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miércoles, 28 de diciembre de 2011

Shameless


Otra vez con trailer en inglés, no lo encontré en castellano

Hoy volvemos al mundo de la televisión. Aprovecho que leí hace unos días que Canal+ va a emitir en breve la segunda temporada de la serie que voy a comentar hoy para recomendarla, así que si no la visteis procurad hacerlo y los que ya la vieron que estén pendientes del momento en que podamos ver la continuación. Hablo de “Shameless”, una serie que, además de distinta, me ha parecido realmente buena en todos los sentidos, tanto en la historia que nos cuenta como, sobre todo, por la calidad de las actuaciones de todos y cada uno de los actores y actrices que aparecen en ella. La traducción del título sería algo así como “descarado, desvergonzado, descocado, impúdico, cínico”, que se ajusta bastante también a lo que vamos a ver, porque cara no es precisamente lo que le falta a la mayor parte de los personajes y vergüenza tienen bastante poca; todos esos significados se le pueden aplicar a la historia.
Al igual que en el caso de una de las últimas series que comenté, hablamos de una versión americana de una serie originalmente inglesa con el mismo título, en este caso estrenada por su país en el año 2004 y que no sé si llegó a emitirse por aquí, pero si lo hizo a mí se me pasó. El guionista y creador de la misma es Paul Abbott, y viendo los datos de ambas deben de ser muy parecidas, ya que los americanos contaron con los mismos guiones. La serie parece cualquier cosa menos americana, creo que es la serie menos americana que he visto, tanto por la historia como por lo directo de las imágenes, ya digo de entrada que esta sí que no es demasiado apta para menores, con escenas explícitas sobre todo de sexo, que no son nada habituales en las series de esa procedencia. Creo que no recuerdo ninguna vista en televisión con estas características, se nota mucho que parte de un original inglés, algo menos discretos con cierto tipo de escenas y situaciones. Pero no solo por eso, la historia es muy dura en todos los sentidos, pero tratada de una manera que provoca más de una sonrisa, unas veces de pena y otras por situaciones quizá demasiado esperpénticas, pero no demasiado alejadas de la realidad. Es más, quizá en algunos momentos sea demasiado realista y podamos reconocer muchos comportamientos de gente y familias que nos rodean.
Nos va a contar la historia de la familia Gallagher, una familia muy estructurada por un lado y muy poco por otros muchos. La madre los abandonó unos años antes de que empecemos a ver su vida diaria. El padre, Frank, es un alcohólico, estafador, vividor y ya no sé qué más poner; no se preocupa demasiado por sus hijos y su vida es un ir y venir al bar, beber y conseguir dinero de donde sea, menos, eso sí, trabajando, algo a lo que es alérgico. Tiene una pensión de invalidez que consiguió fingiendo accidentes laborales, pero el poco o mucho dinero que consigue es solo para él, casi nada entra en la casa familiar. Tiene seis hijos, cada uno con unas características muy determinadas pero no se les puede negar que la situación que viven los ha llevado a vivir de una forma algo especial pero siempre con una unidad y solidaridad entre ellos que hace que sean capaces de sobrevivir a cualquier cosa, y eso que lo pasan realmente mal. Todos ellos intentan colaborar de alguna manera a la economía familiar con pequeños trabajos temporales y sacando dinero hasta debajo de las piedras. Fiona es la hermana mayor, el verdadero y único punto central de toda la familia, ella se encarga absolutamente de todo, incluso de su padre, renunciando a su propia vida, vive para ellos y nada se le puede poner por delante, haciendo cualquier cosa por cualquiera de sus hermanos. Lip es el siguiente, un joven superdotado que contribuye a la economía familiar presentándose por otras personas a los exámenes de acceso a la universidad, un negocio muy rentable, además de otros pequeños trabajos de muy diversa índole que realiza. Ian es el tercero, trabaja como dependiente en una tienda, además de estar metido dentro de una especie de academia militar para personas de su edad; es gay, aunque al principio muy pocas personas de la familia lo sabe, aunque lo sospechan, una homosexualidad que le traerá más de un problema. Luego tenemos a Debbie, una niña algo tocada por la situación pero también muy inteligente, debatiéndose siempre entre el amor que siente por su padre y las cosas que ve, lo que le trae también muchos problemas. Carl es el siguiente, obsesionado por las explosiones, quemar cosas y provocar destrozos. Y por último el pequeño Liam, un bebé de color con el que siempre nos preguntaremos si es posible que sea hijo de los mismos padres que los demás y con el que todos tienen que turnarse para poder cuidarlo. Además de ellos tenemos algún personaje fijo más. Una pareja, Verónica y Kevin, que viven al lado de los Gallagher y que son sus mejores amigos, ayudándolos siempre que pueden, él es dueño del bar donde van habitualmente. Forman una pareja alegre, descocada pero que esconde mucho más de lo que parece. Y luego tenemos a la familia formada por Sheila y Eddie Jackson y su hija Karen. La madre padece agorafobia y lleva mucho tiempo sin salir de casa, Eddie es un fanático religioso que colecciona payasos y la hija es amiga de los hijos Gallagher.
