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miércoles, 29 de diciembre de 2010

"Sherlock", de la BBC




Hoy vamos a volver a la televisión y las series. Hay personajes literarios que salen de los libros y pasan al cine y a la televisión con bastante asiduidad. En algunas ocasiones mantienen la línea de la novela de la que han salido y en otras dan lugar a interpretaciones más o menos libres y a veces podemos encontrar los dos tipos, la adaptación libre y la fiel de varias maneras. No son pocos los personajes que han pasado de las hojas de un libro a la gran y pequeña pantalla, pero creo que no me equivoco si el de hoy es posiblemente el que más veces y de más distintas maneras lo ha hecho. En general casi todas las adaptaciones han sido más que decentes y todas ellas entretenidas, aunque algunas podrían ser más prescindibles que otras. Esto no ocurre con la serie que voy a comentarios y recomendaros hoy, porque creo que es una, digamos, revisitación más que decente del personaje. Hablo de un investigador de los más inteligentes, espabilados, ágiles y famosos del mundo, no creo que haya nadie que no lo conozca o no haya visto o leído algunas de las historias protagonizadas por él y su ayudante. Hablo de Sherlock Holmes y su ayudante y amigo el doctor Watson. Estos personajes creados por Sir Arthur Connan Doyle quizá sean los protagonistas de novelas de investigación más famosos del mundo, sobre todo porque en sus historias siempre hay algo interesante, entretenido e intrigante. Cuando era mucho más joven que ahora leí todas sus historias, aún recuerdo los volúmenes de las obras completas de Sherlock Holmes que tenían (y aún tienen) mis padres en casa, aquellos volúmenes rojos con portada como de plástico y con todas las novelas impresas en papel cebolla, de ese finito, que parecía que se iba a romper y que tenía el gran defecto de que por muchas hojas que pasaras parecía que no avanzabas nada, que siempre quedaba lo mismo, pero tampoco en este caso es que me importara demasiado porque aquellas historias me tenían completamente atrapado e intrigado.

En este año hemos tenido una adaptación al cine de este personaje que ahora que lo pienso no sé por qué no apareció por el blog. Una versión algo especial, más convertida en película de acción que realmente de investigación al típico estilo Holmes. Dirigida por Guy Ritchie y protagonizada por Robert Downey Jr. y Jude Law. A mí me gustó, me pareció entretenida y espectacular y con algunos momentos interesantes, pero como dijo mi padre “ese no es Sherlock Holmes”, y en parte tenía algo de razón. Tenía sus momentos Holmes, pero era más una cinta que buscaba el espectáculo y la acción más que la investigación, muy bien hecha y con una ambientación e interpretaciones muy buenas, pero reconozco que los más “puristas” pudieran verle algunos defectos. De todos modos creo que tendrá una continuación, y pienso verla.

La serie que comento se llama, simplemente, “Sherlock” y de entrada decir que es una producción de la BBC inglesa, lo cual ya puede dar una idea de que calidad no le va a faltar. Desde hace años casi todo lo que vemos por estos lares es americano, aún hecho de menos aquellas grandes letras del principio “BBC”, que eran sinónimo de que ibas a ver algo decente y bien hecho, a lo mejor un poco más sobrio que las producciones americanas, pero seguro que era algo bueno, y no digamos si era una comedia, no recuerdo mejores comedias que algunas inglesas de hace ya años. Aquí fue emitida hace poco por la cadena TNT, pero seguro que si, tras leer este comentario, os llama la atención podréis encontrarla por varios sitios. Es una serie de solo tres episodios, pero de noventa minutos cada uno, vamos, algo que podría haber sido tanto por duración como por calidad, una película enterita que ver en el cine. De todos modos he visto que para el 2011 están previstos otros tres episodios de la misma duración. De momento solo he visto el primero, pero creo que merece la pena recomendarla, porque me dejó encantado por completo en todos los sentidos. Los episodios no responden exactamente a ninguna de las novelas de Connan Doyle, cogen al personaje y lo meten dentro de una nueva historia que bien podría haber sido una novela, con todos los elementos clásicos del autor. De todos modos he leído que es posible que uno de los tres que vendrán el año que viene sea una adaptación de “El sabueso de los Baskerville”, para mí una de las mejores historias del personaje.

