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jueves, 26 de septiembre de 2013

"El día D. La batalla de Normandía", Antony Beevor


  


Este año tocó ir de vacaciones a la región francesa de Normandía. La verdad es que me apetecía mucho, tanto porque tenía pinta de merecer la pena como por mi afición a la Segunda Guerra Mundial. Nos gustó mucho, visitamos museos varios, memoriales, el impresionante cementerio americano y las playas del desembarco, donde era fácil imaginarse lo ocurrido en aquellos años. Por otro lado hace un tiempo tildé a mi cuñado de friki cuando puso en una red social una foto del libro que estaba leyendo, un gran volumen titulado “La Segunda Guerra Mundial” de Antony Beevor. Esta doble introducción viene a justificar un poco el comentario del libro que os dejo en esta ocasión, que no es exactamente una novela al uso ni un volumen histórico, pero que puede leerse como si fuera una buena mezcla entre ambos géneros. El autor es el mencionado anteriormente, especializado en estudios sobre esa época histórica. La anterior quedará para otro momento, pero en este caso la que leí fue “El día D. La batalla de Normandía”.

Saint-Marie-Eglise
Antony Beevor es un historiador británico con varios libros que tienen un gran éxito de ventas entre todo tipo de lectores. Nacido en 1946, estudió en el Winchester College y en la Real Academia de Sandhurst, donde tuvo como profesor a otro notable historiador, John Keegan. Fue oficial del 11º Regimiento de Húsares del Ejército Británico, pero en cierto momento lo dejó para dedicarse a la historia y la publicación de varios libros, centrados casi todos ellos en la época de la Segunda Guerra Mundial. Algunas de ellas controvertidas, pero todas innovadoras en la forma de acercar los hechos históricos al lector. Es autor, por ejemplo, de una historia sobre la Guerra Civil Española (2005) que recibió algunas críticas por parte de ciertos sectores. Para su obras sobre la batalla de Stalingrado o la caída de Berlín tuvo acceso a archivos soviéticos que hasta al año 1991 habían sido inaccesibles para los investigadores, dando gran cantidad de nuevos datos sobre estos hechos. Sus obras más conocidas y con grandes cifras de ventas son “Stalingrado” (1998, 2004 en España) y “Berlín 1945. La caída” (2002, 2006 en España). Por el primero de ellos recibió varios premios. Con un lenguaje brillante, preciso y, sobre todo, entretenido y ameno para el lector. Una de sus características principales es que no suele quedarse con uno de los bandos, sino que cuenta casi del mismo modo los hechos que afectan a todo el conjunto, casi sin defender ni atacar a nadie, buscando la mayor imparcialidad posible. Leyendo sus obras uno puede hacerse una idea bastante completa y veraz de los acontecimientos, que son contados de una forma bastante neutral. Su obra sobre la caída de Berlín recibió fuertes críticas por parte de historiadores de algunos países, sobre todo Rusia, tachando la obra incluso de calumnia por contar las tremendas atrocidades cometidas por el ejército soviético en su avance hacia esta ciudad y durante la toma de esta, tildándolo incluso de neonazi. Él se defiende diciendo que todo aquello que cuenta ha sido documentado antes y que no se inventó nada. Además de las mencionadas tiene obras sobre la isla de Creta durante la guerra, Paris después de la liberación o “El misterio de Olga Chejova”, todas ellas publicadas en castellano en diversas editoriales. La última por el momento es “La Segunda Guerra Mundial”, del año 2012 y editada por Ediciones Pasado y Presente, una obra muy extensa que tengo en la lista de pendientes para algún buen momento.

