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sábado, 30 de abril de 2011

"Código fuente"


Tiempo hace que no íbamos al cine, pero este último fin de semana, en plenas vacaciones de Semana Santa, parecía que apetecía. El problema el de casi siempre, encontrar algo adecuado para todos los gustos familiares, lo que no siempre es fácil. Además la cartelera de nuestra ciudad en esos días era para dar algo de pena, las alternativas eran pocas, por no decir casi inexistentes, salvo alguna producción animada que no era del gusto de todos. Tras mirar en los distintos cines que tenemos por aquí, varias multisalas en las que ponen más o menos lo mismo con la única diferencia de las horas de las sesiones y por acuerdo casi unánime nos fuimos a ver la única que parecía convencernos a todos, “Código fuente”.

No vamos a decir que nos decepcionara, hay que ser siempre consciente de lo que uno va a ver, saber qué puede esperar más o menos, y en este caso lo único que nos íbamos a encontrar era una producción de ciencia ficción con una pinta decente. Pues eso es lo que es, una historia bastante bien llevada, lo suficientemente corta como para no hacerse pesada teniendo en cuenta la historia y con una resolución final vamos a decir que aceptable, aunque también algo previsible. No está mal y da lo que promete, hora y media justita de entretenimiento, pero creo que le falta un puntito, le falta algo que podría hacer de ella una historia algo más decente, con alguna sorpresa y solo con eso pasaría de ser una película de gama media a pasar a un escalón un poco más alto.

Originalidad no es precisamente su fuerte, es la típica historia de viajes en el tiempo o en la memoria mejor dicho. Si alguien recuerda “Atrapado en el tiempo” verá que tiene mucho que ver, cambiando el tono de comedia por el de acción, algo parecido pero buscando un poco más de trascendencia y seriedad. El protagonista es Colter Stevens, un militar que se encuentra algo perdido en un tren junto con una mujer, Christina Warren, que parece conocerlo pero al que él no conoce. Además cuando contempla por primera vez su imagen en el espejo ve una cara que no es la suya. ¿Qué está pasando? Algo perdido ve lo que pasa a su alrededor, hasta que ocho minutos después el tren explotará, acabando con todos sus pasajeros, él incluido. Pero de repente se encuentra en otro lugar, una especie de cabina y hablando a través de una pantalla con una militar, la oficial Colleen Goodwin. Esta habla con él y de nuevo se va a encontrar en el tren. Al final consigue entender que es parte de un programa experimental que le permite introducirse en los recuerdos de una persona para intervenir solamente durante los ocho minutos finales de su vida. Así que no estamos hablando exactamente de un viaje en el tiempo, sino de una especie de viaje en la memoria. ¿El objetivo? Descubrir quién puso esa bomba en el tren para poder evitar un atentado todavía mayor en la ciudad de Chicago. Esto es lo que tendrá que conseguir y para ello la cinta se convertirá en una continua sucesión de esos ocho minutos, que nunca serán iguales porque cada vez él tiene más información. La cuestión es saber qué está pasando en realidad y si lo conseguirá...

Teniendo en cuenta lo repetitivo de la situación tiene la duración justa para no cansar al espectador. En cada “viaje” tanto en el tren como en la base de la que parte descubriremos algo nuevo, algo distinto y algo que provocará una cierta curiosidad en el espectador y al mismo tiempo también interés. Quizá la cuestión del viaje en el tiempo, la memoria o en un mundo informático de bits y códigos fuente no esté demasiado clara. Quizá sea aquí donde falla un poco la cosa, le falta como decía algo más arriba un punto de inteligencia, de desarrollo, de explicación que haría que fuera mucho mejor de lo que es, quedándose simplemente en un producto entretenido y ameno pero que no recordaremos durante mucho tiempo y al que tampoco le daremos demasiadas vueltas. Ideal para una tarde o noche de cine en casa. Sabe mantener la tensión y eso juega a su favor, alguna sorpresa de vez en cuando y un desarrollo decente de la historia. Un thriller aceptable que me gustó, pero que no destacaría por encima de otros muchos del mismo estilo y factura. Aún así pienso que hay cosas que no están demasiado explicadas ni claras, pero no voy a decir cuáles para no desvelar demasiado.