¿Y qué tiene de nuevo, original o distinto esta nueva versión para que llame tanto la atención? Bueno, por un lado como dije unas líneas antes, la calidad de la misma, está hecha con una gran delicadeza, atención al detalle y los personajes están perfectamente definidos y responden a los esquemas que uno puede tener en su cabeza si conoce al personaje. Pero lo más llamativo es coger a Holmes, Watson, Lestrade, Moriarty y la casa del 221 de Baker Street y ponerlos en el Londres del siglo XXI. Sí, ahí está la novedad, tenemos a un Holmes que tiene un blog en internet, “La ciencia de la deducción”, que usa teléfono móvil, GPS, ordenador como nuevos elementos para apoyar sus investigaciones y deducciones, que ahora usa para concentrarse parches de nicotina y que sigue viviendo en el más absoluto caos. Un Watson que en el primer episodio vuelve de la guerra de Afganistán, médico militar, conoce a Holmes y lo busca en google para descubrir algo más de su nuevo compañero de piso. El inspector Lestrade es ahora un policía de Scotland Yard que sigue recurriendo a su amigo para que lo ayude en casos especialmente difíciles... Puede parecer raro, pero a mí el resultado me ha parecido excelente porque creo que hacer algo así no es demasiado fácil, sobre todo si partimos de que han creado nuevos guiones para las historias, y lo mejor que se puede decir es que me parecía estar viendo una historia de las clásicas, de siempre. Incluso el lenguaje que usan es actual y ni eso me pareció forzado, sino de lo más natural. Evidentemente choca un poco al principio, pero a los pocos minutos olvidas este tipo de cosas y pasas a verlo como algo de lo más normal. Eso es lo más sorprendente, que todas estas cosas lleguen a no sorprender al espectador, todas estas novedades sociales, tecnológicas y lingüísticas están integradas con total normalidad y naturalidad, sin abusar en absoluto de ellas, porque lo más importante sigue siendo la privilegiada mente deductiva de Holmes y las ayudas de Watson, aunque de momento en el primer episodio solo me faltó el típico “Elemental, querido Watson”, será porque se acababan de conocer.

Reconozcamos que Holmes es uno de los detectives con más carisma de la literatura y esta nueva adaptación demuestra que puede resistir de maravilla el paso del tiempo. Las críticas han sido excelentes en todas partes, una ambientación cuidada al mínimo en todos sus aspectos, los guiones son ingeniosos, actuales y al mismo tiempo intemporales, pero una de las mejores cosas de la serie son los diálogos. Estos sorprenden desde el principio por su agilidad, brillantez y con ese sentido del humor que se puede esperar siempre de una serie inglesa. En el primer episodio más de una vez me he reído con muchas ganas gracias a esos diálogos, sobre todo los que hay entre Holmes y Watson, cargados de ironía, mala uva, cinismo, dobles sentidos..., y al mismo tiempo sencillos, fácilmente entendibles y llenos de preguntas y réplicas ingeniosas.

El personaje de Holmes está encarnado por un actor que desconocía, pero que me ha sorprendido mucho, se llama Benedict Cumberbatch y recrea un Sherlock Holmes con una excelente mezcla entre lo clásico y lo moderno. Joven, cínico, muy prepotente ante las mentes insulsas e inferiores que lo rodean, cosa que se encarga de decir en más de una ocasión. Se siente por encima del resto de la humanidad que no son capaces ni siquiera de alcanzar a entender la gran inteligencia y capacidad de deducción que tiene y que tantos problemas le crea. Para él todo es un desafío y es eso lo que le da la vida, lo demás es aburrido, soso, sin asesinos interesantes la vida no tiene sentido. Tanto en su forma de vestir como en su forma de moverse tenemos a un Sherlock a medio camino entre el clásico y la modernidad, perfecto desde mi punto de vista. Watson es Martin Freeman, un actor inglés al que he visto en un par de comedias y me gustó mucho, pues aquí también está perfecto, a medio camino entre la ignorancia y la sabiduría, alucinando y diciéndolo en alto con todo lo que Holmes es capaz de deducir casi con un simple vistazo. En el primer episodio está muy bien todo lo que le dice a Watson sobre él y las explicaciones posteriores que le han llevado a esas conclusiones. La relación entre estos dos personajes, como es lógico, es el centro de la serie y superan el examen con una nota muy alta.

