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jueves, 14 de junio de 2012

"El puente invisible", Julie Orringer



Interesante y entretenida la novela que voy a comentar hoy. La tenía por casa desde hace tiempo y me llamó bastante la atención cuando la compré. Era de esas largas y con una historia que tenía buena pinta, situada en un momento histórico muy usado en la literatura y que, en general suele dar buenos resultados. No conocía a la autora y ahora sé, mientras preparaba este comentario, que es su primera novela, creo que con un resultado muy aceptable. Aparece en varios sitios dentro del género “narrativa”, algo tan genérico que es casi como no decir nada. Vamos a decir que se queda a medio camino entre una buena historia de un grupo de personajes dentro de un marco histórico bastante bien reflejado y que funciona como uno de los aspectos fundamentales dentro de la trama. No es  una novela de género histórico en un sentido más o menos estricto, pero sí que usa un marco muy conocido para desarrollar la historia de una serie de personajes conectados entre sí. Además como he dicho en más de una ocasión parece que esto de la novela histórica queda solo reservado para aquellas que transcurran antes del siglo XIX y sobre todo si lo hacen en la Edad Media, algo que no me parece completamente correcto. Cierto es que los protagonistas de esta novela de hoy son ficticios, aunque he leído por ahí que están basados en la vida de los abuelos de la autora, dato que no he podido confirmar completamente. Evidentemente si esto es cierto aún podemos hablar más de que está más cercana a la novela histórica que a otros géneros. La autora es Julie Orringer y la novela se titula “El puente invisible”