En cuanto a los actores vamos a decir que se basa en los dos protagonistas y la militar que habla con él a través de la pantalla y es la encargada del experimento, con la que llegará a mantener una estrecha relación teniendo en cuenta el tiempo que están juntos. Él es el actor Jake Gyllenhaal, que me gustó bastante, sabe transmitir el agobio, la tensión, la celeridad de su misión. Tampoco es que sea algo fuera de serie, pero está bien. La militar es la actriz Vera Farmiga, también bastante convincente. Y dejo para el final a la protagonista femenina porque no tengo claro quién debería ir antes, si el personaje femenino anterior o esta, ya que me parece más importante para el desarrollo de la historia Colleen Goodwin que Christina Warren, su pareja en el tren. Esta está interpretada por Michelle Monaghan, que para lo que tiene que hacer, que es poco la verdad, tampoco está demasiado mal, cumple pero nada más.
El director es Duncan Jones y esta es su segunda película, antes dirigió “Moon”, una cinta extraña e interesante, una de esas que es mejor no dejar pasar porque tiene algo que hace que merezca la pena. Como curiosidad comentar que es hijo del cantante David Howie.

Pues ahí queda la recomendación. Sin ser una maravilla cumple bastante bien la función de entretener y tiene elementos suficientes para mantener la atención del espectador. A pesar de la repetición entre cada viaje introduce elementos nuevos que harán pensar al que la ve qué consecuencias podrán traer y mantiene una cierta intriga. Quizá tenga algún fallo argumental y algún elemento levemente previsible que hace que pierda algún punto, pero bueno, teniendo en cuenta la maravilla de cartelera que disfrutamos últimamente puede destacar un poquito por encima de la media.

jueves, 21 de abril de 2011

"Mar de fuego", de Chufo Lloréns

 “Esto es lo que, en cierta medida, pretende también la novela histórica: aunar el rigor de la historia con la ficción novelesca. Como novela su principal obligación es entretener, pero como relato histórico no puede dejar de lado criterios como el rigor y la veracidad. Esto es lo que, humildemente, se ha intentado en estas páginas que ahora se someten a la benevolencia de los lectores”. Este fragmento está extraído de las notas finales de la última novela de Chufo Lloréns, “Mar de fuego”, que será la que voy a comentar hoy.

En el año 2008 llegó a mis manos una novela de un autor desconocido en aquel momento para mí. Era una historia que transcurría en la Barcelona de principios del siglo XI que me resultó de las más entretenidas y apasionantes que he leído hasta el día de hoy, “Te daré la tierra”. Después me dediqué a buscar otras novelas del autor y leí una anterior que me gustó tanto o más que la primera, “La saga de los malditos”. Desde ese momento figura como uno de los principales autores de novela histórica dentro de mis preferencias, por delante de otros más conocidos o más internacionales. Estas dos novelas ya las comenté en uno de los primeros post de este blog, así que la reseña biográfica me la ahorro esta vez. Tras leer “Mar de fuego” me reafirmo en lo dicho unas líneas atrás, Chufo Lloréns es uno de mis autores favoritos tanto del género histórico como de la narrativa, porque me gustó mucho y me duró bastante menos de lo que me gustaría, si hasta puedo decir que se me hizo corta.

Cuando vi esta novela, de publicación muy reciente, no creo que lleve en las librerías más de un mes más o menos, me dije que a por ella y a leerla pronto, que ya tenía casi la idea preconcebida de que me iba a gustar, y esta vez no me equivoqué. Cuando la cogí para leer la contraportada descubrí un nombre que me sonaba y entonces mis ganas fueron todavía mayores, Martí Barbany era el nombre del protagonista, el mismo personaje central de “Te daré la tierra”, así que todavía pintaba mejor. Era una continuación de esta, con lo cual la primera idea era a ver qué tal iba a estar, porque muchas veces estas continuaciones no son más que recursos que aprovechan el tirón de la primera para vender más ejemplares, y muchas veces también la calidad de la continuación no está a la altura de lo esperado. En este caso no fue así. Tras leer las primeras páginas tenía una sensación interesante, era como si el tiempo no hubiera pasado y estuviera todavía leyendo la primera porque transcurre casi en un momento solo ligeramente posterior al final de la misma. Eso puede ser malo a veces, pero en este caso no lo fue, me atrapó desde el principio y me costaba dejar la lectura más de una vez, pero el cansancio y el sueño le ganaban la partida alguna vez. Ya hace tres año que leí “Te daré la tierra” y muchas novelas han pasado desde entonces, pero tenía un recuerdo claro de todo lo que había pasado, de los personajes, de las situaciones, de los momentos pasados, una buena señal de lo que me había gustado porque muchas de las cosas que pasaron en ella volvieron a mi cabeza cuando estaba leyendo esta; no me hizo falta estar pensando en quién era tal personaje, qué había hecho o qué había pasado, estaba casi todo tan fresco como si la hubiera leído poco antes. De todos modos para los que no la recuerden tan bien el autor maneja a la perfección ese pequeño problema. Con pocas palabras, momentos puntuales y algunas situaciones en las que algún personaje recuerda el pasado consigue que el lector pueda recordar o entender perfectamente lo que está pasando y su relación con el pasado, porque eso sí, muchas de las cosas que van a pasar están relacionadas con él. Así que lo primero que tengo que recomendar si no leísteis la primera es que lo hagáis antes, porque están directamente relacionadas y, aunque no es imprescindible, si es muy necesario para entender el conjunto de la historia.