Lo dicho, solo he visto el primero, pero los dos siguientes caerán en breve porque me dejó gratamente impresionado. Me habían hablado bien de ella, pero a veces no suelo fiarme de estos comentarios, esta vez acertaron de pleno. Aparte de los dos personajes centrales, que tienen un gran atractivo y tirón, toda la serie está muy cuidada y trabajada en todos los sentidos, así que os la recomiendo mucho. En TNT ya emitieron los tres primeros pero suelen repetirlos bastante, así que siempre podéis estar pendientes de las repeticiones, sino ya sabéis que hay muchas y sencillas formas de conseguirlos. Merece la pena, algo que es más o menos lo de siempre, pero con suficientes elementos para hacer que lo veamos como algo nuevo y mucho más cercano al Sherlock de toda la vida, mucho más que ese otro intento que se hizo en el cine. Hora y media de entretenimiento de calidad, con ese aire de toda la vida de las series de la BBC, animaos, no os va a decepcionar en absoluto, de esto estoy casi seguro.

lunes, 20 de diciembre de 2010

"Mal de piedras", de Milena Agus




“La abuela conoció al Veterano en el otoño de 1950. Llegaba de Cagliari por primera vez al continente. Debía de tener cuarenta años, sin hijos, porque su mal de piedras siempre la hacía abortar en los primeros meses. Y así fue que, equipada con el abrigo liso, los zapatos altos de cordón y la maleta de cuando el marido llegara refugiado a la villa, la mandaron al balneario para curarse.”
Así comienza la novela que voy a comentar hoy. En mi último post mencionaba cuatro novelas que iban a aparecer por aquí en las próximas fechas, y esta es una de ellas, “Mal de piedras”, de Milena Agus, que como dije en aquel momento es una de las novedades narrativas publicadas en gallego por FaktoriaK y en castellano en la editorial Siruela. La traducción al castellano fue hecha por Celia Filipetto y la correspondiente al gallego por Carlos Acevedo. Es una novela corta, pero su breve extensión esconde una historia intensa, triste y optimista a la vez y que consigue que el lector disfrute de la lectura en cada palabra, nada sobra, no hay nada anecdótico, nada de más, aun diría que uno se queda con ganas de saber más cosas de la vida de la abuela de la joven que nos cuenta la historia. No conocía de nada a esta autora, pero cuando me llegó la información de este edición curioseé algo por ahí para saber quién era, qué escribiera y algunos datos más como base para hacer este comentario. Y descubrí que es una novelista muy conocida en Italia, traducida a varios idiomas y con buenas ventas y críticas en gran parte de Europa.

Milena Agus es una autora nacida en Génova, Italia, en 1959. Trabaja como profesora de Lengua e Historia en un instituto de Formación Profesional. Su primera novela fue “Mentre dorme il pescecane” en el año 2005, antes había escrito algo de poesía, pero la que le dio reconocimiento internacional es la comentada hoy, “Mal de piedras”, que tuvo una mención especial en el Premio Junturas 2006 además de ganar el Premio Elsa Morente de ese mismo año. Otras novelas son “Las alas de mi padre” (2008) y la última por el momento es “La imperfección del amor” (2010). Uno de los elementos centrales de sus novelas es Cerdeña, la tierra natal de su madre, un lugar mitificado que aparece incluso en ocasiones como un personaje más y no solo como un marco para desarrollar la historia. Su obra mezcla normalmente realidad y ficción, con una importante presencia del mundo onírico y un estilo sencillo al mismo tiempo que intenso. Es una novelista que generó una cierta polémica con unas declaraciones en las que decía que los escritores eran todos unos pobres desgraciados, con graves problemas y que la escritura era una especie de terapia que les permitía vivir. Ella se consideraba una persona normal, pero en su entorno comenzaron a hacerle notar su locura, para “curarse” dice que escribió “Mal de piedras”, una especie de medicina para poder llevar una vida normal. Ve la vida del escritor como una especie de desgracia que los lleva a tener que escribir para poder salir de esa situación. Como poco podemos decir que es una personal algo especial, que lleva una vida solitaria, entre la escritura, sus clases y las actividades como ama de casa. Está divorciada, tiene un hijo que trabaja como pianista de jazz en París y dice de ella misma que es una persona sencilla, con una mirada profunda y triste que solo parece emocionarse cuando habla de su novela.

