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jueves, 16 de febrero de 2012

"Person of interest"



Volvemos hoy al mundo de las series televisivas para comentar una de las últimas sensaciones dentro de los estrenos americanos. Por allá está teniendo bastante éxito, tanto de crítica como de público y por aquí las cadenas de pago llevan un tiempo emitiéndola, y desde hace no demasiado tiempo también se puede ver en TDT. La serie mantiene el título americano en ambos casos, “Person of interest” (en algunos países de habla hispana se puede ver como “Vigilados”) y podéis verla tanto en “Calle 13” como en “La Sexta”.
Vamos a decir que original no es demasiado, tiene elementos de muchas otras y de alguna película de hace unos años, pero aún así tiene un desarrollo y un ritmo que la hacen bastante atractiva para el espectador. Si a eso le sumamos una pareja protagonista con bastante tirón y que llama la atención por la mezcla de dos caracteres tan distintos nos encontramos ante un producto muy entretenido y con ciertos elementos que la hacen destacar por encima de la media. Rompe un poco con la dinámica habitual de las series de policías o las de ese estilo, aún estando relacionada con ellas y ese es otro de los elementos que la hacen rondar un notable, si tuviera que ponerle nota.
Uno de los elementos que juega a su favor es la presencia como productor de J. J. Abrams, un personaje que se está haciendo más que conocido en el mundo del cine y la televisión, parece que todo lo que toca se acerca al éxito. Ya son varias las veces que su nombre aparece por este blog, “Perdidos” en televisión o “Súper 8” en el cine son dos de las más conocidas. Ya sea como guionista, director o productor no podemos negar que es uno de los personajes de moda por aquellos lares y que empieza a ser más que conocido por estos porque casi todo lo que hace tiene algo, sabe darle un aire distinto a cosas que parecían agotadas y está renovando, creo yo, el mundo televisivo, sobre todo.
¿En qué género podemos englobar a “Person of interest”? Pues podemos decir que es un thriller, una serie de acción básicamente, con sus persecuciones, sus escenas de lucha o de tiros, su intriga y casi todos los elementos básicos del género. Pero a todo esto le van a añadir algo más, algo relativamente nuevo que es una de las cosas que le da más interés a cada episodio. Hace unas semanas vimos en casa “Minority Report”, una de las películas de Spielberg que más me gustaron por diversos motivos. La misma se centraba en el concepto de precrimen, de detener a los criminales antes de que cometieran sus actos delictivos gracias a tres personajes que “soñaban” ese tipo de cosas antes de que se produjeran. En aquel caso de sus sueños salían dos bolas, una con el nombre del asesino y otra con el de la víctima y con esos datos los policías tenían que apañárselas para saber dónde y cuándo se iban a producir esos hechos. Aquí las cosas son algo distintas pero la base es la misma, detener un posible delito antes de que se cometa.
Dos son los protagonistas principales y por aquí va otro de los aspectos que le dan más interés a la serie. Son dos personajes completamente distintos, hombre de acción uno y mucho más calmado y casi eremita el otro. Arriesgado y valiente, parece que nada puede pararlo uno y racional, casi miedoso y calculador el otro. Así tenemos por un lado a Harold Finch, un misterioso millonario que desarrolló en su momento un programa informático para el gobierno que controla absolutamente todo lo que se hace, teléfonos, correos, cámaras, conversaciones, que espía todas las vidas de los habitantes de la ciudad. Este programa es usado por el gobierno para detectar grandes delitos o actos terroristas, pero deja aparte y esos son los datos que recibe Harold, otros delitos “irrelevantes”, de carácter menor pero que él no soporta que ocurran. Lo malo es que el programa en cuestión solamente les da un número que tendrán que relacionar con la persona, sin saber además si el elegido será la víctima o el delincuente, algo que tendrán que ir descubriendo a medida que lo investigan, son los elegidos, las “personas de interés” que dan título a la serie. Finch no sabe cómo solucionar estas cosas y para eso buscará a un hombre de acción, una persona especial que pueda arriesgar su vida intentando evitar estos delitos o salvando a la posible víctima. Buscando con sus recursos informáticos descubre a John Reese, un misterioso hombre con un pasado oscuro, exmilitar y que trabajó con diversas agencias estatales como espía, asesino y algunas cosas más. John quiere dejar atrás esa vida y vivir como si no hubiese existido. Al principio se muestra un poco reticente ante ese extraño trabajo que le ofrece, pero poco a poco va descubriendo que salvar a gente es una buena manera de expiar sus culpas y tranquilizar algo su conciencia. No hay casi nada que los detenga, Finch es todo trabajo e inteligencia y John tiene las mismas características pero enfocadas de otro modo. A su lado dos personajes fijos más que estarán a veces con ellos o en su contra. El detective Lionel Fusco es un policía corrupto que será ganado por John para su causa a cambio de no meterlo en más líos, será su contacto en la policía, el que le dé datos que algunas veces no podrán conseguir o echará una mano en las vigilancias, detenciones y ese tipo de cosas. La detective Joss Carter es otra policía completamente distinta al anterior, todo integridad, rigidez y con un alto concepto de la justicia; desde el principio se dedicará a investigar a John, que siempre aparece como el hombre misterioso implicado en algunos delitos, aunque nunca será capaz de demostrar que él sea culpable, sino todo lo contrario.