Playa de Utah
“El día D. La batalla de Normandía” aparece en castellano en el año 2009 y editada por Editorial Crítica. Empecé por esta porque dentro de la historia de la Segunda Guerra Mundial era una parte que conocía a grandes rasgos y me interesaba bastante. Sobre todo tras, como dije al principio, visitar este verano toda esa zona y ver las grandes playas en las que se produjeron estos hechos, así como la mayor parte de las ciudades y pueblos que fueron tomados por las fuerzas aliadas.
Playa de Omaha

Vamos a conocer todos los hechos que se dieron alrededor del desembarco de Normandía, del famoso día D que cambió el signo de una guerra que parecía tomar otro camino. Desde los primeros preparativos hasta llegar a la entrada de las tropas aliadas en París y su liberación. Conoceremos los enfrentamientos entre los que decidían el destino de esos días, Churchill, De Gaulle, Eisenhower, Patton, Montgomery y los que más sufrieron la guerra, todos los soldados de distintas nacionalidades que participaron de un modo u otro en estos hechos. Eso sí, conoceremos tanto a los que lo hicieron del lado aliado como del lado alemán. Como decía antes no se queda la obra en una alabanza de las fuerzas liberadoras, sino que tendremos el punto de vista de todos los bandos, de todos los que participaron en una de las batallas más fuertes, continuas y duras de toda la contienda. Conoceremos los grandes y los pequeños hechos. Las rivalidades y enfrentamientos de los políticos y los generales, pero también muchas historias de soldados y oficiales de distintos rangos que Beevor recogió de distintas fuentes. Además no va a ser una continua narración de las barbaridades que cometieron los soldados y oficiales alemanes. Como decía antes procura ser lo más neutral posible y contar todo aquello que él considera que fue cierto. Leeremos como también, en su furia guerrera, los soldados aliados también realizaron actos completamente reprobables y brutales, algo que evidentemente suponemos atendiendo a la realidad de la época. Como se vieron inmersos en una espiral de violencia y brutalidad contra ese ejército alemán que pretendían expulsar de Francia de cualquier manera y a cualquier precio. Leeremos como los bombarderos aliados dejaban caer sus proyectiles sobre ciudades arrasándolas, matando a una gran cantidad de población civil que no fue consciente seguramente de lo que se les venía encima. Como estos ejércitos consideraban en muchos casos que el fin podía justificar los medios y cualquier cosa valía para el objetivo que tenían. No todo es tan sencillo o casi idílico como hemos visto a lo largo de estos años en el cine o la televisión y todos, en mayor o menor medida tendrán algo que reprocharse. Como la aceleración o las ganas de avanzar a cualquier precio provocaron que incluso algunos de esos bombardeos cayeran sobre tropas aliadas, acabando con divisiones enteras y algunas cosas más que es mejor leer. A mí me resultó apasionante y muy interesante.


¿Cómo nos cuenta todos estos hechos el autor? Evidentemente no es una novela histórica, es una obra sobre una época determinada de la historia y centrada en unos hechos precisos tanto en el tiempo como en las personas que intervinieron en ellos. La verdad es que sin ser una novela casi se puede leer como tal. Consigue que nos metamos dentro de la historia casi, no del todo, como si fuera ficción, como si estuviéramos ante la típica novela histórica pero con ciertos elementos que la distinguen. Lógicamente la presencia del diálogo es escasa, salvo para reflejar ciertas conversaciones importantes. Pero esto no quita que se lea con mucho agrado, con gran fluidez y de un modo muy entretenido. Incluso en algunas partes donde predomina un poco la estrategia militar no nos perdemos ni dejamos de entender las cosas, los movimientos de las tropas o los problemas y ventajas que fueron teniendo. Todo está escrito de una forma entretenida y discurre a lo largo de las páginas sin resultar pesada en ningún momento para el lector. Mezclando las grandes historias de los grandes personajes del momento con otras evidentemente menos conocidas y protagonizadas por personajes mucho más anónimos. Momentos de heroísmo, de complicidad, de fuerte y descarnada violencia, casi nada le debe de quedar por contar. Con todo esto nos podemos hacer una idea casi perfecta de cómo fueron los momentos previos al desembarco, cómo se desarrollo este y cómo se fueron moviendo las tropas hacia los distintos objetivos de la zona hasta llegar a París. Además poniendo ante nosotros no solo las grandes victorias o derrotas de los aliados, sino que como quiere dar una visión completa, también tendremos momentos para conocer cómo se desenvolvieron los ejércitos alemanes. Pequeñas historias de héroes, de soldados y oficiales, de los paracaidistas que se lanzaron sobre tierras francesas los primeros días, de soldados y oficiales alemanes, testimonios de las personas que vivían en la zona de Normandía y que tanto sufrieron los horrores y penurias de la guerra. La verdad es que tras terminar la lectura quedé con la sensación de haber leído algo muy completo y al mismo tiempo enterándome de las cosas de una forma agradable y entretenida. Creo que es recomendable para todos, conocer ese preciso momento que cambió, posiblemente, el futuro no solo de Europa, sino de todo el mundo.