La novela trata de la vida de una abuela contada por su nieta. Una historia triste por un lado y con ciertos momentos de optimismo por otros. Es evidente que la vida de la joven quedó muy marcada por la vida de esa abuela un tanto especial por muchas cosas. Una abuela que como dice la autora en una entrevista “no tiene todas las ruedecitas del cerebro en su sitio”, que sería la expresión italiana para el nuestro “le falta un tornillo”. Una mujer que ahuyenta al amor, una frase que la define perfectamente, obsesionada por encontrar el amor ideal pero que parece que nunca le va a llegar. El amor es un antídoto para la infelicidad, pero parece que la protagonista no tiene derecho a encontrarlo. Su vida se centra en encontrar ese amor. La abuela, una mujer que nace y vive casi toda su vida en Cerdeña, que solo sale para tratarse su “mal de piedras” en un balneario y para visitar en otra ocasión a sus parientes en Milán e intentar encontrar, de paso, algo más. Es una mujer romántica, llena de ilusiones y de amor y, al mismo tiempo, de tristeza y desesperanza. La familia la va a obligar a casarse con un hombre al que no quiere, un hombre que tendrá que aceptarla para pagar unas deudas con la familia de ella. Su vida con él puede resumirse, sobre todo al principio, con la frase que se dicen por las noches cuando en la cama cada uno se pone en su lado y con cuidado de no tocarse: “Buenas noches” y el otro contesta “Igualmente”. Pero el viaje al balneario para curar su enfermedad, que le impide entre otras cosas tener hijos, va a convertirse en el lugar donde encontrará ese amor inesperado y, sobre todo, deseado. Es la historia de una mujer que marcará profundamente a todos los que estuvieron a su alrededor, pero sobre todo a la nieta que nos cuenta su vida. Una nieta que vivió con ella mucho tiempo debido sobre todo al trabajo de su padre y que hizo que también fuera poco a poco descubriendo un mundo nuevo y distinto gracias a ella. El giro final que tiene la historia aún le da más fascinación a una historia maravillosa.

Me gustaría contar algunas cosas más, pero es una novela corta, de poco más de cien páginas que se disfruta desde el principio hasta el final, sí que lo mejor es leerla para conocer mejor a esta mujer. Es una novela que hace que el lector goce en dos sentidos. Por un lado de la propia historia de esta mujer y las cosas que le van pasando, cómo va afrontando su vida, su matrimonio y el encuentro con ese amor tan deseado en la figura del Veterano que encuentra en el balneario. Por otro lado por cómo está contada, con un estilo que parece sencillo pero que esconde una gran intensidad y, sobre todo, sensibilidad y pasión. Creo imposible que cuando lleguéis al final no aparezca en vuestras caras una ligera sonrisa entre triste y alegre. En estas pocas páginas se concentra una historia que os va a decir muchas más cosas de lo que parece, porque además no es solo el personaje de la abuela, todos los que aparecen en la historia tienen mucho que decir y aportar. Desde la otra abuela de la joven que cuenta la historia, el marido de la abuela, sus padres y familiares, no hay uno solo que no nos vaya a decir algo. Por un lado me dio algo de pena que fuera tan cortita, como dije antes me gustaría saber más algo más de la vida de esta italiana soñadora, pero por otro es evidente que la intensidad que tiene la historia podría perderse si nos contara más, quizá es mejor dejarlo a la imaginación del lector. Es esa brevedad la que le da tanta intensidad a lo que estamos leyendo, además de delicadeza, un viaje a una historia que está a caballo entre la más dura realidad y el mundo maravilloso de los sueños en el que casi todo es posible. Lo mejor que podemos aprender de ella es que en esta vida casi todo es posible y que lo mejor que podemos hacer es no dejar que la realidad hunda nuestros sueños, porque a veces, es lo único y lo mejor que tenemos.