Empezamos la narración con Martí Barbany y su mujer, la judía Ruth a punto de dar a luz a su segundo hijo. Tienen ya una hija, Marta, que será una de las protagonistas centrales de muchas de las cosas que van a pasar. Pero las cosas no salen como todos esperaban, el parto se complica y madre e hijo mueren durante el mismo. Martí, tras todas las penalidades pasadas en su mundo afectivo decide que nunca más se volverá a enamorar o tener una relación seria con una mujer. Una de las constantes de su vida ha sido siempre la mala suerte en las relaciones amorosas, acompañada de una enorme suerte en los negocios. Ahora ya es un ciudadano de Barcelona, reconocido por todos como una de las personas que más han hecho por la ciudad y el Condado, recibiendo siempre el agradecimiento tanto de los Condes de Barcelona como de sus ciudadanos. A su lado el sacerdote Eduald Llobet, un elemento central y fundamental de la vida de Martí desde sus inicios y que lo seguirá siendo ahora. Al frente de la corte de la ciudad continúan Ramón Berenguer, Conde de Barcelona y su mujer, Almodís de la Marca, por la que tuvo que enfrentarse a casi todo el mundo pero que al final consiguió. Ella es su apoyo fundamental tanto a nivel personal como en el gobierno, en ella delega muchas de las cosas y muchas decisiones, que parece tomar él, pero ella casi siempre está detrás. Con ellos Pedro Ramón, el primer hijo del Conde y sucesor del mismo y los gemelos que conocimos en la novela anterior, Ramón Berenguer y Berenguer Ramón. Ya se veía que el carácter de ambos iba a ser muy distinto y traería consecuencias que ahora van a ser realidad. Almodís quiere conseguir que el sucesor de su marido sea su propio hijo, Ramón Berenguer, al que todos quieren, un hombre justo y noble y que poco tiene que ver con Pedro Ramón, el verdadero sucesor por ley. Mientras, el otro gemelo, Berenguer Ramón, es un hombre vil, perverso y lleno de maldad y rencor. Esto traerá consigo una buena cantidad de intrigas, juegos, engaños y situaciones que iremos descubriendo poco a poco. También estará Delfín, el enano medio bufón de la Condesa y, al mismo tiempo, la voz que le dice las cosas de verdad, aquellas que nadie se atreve a decirle y que continúa con esas extrañas visiones premonitorias, casi siempre de desgracias. Muchos de los personajes de la anterior novela volverán a esta historia, los capitanes de los barcos de Martí, que ahora posee una gran flota, Rachid al-Malik, el árabe que le descubrió, entre otras cosas, el secreto del temido fuego griego a Barbany, sus criados... Y todo protagonista tiene un antagonista, en este caso un misterioso personaje llamado Bernabé Mainar que quiere acabar con Martí Barbany y Eduald Llobet sea como sea.

Para mí ha sido como continuar casi sin que hubiera pasado el tiempo, retomar la vida de una buena cantidad de personajes que tenía en mi memoria bastante guardados, más de lo que pensaba, la verdad, lo que creo que es una buena señal. Lloréns tiene una forma de escribir bastante sencilla para el lector, directa, sin demasiadas vueltas ni complicaciones, centrado sobre todo en la historia y en las situaciones y menos en las descripciones. Eso no quiere decir que no las haya, pero consigue que el lector imagine con bastante perfección casi todo sin cansarlo con largos párrafos descriptivos. La acción es continua, no para desde el principio hasta el final. Quizá esta sea algo menos compleja que la anterior, más plana y lineal, pero eso no le quita mérito. Hay varias líneas de acción que se entrecruzan siempre de un modo claro para el lector. La mayor parte de la acción transcurre en la ciudad de Barcelona, un personaje más de la historia, pero también tendremos algún viaje, por ejemplo a Sicilia. Los personajes van relacionándose entre ellos de un modo sencillo y creíble, aunque como alguien me comentó, quizá un defecto sea que pueden estar un poco estereotipados en cuanto al comportamiento, es decir, los buenos son muy buenos y los malos son muy malos, pero aún viéndolo así el autor consigue que aparezcan ante el lector como personas reales, por lo menos a mí me pareció así. Y como siempre en su línea, capítulos cortos que van alternando las distintas tramas, con lo que cautiva todavía más al lector, que siempre querrá saber qué pasa a continuación para llegar a momentos en los que todas tienen que ver.

