
La reseña biográfica de Jorge Molist me la voy a ahorrar en esta ocasión, al comentario de hace un par de años me remito porque lo único que se podría añadir es la publicación de esta novela de hoy, la más reciente del autor.

Como en el caso de la novela anterior me gustó mucho por la perfecta unión entre hechos históricos y la propia narración de ficción que nos está contando el autor. La cantidad de personajes reales que van desfilando por sus páginas es mayor que la de los personajes de ficción y siempre aparecen de una forma lógica y creíble para el lector. Es más, hay alguno que no parece real, pero me llevé una buena sorpresa al leer el epílogo final, muy interesante por cierto, y descubrir que no eran una creación del autor, sino una recreación de la historia. Por sus páginas desfilarán la mayor parte de los integrantes de la familia Borgia, el monje Savonarola en Florencia, Maquiavelo será otro de los importantes de la historia, el Gran Capitán y otros muchos entrarán a formar parte directa de la vida de nuestro protagonista. Del mismo modo viajaremos por Roma, Napoles, Florencia o Barcelona, tomaremos parte en varias conquistas e intrigas, tanto del Pa
pado como de los distintos reinos de la época, todas ellas partiendo de hechos históricos. Creo que la labor de investigación de Molist es realmente impresionante, pero para mí lo es más la genial forma que tiene de meter todos esos datos y hechos dentro de una historia creíble para el lector. Es evidente que Joan, Anna y todos los integrantes de su familia no existieron, pero viéndolos dentro de todos los demás no es imposible pensar que bien podrían haber pasado sus vidas tal como nos las cuenta el autor.
Otra de las cosas que más me gustaron de la historia y que ya comenté anteriormente es la forma de pensar y actuar de los personajes. Joan no es un héroe al uso, perfecto e íntegro, para nada. Aparece ante nosotros como una persona normal, con un buen fondo pero víctima de sus pasiones y deseos de venganza, tanto ante situaciones injustas o que manchan el honor de su familia como ante otras que quizá no lo sean tanto, pero que son importantes para la forma de vida que él quiere. Tampoco es la novela un cúmulo de desgracias constantes como ocurre con otras del género. Evidentemente las hay y son muchas pero sin que aparezcan ante el lector como un folletín exagerado y casi increíble. Creo que uno de los méritos del autor es que consigue que veamos a todos los personajes como personas reales, con sus defectos y sus virtudes, con sus alegrías y tristezas y con miserias y cosas positivas. Todos ellos son creíbles, por lo menos para mí como lector, y algo lejos de muchos de los tópicos del género.
La acción es constante y no decae en ningún momento. Siempre está pasando algo y muchos acontecimientos van subiendo en intensidad hasta llegar la punto más alto para pasar a un leve rato de calma, sabiendo que las cosas no van a quedar así. Muchos personajes de la primera parte, algunos que aparecían solo al principio, volverán ahora para continuar la relación, mala o buena, con Joan. Uno de los que más echaba de menos porque me gustara bastante era su hermano, con el que volveremos a tener contacto y del que sabremos algo más de lo que hizo a lo largo de ese tiempo.
Y no puedo dejar de comentar de nuevo otro de los temas que centraban buena parte de la primera parte y continúa en esta. El tema de los libros, la librería, el trabajo con ellos, la impresión, la distribución de libros prohibidos y cómo se iban apañando para burlar a la Inquisición, tema que aparece mucho sobre todo cuando nuestros protagonistas están en Barcelona. Se sigue viendo por parte del autor un cariño, un amor por la letra impresa que aparece en todas y cada una de las páginas de su novela. Cómo hablan de ellos, cómo los tratan y, sobre todo, su importancia para el desarrollo de la persona y de la sociedad, un elemento a veces tan poderoso o más que las armas.
Para mí una de las mejores historias de novela de este género que he leído en los últimos tiempos. Tiene absolutamente de todo y contado de una forma tremendamente entretenida y fluida, tanto que a pesar de ser una novela larga se me pasó en un suspiro. Amor, honor y deshonor, traición, lealtad, amistad, guerras..., una interminable lista de temas y situaciones que no es fácil plasmar en estas líneas. No dejo de recomendarla y regalarla cuando tengo que hacerlo a alguien cercano, gran historia que no podrá dejar de gustar a todo buen lector y creo que los que no lo sean podrán aficionarse a la lectura con la gran historia del hombre que solo busca una cosa en su vida y en todo lo que hace, ser un hombre libre. Tendréis que leer la historia de Joan Serra de Llafranc para saber si lo conseguirá o no.