De verdad que la recomiendo, y pienso que, a pesar de su brevedad, es una novela para leer con calma, gozando de cada palabra, de cada frase y de cada situación, imaginando a esa mujer y las cosas que le pasan en su vida, llena de cosas alegres algunas y tristes muchas de ellas, pero que nunca va a dejar de perseguir aquello que realmente quiere. Tenéis que leerla para descubrir ese mundo de la mujer que ahuyentaba al amor, pero no dejaba de buscarlo.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Novedades editoriales

No es que esté vago estos días o que vaya a dejar de lado el blog, lo que pasa es que como en todo hay épocas en las que tienes más tiempo que en otras y no este mes precisamente el mejor para disponer de demasiado tiempo libre porque hay que dedicarlo a otras cosas. Así que en breve volveré a los comentarios habituales, tanto de televisión como de libros, que tengo un par de ellos por hacer, pero cuando tenga algo más de tiempo. Así que este de hoy va a ser algo distinto pero siempre relacionado con el tema. Voy a mencionar nada más cuatro o cinco novelas que tengo en lista de espera, todas ellas novedades editoriales, y que aparecerán pronto comentadas por aquí, pero también de paso pueden servir como recomendaciones para cuando uno no sepa qué regalar en estas fiestas que están a punto de llegar. Espero que os sirvan y que esperéis con ganas los futuros comentarios sobre las mismas.




La primera es una obra bastante esperada de un autor más que conocido y reconocido, además es la que empecé a leer ayer, llevo poco, así que de momento no voy a dar una opinión, pero de momento me está resultando atractiva, ya veremos por dónde va. Hablo de “El cementerio de Praga” de Umberto Eco. Cien mil ejemplares vendidos en Italia en una semana dan idea de lo esperada que era esta nueva novela de Eco. Yo tengo que decir que cualquier novedad suya siempre me asusta un poco, porque no sé qué autor voy a encontrar. El que sigue el estilo de “El nombre de la rosa”, algo que pienso que es más asequible para todo tipo de lectores o el de “Baudolino”, por ejemplo, que tengo que decir que me resultó algo incomprensible y pesada, teniendo siempre en cuenta que esto es algo completamente personal, claro. En esta nos va a contar la historia del capitán Simonini, un experto falsificador que desarrolla sus aventuras en el siglo XIX y con muchos personajes históricos y hechos rondando su vida. Las críticas que leí hablan de una gran obra que une erudición y datos históricos con entretenimiento de modo muy equilibrado, ya os diré se mi opinión va por el mismo lado o no.







La segunda es la novela de uno de mis autores favoritos, de los que leo absolutamente todo lo que publica, aunque me quedan algunas, pocas, de las primeras, pero van cayendo poco a poco. Hablo de Paul Auster y “Sunset Park”, que además de en castellano en su editorial habitual también podéis leer en gallego publicada al mismo tiempo por Galaxia (y que será la que lea porque he tenido la suerte de que me la han regalado hace pocos días). Reconozco que en ocasiones es un autor algo “deprimente”, pero también pienso que casi siempre hay lago que hace que no lo sea tanto, siempre veo algo de esperanza, de optimismo debajo de esas historias tristes a veces, extrañas otras y fascinantes casi todas ellas. Aparte de esas historias pienso que la forma que tiene de usar el lenguaje es algo magistral y pocos autores consiguen impresionarme tanto en este sentido como él. En este caso nos cuenta la historia de Miles, un hombre de veintiocho años que vive sumido en la culpa por provocar la muerte de su hermanastro. Tras andar por ahí vuelve a Brooklyn (uno de los escenarios centrales y favoritos del autor) donde vivirá de ocupa antes de enfrentarse con su padre. La últimas de sus novelas, “Invisible” no me atrapó demasiado, la verdad, aunque tengo intención de volver a leerla en algún momento, pero la historia de esta me parece que va a ser de las que me gustan, ya veremos.