domingo, 1 de septiembre de 2013

"Elementary"



Hay personajes, sobre todo salidos del mundo literario, que han pasado innumerables veces por la televisión y el cine. Algunos de ellos tienen una cantidad tal de matices y unas características tan atractivas que el resultado al pasar a la pantalla casi siempre suele ser bueno, o en ocasiones, muy bueno. La serie que os dejo hoy parte de uno de esos conocidos personajes literarios, posiblemente sino el que más, uno de los que en más ocasiones han sido trasladados al mundo audiovisual.  Fue creado a finales del siglo XIX por Sir Arthur Conan Doyle, fácil será darse cuenta de que hablamos de Sherlock Holmes, adaptado esta vez en una serie americana de la que estamos viendo la primera temporada, “Elementary”, y que tiene pendiente de estreno por allá la segunda, así que está teniendo un cierto éxito, que las cadenas no se cortan un pelo en eliminarlas sino tienen la audiencia esperada.

En diciembre de 2010 comentaba por aquí la serie anterior que tenía como protagonista al mismo personaje, inglesa en este caso y de la BBC que de momento tiene dos temporadas de tres capítulos cada una (muy breves las mismas, pero cada uno es casi una historia de cine con una duración de hora y media) y de la que estoy esperando con ganas la tercera. Un Sherlock moderno, que usa las nuevas tecnologías y algo más serio, más profundo y más cercano quizá al original. La serie tiene mucha clase y una gran calidad y unas interpretaciones que están muy por encima de la media. Su actor principal, Benedict Cumberbatch, está ahora apareciendo mucho en cine y es uno de los actores más cotizados del momento, sonando incluso para una versión de Frankenstein que dirigirá Guillermo del Toro.

“Elementary” podría ser vista como el intento americano de emular la serie anterior, pero creo que les quedó algo distinto. Ya diré si mejor o peor más adelante, aunque creo que la respuesta a esa pregunta sería simplemente que siendo algo parecido es distinto en muchos sentidos.


Nos encontramos ahora con un Sherlock que vive en Nueva York y que acaba de salir de una clínica de desintoxicación por su afición a las drogas. El padre de Holmes contrata al doctor Watson, que en este caso es una doctora (quizá un elemento más para distinguirla de la inglesa y un intento de modernizar un poco al personaje) para que sea su vigilante ante una posible recaída tras terminar el tratamiento en la clínica. El protagonista sigue siendo el mismo, aficionado a los crímenes, basándose en el pensamiento deductivo, prepotente, faltón y con unos grandes aires de superioridad que lo hacen estar muy por encima del resto de los mortales, a medio camino entre ser un maleducado y un genio. Trabajará con el capitán Toby Gregson como asesor para ayudarlo en la resolución de aquellos casos que tengan algún elemento especial, distinto o que puedan resultar de difícil resolución. Poco más se puede decir de los argumentos o de la historia. Los capítulos son independientes, por lo menos de momento, y tienen en común a estos personajes más un caso criminal que tendrán que resolver. La mayor parte de los casos siempre con algo curioso, con algún elemento que conseguirá mantener la atención del espectador. 