Me parece que es evidente que, dentro del género, me gustó mucho la novela. Me entretuvo muchísimo y como dije al principio me duró menos de lo que me gustaría, pero tenía que seguir leyendo, otro mérito más del autor, que el lector siga y siga y esté deseando saber qué va a pasar a continuación. No he querido desvelar casi nada del argumento, lo mejor es ponerse con ella e ir descubriéndolo poco a poco a medida que uno va leyendo, pero la sucesión de acontecimientos, de sorpresas, de altos y bajos es continua, siempre está pasando algo. Desde mi punto de vista más que recomendable e imprescindible para aquellos que ya hayan leído “Te daré la tierra”

miércoles, 13 de abril de 2011

"El ángel perdido", de Javier Sierra

 La novela de hoy figura en las listas de las más vendidas en este momento en nuestro país. Es la primera que leí de este autor y, la verdad, es que, dentro del género al que pertenece, esperaba algo más, algo que justificara toda la expectación y ventas que trae consigo. Ya de entrada voy a decir que no me gustó demasiado, cumplió ligeramente con su función de entretener en algunos momentos, pero tras terminarla quedé con la sensación de que no me aportó demasiado, posiblemente teniendo en cuenta las ventas tanto de esta como de las anteriores esperaba algo más. No sé si las otras que tiene me dirán algo más, pero no tengo claro que les vaya a dar una oportunidad, más que nada porque tengo en este momento más lecturas pendientes que me llaman más la atención. El autor es Javier Sierra y la novela se titula “El ángel perdido”.

La verdad es que no me había dado cuenta de quién era el autor. Hace tiempo era aficionado a los temas que trata habitualmente, y cuando leí la biografía me di cuenta de que ya lo había visto, escuchado y leído antes en sus intervenciones en radio, televisión y en algunas revistas en las que participó. Nació en Teruel en 1971 y estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Es periodista, escritor e investigador de temas que podemos considerar científicos pero siempre con un tratamiento algo especial. Colabora en la revista “Más allá de la ciencia” y en varios programas de radio y televisión como “Milenio 3” de la SER o “Cuarto Milenio” en Cuatro. Desde hace unos años se dedica a viajar e investigar temas del pasado y supuestos misterios históricos que considera que no quedaron demasiado claros tras las investigaciones más ortodoxas. Uno de esos misterios es lo que le sirve para buena parte de la redacción de su novelas, como por ejemplo, esta última que estoy comentando. A los 18 años fue uno de los fundadores de la revista “Año Cero” y siempre estuvo relacionado con estos temas que algunos pueden considerar científicos y otros no tanto. Varias polémicas circulan alrededor de sus investigaciones y las conclusiones a las que llega, quizá una de las más sonadas fue aquella en la que defendió la veracidad del caso Roswell, aunque poco después se demostró que la filmación que Sierra consideraba como verdadera no fuera más que una falsificación y un montaje. Fue el primer autor español que entró en las listas de los más vendidos en Estados Unidos, en el número 6 en “The New York Times” en marzo de 2006 con la obra “La cena secreta”, editada en más de 42 países y que lleva vendidos más de tres millones de ejemplares. Así es el segundo escritor contemporáneo más traducido tras Carlos Ruiz Zafón. También se dice que varias productoras estadounidenses están interesadas en llevar esta novela al cine. Su primera obra narrativa fue “La dama azul” (1998) y desde ese año publica casi una nueva novela cada dos años. Destacan “La cena secreta” (2004) o una versión ampliada y corregida de “La dama azul” publicada en el año 2008, que recibió el Premio a la mejor novela histórica publicada en inglés en los “International Latino Awards” en Estados Unidos. “El ángel perdido” es, hasta el momento, su última novela, de este mismo año 2011.

Julia Álvarez trabaja para la Fundación Barrié en la restauración del Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela, buscando explicación a ciertos deterioros al mismo tiempo que participa en su reparación. Durante la madrugada del Día de Todos los Santos se va a desencadenar la acción, que la llevará a participar en una aventura peligrosa y llena de acción. Cuando está dentro de la Catedral es atacada por un hombre misterioso, del que solo va a poder escapar cuando un agente secreto americano entre en el templo y hace que el intruso escape. Antes de eso sabemos que el marido de Julia, Martin Fabre, fue secuestrado por un grupo terrorista islámico, que deja un mensaje dirigido a su mujer, un mensaje que en teoría solo ella podrá interpretar. El agente que la salva de la agresión, Nicholas Allen, será el que le comunique la noticia del secuestro y también va a ayudarla a interpretar las misteriosas palabras finales de su marido, una interpretación que se relaciona con ciertos misterios y unas raras piedras que ellos poseen y que tienen unos fuertes poderes y muy importantes para el futuro de la humanidad. Tras el tiroteo en la Catedral y poner a salvo a la protagonista también tendremos a un par de policías de la ciudad y un fabuloso helicóptero que parece que también está buscando a la pobre Julia, que va a verse metida entre dos fuegos sin saber muy bien a quien creer. Para ella todo es casi un misterio incomprensible que va a ir tomando forma poco a poco, sin saber hasta el final en quién puede o no confiar, ya que tendrá que sobreponerse a más de una sorpresa. De repente tenemos un impresionante helicóptero capaz de sobrevolar la ciudad sin que nadie se entere, en él vendrán otros hombres que también buscan a Julia por razones parecidas, asesinos que acaban con todo lo que se les ponga por delante casi sin pestañear y una poderosa arma que acaba con cualquier tipo de aparato electrónico, forma en la que consiguen hacerse con Julia. De Santiago a Noia y de allí al monte Ararat en un viaje que no va a dejar ni respirar, lleno de sorpresas y violencia.