Otra novedad editorial en gallego de FaktoriaK también está dentro de las lecturas inmediatas, “Mal de pedra” de una autora italiana que se llama Milena Agus. Una historia publicada en Italia en 2006 con la que ganó el Premio Elsa Morente. Es una autora que desconocía y esta es su segunda novela, pero por la historia y por los datos que leí pienso que también es bastante apetecible. Una historia corta pero intensa. En ella una chica recuerda la vida de su abuela, una mujer especial con una vida especial, romántica y llena de ilusión pero que se tendrá que casar con un hombre al que no quiere. También aparecerá comentada en breve.







Y la última es una novela que podemos incluir dentro del género histórico, y también de las que no transcurren en la Europa de la Edad Media ni con temas de cristianos, musulmanes o judíos. Hablo de “Nueva York”, una larga historia que tiene como autor a Edward Rutherfurd. Este es un autor al que conocí hace tiempo cuando alguien que conocía mi afición por la novela histórica me regaló “Londres”, una de las historias más entretenidas que he leído dentro de este género, interesante, amena, bien documentada y que resumía (por decirlo de alguna manera) en muchas páginas la historia completa de la ciudad de Londres. Pues en este caso es algo parecido, pero cambiando la ciudad inglesa por una de las ciudades que pienso más llaman la atención de casi todo el mundo, que muchos no conocemos directamente pero sí por el cine y la televisión y que muchos, pienso yo, querríamos visitar en algún momento, la ciudad de Nueva York. Es una autor al que le encanta jugar con historias largas, muchos personajes y situaciones, y por lo menos en la que leí manejaba esto con auténtica maestría. La historia comienza casi en el siglo XVI, con los indios americanos, la llegada de los colonos, la guerra de la Independencia, la construcción del Empire State... Un proyecto que me parece muy ambicioso, pero que pienso que puede solventar con bien, porque siempre se documenta muy bien y sabe ser entretenido al mismo tiempo que interesante. Ya veremos.

Pues nada, hasta aquí este post de hoy algo distinto a lo habitual, pero que espero que también os resulte interesante y os dé alguna idea si no sabéis que regalar en estas fiestas. De paso también os animo a leerlas, así cuando las comente podréis aportar vuestras opiniones.

domingo, 5 de diciembre de 2010

The Walking Dead




Hace unos minutos que terminé de ver el cuarto capítulo de esta miniserie de seis, pero voy a comentarla antes de que termine, porque creo que cualquier aficionado al género de terror no debe de dejarla pasar y los que no los sean, a no ser que no resistan cierto tipo de escenas realmente desagradables, sangrientas, asquerosas y fuertes, creo que tampoco porque es una serie de las buenas y con mucha calidad. No es precisamente el género del terror uno de los que más se prodigan en nuestras televisiones, son mucho más habituales en el cine y en la novela, pero parece que por las razones que sean, no es el género más elegido por los productores televisivos. Mucha memoria tengo que hacer para recordar series de este género y más en estos últimos tiempos, fuera de “True Blood” (que aún tengo pendiente de ver, solo sé que es de vampiros, que la ponen muy bien y poco más) no se me ocurren muchas más, algunas de género fantástico algo cercanas al terror, pero nada más. Aviso ya antes también, para que nadie lo vea sin querer, que esta vez el vídeo lo pongo al final, así que aquellos que prefieran no verlo, que no le den al botoncito del play. También decir que siempre fui muy aficionado a este género, creo que ya lo he dicho alguna vez, pero también añado que en los últimos años, sobre todo en cine, no he visto nada que me guste o me sorprenda demasiado por su calidad. Ahora todo se ha convertido en una especie de competición para ver quién consigue que haya más sangre en pantalla o a ver quién se inventa la forma más brutal o impresionante de asesinar gente en primeros planos, concursos de vísceras pero poco terror de verdad, creo que habría que cambiar el género y meter a todas estas en películas en un género “de asco o de repulsión”, pero no de terror. Aunque respeto a todos los aficionados a este tipo de cine, a mí, personalmente no me gustan nada. Pero no porque me resulten desagradables (algunas sí, eso lo tengo que reconocer) sino porque me parecen faltas de imaginación, de innovación, de algo más que muchas de antes sí que tenían. Hace unos meses la literatura puso de moda a los vampiros, claro que unos algo especiales, que casi no matan gente, que andan de día por las calles y van a clase como todos los demás, lo único distinto es que, si no recuerdo mal, cuando les da el sol brillan un poco o echan como chispitas o algo así. Creo que todos sabéis a qué me refiero, a una saga literaria de grandes ventas y que llegó al cine, pensadas para una franja de público muy determinada también y dentro de eso no estaban mal del todo, leí un par de ellas, a mí no me gustaron demasiado, pero bueno.