En cuanto a los actores tengo que decir que no están nada mal. Jonny Lee Miller hace de Sherlock Holmes. Además de algunos papeles en cine descubrí a este actor en una serie de hace unos años que me gustó bastante, aunque fue de esas que cancelaron casi sin terminar y nos dejó con algo de mal sabor de boca. Era una serie de abogados pero con algunos elementos especiales que la alejaban un poco del resto, me refiero a “Eli Stone”. Dos temporadas de un abogado que tenía un aneurisma cerebral que le provocaba alucinaciones, sobre todo de tipo musical y con casos que resultaban entretenidos, simpáticos e interesantes. Aquí da forma a un Sherlock desastrado, despreocupado por completo de su aspecto o su propia vida, acelerado, prepotente y lleno de tics que pueden desquiciar a cualquiera. Es un actor que me gusta bastante y aquí está muy bien. Puede resultar algo exagerado en algún momento con tal cantidad de gestos, de movimientos continuos pero al mismo tiempo es un personaje que se hace simpático al espectador. Nos da un personaje completamente distinto, por ejemplo, al de la BBC, por eso decía antes que era un intento de hacer algo parecido y al mismo tiempo lo suficientemente distinto para no parecer una mera copia. Me gusta este Sherlock, aunque reconozco que para los más puristas pueda parecer algo exagerado. Aún así su forma de actuar, de trabajar y de comportarse mantiene en líneas generales lo que podemos esperar del personaje. Lucy Liu será su vigilante y acompañante, haciendo el papel de la doctora Joan Watson. Una cirujana que tuvo un problema en un quirófano y dejó su trabajo como médica para dedicarse a acompañar a drogadictos rehabilitados y ayudarlos en su proceso, además de vigilarlos. Es una actriz que nunca me ha gustado demasiado, la verdad, y a la que tengo visto más de una vez en el cine. Ahora cambio un poco de parecer y creo que aquí está bastante bien y hasta me convence. Su personaje va evolucionando poco a poco de la preocupación por su paciente a la fascinación por lo que hace, dándonos un Watson que cada día ayuda más a Holmes pero que al mismo tiempo va a sentirse muy atraída por él y sobre todo por lo que hace. El otro papel importante y fijo es el del policía al que ayudarán, otro conocido actor de cine que siempre me gusta, Aidan Quinn.

Para mí, en cuanto a calidad, la serie no está a la altura de la inglesa, pero al mismo tiempo tiene suficientes elementos para resultar atractiva y entretenida, por lo que en casa nos gusta bastante a todos. Los personajes tienen tal atractivo que, como dije, es difícil no hacer algo decente con ellos. Los casos resultan siempre interesantes y hacen que estés dándole vueltas para intentar saber quién es el asesino antes que ellos. Tiene también las suficientes dosis de humor, provocadas sobre todo por el personaje central y su prepotencia y autosuficiencia, para que no resulte lenta ni aburrida. Es fácil reírse más de una vez ante sus deducciones, sus afirmaciones o sus preguntas a los sospechosos durante una investigación. Vive fascinado por los casos y los sospechosos, esa es su nueva droga y cae en una profunda apatía y desesperación cuando no tiene un nuevo desafío ante él, que es lo que lo mantiene vivo y atento. Quizá el gran defecto de las historias es que tienen que concentrarse en los poco más de cuarenta minutos que dura el capítulo, ya que como dije son independientes unos de otros. Eso hace que a veces la resolución del caso sea demasiado rápida, acelerada y repentina. Es evidente que lo más interesante y entretenido es todo el proceso de deducción, las pistas y la investigación, pero a veces, como ya sabes que apenas quedan cinco minutos, sabes ya que se va a resolver inmediatamente.


Me gusta la serie, está bien hecha y bien interpretada, los desarrollos de los argumentos son siempre interesantes y te mantienen atento, buscando algo especial y distinto a lo de siempre, algo que consiguen la mayor parte de las veces. Los actores están realmente bien y contribuyen a elevar el tono general de la misma, que también es importante. Creo que es una versión más ligera que la inglesa, que busca más el mero entretenimiento que la calidad, pero aún así merece la pena. No creo que os decepcione si os ponéis a verla, en nuestro caso no lo ha hecho.