Con esta historia entraremos en un mundo relacionado con ángeles, piedras con misteriosos poderes, mitologías y leyendas de varios y diversos países, el Diluvio Universal visto desde varias tradiciones, ángeles caídos, Gilgamesh, Noé y el Arca, el monte Ararat, el cristianismo y varias cosas más que no voy a mencionar directamente para no desvelar demasiado la trama. Realmente es una mezcla de muchas cosas, quizá demasiadas, que hacen que por momentos el lector pueda andar un poco perdido. Perdido no solo por eso, sino también por cierto baile de personajes, de identidades, de personas que no son lo que dicen o parecen ser, por proyectos secretos del gobierno de los Estados Unidos, hasta el presidente del país es uno de los personajes de la trama. FBI, CIA, NSA y varias agencias más conocidas y desconocidas aparecen interviniendo en la historia. Y de fondo todo ese tipo de temas ocultos y esotéricos que tanto le gustan al autor. En su trabajo de investigación incluso llegó a viajar al monte Ararat para poder ver directamente lo que se conoce como la “anomalía del Ararat” que es uno de los elementos centrales de la historia.

La verdad es que me decepcionó la novela, que en ciertos momentos hasta me pareció caótica en su desarrollo, tanto que puede hacer que el lector ande algo perdido entre toda ese montón de acción, personajes e información de tantas fuentes distintas y tradiciones distintas aunque relacionadas. Como no leí ninguna de las anteriores no sé si es mejor o peor, pero cierto es que levantó gran expectación y tengo claro que el marketing, con presentaciones en varias ciudades españolas, firmas de libros y actos de ese tipo funcionó muy bien para convertirla en este momento en una de las más vendidas por estos lares. Esperaba algo más, por no decir mucho más, que aportara algo a un género en el que hay algunas cosas que destacan por encima de la media. Pienso que no aporta demasiado y es casi una mezcla de elementos que podemos encontrar en otros autores. Se puede leer casi como un cómic, una historia de aventuras fantástica que puede llegar a entretener a lectores no demasiado exigentes. Conozco a más de una persona que comparte opiniones parecidas a la mía, incluso varios que la dejaron sin terminar, cosa que yo de momento no hago, pero estuve a punto de hacerlo. Además incluso podría encontrar algún problema de carácter geográfico en el desarrollo de la acción en lo que se refiere a la ciudad de Santiago o de Noia. Los personajes, quizá sacando a la protagonista, me parecieron demasiado tópicos y los que más los que aparecen en Galicia, tanto los policías como los dos sacerdotes que aparecen relacionados con la Catedral. Creo que aún le daré otra oportunidad y en algún momento cogeré “La dama azul” para poder comparar esta de hoy con alguna de las anteriores que tanto éxito tuvieron, pero también tengo que reconocer que será una lectura mediatizada por esta de hoy. Pienso que en este caso no la recomendaría, sobre todo porque hay muchas cosas mas interesantes y apetecibles que leer, la verdad, pero evidentemente esta es una opinión completamente personal, y no todos pensamos lo mismo.

jueves, 7 de abril de 2011

"Fundación Libélula", de Yashmina Shawki

Hoy voy a escribir algo de una novela editada recientemente en gallego y que no sé si aparecerá en castellano, aunque pienso que es probable, ya que su autora tiene publicadas novelas en ambos idiomas. Por otro lado es la primera vez que tengo la oportunidad de comentar una novela de una persona a la que conozco, o más bien, conocí allá por los tiempos de la adolescencia y la juventud y de la que hace tiempo que no sé nada, cosas de la vida que te llevan por caminos distintos. La autora es Yashmina Shawki y la novela se titula “Fundación Libélula”, editada hace poco por Xerais.