Ya me lío y me voy del tema, que el de hoy es comentar una serie de televisión. Otra faceta del terror que se puso de moda en estos meses también gracias, sobre todo a la literatura, es el tema de los zombis, los muertos vivientes. Algunas de esas novelas las he leído y la mayor parte me gustaron bastante, también es un tema muy manido y usado desde siempre en infinidad de novelas, pero algunas de ellas (me remito, por ejemplo, a uno de los primeros comentarios que hice, el de “Apocalipsis Z” de Manuel Loureiro) me gustaron bastante. Pues la serie de hoy tiene como tema central ese, la lucha de los pocos humanos que sobrevivieron contra los muertos vivientes, o no, igual ese no es el tema central de verdad, luego me explico. Hablo de una miniserie de seis episodios que se titula “The walking dead” (“Los muertos caminantes”) que está emitiendo en estos momentos Fox los viernes por la noche. A mí me está pareciendo de lo mejor del género que he visto en mucho tiempo, con una gran originalidad en el planteamiento, con una producción y dirección impecables, un desarrollo de los episodios genial y con muchos momentos de gran tensión, de esos que te hacen aguantar unos segundos la respiración o incluso soltar un pequeño o gran taco (mental o vocal, a veces es imposible aguantarse) en más de una ocasión. Es de esos casos en los que digo que es auténtico cine llevado a la pequeña pantalla, cosa que cada vez se produce más, malo para el cine y bueno para la televisión. Se estrenó al mismo tiempo en 120 países y doblado en 33 idiomas, lo que puede dar una idea de lo que los productores de la misma esperaban, rondando los 300 millones de espectadores en todo el mundo.

En realidad es la adaptación de una novela gráfica de Robert Kirkman que no conocía en su momento, pero a la que le eché un vistazo tras ver la serie y me pareció magnífica. El argumento no se aleja demasiado de los grandes clásicos del género de zombis, partiendo de ideas como la novela “Soy leyenda” de Richard Matheson (que tuvo recientemente una versión en cine protagonizada por Will Smith y que tampoco estaba mal, aunque me quedo con la antigua, con Charlton Heston). Creo que la mayor fuente en la que se inspiró es el mayor clásico del género y que muchos han copiado, pero creo que nadie superó, “La noche de los muertos vivientes” de George A. Romero, cinta que creo que nadie que haya hecho una película de zombis ha dejado de ver, y que, aún a pesar de su blanco y negro, creo que es la que he visto sobre el tema que más me “asustó”. El protagonista central de la serie es un policía, Rick Grimes que en el primer episodio, tras recibir un disparo, entra en coma y despierta en un hospital vacío, desierto, destruido, sin tener la más mínima idea de lo que ha pasado. Ya antes de poder salir del hospital descubre a algunos de esos zombis, lo único que ve es a ellos y a montones de muertos, tanto dentro como fuera del hospital. Su primera idea es ir a su casa e intentar encontrar a su familia, pero su casa está completamente vacía y por la calle solo ve los lentos, cadenciosos y siniestros movimientos de esos muertos que caminan y que van a por él. Dos personas lo ayudarán en ese momento de desesperación, un padre y su hijo que intentan sobrevivir encerrados en una casa sin tener demasiado claro a dónde ir. Algo ha pasado y la mayor parte de los seres humanos ya no lo son, ahora son muertos que vagan por las calles en busca de seres vivos para alimentarse. Rick lo único que quiere es encontrar a su familia, a su mujer y su hijo, que él está convencido de que todavía están vivos. Así que ese es su objetivo y a medida que avanza irá descubriendo que no está solo, que hay más gente escondida, intentando sobrevivir, luchando por sus vidas, escondidos, saliendo solo para intentar encontrar comida, armas, medicinas, gente como él que no ha caído en las manos de los “caminantes”.

