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lunes, 23 de agosto de 2010

Mis tardes con Margueritte


Ya comenté no hace demasiado tiempo que el tema del cine estaba quedando un poco escaso frente a los otros, pero vamos a ponerle remedio, ya que tengo tres películas en cartera que comentaré estos días, más que nada porque todas son estrenos recientes y así, si el comentario os convence, podéis ir a verlas. La primera es la de hoy, pero no es la primera que vi, sino la última, pero voy a comentarla antes porque fue la que más me gustó de todas y además, no sé en otras ciudades, pero en la mía está solo en una sala y no de los cines comerciales, sino en uno de esos pequeños en los que estrenan cine “distinto” y no demasiado comercial y que gracias a Dios va aguantando el tirón de las otras mutilases. Ya digo, de entrada, que es la más recomendable de las que irán apareciendo, para mí una de esas películas que hay que ver, por los actores, por la historia y porque tiene muchas frases y muchos momentos que se quedarán en la cabeza y que harán pensar al espectador en algunas cosas. Hablo de una película titulada en España “Mis tardes con Margueritte”, una película francesa dirigida por Jean Becker y protagonizada por Gerard Depardieu y Giséle Casadesus.

Está basada en una novela de una autora francesa desconocida para mí, Marie-Sabine Roger, novela que también intentaré leer en cuanto la encuentre, creo que merecerá la pena. El título original en francés, tanto de la novela como de la película es “La tête en fiche”, que vendría a ser algo así como “La cabeza yerma (desierta o despoblada)”, haciendo referencia directa a las características del personaje protagonista.

Es la más reciente cinta de Jean Becker, un director bastante conocido en Francia. Aquí, de sus últimas cintas podemos mencionar como la más conocida “Conversaciones con mi jardinero”. Un director que normalmente se centra en los sentimientos de las personas, cintas suaves y delicadas llenas de contenido pero sin llevar las cosas a los extremos en busca de la lágrima fácil y oportunista, siempre con un cierto aire de realidad y credibilidad. Alguien le dio la novela para leerla y reconoce que quedó cautivado por la historia. En seguida pensó en Depardieu para protagonizarla, lo llamó y le mandó el libro y a los pocos días el actor ya tenía claro cómo sería el personaje y estaba dispuesto a hacerla.

La historia es sencilla, una de esas historias muy habituales en el cine de un encuentro entre dos personas completamente distintas que por casualidad toman contacto. Muchas hay de este tipo en todas las cinematografías del mundo, pero la verdad es que esta tiene un tono algo distinto, como más creíble o real, siempre y cuando pensemos que estamos en el mundo del cine, claro. Esos encuentros que cambian las vidas de las personas que los tienen, a uno más que a otro, pero en este caso los dos serán los beneficiados. Germaine Chazes es un hombre de algo más de cincuenta años, casi analfabeto y con un corazón de oro, tanto que a veces su bondad puede llegar a meterlo en pequeños problemas. Un hombre que trabaja en varias cosas y marcado sobre todo por el desprecio de su madre, que desde pequeño no lo trata demasiado bien, por no decir que casi no lo trata. No es muy inteligente, pero tampoco es tonto, su falta de autoestima fomentada por su madre y algunos de sus paisanos tiene buena parte de culpa de que sea como es. Cada día acude a un banco del parque del pueblo en el que transcurre la historia, un pequeño pueblo francés donde todos se conocen. Allí visita a sus amigas las palomas, a las que pone nombre para poder distinguirlas y saber si hay alguna nueva. Un día coincide con una encantadora anciana con la que va a charlar. Así se va a establecer una relación entre ellos dos que es el centro de la historia. Tras unos días de conocimiento y charlas ella va a empezar a leerle algunos de los libros que tiene, y Germaine, que tiene una tremenda imaginación, sustituye la poca capacidad para leer y entender lo que lee por esa imaginación que hace que, cerrando los ojos, pueda ver en su mente aquello que Margueritte (con dos T como ella mismo dice) lee en voz alta. El primer libro será “La peste” de Albert Camus, el libro que él empieza a vivir en su cabeza, y desde ese momento ya no podrá volver atrás, quiere seguir escuchando ese y los otros que vendrán posteriormente. Este es el centro de la historia, no voy a contar más porque es una pena y, como siempre, lo mejor es ir a verla y disfrutar de lo que va pasando. Cierto es que es una cinta con algunos tópicos, pero tratados de un modo tan delicado y leve que parecen hasta cierto punto nuevos, creo que es lo mejor de la historia, el modo de tratar esas cosas que hemos visto en otras películas. Hay muchas referencias literarias a obras más que conocidas, pero como en el caso anterior no son referencias nada pedantes ni exageradas, están perfectamente metidas dentro de la historia con ese mismo carácter de suavidad y normalidad que hace que sea maravillosa. Germaine es un hombre bueno, mucho menos tonto que muchos de los que lo rodean, que si tienen “mala idea”. Todo lo que hace es por amor, un amor que no recibió de pequeño pero que sabe dar a cualquiera de los que están a su lado, aunque a veces ese deseo hace que diga o haga cosas que no son demasiado acertadas.