Ya podéis ver que no es que respondan precisamente al arquetipo de familia ideal de las series americanas, no tiene nada que ver, beben, fuman porros, engañan, estafan y hacen lo que sea con tal de conseguir ir sobreviviendo día a día. Eso es lo que iremos viendo en cada capítulo, el día a día de los integrantes de esta extraña familia, sus problemas, sus alegrías, los malos y los buenos momentos. Podría ser un tremendo drama que nos hiciera soltar mareas de lágrimas, pero todo está tratado desde una óptica de humor, de humor negro, sarcástico, cínico, duro y, en muchas ocasiones, inesperado. Muchas de las situaciones que veremos nos parecerán exageradas o fuera de lugar, pero siempre serán entendidas desde el punto de vista de la realidad que viven, que está más cerca de muchas de lo que parece. Los trabajos que tienen que hacer, los problemas en los que continuamente los mete Frank con su inconsciencia y sus continuas meteduras de pata. Pero nada puede con ellos, la unidad que hay entre todos los hermanos, la solidaridad con la que se comportan, siempre ayudándose unos a otros en lo que sea demuestra que el amor y el cariño es capaz de ayudar a sobrellevar cualquier problema. Multitud de temas son tratados aprovechando esta situación, el alcoholismo, la drogadicción, la homosexualidad, la delincuencia, la pobreza..., pero también la felicidad, la lucha por la supervivencia, el amor y la solidaridad..., con un equilibro perfecto entre ambos extremos.
De los actores y actrices de la serie solo puedo decir que están absolutamente todos realmente geniales, la mayor parte de ellos no son demasiado conocidos, pero creo que tienen un buen futuro por delante. La credibilidad que aportan a cualquier situación es impresionante y comunican con absoluta perfección una gran cantidad de cosas en cada escena. Dos actores muy conocidos aportan su buen hacer y, como siempre, bordan sus papeles. Frank, el padre golfo, alcohólico y egoísta es William H. Macy, uno de esos secundarios impresionantes que siempre dejan huella con sus actuaciones, pues aquí no es menos, tanto que hasta le llegas a coger cariño. Joan Cusack, otra gran actriz, interpreta a Sheila, esa mujer que no se atreve a salir de casa y que hace que todos los que entran en la suya tengan que descalzarse y ponerse unas bolsas en los pies, un personaje que irá creciendo a medida que pasen los capítulos de una manera más que destacable. Otros dos ejemplos de grandes actores de cine que se pasan a la televisión, manteniendo toda su calidad interpretativa. Pero por encima de estos dos destacaría al que, para mí, es el personaje principal, Fiona, interpretado por Emmy Rossum, ella lleva buena parte del peso de cada capítulo, ella es el centro de la historia, el núcleo que mantiene a todos unidos, que evita que la familia se disgregue y cada uno se vaya por su lado, incluso luchando contra los Servicios Sociales en algún momento. Renunciando a su vida, a su estado físico y a lo que haga falta para conseguir que cada día sus hermanos hagan lo que tienen que hacer y puedan tener algo de comida en el plato. A mí es de las que más me impresionaron, pero todas las actuaciones son realmente de una gran altura, no soy capaz de pensar en ninguno de ellos, ni principal ni secundario, que no cumpla con creces el papel que le corresponde.
La historia de una familia disfuncional que al final no lo es tanto porque están más unidos que otras que parecen más normales o con menos problemas y funcionan mejor. Una serie donde todos los personajes tienen mucho más que decir de lo que parece cuando vemos los primeros capítulos. Es una historia dura, tanto por lo que cuenta por cómo lo cuenta, la verdad es que no se cortan un pelo y todo es bien directo y visible y quizá ese sea uno de sus mayores méritos, que dice y cuenta lo que quiere y como quiere, pero todo es perfectamente razonable y comprensible si lo pensamos un poco. En algunos momentos puede parecer exagerada, pero si le damos un par de vueltas veremos como no lo es tanto. Darle ese toque de humor negro no hace que lo contado parezca menos grave, no lo ridiculiza ni se ríe de las situaciones, sino que hace que nos fijemos aún más. A pesar de ese tono de comedia negra da mucho que pensar. Espero que os guste, ya me diréis algo.