El productor y director del primer episodio es Frank Darabont, uno de los directores que más me suelen gustar, y que igual por el nombre no reconocéis, pero os daréis cuenta enseguida cuando diga que es el responsable de historias como “Cadena Perpetua”, “La milla verde”, “Frankenstein de Mary Shelley”, nominado tres veces al Óscar como mejor director y con gran número de premios menos conocidos que este mencionado, pero no mucho menos importantes. Se nota su mano, sobre todo en ese primer episodio que dirige, pero los demás no le van a la zaga. Los actores tampoco son demasiado conocidos, casi todos ellos fundamentalmente televisivos, pero aunque no por el nombre sí veréis caras relativamente conocidas. Todos ellos están muy bien, convencen, asustan, pasamos el mismo miedo y tensión que ellos porque en ese sentido está muy bien, y muchas veces esa tensión y ese miedo no tiene nada que ver con tener cerca a un zombi, sino más bien por tener cerca a otro ser humano. Veremos como se va formando un grupo muy heterogéneo que intenta sobrevivir, cómo se van encontrando con otros grupos tan diversos como ellos y sobre todo cómo son las relaciones entre las personas que forman este grupo que será central en el desarrollo de la historia.

¿El verdadero terror de la serie está en los zombis? Pues no, por raro que parezca. Estos son los de siempre, buenos maquillajes, moviéndose a cámara lenta, con esos ojos colgantes, los dientes al aire y las caras descompuestas, sin un brazo o los dos y más o menos lo de siempre. En este caso creo que no son más que la excusa para demostrar otras cosas y desarrollarlas. Lo que más miedo da son las relaciones que se generan entre las personas, entre los que están vivos e intentan sobrevivir. Temas como el racismo, la violencia de género, la envidia, el egoísmo, el rechazo por razones de sexo, creencias, religión, forma de ser o de ver la vida están presentes en todos los capítulos. Son esas escenas y esos momentos entre los humanos las que son realmente fuertes, estremecedoras y que asustan de verdad. La famosa frase de que “el hombre es un lobo para el hombre” está presente en muchos momentos y demuestra como incluso en situaciones en las que lo fundamental sería la unión para la supervivencia no somos capaces de superar muchas cosas y centrarnos en lo realmente importante. Claro que también hay momentos para el amor, el cariño, la amistad, el respeto, la realización de actos desinteresados, la valentía y otros elementos positivos, no todo iba a ser negación, pero la idea central que me queda tras ver cada capítulo es más la anterior. Muchas situaciones límite van a llevar a la gente a comportarse como realmente es, sin correcciones políticas, como verdaderos egoístas que ahora, más que nunca, viven centrados en sí mismos.

Lo dicho, creo que, como comenté al principio, es casi indispensable para los aficionados al género. A mí me está gustando mucho y no son muchas las que consiguen dejarme al final de cada episodio con unas enormes ganas de ver el siguiente y llegar al final para ver cómo acaba, pero solo me quedan dos que creo que al igual que los cuatro anteriores no me van a decepcionar en absoluto. Los que no sean demasiado aficionados y no tengan demasiados reparos ante escenas realmente desagradables y sangrientas creo que debería de darle una oportunidad, todo lo comentado en el párrafo anterior da mucho que pensar y está muy bien trabajado, esas son las razones básicas para recomendarla.