da el punto perfecto de imaginación. Muchos de los personajes que aparecen en la novela, no los directamente protagonistas, son reales y nos va a contar algunos hechos, situaciones y momentos que ocurrieron en la realidad en esos años. Centrado en el asesinato de John Fitzgerald Kennedy en Dallas en la fecha que da título a la novela y en una persona que va a intentar evitarlo. Lee Harvey Oswald será uno de los personajes centrales, contándonos además la historia del mismo, una historia que en general desconocía, interesante y curiosa, con muchos elementos que me resultaron más que interesantes.

Esta es la historia que nos deja King, una historia más que interesante, curiosa y, sobre todo entretenida, tanto que las cien últimas páginas me las tuve que leer hasta altas horas de la noche, no era capaz de dejarlo sin saber cómo iba a terminar la historia. Cambiar el pasado es algo que aparece en muchas historias y en todas ellas ese cambio tiene fuertes implicaciones para el presente desde el que se intenta cambiar. Pero en este caso el autor introduce un nuevo elemento, el pasado no se deja cambiar fácilmente y Jake se encontrará con continuos reveses en las cosas que pretende hacer y que le parecen sencillas en un principio. Irá aprendiendo a medida que avanza, poco a poco y con calma, intentando no cometer ningún error y mucho menos que alguien descubra que no es quien dice ser. En muchos momentos se encontrará con una vida que le gusta mucho más que la que lleva en su época real y las dudas, las ganas de quedarse, serán fuertes, así como la misión que Al le encargó, que a veces parece muy fácil y otras no tanto.
La ambientación es realmente genial. Estamos en los años sesenta en Estados Unidos, una época llena de fascinación en muchos momentos. Los grandes coches, la vida en las pequeñas ciudades americanas (pasará por varias y todas ellas distintas), la música, los jóvenes..., todo ello contribuye a darnos una idea realmente buena de cómo era la vida en esa época. Detalles que ayudan al marco, como por ejemplo que todo el mundo fuma y en todo momento (en ese sentido me recordó a la imprescindible serie “Mad Men”, ambientada a mediados de los sesenta y con la que tiene algunas cosas en común), algo a lo que Jake, que viene de un mundo distinto en ese sentido, tarda en acostumbrarse. Muchas ayudas para esta ambientación histórica, personajes del momento, músicos y canciones que muchos conocerán o hechos históricos son elementos fundamentales y muestran el trabajo del autor en ese sentido.
Para los fans del autor son, como casi siempre, múltiples las referencias a constantes de su obra o a momentos de otras novelas. La mención imprescindible al pueblo de Castle Rock, que aparece casi siempre en sus historias de un modo u otro. La prisión de Shawshank también se menciona, donde transcurría la genial “Cadena perpetua”. Asesinos disfrazados de payaso... Guiños para los habituales de sus novelas o sus cuentos.
Para mí la mejor novela que ha publicado en estos últimos años y creo que una de sus mejores historias. El planteamiento es perfecto y todo está hilvanado de un modo genial. Como siempre con ese estilo fluido, visual y a veces estremecedor por lo directo que es y que hace que no puedas dejar de leer en muchos momentos y tengas que seguir para ver qué va a pasar a continuación. Una fábula del tiempo, de las cosas que podríamos cambiar y los efectos que podrían tener si lo hiciéramos. Con una perfecta conjunción entre los personajes de ficción y los históricos (que no son pocos y por lo leído en el epílogo con una fidelidad histórica bastante alta) que hace, como ya dije, que dentro de lo ficticio sea casi creíble. Una novela que podría gustar a todos aquellos que no sean demasiado aficionados a las historias de Stephen King, imprescindible para sus fans.
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