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viernes, 8 de julio de 2011

"Transfomers 3. El lado oscuro de la luna"

Otra de cine. Cuando era más joven y solo había una cadena y media de televisión la oferta cinematográfica para público juvenil eran las películas de vaqueros, piratas y las de espadachines, las que más me gustaban. Era básicamente cine de aventuras entretenido y para nosotros espectacular. Hoy tienen el equivalente a aquellos géneros en otros con mucho más uso de los efectos especiales y quizá con argumentos algo más simples, aunque si somos sinceros y las comparamos tampoco es que los de aquellas de antes fueran demasiado complicados. Cuando queremos ir al cine todos los de casa siempre dependemos del gusto de mis hijos, claro, que son los que tienen la decisión más o menos final. De vez en cuando elegimos nosotros con intención de que vean algunas cosas distintas, pero lo normal es buscar algo entretenido que más o menos nos pueda gustar a todos. Esto pasó este último fin de semana, teniendo en cuenta que el tiempo no era demasiado veraniego tocó cine. Estamos en verano y la cartelera se llena películas “familiares” que buscan entretener sin demasiadas pretensiones más, pero bueno, como dije más de una vez, creo que esa una de las funciones principales de este espectáculo. Así que nos fuimos a ver “Transformers 3”, subtitulada como “El lado oscuro de la luna”.

Es la tercera entrega basada en los conocidos juguetes, esos que se transforman de coches en robots con características humanas y que hay que reconocer que tienen su encanto, menos cuando toca coger el robot y cambiarlo a coche, algo que muchos padres reconocerán como algo realmente complicado, porque además el folleto que los acompaña parece hecho para ingenieros de la NASA en lugar de para niños. Vi las dos anteriores y me gustaron, sin ser nada del otro mundo estaban entretenidas y tenían una cierta calidad dentro del género, pero cumplían. Creo que en este caso fueron mejorando ligeramente con el tiempo y no cumplen la premisa de que a medida que van cogiendo números se van haciendo peores. Esta tercera fue la que más me gustó, igual que a mis hijos, teniendo siempre en cuenta el tipo de cine del que estamos hablando. Pienso que dentro de este está algo por encima de la media, un buen medidor es decir que dura algo más de dos horas y media y no se nos hizo nada larga a ninguno, agotadora, eso sí, pero no larga.

Los personajes son los ya conocidos en ese eterno enfrentamiento entre el bien y el mal. Por un lado tenemos a los buenos, los Autobots, que ayudan a los humanos en su lucha contra los malos, los Decepticons. Como siempre hasta por su imagen son fácilmente distinguibles, unos de colores vivos, atrayentes y los otros mucho más oscuros y siniestros. En esta partimos de la base de que la guerra espacial de los años 60 entre rusos y americanos viene motivada por el aterrizaje forzoso de una nave espacial en la cara oculta de la luna. Es una nave que huyó del planeta de los Transformers durante la guerra mantenida entre ambos bandos por el dominio del mismo y que motivó su destrucción. En ella llevan, además de un nuevo personaje, algo que les permitiría transportar todo tipo de cosas desde su planeta de origen a donde quieran. Esto va a provocar de nuevo un enfrentamiento entre los dos grupos de Transformers, uno liderado por Optimus Prime y el otro por Megatrón, acompañados de los robots habituales y alguno nuevo. Por supuesto Sam Witwicky, el humano que tomó contacto con ellos en la primera, es otro de los personajes centrales y que tendrá una importante intervención en el desarrollo de la historia. A partir de aquí empezará una espiral de acción, disparos, luchas y escenas espectaculares que ya no parará hasta el final.

Evidentemente no es una película en la que destaquen los actores ni el argumento. Prima la acción y los efectos especiales sobre cualquier otra cosa, pero aún así es sorprendente la nómina de actores que aparecen en ella y que supongo que con su intervención intentan darle un aire algo más serio a la historia, aunque tampoco es que lo consigan demasiado, pero bueno, hace gracia. Digo esto porque los fundamentales son los mismos de las dos anteriores, incluido el papel de Simmons, interpretado por John Turturro, que pasa de agente estatal a trabajar por su cuenta como un ser algo lunático y especial, pero siempre simpático. Pero uno no puede evitar poner una cierta cara de sorpresa cuando ve aparecer a John Malkovich en un papel secundario que también tiene su gracia; a Frances McDormand como agente de enlace con los Autobots también con una actuación que tiene su gracia por lo histriónica o a Patrick Dempsey como el multimillonario para el que trabaja la novia del protagonista. Pero una de las mayores sorpresas es la aparición de Buzz Aldrin, el astronauta, interpretándose a sí mismo. Ya digo, muchos actores conocidos que quizá intentan darle algo más de empaque y atracción a una cinta que no busca más que el puro y duro entretenimiento, sin demasiadas pretensiones más.

El director es Michael Bay, especializado en este tipo de producciones de acción, director que se dio a conocer con películas como “Armaggedon” o “Pearl Harbour”. Creo que es un buen director de escenas de acción, capaz de mover gran cantidad de elementos, pero que a veces cae en la exageración, en pasar un poco el límite y mover tal cantidad de cosas que pueden hacer que el espectador se pierda en algún momento. Aún así creo que está algo por encima de otros directores de este tipo de cine, así que sus películas, aunque no pasarán la historia del cine, siempre tienen un mínimo de calidad que hacen que no decepcione y no aburra.

Para los que vimos como han ido evolucionando los efectos especiales en todos estos años sigue siendo sorprendente lo que pueden conseguir. No deja de llamarme la atención todo lo que se puede hacer en este momento en ese campo. Cierto es que en muchos casos esos efectos dominan sobre otras cosas más importantes, como puede ser el argumento, pero en este caso estamos ante una verdadera maravilla visual, ya no sé qué más se puede hacer, pero cada vez que veo una película de este tipo observo una evolución que no sé a dónde llegará. La presencia de los Transformers en estas tres historias va siendo cada vez mayor y las escenas en las que intervienen cada vez de más duración y con mucho más detalle. Poco tiene que ver lo que aparecía en la primera con lo que pasa en esta. Las transformaciones cada vez son más rápidas y espectaculares y cuidando cada vez más el detalle. Su presencia dentro de la ciudad e interactuando con los humanos es cada vez mayor y resulta completamente creíble. Los enfrentamientos que hay entre varios de ellos me parecieron alucinantes, la verdad. Las escenas de acción, usando más de una vez la cámara lenta, son muy buenas y a veces duda uno de que lo que está viendo no es más que una animación digital, muy bien hecha. En este sentido es de lo mejor que he visto en los últimos años.

Lo dicho, cine de acción, de verano, de palomitas y espectáculo. Me pareció bastante entretenida y sobre todo espectacular, visualmente impresionante y con algunos momentos muy buenos. Resulta agotadora en cuanto a la cantidad de movimiento y acción que tiene, porque como ya he dicho la historia es simple. Recomendable para pasar un buen rato en familia, por lo menos a nosotros nos gustó bastante a todos. Eso sí, es para ver en el cine, esta sí que pierde mucho si la dejamos para la pequeña pantalla de la televisión. No sé cómo resultará en 3D, no somos demasiado aficionados a verlas así y preferimos el formato de siempre. Si el verano no va demasiado bien en cuanto al tiempo no es una mala alternativa para una tarde en la que no se tenga demasiado claro qué hacer.

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