Y os dejó una canción navideña interpretada por todos los actores que sirve como promoción de la segunda temporada.

viernes, 16 de diciembre de 2011

"Acero puro"




Este último fin de semana tocó sesión de cine, y teniendo en cuenta como anda la cartelera en estas fechas que se aproximan, de vacaciones, fiestas navideñas y esas cosas, no quedó más remedio que ponernos delante de una película de esas que se llaman de “cine familiar”, vamos, una que valiera para todos los públicos y de paso entretener a toda la unidad familiar. Al final la película resultó entretenida y cumplió con creces su objetivo, así que puede ser de las más o menos recomendadas si queréis simplemente pasar un buen rato en el cine sin demasiadas complicaciones. Hablo de un estreno reciente, titulado “Acero puro”.
La historia en sí la hemos visto infinidad de veces planteada de muchas maneras, pero siempre con la misma base. Padre que de repente tiene que hacerse cargo de su hijo al que no ve desde hace tiempo porque su madre murió. Muchas historias parten de este supuesto, en unas es el padre, en otras la madre y en algunas más un pariente más o menos cercano. Todos sabemos perfectamente cómo va a acabar, sobre todo teniendo en cuenta que hablamos de una historia pensada para todos lo públicos. Esta línea argumental luego se adereza con distintas circunstancias para convertirla en una comedia, un drama o incluso, como es el caso de esta, una historia más o menos de acción. Eso sí, los elementos típicos de superación personal, establecimiento de nuevos lazos familiares, cambios en las relaciones o en las formas de ver la vida están presentes también en esta. Aún así, sin aportar casi nada nuevo ni distinto, consigue entretener bastante y tiene algunos buenos momentos.
Estamos en el año 2020, una época en la que los combates de boxeo entre personas ya no se celebran, ahora se sustituyen por combates entre robots en el mismo tipo de ring y con el mismo tipo de público, apuestas y emociones. Charlie Kenton es un ex-boxeador que ahora se dedica a ir con un robot buscando buenas peleas con las que sacar algo de dinero. De todos modos es el típico caso de perdedor encantador, con deudas, engaños, préstamos no devueltos y ese tipo de cosas. Ahora con el único robot que tiene va por las ferias de los pueblos de Estados Unidos intentando dar algo de espectáculo. Al principio va a enfrentarse a un gran toro de rodeo en una de esas ferias. Recibe la noticia de que su ex-mujer murió y tiene que ir a un juicio en el que se le solicita que renuncie a la tutela de un hijo al que no ha visto desde hace tiempo para que la tía del niño pueda hacerse cargo de él. Charlie no quiere tenerlo con él, ve que puede sacar algo de dinero y a cambio de una buena cantidad, que le permitirá comprar un nuevo y más decente robot, se compromete a hacerse cargo de Max durante dos meses (ya que el marido de su tía quiere ese tiempo para hacer un viaje). Por supuesto los inicios de la relación no van a ser fáciles, como es de esperar. Por el medio está también Bailey Tallet, la hija del antiguo entrenador de Charlie, con la que mantiene un cierta relación sentimental y que dirige el gimnasio en el que este entrenaba, además de dedicarse a echarle una mano con las reparaciones y mantenimiento de los robots. Con el dinero conseguido compra un nuevo y flamante robot, pero su ambición hace que la jugada le salga mal. Tras esto entran en un almacén de piezas para intentar repararlo, y ahí Max encontrará a Atom, un antiguo robot de una generación muy anterior a los usados en ese momento. Entre estos dos personajes se va a establecer una relación especial, Max quiere entrenarlo y usarlo para luchar en los rings, algo que Charlie no ve nada claro. A partir de aquí más o menos todos podemos suponer por donde irán los tiros.