Julie Orringer es una escritora nacida en Miami, Estados Unidos, en 1973. Se graduó en 1996 en un Taller de Escritura Creativa en Iowa, donde estuvo después enseñando la misma asignatura becada durante dos años, y graduada en la Universidad de Cornell. También estuvo como becaria en la prestigiosa Universidad de Stanford, donde también dio clases desde el 2001 hasta el 2003. Sus cuentos fueron publicados en conocidas revistas americanas y recibieron varios premios importantes; varios de ellos han sido incluidos en antologías americanas del género. Su primera publicación fue una colección de cuentos, “Cómo respirar bajo el agua”, compuesta de nueve historias, muchas de ellas centradas en personajes que han perdido a alguien cercano y cómo afrontar esa situación. Tuvo unas excelentes críticas y consiguió varias menciones y premios con ella. En el año 2004 consigue una subvención para financiar la investigación con vistas a escribir una novela ambientada en Hungría y París y que transcurriera durante la Segunda Guerra Mundial. El resultado es la novela que comento hoy, aparecida a principios del año 2010 y que pronto fue traducida a varios idiomas. Así “El puente invisible” fue su primera novela larga, recibida bien tanto por la crítica como por el público. En este momento está preparando un libro basada en un personaje histórico (al que no conocía), Varian Fry, un periodista americano que dirigió una red de rescate en la Francia ocupada durante la guerra y que permitió la salvación de entre 2000 y 4000 judíos y miembros de la resistencia.
Antes de hablar del argumento decir que no voy a contar nada que no se pueda saber leyendo la contraportada o los resúmenes de las páginas de venta de libros.
“El puente invisible” podemos decir que tiene dos partes bastante bien diferenciadas, aunque ambas tienen en común a los mismos protagonistas de la historia. La primera parte transcurre en París en los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial, la segunda pasará a desarrollarse sobre todo en Hungría durante los años de la contienda. Andras Lévi es el protagonista central, al que poco a poco se irán sumando otros. Su familia es judía y originaria de un pequeño pueblo de Hungría, Konyár, pero cuando los conocemos él y uno de sus hermanos viven en Budapest, como paso previo para irse a estudiar fuera del país. Sus padres, Flóra y Béla, tienen un almacén de madera y además de Andras tienen otros dos hijos. Tibor es el que está con él desde el principio, su hermano pequeño con el que tiene una gran relación. El hermano mayor vive en el pueblo con sus padres, Mátyás. El sueño de Andras es ser arquitecto y verá como puede ser un sueño cumplido. Gracias a algunas influencias tras trabajar en un pequeño periódico consigue una beca para irse a estudiar arquitectura a París y es en el momento previo a este viaje cuando empieza la historia. Su hermano Tibor también tiene su propio sueño, irse fuera de Hungría para estudiar medicina, carrera que le gustaría hacer en Italia. Antes de irse Andras recibe un encargo, una familia acaudalada quiere que le lleve una caja a un hijo, József, que también tienen en París, además de llevar una carta para una misteriosa mujer. Andras llega a París tras un largo y complicado viaje y a su llegada las cosas tampoco le serán sencillas. Casi sin dinero, sin conocer a nadie, sin saber demasiado francés..., todo son problemas, pero es una persona que no se deja arrastrar por ellos y que siempre encontrará una solución. La situación con los judíos empieza a ser complicada incluso en París pero hace amistad con otros tres estudiantes de primer curso que serán fundamentales para todo lo que venga después. Polaner, Ben Yakov y Rosen serán sus grandes amigos en cualquier circunstancia. Entre ellos surgirá una amistad que los ayudará a sobreponerse casi a cualquier cosa que les pueda pasar. Intrigado por la mujer a la que le debe enviar la carta decide presentarse en la dirección que figuraba en el sobre. Allí conocerá a Klara, una mujer algo mayor que él y que tiene una hija, Elisabet. No desvelo nada importante si cuento que se enamorará perdidamente de ella y tendrá que superar una gran cantidad de problemas  y obstáculos si quiere que esa relación llegue a buen fin. Pero llega la guerra y su visado expira, así que tendrá que volver a su país natal, donde transcurrirá la segunda parte de la historia. La guerra ha comenzado y Hungría es aliada de los alemanes. Andras y el resto de los personajes ahora se verán dentro de esta otra realidad tan lejana de la que conocimos al principio. Ahora vendrán los problemas, las discriminaciones, los batallones de trabajo, las malas condiciones de vida, el hambre, el miedo y muchas cosas más que tendréis que leer si queréis conocer la vida de estos personajes y algunos más que irán añadiéndose al argumento.
La historia me pareció realmente buena, aún estando cercana a otras que transcurren en la misma época esta añade algunas cosas desconocidas para mí. Sobre todo porque se desarrolla en Hungría, un país que durante la contienda estuvo aliada con Alemania, lo que hace que las cosas fueran parecidas pero distintas en algunos sentidos. Toda la historia de los pelotones de trabajos es muy interesante y está muy bien contada, la vida de los judíos en un país que al principio no seguía al pie de la letra las instrucciones de los alemanes, los contrastes entre algunos militares más cercanos a las ideas nazis y otros que no lo eran tanto... La verdad es que tiene momentos realmente buenos y de paso nos da información sobre este momento histórico que no deja de sorprenderme por lo bárbaro y brutal. Nos va a dar otro punto de vista, otra forma de ver la misma historia que conocemos cuando pasamos de Francia a Hungría.
Además la historia está muy bien contada. Incluso el estilo cambia ligeramente entre ambos momentos. La primera parte, aún teniendo momentos fuertes o tristes, es más suave, más fluida y con un lenguaje más cuidado. Cuando pasamos a Hungría llega el horror y con él cambia la forma de contar, haciéndose más directa, más brutal. Aún así la autora usa las palabras justas y necesarias para que el lector pueda imaginar todo perfectamente, quedándose en el límite justo entre agitar los sentimientos del lector y traspasar la línea hacia una violencia o brutalidad más gratuita. Me gustó mucho la forma en que está escrita.
Además de la historia, que me gustó mucho, un apartado especial para los personajes. Todos están perfectamente retratados y tratados, desde el primero al último todos tienen su momento importante. Incluso algunos que podrían parecer más secundarios, como por ejemplo los padres de Andras, irán apareciendo en algunos momentos puntuales para aportar algo a la trama. El protagonista central está muy bien montado, así como Klara; pero lo mejor es que todos los demás también. No hay uno solo que no tenga su momento importante, que su intervención en la historia no sea fundamental para la misma. Además de eso varios de los importantes van a sufrir cambios y evolucionarán en sus formas de pensar o de comportarse, otro dato más para añadirle méritos a la autora. Todos aparecen ante el lector como personas reales, más que meros personajes de novela. Conoceremos casi todo de ellos, que también es importante, pero están diseñados de tal manera que podemos pensar que cualquiera de ellos pudo existir y pasar casi lo mismo que leemos página tras página. Esta es otra de las cosas que más me atrajeron de la historia. En otros casos de historias de este tipo asistimos a una continuación de desgracias de los protagonistas, tanto que a veces llega un momento en que casi no nos creemos nada, en que pensamos que el autor se está pasando un poco. En este caso son más los momentos tristes y desgraciados que los de otro tipo, pero en ningún momento tuve esa sensación de pasarse de la raya, de ir demasiado lejos en lo que le pasa a los personajes. Toda la historia tiene un aire de verosimilitud, de credibilidad que hace que uno se meta todavía más en las vidas de todos ellos. 
Amor, tristeza, drama, felicidad, acción, guerra, estudios..., una gran cantidad de componentes dentro de una historia que me engancho desde el principio. Quizá no desde las primeras páginas en las que todavía no sabía muy bien por dónde iba, pero pronto cambió y me costaba dejarla. Tanto que las ciento cincuenta últimas me las leí de una sentada, tenía que saber cómo terminaba y no podía dejarla. Tenía que llegar al final de la historia, saber qué pasaba con todos ellos en unas últimas páginas que son realmente emocionantes. Una buena historia, bien contada, interesante y amena al mismo tiempo, creo que bastante recomendable. Espero la siguiente historia de Julie Orringer, creo que merecerá la pena.

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