Yashmina Shawki nació en Vigo, de madre gallega y padre kurdo. Sus estudios alternaron entre su ciudad de nacimiento y la ciudad de Bagdad, donde pasó una temporada en esa etapa de su vida. Luego volvió a Vigo y se licenció en la Universidad de Santiago de Compostela en Derecho en 1992 y al año siguiente en Historia Contemporánea. Después se dedicó a dar conferencias y escribir artículos periodísticos, sobre todo centrados en temas relacionados con Oriente Medio, además de colaborar en varias revistas. También publica un artículo de opinión de modo semanal en las páginas de “La Voz de Galicia” y colabora en el programa radiofónico “Al final del día” de Radio Voz. De momento su producción literaria tiene tanto obras en castellano como en gallego. En castellano “Kurdos, destino libertad” (2007), en gallego “Contos ao carón da lareria” (2007) y la novela objeto de este comentario. En una entrevista hecha a raíz de la publicación de este libro dice que está preparando dos novelas más, una en castellano y otra en gallego.

“Fundación Libélula” es una novela corta, de poco menos de cien páginas que tanto por extensión, contenido y forma de desarrollarse no sé si hablar de ella como novela, relato o como un cuento, ya que muchas veces la frontera entre estos tres modos de narrar es difusa y complicada.

Nos va a contar la historia de cuatro mujeres que establecerán una cierta relación, tres de ellas tendrán a la otra como nexo de unión. Una historia que transcurre en la ciudad de Vigo, mencionando en varias ocasiones lugares que el residente en ella podrá reconocer, imprimiéndole más realidad a la historia que nos va a contar. El nexo de unión es una abogada, María Xosé Muradas, una mujer decidida, valiente y que es capaz de enfrentarse a casi todo. Tiene una vida acomodada, aunque a lo largo de la historia veremos como hay cosas contra las que no se puede luchar muchas veces, quiera uno o no. Una de las cosas que más le preocupan y contra la que está dispuesta a luchar de todos los modos posibles es la violencia de género, en cualquiera de sus manifestaciones, que será lo que la lleve a crear esa “Fundación Libélula” que da título a la novela. Alrededor de ella y de su vida aparecerán tres casos de mujeres en situaciones precarias y cada una con una historia distinta, pero todas ellas duras, tristes y complicadas. Ella será la que intente ayudarlas para salir, al igual que hizo antes con otras, de esas vidas que las oprimen y que pueden acabar con ellas. Se nos presenta a Gladys, una inmigrante ilegal engañada para trabajar como prostituta en un club, sin documentación, sumergida en un mundo de explotación sexual y violencia. Helena es una chica joven que tiene que hacerse cargo de sus hermanos, ya que su madre es una mujer violenta, drogadicta y alcohólica, una situación con la que tendrá que luchar día a día con más oscuridad que luz y que además es muy consciente de que tiene que hacer algo, estudia y quiere conseguir algo que la haga escapar, tanto a ella como a sus hermanos, de esa situación. Y luego está Laura, casada, con hijos, con un marido vago y que no hace nada, además de que tiene que vivir con su cuñado y sus suegros, con una suegra que la martiriza, aunque ella sea casi el sostén de la familia. Todas ellas, en cierto momento, entrarán en contacto con María Xosé, que recurrirá a todo para echarles una mano, tres historias que la llevarán a remover cielo y tierra para ayudarlas a salir de la vida en la que están y también a esa “Fundación Libélula” que tendrá como objetivo ayudar a mujeres en situaciones precarias sean del tipo que sean. Las ayuda a escapar de esas vidas que llevan y tener otras mucho más dignas y salvadoras, porque se lo merecen.

La novela me gustó bastante, aunque pienso que su brevedad por un lado es un pequeño defecto y por otro una virtud. Al principio decía que no tenía claro si hablar de ella como una novela, un relato o un cuento. Por un lado su extensión le resta complejidad, una complejidad que a lo mejor la autora tampoco consideró necesaria para reflejar aquello que pretendía. Cuando se tratan estos temas, además, es fácil caer en una sucesión de tópicos y lugares conocidos por otras vías, tanto de la literatura como del cine o la televisión, o simplemente de las noticias, por desgracia, casi diarias, que tocan este tipo de temas. También pensaba en un cuento porque todo transcurre demasiado rápido, pasando de una situación a otra casi sin una continuidad en el relato y con una resolución de las cosa a lo mejor algo idílica por momentos. Las duras historias de las cuatro mujeres quedan bien narradas con pocas palabras, centradas en cuatro o cinco situaciones casi puntuales que hacen que el lector pueda suponer el conjunto de esas terribles vidas que llevan. Pienso que Yashmina quiso que el lector también pusiese algo de su parte y no darle todo, que imagine, que piense y reflexione sobre la vida de esas mujeres que representan a muchas otras, reales, que llevan vidas iguales o peores en casi todos los rincones del mundo, pero también a nuestro lado, en los mismos edificios en los que nosotros llevamos las nuestras. Por otro lado, aunque sabemos que no lo es, la historia transcurre con demasiada rapidez, las cosas me parecieron quizá demasiado sencillas en su resolución, a lo mejor también porque no está mal un poco de optimismo en estos temas, siempre tratados de un modo duro, oscuro y con unos finales casi siempre trágicos y violentos. A lo mejor esta es otra virtud, dar un poco de esperanza, de hacer pensar que las cosas no siempre van mal o a peor, que es posible con algo de voluntad, trabajo y suerte que muchas de estas mujeres puedan terminar con esa vida que no lo es para poder comenzar, tener un nuevo principio de vida digna y con esos momentos de felicidad de la que todos gozamos a lo largo de nuestras vidas.