Depardieu está fenomenal en su papel, no vamos a descubrirlo ahora, y es uno de mis actores favorito. Creo que borda el papel como en otras ocasiones, pero conforma un Germaine completamente creíble, nada exagerado ni en gestos ni en movimientos, un personaje que está lleno de amor, con unos gestos y unas caras que conmueven al espectador como en sus mejores papeles. Después de hacer de casi todo y tener una época de cine muy comercial parece que ahora, aunque sigue trabajando mucho, aparece más en pequeñas películas en su país, en cintas más”pequeñas” y con menos repercusión mediática, pero no por eso peores, ya que esta en concreto me parece estupenda. Un personaje entrañable, tan grande en su físico como en sus sentimientos. Y la química que se establece con la otra protagonista también es destacable, com si se conocieran de toda la vida. Las escenas entre ellos dos destacan entre todas, uno tan grande y fuerte físicamente como pequeña y débil ella, que parece que se puede romper en cualquier momento. Impresionante Giséle Casadesus, una actriz muy conocida en Francia que ya hacía cine en los años 30. Una mujer de más de 90 años que conmueve solo con su presencia, sus ojos y su cara hacen que no puedas quitar la mirada de la pantalla, una mujer tan débil en apariencia como fuerte en su mente y en sus ganas de compartir todo lo que tiene, que es mucho, con Germaine.

Y lo mejor de la película es el tono que tiene. Ya dije al principio que no resulta nada exagerada como otras que tratan temas parecidos. Es una cinta suave, leve y, sobre todo, optimista. No es nada lacrimógena porque es una historia agradable tratada buscando más la sonrisa, que no la carcajada claro, que la lágrima. Una película sensible, de sentimientos ante todo, de buenos sentimientos que hacen que uno esté en el cine siempre con una sonrisa en la boca, una sonrisa de felicidad, de optimismo y de amor a la vida, eso es lo fundamental, nada de sensiblería. Otro director podría hacer que lloráramos como magdalenas porque el tema da para eso, pero no, que da justo en el límite de esas lágrimas de felicidad, de sentirse tan bien como los que protagonizan una historia preciosa. Y por encima de todo la idea de que nunca es demasiado tarde para aprender, y no solo las letras, sino muchas otras cosas importantes de la vida, porque del protagonista también tendremos mucho que aprender y reflexionar. Si dijera más estaría contando demasiado, porque sigo pensando que lo mejor es ver lo que pasa y cómo van pasando las cosas en las vidas de los protagonistas y los que los rodean.

Está llena de diálogos y frases que quedarán en la cabeza del espectador cuando salga del cine, frases que tampoco quiero poner aquí para que vosotros mismos las escuchéis, pero no me resisto a poner nao solo como ejemplo: “El que no recibe amor en su infancia tienen aún mucho por descubrir después”, y eso es lo que le pasa a Germaine, que tiene amor para recibir y dar a toneladas, y ese es uno de los motivos centrales de su vida. Yo diría que no la dejarais pasar entre la cantidad de estrenos de cine comercial que inundan nuestras salas, estoy seguro de que os gustará y os dirá muchas cosas.

1 comentario:

  1. Sensible... esa es la palabra que no encontraba para describir esta pelicula... algunos opinan que es cine para despues de los cincuenta, yo pienso que es una pelicula para el corazon... bellisima!

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