El director es Shawn Levy, un especialista en este tipo de cine con unos resultados que voy a calificar de medios, sin destacar demasiado pero casi siempre con producciones entretenidas. De su dirección salieron las dos “Noche en el museo”, “La pantera rosa” o “Doce en casa”. En cuanto a los actores quizá sorprende un poco ver en el papel protagonista a uno de los actores más conocidos de Hollywood, Hugh Jackman (entre otros papeles importantes, el Lobezno de la Patrulla X), que está muy bien en el papel de ese antiguo boxeador golfo, simpático, timador, siempre buscando el dinero y dejando un poco de lado los sentimientos (aunque en el fondo los tenga, claro) intentando recuperar antiguas sensaciones y lavar algunas frustraciones. La verdad es que su participación, partiendo de que es una historia de ficción, le da algo más de credibilidad al papel. Max es el joven actor Dakota Goyo, salido fundamentalmente de la televisión. Y el papel femenino es para otra conocida actriz televisiva, Evangeline Lilly, la Kate de “Perdidos”.
La historia está basada en un relato de Richard Matheson, un clásico de la ciencia ficción al que muchos conocerán como autor de novelas y relatos cortos, “El hombre menguante” o “Soy leyenda” (con dos adaptaciones para el cine) quizá sean sus historias más conocidas. Decir “basada”  quizá sea algo exagerado. El relato del que parte se titula “Acero”, una historia corta que leí después por curiosidad. De esta toma la idea de los combates de boxeo entre robots, pero nada de nada más, salvo ese detalle casi no tiene nada que ver la historia de Matheson con la de la película, eso y algunos elementos relacionados con el boxeo. Así que vamos a decir que está “muy, pero que muy libremente” basado en el citado relato, que de todos modos recomiendo, es cortito pero curioso.
En cuanto a la película, como ya dije es entretenida, un mero pasatiempo recomendable para pasar hora y media sin pensar en mucho más. Las interpretaciones responden bien a lo esperado. Creo que tiene la dosis justa de acción y emociones, en ningún momento exagera para convertirse en algo, digamos, lacrimógeno ni excesivamente sentimental. Como todos esperamos la relación padre-hijo tendrá su hilo de unión a través de los combates de robots, en un proceso de aprendizaje para ambos. Por otro lado las escenas de acción son bastante buenas, por momentos incluso podremos olvidar que lo que estamos viendo son robots generados por ordenador y casi pensaremos que son reales. Estas escenas están muy bien conseguidas y son bastante espectaculares. Como dije la originalidad no es su mayor virtud, incluso recordaremos en más de un momento varias de las películas más conocidas del género pugilístico, desde “Rocky” hasta “Toro salvaje” por poner dos ejemplos, casi pensando más en un cierto homenaje del director hacia este género. Por lo que leí incluso imitan golpes de boxeadores famosos, como Cassius Clay o George Foreman, recreando momentos de algunas de sus peleas. También podemos ver una gran influencia del mundo de los videojuegos (no sé si ya lo hay, pero casi seguro que aparece uno basado en la película), tanto en la estética como en la forma, así como en algunas conversaciones. Por supuesto tiene los suficientes momentos de comedia para relajar algunas situaciones, algunos esperables y otros no tanto, resultando divertidos la mayor parte de ellos.
Lo dicho, una mezcla de géneros buscando el público familiar que no resulta demasiado mal. Buena para una tarde de invierno si queremos simplemente pasar un buen rato. Aquí aparece como calificada para todos los públicos, por su país de origen, debido a las escenas de violencia (las peleas de robots), lo fue para mayores de 13. Tal y como está la cartelera en las fiestas no es que haya demasiado donde elegir, sino siempre podréis dejarla para cuando salga en DVD, en cine gana algo por los efectos especiales, pero creo que se puede ver en la TV sin perder demasiado.


viernes, 9 de diciembre de 2011

"El prisionero del cielo", de Carlos Ruiz Zafón



La verdad es que esperaba con bastantes ganas la publicación de la novela que voy a comentar hoy, y no solo yo, creo que muchos lectores estaban en la misma situación y queda demostrado por ser en este momento una de las más vendidas. El autor ya apareció por aquí, hacia el mes de junio del año pasado con un breve comentario de algunas de sus novelas escritas para público más joven, pero no había comentado nada de la tetralogía a la que pertenece esta de hoy, que hace la número tres en la saga. Hablo de Carlos Ruiz Zafón y la reciente “El prisionero del cielo”. Tengo que decir que me enganchó desde el principio y que me gustó mucho, dándole una nueva perspectiva a la anterior, “El juego del ángel”, tanto que ha hecho que me ponga a releerla con ojos renovados ante la información aportada en esta nueva. Creo que va a hacer que la vea de otra manera, algo que me da la impresión de que le va a pasar a más lectores, teniendo en cuenta la ligera decepción que tuve en el momento de leerla por primera vez.