Creo que es una novela recomendable y pensando como docente, podría ser un buen libro para su lectura en ciertos niveles de nuestros centros de enseñanza, pues pensando en ese tipo de lectores y lectoras su brevedad ya juega, y mucho, a su favor (qué le vamos a hacer, cuando pones un libro para que lo lean, lo primero que preguntan es cuántas páginas tiene, y como tenga más de doscientas puedes ver caras de auténtico pánico). Por otro lado pienso que es una historia que les puede interesar, que puede enseñarles algo y hacerles reflexionar, sobre todo porque creo que una buena manera de terminar con este tipo de situaciones es la educación. De todos modos y como dije al principio yo recomendaría esta novela de una autora quizá no demasiado conocida que intenta hacerse un hueco en el panorama literario gallego, y siempre está bien que aparezcan estas nuevas novelas, pensadas y escritas en gallego.

sábado, 2 de abril de 2011

"The Defenders"


Hoy vamos con algo de televisión, que ya van varios libros seguidos y hay que alternar un poco. Si hiciéramos un ranking de sectores profesionales reflejados en las series de televisión pienso que los tres primeros puestos, y no me atrevo a darles un orden determinado, serían para los policías y forenses (de moda últimamente), los profesionales de la medicina y los abogados. Supongo que serán los que más juego dan para este medio, pero la verdad es que es complicado encontrar una serie que no tenga como centro a alguna de estas profesiones. Así que para no variar esta de hoy está dentro del mundo de los abogados, y se llama “The Defenders” (“Los defensores”), de reciente estreno en los canales de pago, concretamente emitida los jueves por la noche antes de “The good wife” en Fox.

Esta estaría dentro de las series nada más que entretenidas, sin muchas más pretensiones que esa, que como he dicho alguna vez, si lo consigue, ya es bastante. No es como otras que aparecieron por aquí dentro de la misma temática. No estamos hablando de un gran bufete de abogados con todos los medios posibles y enfrentándose a las grandes corporaciones, a las empresas de todo tipo o a casos que van a terminar en el Tribunal Supremo. Es algo mucho más cotidiano y casi pedestre, con casos pequeños y delitos que no van a terminar saliendo en los periódicos. Y tampoco tenemos a un montón de abogados y abogadas pululando por ahí, ayudando a ganar el caso; tampoco tenemos a inteligentes y espabilados investigadores que encuentran siempre la solución al caso para que el abogado gane y su cliente salga libre. No, estamos simplemente ante dos abogados de un pequeño bufete, ayudados por una abogada nueva y novata y una secretaria, digamos, algo especial. Los casos serán, normalmente, pequeños delitos, robos (en uno que vi recientemente robaban los zapatos de gamuza azul de Elvis), estafas de rango medio, deudas económicas, algún asesinato..., todos casos con los que se puede encontrar un abogado normal, porque eso es lo que son. Son normales, no buscan fama aunque sí dinero, claro, que es necesario para vivir. Se anuncian en grandes letreros de la ciudad, buscan clientes en los juzgados y de vez en cuando aparece un buen cliente que les va a dejar algo de dinero para sostener el despacho. Este quizá sea uno de los aspectos que hace que sea distinta, la forma de tratar la temática legal, de un modo mucho más simple, real y cotidiano que la mayor parte de las demás, siempre mucho más grandilocuentes y espectaculares en el tratamiento de los casos legales. Quizá este sea uno de los aspectos por lo que me gusta y me entretiene.