Los dos actores principales son más que conocidos y contribuyen en gran manera a que la serie supere la media de calidad en este tipo de producciones. Los dos tienen unos papeles muy atractivos y tan distintos que la mezcla de ambos es de una química estupenda. Por separado están muy bien, pero las escenas que comparten suben mucho la nota. Uno viene del cine, Jim Cazievel es John Reese. Saltó a la fama con la polémica “La pasión de Cristo” y parecía que se iba a instalar en un buen lugar en este medio, pero el resto de sus papeles posteriores no confirmaron su éxito. En este caso está muy bien en el papel del hombre que quiere reconducir su vida y el ofrecimiento de Harold parece el modo perfecto de conseguirlo. Es un hombre torturado por esa vida anterior, de la que en cada episodio iremos descubriendo algo más hasta hacernos una idea algo más completa de cómo fue y es realmente. El otro era uno de los protagonistas de una de las series con más éxito de los últimos años, Michael Emerson, el inolvidable, misterioso y enigmático Ben Linus de “Perdidos”. Rompiendo un poco con esa imagen de “malo” de serie ahora es completamente distinto, pero su papel es tan enigmático como antes. La verdad es que es un actor que llena bastante la pantalla con su presencia, sus gestos, sus caras capaces de expresar bastantes cosas en poco tiempo. No voy a negar que me gusta bastante y aquí está realmente bien, con un personaje aún más enigmático que su colega, que no amigo. Ambos viven dentro de una coraza que no quieren que nadie abra, y por mucho que John investiga y vigila no es capaz de saber demasiado de su misterioso jefe.
Otro elemento de interés de la serie, los pasados de los dos protagonistas. Quizá más claro el de John o algo más esperable y tópico, aún así como ya dije, en cada episodio iremos sabiendo algo más de él y habrá algunas sorpresas. Mucho más enigmático es el pasado de Harold Finch. Sabremos desde el principio que es el alma y creador del programa que nos vigila y que le da los datos, pero no sabemos cuál es el origen de esa enorme fortuna que hace que casi nada pueda ponérseles por delante, medios no es lo que es les falta en ningún momento. Camina con dificultad y algo ladeado, pero también sabemos porque lo hemos visto en años anteriores, que no siempre fue así. Algo pasó, tanto a él como a su socio, que hizo que él también quisiera desaparecer del mundo y vivir encerrado, de una forma misteriosa y sin que nadie sepa muy bien quién es y a qué se dedica. Estos datos del pasado son el hilo conductor de toda la serie, el elemento común que como digo hace que estemos más pendientes e interesados.
Me gusta bastante, en ningún momento decae el alto ritmo y esa intriga (aunque a veces lo sospeches) de no saber hasta mediado el episodio si el elegido es víctima o delincuente hace que la sigas con interés, porque vas descubriendo las cosas al mismo tiempo que los dos protagonistas. A ello le sumamos esa historia de sus pasados que vamos conociendo poco a poco, con cuenta gotas. Las escenas de acción están siempre presentes más de una vez a lo largo de cada capítulo, bien hechas y con bastante tensión. Como dije al principio no tiene demasiados elementos innovadores pero tiene suficiente intriga y ritmo para asegurar el entretenimiento en los poco más de cuarenta minutos que dura. Ya mencioné alguna vez la calificación para algunas de “serie de palomitas”, yo creo que esta está algo por encima, amena, entretenida y tensa. Espero que os guste.
Y de paso, sabemos que programas informáticos parecidos existen, da un poco de miedo, ¿no?

2 comentarios:

  1. Pues no te pierdas el nº 13. Una nota: lo de "persona de interés" creo que se refiere al episodio 1, pq cuando Reese se deshace de los gamberrillos del metro es detenido y llevado a comisaría, ante la agente Carter [spoiler: que más adelante colaborará con la pareja protagonista], y allí descubren que sus huellas dactilares aparecen ligadas a diversos hechos creo que en distintas partes del mundo, y Carter dice algo así como "ha pasado de ser un vagabundo a una persona de interés".
    Otro detalle de interés es que hay personajes que aparecerán y que están relacionados con sus pasados, que algún "implicado" malo reaparece en episodios posteriores (un cabo suelto por resolver), que un cliente se convertirá en colaborador a requerimiento de Finch, veo muchos detalles que me gustan y hasta me sorprenden. Muchas veces me doy cuenta que estoy elucubrando sobre el devenir del episodio. CR

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    1. Pues no me lo perderé, que ese aún lo tengo pendiente y sí, tiene algo más que el resto de las series del mismo tipo, por eso me gusta. Y en cuanto a la teoría de la explicación del título pues eso, tampoco está mal. Un saludo anónimo CR, jeje

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