Carlos Ruiz Zafón nació en Barcelona en 1964. Se educó en el Colegio de los Jesuitas de Sarria y posteriormente cursó estudios de periodismo, dedicándose después a la publicidad. En 1992 decide dejar su trabajo como director creativo y dedicarse a la escritura. Su primera novela es del año 1993, “El príncipe de la niebla”, con la que obtuvo el Premio Hederé de literatura juvenil. Con lo ganado decide marcharse a vivir a Estados Unidos, a la ciudad de Los Ángeles, donde reside desde 1994, dedicándose además de a la escritura al trabajo de guionista cinematográfico. En 1994 publica “El palacio de la medianoche” y “Las luces de septiembre” en 1995. Estas tres son novelas pensadas para un público juvenil y en el año 2007 se reunieron en un volumen titulado “La trilogía de la niebla”. En 1999 aparece “Marina” (que es la que estoy leyendo ahora). En el año 2001 aparece su primera novela no pensada para un público juvenil, “La sombra del viento”. La novela fue finalista del Premio Lara del año 2000 pero no ganó, aunque las bases indicaban que solo se publicaría la novela ganadora la Editorial Planeta decidió hacer una excepción teniendo en cuenta la calidad de la novela. No tuvo éxito rápidamente, sobre todo a nivel de crítica, pero a través de las recomendaciones de los propios lectores llegó a ser un auténtico fenómeno literario. Pronto llegó la fama a otros países y tres años después fue traducida a cuarenta idiomas. Obtuvo el Premio José Manuel Lara a la obra más vendida en España; la biblioteca de Nueva York la seleccionó como “libro para recordar” y fue reconocida en Francia como la mejor novela extranjera del año. Consiguió también un buen éxito por parte de la crítica. En el 2008 llevaba 247 semanas en la lista de libros más vendidos en España y vendió unos 10 millones de ejemplares en todo el mundo. En ese mismo año apareció “El juego del ángel”, en el que retomaba algunos aspectos de la novela anterior, y que también fue un gran éxito tanto en España como en muchos otros países. “El prisionero del cielo”, publicada hace muy poco tiempo, es la tercera novela con esta misma línea, que teóricamente culminará con una cuarta.

El curso pasado tenía un buen grupo de 4º de ESO y la última lectura que tuvieron que hacer conmigo fue “La sombra del viento”, que por cierto les gustó bastante. Eso hizo que volviera a leerla tras algunos años y creo que la disfruté más que la primera vez. Sigo pensando que es una de las novelas más entretenidas que he leído, tanto por la historia como por la forma de contarla, con suficientes elementos originales como para formar parte de mis favoritas. Cuando leí “El juego del ángel”, como dije hace unas líneas, quedé un poco, digamos, decepcionado. Me parecía mucho más caótica, en algún momento poco comprensible y con una historia algo más retorcida y extraña. Tras la lectura de “El prisionero del cielo” me decidí a releerla, porque creo que hay varias cosas que me perdí o que no entendí demasiado bien y no quiero quedarme así. Hay una serie de personajes, de situaciones y casi de explicaciones que creo que van a hacer que la percepción que tenía de la misma cambie algo, aunque tampoco lo sé con seguridad, es algo que descubriré cuando la termine. Muchos lectores opinaron lo mismo y no sé si tras la lectura de la nueva historia tendrán la misma tentación que yo, ya me lo diréis.
En esta nueva historia retoma a los personajes principales de la primera. De nuevo estaremos ante Daniel Sempere, Fermín Romero de Torres, Bea y algunos más de los que protagonizaban “La sombra del viento”. La historia empieza poco antes de las fiestas navideñas de 1957, poco más de dos años después de la primera. Daniel y Bea están casados y tienen un hijo, sigue trabajando en la librería de su padre y contando con la ayuda de Fermín. En cierto momento, por algo que pasa, nos trasladaremos a 1939. En esta época conoceremos algo más de la historia de Fermín y también del personaje protagonista de “El juego del ángel”, Daniel Martín. Pronto veremos como casi todos los personajes principales de esta serie están estrechamente relacionados, montando poco a poco el puzzle que Zafón tiene en la cabeza hasta terminarlo, espero, en la cuarta entrega. Esta nueva novela se centra sobre todo en esos dos personajes, Fermín y David, en su pasado y su relación con los demás y el presente. Y, por supuesto, tendremos de nuevo la aparición del Cementerio de los Libros Olvidados, un referente central en toda la historia y uno de esos elementos que creo que forman parte ya de la imaginación de todos los buenos lectores. No voy a contar mucho más, creo que lo mejor, como siempre, es que sean los lectores los que vayan acompañando a estos personajes en su devenir por las calles de Barcelona y descubran que más nos tiene que contar el autor sobre ellos.