Los dos protagonistas son, además, bien distintos en su carácter, forma de comportarse y de hacer las cosas, también en la forma de ver la vida. Uno es más serio, formal y preocupado por su divorcio y su hijo, y el otro, que es más joven, es más golfo, ligón, jugador y gastador. El mayor de los dos es Nick Morelli, casi el fundador del bufete, trabajando para sostener el negocio y a su familia, divorciado de su mujer (aunque no contento con la situación) y con un hijo al que ve algo menos de lo que desearía. El joven es Pete Kaczmarek, atractivo, con elegancia y estilo, preocupado de sus clientes, pero también de disfrutar de la vida lo más posible; juega, bebe, sale y hasta en alguna ocasión es capaz de liarse con alguna clienta. Y trabajando con ellos la novata Lisa Tyler, una chica joven a la que contratan para que les eche una mano; trabajaba como bailarina de striptease en un club para pagarse la carrera y ellos, teniendo en cuenta su pasado, fueron los únicos que le dieron trabajo. Zoey Waters es la secretaria, siempre bien maquillada y pendiente de casi todo lo que pasa, teniendo que intervenir más de una vez en los casos y en las investigaciones. Estos cuatro llevan el peso de los argumentos, ya que el resto, en general, cambian en cada episodio.

Y la ciudad en la que transcurre la acción es otra de las protagonistas. Si hiciéramos de nuevo una clasificación de las ciudades americanas que más salen en el cine y en la televisión sin duda la primera sería Nueva York, y también sin dudarlo la segunda, muy cerca de la anterior, sería Las Vegas. Así es, son dos abogados que tienen su despacho en esta espectacular ciudad, que funciona como un personaje más ya que es la que provoca la mayor parte de los casos que tienen que defender. Muchos de ellos relacionados con estafas a casinos, deudas de juego, casos de prostitución, detenciones ilegales, algún asesinato (claro, no podían faltar), divorcios...; como decía hace unas líneas las cosas que deben de pasar en esta ciudad a todas horas y todos los días, la ciudad que nunca duerme es lo que tiene, que da pie para muchas cosas.

En lo que se refiere a los actores los dos protagonistas son bien conocidos, con una buena cantidad de cine y televisión en su currículum, algunas destacables y muchas no tanto, pero siempre guardando una cierta línea de entretenimiento y comedia. Nick Morelli es un actor bastante conocido, James Belushi, un veterano en estas lides que empezó en la televisión a finales de los años setenta, de ella pasó al cine durante una buena temporada con películas bastante conocidas y tras una época algo oscura volvió a la televisión, en la que parece haberse instalado definitivamente, aunque también con altibajos. Antes participó en el programa de comedia más famoso de la televisión americana, “Saturday Night Live”, una auténtica fábrica de actores cómicos. A mí me parece un buen actor para este tipo de cosas y aquí está bastante bien, la verdad es que para mí lleva el peso de casi todo lo que pasa y es el centro de la mayor parte de las historias. Pete Kaczmarek es el actor Jerry O´Connell, también muy conocidos de cara y que pasó mucho tanto por el cine como por la televisión. Curiosamente buscando datos me di cuenta de que era uno de los protagonistas de una de las películas que tengo entre mis favoritas, “Cuenta conmigo”, cambió tanto que no lo reconociera, que la película esta es del año 1986. También está bastante bien en ese papel de golfo simpático que le da un poco el contrapunto a su socio, que tiene que sacarlo más de una vez en los problemas en los que se mete. El resto son actores mucho más desconocidos.

La serie como dije al principio no está mal, no podemos incluirla dentro de las destacables y con calidad pero tiene buenos momentos y hace que uno esté entretenido y sonría más de una vez a lo largo de cada capítulo. Algunas situaciones pueden parecer algo ridículas, pero están tratadas intentando darle un cierto aire de realidad y verosimilitud. Los casos, a lo mejor por ser distintos a los de la mayoría de las series, son amenos e interesantes, casi siempre con alguna sorpresa en su desarrollo y haciendo que ambos abogados tengan que ser ingeniosos y ágiles para conseguir la libertad de sus clientes. Por el medio tenemos las cosas de ellos, los problemas familiares y personales de Nick y los líos en los que se mete Pete, que le dan también algo más de interés a la serie. Capítulos de cuarenta minutos en los que prima, como dije, el entretenimiento sobre las cuestiones legales, un pequeño giro para intentar hace algo distinto que convenza al espectador. Tiene buenos momentos y sabe conseguir la atención, así que es recomendable para alternar con esas otras que a lo mejor son más serias, más dramáticas o tienen más calidad. Un postre sabroso para terminar una buena comida, por ejemplo; o algo para picar cuando uno no tiene demasiada hambre. Espero que os resulte, por lo menos, tan entretenida y divertida como a mí, ya me diréis.
No encontré vídeo en castellano, así que tendrá que quedar en inglés, además de este que aparece a continuación, un anuncio en el que participan los protagonistas de la serie junto con los abogados reales en los que, en teoría, está basada.