Si hay algo que no me gustó de esta nueva entrega es que se me hizo demasiado corta, en comparación con las otras dos es una novela mucho más breve y quizá menos oscura, algo menos siniestra y con una historia mucho más simple, dicho desde el más absoluto respeto. Quiero decir con esto que no tiene demasiado que ver con las anteriores en el sentido de que la historia es algo más lineal, más directa y con unos interrogantes más fácilmente comprensibles para el lector, sobre todo el que ya haya leído las anteriores. En algunos sitios leí que algunos pensaban que podía leerse sin haber tenido contacto con las otras dos, una afirmación que no me parece adecuada. Claro que puede leerse así, pero el nivel de comprensión y entendimiento de los entresijos de la historia se va a perder. No solo porque aparecen personajes que el lector debería ya de conocer para saber muchas cosas, sino porque el juego real del autor me parece ese, dejar que el lector que las lee por orden vaya imaginando cosas o estableciendo relaciones que después se verán confirmadas o desmentidas a medida que avance en la historia. Quizá la segunda sea la menos comprensible, pero como ya he dicho, adquiere una nueva dimensión tras la lectura de esta.
El Cementerio de los Libros Olvidados me parece una de las creaciones más originales de los últimos años, tanto en la forma como en el planteamiento que hace del mismo. Creo que todos los que las hemos leído daríamos algo por visitarlo una sola vez y todos nos hemos imaginado haciéndolo alguna vez. Pero otra creación de este autor que destaca por encima de las demás, para mí, es el personaje de Fermín Romero de Torres. Su aparición en la primera novela creo que eclipsa casi a todos los demás personajes, simpático, socarrón, cínico, siempre con las palabras oportunas y pendiente de todos los demás. Creo que es otro de esos personajes a los que todos hemos imaginado alguna vez y que también nos gustaría conocer. Muchos queríamos saber más cosas de él y esta entrega nos dará muchas de esas respuestas, de las que tampoco voy a contar nada, eso también tendréis que leerlo. Pero de todos modos creo que descubrir sobre él lo que descubrí fue una de las razones por las que esta novela me gustó.
Y otra de las cosas que más me gusta de Zafón, además del original planteamiento y esa capacidad que tiene para jugar con algunos tópicos del género de terror, gótico o negro, haciendo que la mezcla sea algo completamente nuevo, es su estilo, su forma de contar y conseguir imágenes novedosas, expresiones impactantes y nuevas formas de jugar con el lenguaje. Además de ser muy cinematográfico a la hora de contar, siempre sin caer en grandes y extensas descripciones, consigue que el lector no solo se adentre en una historia fascinante, sino en un mundo lingüístico donde la forma de contar, de escribir, es tan importante como la historia que estamos leyendo. Es fácil cerrar los ojos durante la lectura y llegar a sensaciones a través de la palabra escrita, creo que consigue no solo que imaginemos los lugares o los personajes, sino que casi sintamos lo mismo que ellos sienten o padecen, sufriendo en algunas ocasiones, riendo en otras o, simplemente, soñando. Creo que es evidente que me gusta mucho este autor, pero eso es algo que ya comenté cuando apareció por aquí la primera vez al hilo de sus primeras obras.
Un paso más dentro de la historia que empezó a contarnos hace ya unos años, y en este caso un buen paso, quizá algo más simple que los anteriores, pero no por ello menos apasionante. A mí me resultó muy entretenida además de interesante. Se nota el cariño que tiene por sus personajes, todos ellos, y por la ciudad de Barcelona en la que se desarrolla la historia, que se convierte en un personaje más que actúa con ellos y en algunas ocasiones casi por su cuenta. Lo mejor que puedo decir de ella es que se me hizo muy corta y me dio pena terminarla, quería más y espero con ganas el final de esa historia que nos va contando poco a poco, descubriendo algunas cosas al mismo tiempo que abre otros interrogantes y misterios. ¿Cuál será el final de Daniel Sempere, su familia, Fermín Romero y algunos más?